jueves, 30 de mayo de 2019

Glosarios: Castillos, torres, fuertes y demás (letras R, S)

 RÁBIDA, ribat:

Palabra derivada del árabe "ribat", que en Al-Andalus fue "rabita" y que denominaba a un edificio habitado por religiosos musulmanes llamados moravitos y que se encontraba fortificado, algo así como los monasterios fortificados cristianos, que a la vez de tener un uso religioso, hacían labores de vigilancia y defensa.
En la Península Ibérica y Marruecos encontramos algunos topónimos derivados.

RASTRILLO, órgano, peine:
Elemento defensivo colocado en las puertas, formado por una pesada reja o puerta de hierro o de madera móvil, que terminaban en puntas y que se deslizaba por ranuras laterales, para defender e impedir la entrada de la fortaleza.
Alojado en la parte superior de la puerta, en un habitáculo preparado al efecto, se subía o bajaba por medio de cadenas o cuerdas, y de forma instantánea podría interrumpir el acceso a la fortaleza al caer repentinamente, guiado por las acanaladuras en las jambas.
Algunas veces existía más de un rastrillo.

REDIENTE DEFLACTOR:
Pieza en el muro que evita que tiradores apostados en aspilleras enfrentadas, puedan dispararse entre ellos.

RESALTE:
Talud con perfil en forma de línea quebrada.
Ver también alambor.

REVELLÍN:
Es la obra de fortificación situada en el exterior del recinto amurallado que protege una entrada o una cortina.
La parte que se ofrece al enemigo es la arista de dos lienzos que se juntan en forma de flecha, mientras que la parte que da a la fortaleza puede variar en sus formas.
El revellín es exclusivo de la fortificación abaluartada y puede considerarse como una evolución de las barbacanas medievales.

RIBAT, rábida:
Palabra árabe que designaba a un edificio fortificado en el que confluían los usos religiosos y militares: fortaleza y puesto de vigilancia, que se ubicaban en lugares fronterizos o de importancia estratégica; a la vez que es un monasterio árabe consagrado a la oración y la guerra santa, por lo que implica la existencia de lugares de oración o de una mezquita, siempre dentro del recinto de la fortificación.
Fueron construidas en los primeros siglos de la conquista musulmana de la península Ibérica.
Estaba habitada por monjes guerreros, los morabitos, pero también ofrecía alojamiento a los comerciantes.

ROCA:
En algunas zonas, y en época temprana, así se denominaba genéricamente a un castillo o una torre.

ROQUERO:
No es un término musical, sino que está referido al castillo que se edifica sobre una roca o peña desde la que se domina el territorio circundante.
Generalmente las murallas y defensas de los castillos roqueros tenían su base directamente en la misma roca de la montaña, con lo que aumentaba así su inexpugnabilidad.
Es sinónima de esta palabra roca, que viene a ser a su vez sinónimo genérico de castillo o de torre refugio de las primeras épocas y en ciertas zonas, ya que se trata de un castillo edificado sobre un promontorio pétreo; en este sentido se contrapone al concepto de mota.

SAETERA, arquera, aspillera, ballestera, lancera, tronera:
Abertura de carácter defensivo en los muros de la fortificación, con abocinamiento interior pero normalmente sin derrame, usado para colocar arqueros y disparar arcos o ballestas, o sea flechas o saetas, de ahí el nombre.
Su morfología permaneció inalterable durante siglos, hasta la aparición de las armas de fuego
La saetera es la aspillera adecuada al uso de flechas.
Estos elementos los podemos encontrar en muchos lugares de los castillos: torres, murallas, almenas, e incluso en muros que daban al interior, con el fin de hostigar a los enemigos que ya se habían introducido en la plaza.
En cualquier caso, su estrechez hacía casi imposible que los atacantes acertaran en una de ellas, sin poder abatir a quien estuviera detrás de ella.
Estas aberturas también se practicaban en las almenas.
Existen diversas denominaciones, en función de las armas utilizadas.

jueves, 23 de mayo de 2019

Glosarios: Castillos, torres, fuertes y demás (letras O, P, Q)

 

OPPIDUM:
Este término latino se utiliza para designar a ciertos poblados fortificados construidos en lugares que de por sí ya poseen defensas naturales, como eran meandros de ríos, acantilados, etc. Por tanto, estos lugares se refuerzan aún más con la intervención del hombre.
Estas intervenciones se hacían para dominar tierras aptas para el cultivo a la vez que se fortificaban zonas habitables. De esa manera se entiende que haya algunos recintos de este tipo que abarcarán hasta 350 Ha, como el Manching en Baviera.

ÓRGANO:
Elemento defensivo en puertas de acceso a las fortalezas que supone un perfeccionamiento del rastrillo. Si se introduce bajo el umbral un objeto estrecho y suficientemente consistente que soporte el golpe cuando cae el rastrillo, se impide el cierre total por la parte inferior, al tener el rastrillo una estructura única y rígida.
El órgano, sin embargo, está formado por maderos reforzados independientes entre sí. Caso de introducir un objeto bajo el umbral, no afecta más que a los pivotes inmediatamente superiores. El resto, al ir independientes, llegan perfectamente hasta el suelo y así el acceso queda interrumpido.
El órgano es un elemento defensivo muy escaso.

OUBLIETTE:
Palabra francesa que significa mazmorra, y más concretamente la que tiene su entrada situada en el techo, y cerrada mediante una trampilla. Se utilizaba para presos a los que, como bien insinúa el nombre (oublier, que en castellano es olvidar), se deseaban ignorar.

PADRASTRO:
Cualquier elevación del terreno que se encuentre cerca de un castillo y que, fortificado o no, pueda caer en poder del enemigo, haciéndose fuerte en él y comprometer la seguridad de la fortaleza.

PALACIO:
Se denominó así, antiguamente, a las casas grandes que se destinaban a residencia de los reyes.
Posteriormente este concepto fue ampliándose a cualquier otra edificación, también lujosa, en la que habitaran grandes personajes de la nobleza, del clero o burgueses enriquecidos. Igualmente se utilizó este término a grandes y suntuosos edificios que albergaron las sedes de corporaciones civiles, militares o religiosas.
La inclusión en estos edificios de elementos constructivos de carácter defensivo, hace que se les pueda calificar como palacios fortificados.

PALACIO FORTIFICADO:
El palacio al que se le han incluido elementos constructivos de carácter defensivo.

PALENQUE, palestra:
De las varias definiciones que encuentro para esta palabra me quedo con que es una valla de madera, o sea una estacada, con la que se delimita y cierra un terreno para defenderlo o con cualquier otro fin, por ejemplo para celebrar algún acto solemne o una fiesta pública.

PALESTRA, palenque:
Lo mismo, lo mismo.

PAÑO, lienzo:
Parte continua de una pared, delimitada por medio de pilastras, columnas, etc., o sea, lo mismo que en las telas: lienzo de pared.

PARADÓS:
Es el pequeño pretil del adarve, situado hacia intramuros, que evitaba la caída de los defensores hacia el interior, y servía de defensa, si el castillo era tomado.
Los que aún se conservan son de escasa altura, lo que se interpreta como que se trata de la base para instalar una barandilla de madera que, obviamente, nunca ha llegado a nosotros por ser la madera un material perecedero.

PARAMENTO:
Cualquiera de las dos caras de una pared, muro o muralla.
También cualquiera de las seis caras de un sillar labrado.
Y por extensión, cualquier superficie a la vista que presente una obra.

PARAPETO, antepecho, barbeta, pretil:
La barrera ejecutada con piedras, sacos de arena u otros materiales, y levantada para protegerse detrás en un combate.
Como sinónimo de las demás: es el murete de poca altura que protege el borde de un balcón, terraza, etc.

PASEO DE RONDA, camino de ronda, adarve:
Es el pasadizo o pasillo que permite el paso de los defensores de la fortificación, situado en lo alto de un muro sobre el que se levanta al exterior el parapeto con o sin almenas. Desde él se vigilaba y defendía la fortaleza.

PATÍN:
Escalera o rampa de obra, exenta o adosada al muro, para acceder a una zona elevada.

PATIO DE ARMAS, plaza de armas:
Espacio descubierto, amplio y despejado de una fortaleza que suele formar el centro de una fortificación. Las dependencias principales y las comunes, viviendas, almacenes, fragua, cuadras, cuerpo de guardia, etc., se concentran a su alrededor y por ese motivo era el lugar donde se reunían los pobladores del castillo. A veces se adorna con columnatas y galerías suntuarias.
A un nivel inferior del patio de armas podía existir la albacara que también ejercía esa función.

PAZO:
Casa fuerte y señorial, pero en Galicia, y especialmente en el campo.

PEINE:
Aparte del utensilio de madera, marfil, concha u otra materia, provisto de dientes muy juntos, con el que se desenreda y compone el pelo, es también sinónimo de rastrillo y órgano.

PLAZA DE ARMAS:
Aunque sinónimo de patio de armas, también puede referirse a la zona que se elige cerca de una fortaleza, a fin de poner en ella las armas y demás pertrechos militares para el tiempo de la campaña o del sitio.

PORTILLO:
Cualquiera de las puertas no principales de una ciudad, villa o fortaleza, generalmente de dimensiones reducidas. En Sevilla a este tipo de puertas se las denominó postigos.
Puerta estrecha para el ingreso de personas o caballerías, que solía estar junto a la puerta fortificada para mantener ésta cerrada.

POSTIGO:
Puerta pequeña, generalmente inscrita en otra mayor, para el acceso de personas.
En Sevilla se denominó con este término a los portillos.

POTERNA, puerta falsa, puerta secreta:
Puerta pequeña y secreta para salir al exterior del castillo sin ser visto, es decir, puertas de escape, situada generalmente en lugar oculto o disimulada, a veces elevada sobre el suelo, por lo que también se la denominaba puerta falsa.
Solía tener difícil acceso, disponiendo a veces de una galería que la alejaba de la fortificación
Pero también podían tener otros usos, como por ejemplo acceder al foso, a la liza, a una muralla coracha o como puerta menor de una cerca urbana, lo que facilitaba la entrada o salida a la villa sin desplazarse a una puerta principal que estuviera alejada.
En ese último caso no era necesario disimularlas, pero en sucesos de asedio se solían tapiar, eliminando el riesgo de entrada de enemigos y el tener que dedicar soldados a su vigilancia.

POZO:
Excavación profunda, relativamente estrecha y generalmente circular que se efectúa con objeto de obtener agua de las capas inferiores del terreno.
Su existencia en las fortificaciones es compatible con la presencia de un aljibe.

PRETIL, parapeto, antepecho, barbeta:
Es el murete o baranda que se instala sobre un muro, un puente o en una escalera, para evitar caídas.
También el terraplén o defensa formada con tierra, sacos de arena, piedra, etc., para guarecerse tras ella en la lucha.

PUENTE:
Es una construcción ejecutada sobre un río, un foso o cualquier depresión del terreno, ejecutada con piedra, madera, ladrillos, hierro, etc., permitiendo pasar de un lado (orilla) a otro.
Y como variantes del término, allá en el Medievo, dos: fortificado y levadizo.

PUENTE FORTIFICADO:
El que está provisto de defensas destinadas a cortar o controlar el paso.
A este tipo de puentes se les dotaba de una o varias torres con diversos elementos defensivos para controlar o impedir el tránsito por él.
Y ello era debido a que en la Edad Media el puente tenía una finalidad claramente estratégica, y como tal se le consideraba, a diferencia de hoy en día en que los puentes son elementos de utilidad pública.
Por lo tanto es obvio que se fortificaran, aunque no han llegado mucho a nuestros días, pues por la dificultad que representaban los elementos defensivos para el tránsito de vehículos, “obligó” a su sistemática demolición.
A pesar de que no son fortificaciones en el estricto sentido de la palabra, sus particulares características hacen que se les considere en un apartado especial dentro de la arquitectura militar.

PUENTE LEVADIZO:
Es el acceso clásico a las fortalezas, y consistía básicamente en una pasarela abatible de madera, de indudable fortaleza pues debía soportar el peso de carruajes, que se usaba para salvar el foso, tendiéndose sobre él frente a la puerta, y pudiéndose retirar a voluntad de los defensores, eliminando fácilmente el acceso al castillo, y neutralizando el paso hacia el interior.
Si el foso era muy ancho, es decir, si la puerta estaba muy alejada de la contraescarpa, se construía un puente de madera o de obra que a cierta distancia de la puerta se interrumpe bruscamente.
El puente levadizo giraba sobre unos goznes y se alzaba mediante un sistema mecánico complejo: gruesas cadenas que se recogían a través de poleas. Su elevación llegaba hasta colocarlo en vertical con el doble fin de impedir la entrada de los hostigadores a la vez que protegía la puerta reforzándola.

PUERTA:
Es el vano que se abre en una pared o una cerca, desde el suelo y hasta una altura conveniente para que pueda pasarse por él. Y al tablero de madero, hierro o del material que sea que se coloca en ese vano y que sirve para cerrarlo, también se le llama puerta.
En este glosario queda muy bien la definición de la RAE: “entrada a una población, que antiguamente era una abertura en la muralla y ahora es lugar de acceso normal a dicha población”.

PUERTA FORTIFICADA:
Aquella que para su mejor defensa era provista de todo tipo de defensas activas y pasivas.
Las puertas, al ser puntos débiles de la muralla, se solía reforzar con dos torres que la franquearan o por una sola, en la que se abre la puerta de frente o costado.
Este tipo de puertas solían tener un carácter monumental.

PUERTA EN RECODO:
La que a poco de penetrar en la fortificación efectúa un giro de 90º, impidiendo la entrada del enemigo en tropel. Este sistema dificulta el asalto a la fortaleza, aún cuando se haya podido derribar la puerta exterior.
En ocasiones, el sistema de puerta en codo consta de dos puertas contiguas, de tal modo que al derribar una, el enemigo se encuentra dentro de un recinto muy reducido, con otra puerta cerrada y con unos defensores que desde cotas más altas, o desde el techo por medio de aberturas preparadas al efecto, les hostigan de forma contundente.
Ya dije algo en la A de acceso en recodo.

QASR:
Es la palabra árabe de la que deriva la castellana Alcázar (al-Qasr) que significa “castillo o palacio” –construido para residencia de los reyes-, mientras que la árabe, que posiblemente derive de la palabra latina “castrum”, está referida al “campamento de un ejército”, que puede también ser una “fortaleza”.

jueves, 16 de mayo de 2019

Glosarios: Castillos, torres, fuertes y demás (letra M)

MACHO:
En este glosario es sinónimo de torre del homenaje, aunque también es sinónimo de machón.

MATACÁN, buharda, ladronera:
Parapeto voladizo construido en el adarve de un muro o en una torre, apoyado sobre ménsulas y con el suelo abierto. Esta disposición tenía la finalidad de cubrir la defensa de puntos situados en su vertical, tales como puertas o esquinas.
Hasta principios del siglo XIII fueron construidos de madera —llamados cadalsos—, que tenían un carácter provisional, pues se colocaban sólo en caso de asedios siendo a menudo incendiados por los sitiadores, por lo que fue sustituida la madera por la piedra.
A partir de finales del siglo XV se ejecutaron sin huecos en el suelo, pues ya fueron sólo elementos decorativos.

MAZMORRA, calabozo, celda:
Palabra derivada del latín calafodium, que a su vez procede de calare —herir— y de fodere —cavar—. La RAE opina que viene del árabe hispánico matmurah —silo— y la define como prisión subterránea.
O sea, lugar seguro, normalmente en castillos y fortalezas, que servía para encerrar a los presos.
Interior de una mazmorra en la alcazaba de la Alhambra.

MÉNSULA, can, modillón:
Cabeza de una viga que, que sobresaliendo por la parte exterior del muro, sostiene la cornisa.
Pero con más frecuencia, se denomina así a las piezas largas de piedra labrada con molduras que, insertas perpendicularmente en el muro, sobresalen en uno de los paramentos para sujetar aleros, matacanes, vigas, etc. Solían esculpirse con molduras.

MERLATURA, almenaje, merlonado, merlonadura:
Conjuntos de merlones.
Coronamiento del parapeto de la muralla formada por al sucesión de macizos y vanos que protege a los defensores del castillo, facilitándoles el tiro. Es decir, es el conjunto de almenas que coronan el muro de una construcción fortificada.
Ver también crestería, que aunque no significa lo mismo, se le parece mucho.

MERLÓN, almena:
Tramo macizo del antepecho o parapeto que sobresale de éste para la protección de los defensores de la fortaleza; es decir, cada uno de los prismas, generalmente rectangulares, que coronan los muros de las fortalezas.
Tenían un carácter evidentemente defensivo, ya que actuaban de parapeto, al tiempo que por los vanos intermedios se descubre la visión amplia del campo y sirven para tirar armas o proyectiles contra los enemigos. Estos vanos intermedios solían tener el tamaño del cuerpo de un hombre.
Antes de que se me olvide: también viene un poco del árabe, esta vez de “al-” y otro poco del latín “minae”.
Existen muchos tipos de almenas, y aunque la más común es la rectangular, también podemos encontrarlas escalonadas y con remate piramidal, con vierteaguas a dos o cuatro aguas, sobretodo en castillos árabes.
En ocasiones los huecos contaban con parapetos de madera abatibles.
La almena puede tener en su centro una saetera.
Es el elemento arquitectónico más típico de la arquitectura militar medieval y por sí solo puede llegar a representarla.
De vez en cuando leo que el término almena está referido al hueco entre los elementos macizos, y que estos últimos son los merlones. Pero yo no lo asumo, no quiero.

MERLONADO, almenaje, merlatura, merlonadura:
Conjuntos de merlones.

MERLONADURA, almenaje, merlatura, merlonado:
Idem anterior.

MINA, zapa:
Se aplica tanto a aquellos pasadizos de carácter defensivo, para acceder a aguadas o a poternas de acceso en caso de asedio, como ofensivo para socavar el muro y provocar su derribo vaciando el terreno debajo de los cimientos.

MODILLÓN, can, ménsula:
Del italiano modiglione, cabeza de una viga que, que sobresaliendo por la parte exterior del muro, sostiene la cornisa.
Pero con más frecuencia, se denomina así a las piezas largas de piedra labrada con molduras que, insertas perpendicularmente en el muro, sobresalen en uno de los paramentos para sujetar aleros, matacanes, vigas, etc. Solían esculpirse con molduras.

MONASTERIO FORTIFICADO:
Casa o convento, ordinariamente fuera de poblado, donde viven en comunidad los monjes, a los que se les dotó de elementos constructivos de carácter defensivo, por lo que en las relaciones de castillos y fortalezas suelen aparecer con esa denominación.

MOTA:
Montículo artificial de tierra sobre el que se construye una fortaleza.
Generalmente, la colina de tierra sobre la que se levanta un castillo. En España se da el nombre de “mota” a los castillos sobre tierra, a diferencia de los asentados sobre suelo pétreo.
Esta diferencia es importante ya que las motas se podían minar con mayor facilidad al estar alzados sobre tierra.
Forma parte de algunos topónimos.

MUELA:
Mota o promontorio de poca altura sobre el llano.
También puede referirse a la aldea que dispone de una torre en un cerro rodeada de una cerca de estacas y foso.

MURALLA:
Es el muro de piedra, ladrillo o tapial que rodea una fortaleza defendiéndola externamente. Su altura ha de ser tal que impida la escalada fácil de los hostigadores y su consistencia tan poderosa que deba resistir los diferentes métodos de ataque de los invasores.
Si la muralla se cierra sobre sí misma se llama recinto.
Si une dos elementos defensivos, distantes entre sí, se trata de una muralla coracha.
Y cuando rodea una población, se denomina muralla urbana o cerca

MURALLA CORACHA, coracha:
Muralla que partiendo del recinto fortificado permite el acceso protegido a un punto no muy lejano, normalmente para procurar la aguada, y con adarve de doble antepecho cuando puede ser hostigada por ambas caras.

MURALLA DE CREMALLERA:
Muralla compuesta de dos o más lienzos retranqueados entre sí, unidos por otro lienzo de menor longitud. En su adarve existe poca capacidad de maniobra de los defensores.
En cierto modo la ejecución de cremalleras puede sustituir a los cubos de muralla en lo que se refiere a los ángulos conseguidos para batir eficazmente los muros.
Es un tipo de muralla muy antiguo, también denominada en dientes de sierra o en zig-zag.

martes, 14 de mayo de 2019

El Real de la Jara, Castillo

Hoy estoy al norte de la provincia de Sevilla, muy cerca, a pocos metros de la de Badajoz; en El Real de la Jara, donde se levanta otro de los castillos que conformaron aquella Banda Gallega de fortalezas dispuestas para defender el Reino de Sevilla de las afrentas que pudieran llegar desde el oeste, o sea de Portugal.
Todo ello partió del Concejo de Sevilla que, en 1293, solicitó a Sancho IV de Castilla, alias el Bravo, permiso para construir una línea de castillos en el norte de las tierras de su jurisdicción. Y no sólo por las amenazas de invasión por parte del Reino de Portugal, sino también por las malas relaciones que se tenían con órdenes militares como las de Santiago y el Temple que asimismo intimidaban por el norte.
El rey firmó dicha autorización en Toro, un 4 de noviembre de 1294 —menos mal que lo hizo, porque seis meses después moriría; por poco nos quedamos sin castillos en el oeste de Sierra Morena—.
Pues descrito brevemente el origen de la Banda Gallega, volvemos a El Real de la Jara.

El castillo desde la Plaza de Andalucía

Fundada la población por los romanos, estuvo despoblada durante el período visigodo, y vuelta a estar poblada con los árabes. Durante el Califato fue conocida como Xara —la etimología de su topónimo está muy claro—, que sería por la abundancia de este matorral en el entorno.
A principios del siglo XIII fue reconquistada por caballeros de la Orden de Santiago, que formaban parte de las huestes del rey Fernando III.
El lugar también fue testigo de los preparativos del rey Alfonso XI antes de la batalla del Salado, pues aquí estuvieron acampadas sus tropas. Es posible que por ello, al haber sido sitio de una estancia real, se le concediera el título de El Real a añadir a su nombre.
Pero ciertamente fueron los Reyes Católicos, en agradecimiento a los servicios prestados por la población, quienes dieron al pueblo Fuero Real con dictado de Lealtad en 1498.

El castillo desde el suroeste


Decía antes que El Real de la Jara —que por entonces sólo era Xara— fue reconquistado en la primera mitad del siglo XIII, y para ello, según cuenta la leyenda, los caballeros santiaguistas se sirvieron de un ciervo que les guió hasta un punto de la muralla por el que pudieron acceder al interior del pueblo. En fin, una leyenda más de las muchas que hacen aún más hermosa la Historia.
En recuerdo a ello, tanto ciervo como muralla figuran en el escudo municipal.
Pero en El Real de la Jara no quedan restos de aquella muralla, una lástima; sólo del castillo.
Escudo de El Real de la Jara, con el ciervo y la muralla.

Que fue construido algo más tarde, en el siglo XIV, y es obra totalmente cristiana.
Desempeñó de manera efectiva el papel para el que fue levantado, incluso en la defensa de los viajeros que transitaban por la Vía de la Plata, ya que su ubicación le permitió un excelente control sobre ese camino.
Y es que su emplazamiento, como no podía ser de otra manera, es privilegiado; al norte de la población sobre un despejado cerro que domina visualmente gran parte de la comarca. Desde él se divisa con claridad la fortaleza de Santa Olalla al suroeste, y el castillo de las Torres al norte.

El castillo de las torres desde la torre del homenaje del de El Real de la Jara.


El castillo de las Torres en el mismo sitio trece años antes.

Su posición, desde el punto de vista estratégico, fue excepcional, ya que formó parte de dos importantes líneas de castillos: la banda Gallega y la vía de la Plata.
Existe documentación del Cabildo de Sevilla referente a obras de restauración y consolidación del castillo. Pero a mediados del siglo XVIII, cuando ya quedaban lejos los conflictos con la vecina Portugal, el Cabildo sevillano termina por desentenderse del castillo, con lo que de ahorro económico ello suponía.
Ese abandono llevaría al castillo, a finales del XVIII, a un estado de deterioro que se reflejaría en la casi total desaparición de las edificaciones interiores y al desmoronamiento de sus murallas y torres.

De la última calle, al oeste de la población, parte un camino que lleva cómodamente hasta el castillo. Incluso en coche hasta la misma puerta. Es la opción que me recomendaron mis piernas.

Vista aérea del castillo (de google maps, claro)

El castillo tiene en planta una curiosa forma. Al adaptarse su perímetro al cerro, muestra una figura que es semejante a un cuadrante circular: los lados rectos al noreste y al sureste —de casi igual longitud, 63 y 62 metros respectivamente—, y los lienzos en curva recorren desde la esquina noroeste hasta la sureste. Su superficie total es de casi 2.000 metros cuadrados, los cuales están totalmente diáfanos. Se desconoce la distribución que tuvo, así como el número y tipos de dependencias. Es de suponer que tuvo aljibe.

Puerta principal del castillo bajo la torre del Homenaje.


En el muro del norte se abre la segunda puerta.

Tiene dos puertas, una en su lienzo norte y otra bajo la torre del homenaje al sur —me aventuro a decir que la primera no es original, sino muy posterior, ya que por su tamaño no podría considerarse como portillo de escape—; la del sur, orientada hacia el pueblo, es en recodo.
Todo lo que vemos, la muralla y las torres —excepto la más al oeste—están reconstruidas, aunque sin almenado.
Muralla y torreón del oeste, cuando aún no había la restauración.



La misma zona anterior, concluida la restauración.

En total son ocho las torres, cinco cuadradas y tres semicirculares. En la restauración, o se ha cerrado el perímetro de toda la muralla; se ha dejado una puerta auxiliar para acceder al interior con materiales y útiles para los eventos que en el interior se realicen.
Todas las torres son macizas hasta la altura del adarve.
La Compañía caminando junto al lienzo este.


El lienzo norte une dos torres cuadradas totalmente reconstruidas que no parece tuvieran cámara alguna. Entre las dos, hay un cubo semicircular.
Igual ocurre con el lienzo este, pero este dispone de una torre con cámara y que corta el adarve. Desde esta torre se cubre la entrada, que está bajo la torre del Homenaje, que es la siguiente siguiendo las agujas del reloj.

La torre del Homenaje, que también corta el adarve, tiene cámara cubierta con bóveda de cañón y una escalera para acceder a la azotea.
Todos los lienzos de muralla, ejecutados con doble muro de mampuestos, tienen un espesor total aproximado de 2,20 metros. Su interior está relleno de tierra y cantos. En ninguno de ellos, ni en las torres, se han reconstruido las almenas.
Junto a la torre más al oeste, la que aún está por reconstruir, se alzan las dos escaleras que dan acceso al adarve, una en cada dirección.


Dos aspectos del interior del castillo antes de la inclusión del graderío.

Nombre: Castillo de El Real de la Jara
Localidad: El Real de la Jara
Municipio: El Real de la Jara
Provincia: Sevilla

Tipología: Castillo.
Época de construcción: siglo XIV.
Estado: En buen estado conservación, ya que ha sido restaurado recientemente, a excepción de un corto tramo de muralla y una torre cuadrada en el sector oeste.
En el interior, que se ha adaptado para la realización de actos culturales, se ha ejecutado con placas de acero una distribución de espacios horizontales, a modo de graderío rebajado, que debe ser objeto de culto de los más furibundos conservacionistas.



Distintas vistas del graderío interior del castillo.

Protección: Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.
Está declarado Bien de Interés Cultural desde 1985.

Propiedad:
Uso: El castillo tiene un uso principalmente turístico, y como excelente mirador del paisaje.
Las últimas reformas realizadas, incluidos los elementos añadidos, evidencia la intención de realizar en él eventos culturales.
Clasificación subjetiva: 2, o sea, que si se pasa cerca y se va con tiempo pues se acerca uno a verlo. Es decir, que se incluirá en una ruta de viaje pero no pasa nada si luego no se visita. Aunque con todo lo que hay en los alrededores, mejor no perdérselo.
Visitas: Es de acceso libre.

El castillo de El real de la Jara desde el otro castillo, el de Las Torres.


Otras cuestiones de interés: El Camino de la Santiago, en su versión Vía de la Plata, discurre por esta población, pasando por la falda del cerro que corona el castillo; pero he de creer que ningún peregrino se anima a subir a sus torres para admirar el paisaje.
Cómo llegar: Desde la A-66, autovía de la Plata, a la altura de Santa Olalla de Cala, tomar hacia el este la A-5301 que lleva directamente a El Real de la Jara.
Una vez en el pueblo, acceder al castillo es fácil y cómodo.







jueves, 9 de mayo de 2019

Glosarios: Castillos, torres, fuertes y demás (letra L)

LADRONERA, buharda, matacán:
Elemento defensivo que se proyecta exteriormente del antepecho de un muro o torre, a modo de balcón, con parapeto y suelo aspillerado para el ataque y control vertical de una puerta o cualquier otro punto vulnerable situado a su pie.
Ladronera del castillo de Argüeso, Cantabria.

LANCERA, arquera, aspillera, ballestera, saetera, tronera:
Se denomina así a la abertura vertical efectuada en los muros de murallas y torres, estrecha y profunda, que permitía disparar flechas con arcos o con ballestas.
Estas aberturas también se practicaban en las almenas.
Existen diversas denominaciones, en función de las armas utilizadas.
En el castillo de San Miguel, Almuñécar.

LETRINA:
Genéricamente retrete, el lugar destinado a expeler los excrementos, y por ello, lugar sucio y repugnante.
En las fortificaciones, solía ser un habitáculo similar a una ladronera por el que se evacuaban las heces al exterior de la fortaleza, siempre en alguna zona poco transitada. No suele ser muy frecuente.
Letrina en el castillo de Cabanas de Tavira, Portugal.

LIENZO, cortina, paño:
Porción recta de una línea de muralla que unía dos elementos defensivos: dos baluartes, dos torres, o entre torre y esquina, y solía estar provisto de almenas y de camino de ronda.
Ver cortina, que viene a ser lo mismo, y también paño.
Lienzo en el castillo de Alconchel, Badajoz.

LÍNEA DE APROCHES:
Y al conjunto de todas las fortificaciones que, en conjunto o aisladas, levanta el atacante a un castillo para aproximarse a él, se le llama "línea de aproches".
Ver también  aproches.

LIZA:
Espacio o intervalo, normalmente estrecho, entre la falsabraga y la muralla, que facilita los movimientos de la guarnición y puede alojar algunos servicios, además de aumentar la profundidad de la defensa.
Originalmente, esta palabra se aplicaba a cualquier espacio limitado por barreras o empalizadas usado para ejercicio de armas, lidiar combates caballerescos, etc.
Liza de la muralla sevillana de la Macarena.