martes, 26 de enero de 2016

Calera de León, Monasterio de Tentudía


Siempre pensé que el monasterio de Tentudía estaba en Monesterio. Y la idea no era sólo por la similitud del topónimo con el sustantivo, sino que dadas las numerosas veces que he pasado por ese pueblo en mi eterno ir y venir desde mi pueblo a mi ciudad, y a fuerza de ver las señalizaciones que indican el camino hacia la cima de la montaña, terminé en esa creencia.
Y en esa creencia he estado hasta hace relativamente poco tiempo. Fue en el año 2005 cuando, en una limpia mañana de diciembre, nos acercamos a conocer este monasterio. Ya durante el trayecto desde Monesterio hasta Tentudía comprobé su ubicación real y modifiqué mi vieja suposición, mientras atravesábamos la estrecha carretera llena de curvas que nos llevó hasta la cima de la montaña, a más de 1.100 metros de altitud,

EL LUGAR:
Que es donde sitúa el monasterio de Tentudía, en el municipio de Calera de León, provincia de Badajoz.
Los árabes lo llamaron al-Qaxera y la reconquistó la Orden de Santiago al mando de su maestre D. Pelayo Pérez Correa.
En este lugar se instaló la Orden, ubicando su sede en la Conventual de Santiago, y alcanzando tal importancia que incluso fue residencia del Prior de San Marcos de León.
En la segunda mitad del siglo XVI fue capital de la denominada provincia de León de la Orden de Santiago, gozando de cuantiosas rentas procedentes de las muchas posesiones que tuvo en la comarca. Y es que había que pagar el apoyo que dio la orden a los distintos monarcas durante la Reconquista.



EL MONASTERIO:

Se podría decir que es fruto de una leyenda (que a saber si aquel hecho fue cierto) el que el edificio esté ahí, ya que se ganó una batalla a cuya victoria, parece ser, contribuyó la Virgen. Sea por lo que fuere, lo cierto es que fue mandada construir por Don Pelayo Pérez Correa,  quien precisamente ganó la batalla de la leyenda, a mediados del siglo XIII.
Lo que en principio fue una modesta ermita levantada en honor a Santa María de Tudía (leer más abajo la leyenda), terminó siendo una sobria edificación que creció mientras estuvo bajo la autoridad de los maestres de la Orden de Santiago.
En el siglo XV la Orden establece en la vecina localidad de Calera su Conventual, con lo que la ermita adquirirá relevancia en toda la comarca, acrecentándose a partir de 1514 cuando el Papa León X declara monasterio a la edificación, con las ventajas y privilegios que ello suponía. Se había convertido ya en uno de los centros más importantes de la Orden de Santiago (leo por ahí que también está vinculado a los Templarios, pero me parece que, como otros tantos lugares, no deja de ser una invención que lo que pretende es buscar notoriedad).
Fue poco después, en 1518, cuando la orden encarga un retablo a Niculoso Pisano (una inscripción en el retablo así lo atestigua: “NICVLOS PISANVS ME FECIT A.D.1518”), un reconocido maestro azulejero afincado en Sevilla y de origen italiano. Este retablo es, quizás, el elemento artístico más notable del monasterio.
A mediados del siglo XVI el monasterio, que ya  era Vicaría de Tentudía y que comprendía nueve pueblos, creó un Colegio de Letras que estuvo funcionando hasta principios del siglo XIX.
A lo largo de ese siglo fue perdiendo influencia y ganando abandono, llegando incluso a la ruina. Hoy se encuentra restaurado y accesible al público, en un entorno espectacular e inigualable.


 Al monasterio de Tentudía se le puede considerar, sin temor a equivocarse, una iglesia fortificada (siguiendo la costumbre santiaguista de fortificar sus iglesias), y por eso aquí lo incluyo. Además de ser uno de los mejores ejemplos del mudéjar español.


LOS DETALLES:
Todo comenzó con la iglesia, germen del monasterio, que consta de una sola nave cubierta con bóveda de cañón, y con capillas laterales bajo bóvedas de arista sobre trompas.
Todo el conjunto monacal ocupa algo más de 2.000 metros cuadrados, que incluyen el magnífico claustro mudéjar de dos plantas, la iglesia y otras muchas dependencias para uso diverso.


El edificio, en su mayor parte, está construido en mampostería, y en algunas zonas está enlucido y encalado. Aunque contiene muchos elementos de ladrillo como consecuencia de las múltiples reformas y ampliaciones que ha tenido a lo largo del tiempo: la espadaña, los contrafuertes, el almenado, esquinas y dinteles. También aparecen sillares de ladrillo en algunas esquinas y en los vanos de alguna puerta y ventanas.


Los ángulos noroeste y suroeste están reforzados por sendos garitones de sillares de granito. El primero, situado junto a la espadaña, además de contener la escalera de acceso a la azotea, protegía la puerta principal; ésta es de granito y estilo renacentista, con cuatro columnas toscanas que soportan el dintel y un tímpano en arco. En los intercolumnios se conservan unas ménsulas que seguramente sostuvieron imágenes religiosas.
Otro elemento defensivo a destacar es su fachada oriental, que está almenada.


El claustro, ejecutado de ladrillo, se agregó al templo a principios del siglo XVI estructurándose en dos alturas y componiéndose con dos tipos de arco, medio punto peraltado en planta baja y escarzanos en la superior (cuatro arcos abajo y cinco arriba) enmarcados en alfiz y soportados con pilares octogonales. En el centro del claustro existe un aljibe que, evidentemente, servía para el abastecimiento de agua.


Pero el elemento más importante del monasterio está en la iglesia, y es el ya mencionado retablo de azulejería, que fue encargado para conmemorar la batalla de Tentudía y su supuesto milagro. Consta de 640 piezas y mide 2.6 metros de ancho y 3.4 metros de alto; se divide en tres calles y a su vez las laterales en tres cuerpos, mientras la central tiene un cuerpo único que contiene la imagen de la Virgen y se remata con un Calvario. La talla de la Virgen, que es de las denominadas de candelero, data del siglo XVIII.
El resto de las escenas aluden a la vida de la Virgen, y en los cuerpos inferiores aparecen dos retratos en actitud orante, uno de Pérez Correa y otro de Juan Riero que fue quien encargó el retablo.

En esta nave central se encuentra la tumba de Pelayo Pérez Correa, totalmente cubierta de azulejos.



Junto al presbiterio, al lado del Evangelio se encuentra la capilla de los Maestres, llamada así por contener varias tumbas de caballeros de la orden de Santiago: en el centro están los sepulcros de los maestres Gonzalo mejía y Fernando Ozores; y bajo un arcosolio está enterrado García Hernández que fue camarero del rey Enrique II. Otros arcosolios también contienen sepulcros pero sin ningún tipo de figura ni indicación.


La capilla la preside un retablo en azulejería de la segunda mitad del siglo XVI,  que representa a San Agustín en el centro y a Santa Catalina de Alejandría en el banco.
En el lado opuesto otra capilla, denominada de Juan Zapata, sin sepulcros y con otro retablo de azulejos dedicado a Santiago.

Y por último la leyenda.
Situémosla en el tiempo: Fernando III el Santo está plenamente dedicado a la reconquista de las tierras del sur de la península, y en el caso que nos ocupa es ayudado por los caballeros de la Orden de Santiago que, al mando de su maestre Don Pelayo Pérez Correa, pretendían recuperar esta zona de lo que hoy llamamos comarca de Tentudía en el oeste de Sierra Morena.
Se enfrentaban a los moros en una larga batalla que ya duraba todo el día, y viendo cómo se acercaba la noche sin conseguir la victoria, desmoralizado el maestre Don Pelayo, imploró a la Virgen con el grito “Santa María, detén tu día”. Inmediatamente el sol detuvo su descenso permitiendo que los cristianos dispusieran del tiempo suficiente para derrotar al enemigo.
En agradecimiento, el maestre mandó construir una pequeña ermita que honrara el milagro, bajo la advocación de la que sería Santa María de Tudía.




 
 

     
RESUMIENDO:

Nombre: Monasterio de Tentudía, o de Santa María de Tentudía.
Municipio: Calera de León
Provincia: Badajoz

Tipología: Iglesia-Monasterio fortificado.
Época de construcción: siglos XIII-XIV. El claustro es del siglo XVI.
Estado: En buen estado de conservación. Recientes restauraciones le han devuelto algo del esplendor que los últimos doscientos años le habían hecho perder.
Propiedad: 
Uso: Turístico y cultural. Y como excusa para admirar el entorno.
Visitas: cuando lo visité, el acceso era libre a la iglesia y al claustro, el resto cerrado.
Protección: Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.
Está declarado Bien de Interés Cultural.

Clasificación subjetiva: 3, es decir, se incluirá obligatoriamente en ruta de viaje, o lo que es lo mismo, se hará todo lo posible por visitarlo.
Otras cuestiones de interés: sin duda alguna la Conventual de Santiago en Calera de León, y las espectaculares vistas que desde la cima se pueden contemplar.
Cómo llegar: desde la A-66, E-803, o sea la Vía de la Plata y a la altura de Monesterio, tomamos la EX103 en dirección a Calera de León y desde ésta,  llegaremos al monasterio por una estrecha y tortuosa carretera, la BA-3002.


martes, 19 de enero de 2016

Burgos, torre de Landa o de Albillos.


La primera referencia que tuve sobre esta torre me llegó mientras confeccionaba mi “listado” de castillos españoles. Ya entonces me llamó la atención esa duplicidad que el edificio tiene: torre de Albillos/torre de Landa; pero no profundicé nada en ello y quedó en la lista como un número más. Más tarde encontré una botella de vino —mis recurrencias vitivinícolas— con el nombre de Castillo de Landa, que asocié inmediatamente a la torre de Albillos. Rebusqué en la red, sólo un poco, y enseguida apareció la evidencia.
Así que a la primera oportunidad que tuve, cuando uno de mis caminos vacacionales pasó por la E-5 justo a su “altura”, paré el coche y bajé a pasearla.
Fachada suroeste de la torre.
La actual torre de Landa fue antes la torre de Albillos, aunque en el espíritu seguirá siéndolo. Estuvo de siempre en Albillos, que es un pequeño municipio de la provincia de Burgos y más concretamente del alfoz de Burgos.
Ya se le nombra en un documento del año 994 referido a una donación del abad de Cardeña, así que tiene como mínimo algo más de mil años.
La torre es posterior, quizás del siglo XIV. No leo nada sobre la fecha exacta de su construcción o sobre si sus cimientos son de otra torre, pero sí que durante el reinado de los Reyes Católicos sus propietarios eran los Cartagena, que la vendieron al obispo de Burgos Luis de Acuña. Este obispo funda un mayorazgo a favor de su hijo (ay, la iglesia) Diego Álvarez Osorio, bajo cuyo linaje permanecerá la propiedad de la torre hasta finales del siglo XVI cuando, y por falta de sucesión masculina, recaerá su propiedad en los condes de Aguilar de Inestrillas y posteriormente pasará al ducado de Abrantes.
Aspecto que lucía la torre en Albillos, en la primera mitad del siglo XX. 

Pero sigo con Albillos, que aunque pequeña localidad tuvo su aquél en el pasado. Formó parte, a mediados del siglo XIV, del señorío de Pedro Suárez que fue repostero mayor del rey Don Pedro —el Cruel para algunos, el Justiciero para otros—, cuando el repostero no era quien ejercía el oficio de la repostería, sino el encargado del depósito y del repuesto de todos los objetos personales del rey, a cuya custodia quedaban. Posiblemente, de esta época, date la construcción de la torre.
Entre 1785 y 1833, Albillos formó parte, junto con trece pueblos más, de la denominada Intendencia de Burgos (división administrativa que fue el antecedente de la actual provincia).
Y en un salto en el tiempo llegamos a 1964 cuando D. Jesús Landa la adquiere, manda desmontarla y la traslada a su actual emplazamiento en las afueras de Burgos. Una vez montada, aunque con particularidades y algún exceso, pasó a formar parte de un complejo hotelero. Eso sí, previa inauguración por el entonces rey Juan Carlos I, como no podía ser de otra forma.
Fachada principal de la torre.

Y como dije más arriba paré el coche en los aparcamientos del hotel Landa y me dispuse a pasearla. Paseo que tuvo que ser sólo exterior, pues al pertenecer  la torre a las instalaciones del hotel y disponerse en ella algunas de sus espléndidas suites, resultaba inviable su visita interior.
Puerta de entrada al anexo que la une al resto del hotel

La torre, que fue exenta, hoy está unida al edificio del hotel por un cuerpo anexo de idéntica factura a la fortificación (me atrevería a decir que es un añadido pues no leo nada donde se diga lo contrario; en la única fotografía de la torre original que he encontrado tampoco se aprecia este cuerpo).
Es de planta casi cuadrada, presentado un compacto y aparentemente pesado paralepípedo. Aunque quizás no tanto a como lo fue en el pasado, ya que en su reconstrucción ganó una planta (supongo que para rentabilizarla en su nuevo destino) con respecto a la original, lo que la hace un poco más esbelta de lo que fue.

Toda ella es de sillarejo, muy regular, y con una gran profusión de huecos, más de los que tuvo en Albillos; pero es de comprender, que si allí su misión fue la defensa, aquí es el placer y para ello se necesita luz y ventilación. Los hay de todo tipo y tamaños: pequeños, grandes, rectangulares, con arcos de medio punto, saeteras e incluso ventanas ajimezadas.
La puerta se abre en su fachada noreste, con arco de medio y enmarcada entre dos pilastras.

Cada una de sus fachadas está coronada por un matacán situado en el centro y a la altura de las almenas que, a pesar de estar apoyadas sobre modillones en forma de arquillos ciegos, apenas sobresalen de la vertical de los lienzos. En la torre original las almenas, de mayor tamaño y en menor número que actualmente, estaban en el mismo plano que las fachadas.
 
Escudo de Albillos


Y aunque la torre ya no está en Albillos, queda en su escudo para que no se olvide, en el segundo cuartel en gules, de oro, mazonada de sable y aclarada de azur. En el primer cuartel, en oro, hay dos álamos de sinople trenzados, en recuerdo al nombre del lugar, Albillos, diminutivo de albo, o sea blanco; tal vez álamos o chopos blancos. En el entado y de plata dos ondas de azur. Por último y al timbre corona real cerrada.


Tras el paseo, una visita al bar, un café y algo más como desayuno tardío; y una visita a los que seguramente sean los aseos más bonitos y limpios que haya usado en toda mi vida.

Nombre: Torre de Albillos (lo de Landa es una concesión que se hacen sus actuales propietarios).
Municipio: Burgos, pero en el espíritu Albillos.
Localidad:
Provincia: Burgos.

Tipología: Torre señorial.
Época de construcción: Mediados del siglo XIV.
Remodelaciones: Posterior reconstrucción en los años 60 del siglo XX.
Estado: En muy buen estado, pero es que ha sido minuciosa y excesivamente reconstruida, habiendo quedado bastante modificada.
Propiedad y uso: Privada, o pública, según como se interprete; ya se ha dicho que es un hotel..
Protección: Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.
Visitas: Sólo el exterior. Para gozar del interior es necesario alojarse en el hotel y en alguna de sus privilegiadas habitaciones.

Calificación personal: 3, o sea, que se incluirá obligatoriamente en ruta de viaje, o lo que es lo mismo, se hará todo lo posible por visitarlo.
Otras cuestiones de interés: En Albillos, echar un mirar a la sencilla transición del románico al gótico de su iglesia de Santa María la Mayor; y un no mirar a su torre, que ya no está. Después un degustar su cordero o sus alubias rojas; o las dos cosas.
Cómo llegar: Al sur de la ciudad de Burgos, justo al borde de lo que fue la N-1, hoy la A-1.





sábado, 16 de enero de 2016

Listado, casi total


Bueno, pues lo que me propuse hace unos meses y dejé aquí escrito en enero, creo que lo he conseguido: he hecho un primer recuento de castillos en España, que en algunos casos ni siquiera son cuatro piedras, apenas una intuición, casi el recuerdo; en otros, preciosidades que obligan a admirarlas de rodillas. Pero todas dignas de figurar en mi relación. 
Relacionados por provincias, resulta algo así:

ÁLAVA                       81
ALBACETE               46
ALICANTE              247
ALMERIA                118
ASTURIAS                64
ÁVILA                        49
BADAJOZ                  96
BALEARES              150
BARCELONA          349
BURGOS                  178
CÁCERES                 112
CÁDIZ                       165
CANARIAS                29
CANTABRIA           161
CASTELLÓN            20
CEUTA                       28
CIUDAD REAL         34
CÓRDOBA               107
CUENCA                    82
GERONA                  152
GRANADA               163
GUADALAJARA     144
GUIPÚZCOA              16
HUELVA                    42
HUESCA                   168
JAÉN                         187
LACORUÑA              44
LARIOJA                    56
LEÓN                          56
LÉRIDA                    257
LUGO                         26
MADRID                   64
MÁLAGA                  112
MELILLA                    9
MURCIA                  141
NAVARRA               123
ORENSE                    21
PALENCIA                55
PONTEVEDRA        25
SALAMANCA           52
SEGOVIA                  40
SEVILLA                   86
SORIA                      132
TARRAGONA         177
TERUEL                  129
TOLEDO                   79
VALENCIA             195
VALLADOLID         64
VIZCAYA                  43
ZAMORA                  24
ZARAGOZA            350

TOTAL                5528

Y digo que este ha sido un primer recuento porque es evidente que, aunque se superen con creces aquellos datos que desde hace tiempo tenía, aparecerán muchos más en cuanto descubra otras páginas en la red, que ha sido mi principal fuente de búsqueda (es evidente que todos los que figuran en la publicaciones que tengo, están incluidos en este listado), o profundice en las ya conocidas; porque hay que ver lo de gente que hay por el mundo interesada en este tema, desde verdaderos expertos y rigurosos, hasta aficionados como yo a los que nos mueve tanto el afecto por estas piedras que de ello hemos hecho nuestra primera diversión. Doy, por lo tanto, un carácter provisional a estos listados, no estoy sentando cátedra, así que si hay alguien por ahí  que sepa de la existencia de alguno más, no dude en comunicármelo, que le estaré muy, pero que muy agradecido.

Desde esta relación se enlaza al listado por provincias en el que figuran todas y cada una de las edificaciones que, de carácter militar o relacionada, he podido encontrar. Y en cada lista provincial, a continuación de cada lugar y edificio, la particular valoración de quien esto escribe.

Ea, pues ya estoy en condiciones de dar respuesta a la pregunta "¿sabes cuántos castillos hay en España?": algunos más de cinco mil quinientos, nada menos. Eso sí, provisionalmente.


                                                                                                      16-enero-2016
                                                           

martes, 12 de enero de 2016

Baleares, Mallorca, Capdepera, torre de Miguel Nunis

 Cuando paseé en esta casadelatercia el castillo de Capdepera obvié, a propósito, la torre que ahora me ocupa. Y lo hice con la única finalidad de dedicarle una entrada a ella sola, que, aunque se encuentre dentro del recinto del castillo, lo merece por edad e historia.


LA TORRE:

La torre ya estaba ahí cuando los cristianos conquistan la isla de Mallorca —1229-1231—, pues la habían levantado los musulmanes unos tres siglos antes para que les sirviera de atalaya, sobre la cota más alta, frente a las costas de Menorca y el estrecho que separa ambas islas. Y es que el haber sido, probablemente, la torre atalaya más importante de la costa, le da la suficiente entidad como para hablar de ella en un aparte.

Pero no sólo por lo anterior, también porque fue el origen del castillo y, propiedad transitiva, incluso de la población de Capdepera. Alrededor de ella se fue conformando la villa fortificada; pero un poco antes, en 1231, recién conquistada la isla, fue testigo de la firma del Tratado de Capdepera, mediante el cual los árabes de Menorca aceptaron la rendición y posterior vasallaje al rey aragonés Jaime I.

La torre junto a la Casa del Gobernandor.

La firma de este tratado vino precedida de una larga y dura lucha por la conquista de la isla de Mallorca, que corrió casi paralela con la campaña de conquista de Valencia. Es por ello que se consideró la necesidad de no malgastar más fuerzas y sí buscar alternativas para la conquista de Menorca. Alternativas que pasaron por largas negociaciones que no llevaron a ningún acuerdo definitivo.

En el verano de 1231, Jaime I presionó a los menorquines y les hizo saber, y creer, que en breve se iniciaría el asalto a Menorca; con ello se olvidaría de aquellos pactos conseguidos en las anteriores conversaciones.

Como elemento principal de esta presión, se ideó la estratagema de encender cientos de hogueras en la costa noreste de Mallorca con el fin de que desde Medina Menurka —la actual Ciudadela— se pensara que la invasión estaba cercana. El mantenimiento de tantas hogueras durante tantas noches produjo el resultado buscado, y los musulmanes creyeron que miles de guerreros ya estaban a punto de cruzar el estrecho de Menorca.

Sin posibilidades de recibir ayuda desde la Península ni desde África, los menorquines, y a la cabeza Utman Said, almorajife —jefe militar de la isla— del gobernador Abdala Mohamed, optaron por cruzar el canal y se dirigieron a la torre de Nunis en Capdepera, firmando la rendición el 17 de junio de 1231. Jaime i conseguía la sumisión de la isla de una forma totalmente incruenta.

Menorca se convirtió en una taifa dependiente del Reino de Aragón, al que deberían vasallaje y tributo.

La conquista definitiva de Menorca no se produciría hasta el 17 de enero de 1287 de la mano de Alfonso III.


LOS DETALLES:

 Es de planta cuadrada en su arranque actual, de muros de tapial y sillería en sus esquinas y puerta de acceso. Su entrada, en arco de medio punto, se orienta al oeste, justo hacia el mar.

Paralela a esa fachada, y a corta distancia de la misma, se levanta un muro de tosca mampostería con una puerta adintelada, de irregulares sillares, que parece ser restos de una camisa que tuvo la torre.

Su altura debió de ser mayor de la que hoy tiene —leo por ahí que el doble de la actual—, aunque no se tienen datos ciertos sobre ello. En total unos diez o doce metros.

Aún se aprecian, en una de sus caras y a baja altura, algunas saeteras.

En el siglo XIX estuvo dedicada a molino de harina —el molino de En Cofeta—, por lo que sobre el volumen cúbico, se levantó la torre, ligeramente troncocónica y ejecutada de irregular sillarejo, que hoy luce esbelta sobre el castillo; torre que puede llevar a la confusión y hacer creer al visitante que es la original. Pero no, no lo es.












Nota:
Como el resto del castillo, la torre de Miquel Nunis está bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949 y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.

Otra nota:
No he encontrado dato alguno, que debe haberlo, que me hable del origen de la denominación de la torre, no sólo de su apellido, sino, sobre todo, del nombre.