martes, 27 de diciembre de 2022

Marbella, torre Lance de las Cañas

La torre Lance de las Cañas es la penúltima torre de la costa marbellí en sentido levante. Se encuentra entre las de Río Real y la de Ladrones, aunque veo en algún mapa que entre la que hoy paseo y la de Río Real existió otra, llamada del Real de Zaragoza, pero no me consta ningún dato que lo confirme. Se encuentra en la playa llamada de Las Cañas, que toma su nombre del río-arroyo que por allí desemboca, llamado precisamente así, de Las Cañas. 


LA TORRE:

Esta torre vino a sumarse al sistema defensivo de la costa mediterránea que hacía unos siglos se había comenzado a ejecutar con la construcción de numerosas torres almenaras, o el aprovechamiento y reutilización de otras de origen árabe. Este sistema se siguió ampliando hasta bien avanzado el siglo XVIII, pero ya con torres batería, situadas en ensenadas y dotadas con elementos suficientes para repeler desembarcos de piratas y similares. La de Lance de las Cañas es una de estas últimas. 

Son por tanto el resultado de la evolución de la torre costera, en el que se pasa de su utilización como punto de vigilancia y aviso, a lugar desde el que poder  rechazar al enemigo con artillería. La torre deja de ser un simple almenara para pasar a convertirse en un baluarte, un bastión artillado.

Fue construida cuando reinaba en España Carlos III, y ordenada su construcción por el militar sevillano Antonio María de Bucareli y Ursúa Henestrosa y Lasso de la Vega en 1762, antes de que marchara a América a ocupar el cargo de Gobernador y Capitán General de la isla de Cuba primero, y Virrey de Nueva España después. La presupuestó en 20.000 escudos.

La obra se llevó a cabo hacia 1770 por el ingeniero José Crame, siguiendo un modelo que ya se construía en Italia y que aquí sólo se ejecutó en las costas del Reino de Granada, estando terminada en 1773.


Está documentado que estuvo en uso durante todo el siglo XVIII y la primera mitad del XIX, a tenor de lo recogido en numerosos informes. Curiosamente, en uno de 1781 se la denomina Torre Reducto del Lance de las Cañas, y en otro de 1783 se la llama Torreón, por ser mayor —el triple— que las torres comunes.

En esos informes se aportan otros datos bastantes interesantes, no sólo su estado y la dotación que tuviera: Por ejemplo, en un informe de 1849 se dice que estaba a 120 pies del mar y que tenía seis fanegas de tierra para las cultivaran los torreros; incluso disponían de chozas adosadas a la gola de la torre.

Ocho años después, en otro informe, se habla de que la distancia al mar era de 32 varas — una vara equivalía a 0,836 metros, que venían a ser unos 3 pies—. Por entonces ya se encontraba en mal estado, pero a pesar de ello siguió incluida en la relación de obras útiles.

Como no podía ser de otra manera, la torre sigue figurando en el último derrotero (1991). 


LOS DETALLES:

Sus muros están construidos en mampostería de mediano tamaño, reforzándose las esquinas de los medios baluartes y los huecos con ladrillos, así como la moldura del pretil de la azotea. Posiblemente estuvo enfoscada, pues aún se aprecian restos en los paramentos del hornabeque.

La torre se levanta sobre una planta de las denominadas de pezuña: su muro redondeado —planta de medio círculo que se prolonga hacia tierra adentro 7’30 metros— es macizo y compacto; mira al mar; mientras que la parte trasera, la orientada a tierra, se compone de dos pequeños medios baluartes que conforman un hornabeque, de 15’10 metros de largo.

Fachada trasera, flanqueada por los dos medios baluartes.

Su altura total es de casi 11 metros y si medimos su perímetro comprobaremos que tiene algo más de 53 metros. El espesor de los muros es variable, midiéndose en los del hornabeque 1’35 metros, y en el curvo 3’00 metros. Un último dato: la escarpa de sus muros es de 0’85 metros.

Describo la torre  siguiendo un par de croquis que tomo de castillosnet.com, bastantes claros a la par que sencillos:

Se entraba al interior a través de un hueco situado en la fachada trasera, a la altura de la planta primera (nº 1), y a unos seis metros del suelo —imprescindible el uso de una escala de cuerda—, en el semibaluarte de poniente. Justo a la derecha se abren dos saeteras (nº 5) que protegen la fachada norte. Inmediatamente, a continuación, un espacio (nº 6) para el vigilante de la fachada oeste. Desde aquí, y por una escalera de nueve peldaños, se baja a la estancia principal.

Esta planta primera, de 5’25 metros de altura, se compone de una estancia de planta semicircular de 8’72 metros de diámetro, que se prolonga a los lados para que se abran dos huecos laterales (nº 9) al este y al oeste, para iluminación, ventilación y, por supuesto, vigilancia, con unos nichos (nº 10) para protección de los torreros. En el muro norte se ubicaban unos armarios (nº 11) y la chimenea (nº 12). Se cubre con una bóveda de ladrillo.

La planta inferior sólo fue accesible desde la primera mediante una escalera (nº 7); siempre estuvo totalmente cerrada, aunque hoy dispone de una entrada en su fachada de levante. Ahí estaba ubicada la Santa Bárbara (I en el croquis), y otros almacenes (II). Su altura interior es de 3’30 metros y se cubre también con bóveda de ladrillo. La munición se subía a través de un hueco en el forjado (nº 13). La zona señalada con III, es la perforación para la ejecución de la puerta lateral; esta puerta fue tapiada (ver fotografía antes de la restauración) para volverla a abrir una vez reparada la torre.

A la azotea se llega mediante una escalera (nº 4). A mitad de la subida, se abre un hueco (nº 3) para el uso de una doble aspillera  (nº 2) orientada a la puerta de entrada. La azotea es amplia, con capacidad para dos cañones de 24 libras, y rodeada por un antepecho corrido (barbeta), sin almenas. Este antepecho queda marcado desde el exterior mediante una moldura semicircular o bocel, que recorre todo el perímetro de la torre.

 



RESUMIENDO:


Nombre: Torre de Lance de las Cañas.
Localidad: Marbella
Municipio: Marbella
Provincia: Málaga

Tipología: Torre costera, fuerte abaluartado
Época de construcción: siglo XVIII.
Estado: En muy buen estado de conservación. Recientemente restaurada, no presentando elementos extraños añadidos, como últimamente está de moda.
La torre antes de la restauración (de miscastillos.blog).

Y después de la restauaración.

Propiedad: Pública, pero desconozco el organismo.
Uso: Desconozco si tiene alguno. Bueno, sí, tiene uno: está ahí para que nos recreemos mirándola.
Visitas: en diciembre de 2022 la torre estaba cerrada, una lástima.
Protección: Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 de 25 de junio sobre el Patrimonio Histórico Español.
La Junta de Andalucía otorgó reconocimiento especial a los castillos de la comunidad andaluza en 1993.
Está considera BIC desde el 29/junio/1985.
Un servidor.

Clasificación subjetiva: 2, o sea, si se pasa cerca y se va con tiempo pues se acerca uno a verla. Es decir, que se incluirá en una ruta de viaje pero no pasa nada si luego no se visita. Pero mejor ir a verla.
Otras cuestiones de interés: Como todas las torres del litoral, hay que valorar su ubicación y el paisaje que la rodea. Está casi aislada de edificaciones y a un paso de la playa, que ya es bastante, con lo que nos aproxima un poco al contexto de su devenir en la historia.
Cómo llegar:

























Estepona, torre de Baños o de Casasola

La Torre de Baños, que también es conocida como de Casasola, es la más oriental de todas las almenaras de la costa del municipio de Estepona —siete son las torres que jalonan los 21 kilómetros de esta costa—; la siguiente hacia el este ya está en el término de Marbella.

Situada prácticamente en la playa, se llega a ella desde la N-340, la A-7 o Autovía del Mediterráneo, saliendo en el kilómetro 167, más o menos.

Después, la encontraremos en una punta de la costa denominada con su nombre, Punta de Baños, a la derecha de la desembocadura del río Guadalmina, aunque ligeramente alejada de él, y separada por los jardines de un hotel. Antiguamente el río Guadalmina desembocaba formando un pequeño delta, y esos terrenos de aluvión ha sobrevivido hasta nuestros días..

Su nombre, torre de Baños, tiene su origen en una terma romana, cuyos restos se encuentran en las inmediaciones. Modernamente también se la llama de Casasola, por estar enclavada en terrenos que formaron parte de un caserío con ese nombre.

La torre en su actual entorno.

 

LA TORRE:

Es de origen musulmán, datada hacia el siglo XIV —no hay certeza—, y formó parte de la línea de vigilancia de la costa del Reino de Granada.

Se incluyó, en 1497,  en la relación de torres y castillo del litoral que se hizo una vez conquistada Granada, y para ella se dispuso que “que hubiese un peón elegido por la ciudad y con jornal de veinticinco maravedíes”. Vuelve a aparecer en un Provisión de 1501 donde se la sigue dotando con un peón.

Durante todo el siglo XVI y el siguiente permaneció activa, en buen estado y ya con dos guardas de dotación.

Fue en 1726 cuando se aconseja “componer un suelo de ladrillo, realzarla algo, hacerle una caponera y una puerta de madera...”; estas y otras reparaciones fueron ejecutándose a lo largo de este siglo, como las reparaciones del terrado y del cobertizo de la escalera, hacer recalzos, repellos y enlucidos. Incluso se la dotó de un cañón de pequeño calibre, dos pedreros y seis soldados (mucha dotación me parece). A finales del siglo XVIII, y a pesar de seguir en buen estado, se decide que no tenga artillería y su dotación se deja en dos hombres.

Los últimos datos escritos que de la torre se dispone son de 1830, en los que se indican que la guarnecían dos soldados y un cabo. De su estado nada se dice.


 


LOS DETALLES:

Leo, en numerosas páginas de la red, que su planta es en forma de herradura, aunque realmente se trate de un círculo seccionado por su cara norte. Entiendo que más que ésta torre, lo son en forma de herradura, o de pezuña, las torres abaluartadas que también se dejan ver por la costa, como la torre de la Batería en la Cala de Mijas, o la de Lance de las Cañas en Marbella. Pero bueno, dejémoslo así, admitamos que tiene forma de herradura.

Lo que también se repite en todas esas páginas y sí es cierto, que su singularidad está en su esbeltez: cilíndrica, o casi cilíndrica, 5 metros de diámetro y  unos 12 de altura, la hacen ciertamente airosa a la vez que la colocan en el pódium  de las torres como la más alta del litoral andaluz.

A lo que hay que añadir el dorso achaflanado que hace reducir bastante su sección, por lo que, se dice, llegaba a oscilar con los fuertes vientos; es la razón por la que se optó por añadir en 1565, y para evitar males mayores, un talud de piedras alrededor de su base formando un alambor de unos 3 metros de altura.

En la puerta de acceso, uno de sus actuales ocupantes.

El acceso se realizaba a través de una puerta situada en su cara norte, a unos 7 metros del suelo, que daba paso a una primera estancia cubierta con bóveda; sobre la puerta, y a la altura de la segunda planta, se abre una ventana de la que se conservan las ménsulas de un pequeño matacán. Se cubría esta segunda planta con un forjado de madera, ya perdido, y sobre éste el terrado. En la cara sur de la segunda planta se abre otro hueco, orientado hacia el mar.

En el catálogo de la exposición LA ARQUITECTURA DEFENSIVA DE LA PROVINCIA DE MÁLAGA (evolución del sistema defensivo a través de sus torres), encuentro unas secciones de la torre que ayudan a comprender su disposición, a la vez que confunden ligeramente al mostrar una que la sitúa “antes de la reforma” y en la que se observan la primera cámara dividida en dos.

Anterior a la reforma (¿?)

Posterior a la reforma (¿?)

Está ejecutada en mampostería de piedra bermeja, bien ejecutada y aparejada, sin ladrillo —solo en los arcos de los huecos—. Los restos de enfoscados son de principio del siglo XVI. 

Desde la playa.




RESUMIENDO:


Nombre: Torre de Baños o de Casasola.
Localidad: Estepona
Municipio: Estepona
Provincia: Málaga

Tipología: Torre atalaya costera.
Época de construcción: siglo XIV.
Estado: como ya he dicho en otras ocasiones, ruina progresiva o consolidada, según el grado de optimismo con que se la mire. Deterioro casi total en su interior.
Propiedad: Lo desconozco.
Uso: Ninguno. Está allí, se la mira desde la playa o desde los jardines del hotel. A elegir.
Visitas: El exterior es libre; imposible acceder a su interior. Bien visible desde los jardines del hotel donde se encuentra. También accesible desde la playa.
Protección: Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 de 25 de junio sobre el Patrimonio Histórico Español.
Está declarada Bien de Interés Cultural desde el 29/junio/1985.
La Junta de Andalucía otorgó reconocimiento especial a los castillos de la comunidad andaluza en 1993.

Clasificación subjetiva: 2, o sea, si se pasa cerca y se va con tiempo pues se acerca uno a verlo. Es decir, que se incluirá en una ruta de viaje pero no pasa nada si luego no se visita.
Cómo llegar:











martes, 13 de diciembre de 2022

Estepona, castillo de Estepona o de San Luis

Estepona es población de la provincia de Málaga, situada en la costa y con un largo litoral en su término municipal: 23 kilómetros. Y toda su historia y los acontecimientos que ha vivido, han estado relacionados con el mar. En lo que a este blog le toca, que son los castillos, torres y similares, Estepona da buena cuenta de ello, pues además de éste que hoy paseo, luce también en su costa siete torres almenaras que aún hoy otean el horizonte. Además del castillo que llaman del Nicio —siglo X, aproximadamente—, situado en la sierra, a unos ocho kilómetros tierra adentro.

Ya fue habitada por los romanos —éstos estuvieron en todas partes, por lo que parece— que se asentaron por aquí después de echar a los cartaginenses. Y como no, también por aquí se dedicaron a la pesca del atún, a su salazón y a la extracción del garum. En las inmediaciones de la torre de Guadalmansa se han encontrado restos de unas termas y otros restos que se identifican con la población romana de Saldaba.

De los árabes proviene su nombre, Estebunna o Al-extebunna, aun que suena mejor y más exótico hablar de la posible procedencia de Epona, diosa celta de la fertilidad y la naturaleza; topónimo que los romanos antepondrían est, y ya está: Estepona.

En tiempos de los musulmanes hubo aquí dos fortalezas, y en 1342 hubo una batalla. Una fortaleza, el castillo del Nicio,  algo más al norte; y la otra en el centro de la actual población. En la batalla referida se enfrentaron moros contra cristianos, benimerines —tribus bereberes del norte de África— contra la Corona de Aragón, ayudados por el corsario genovés Gil Boccanegra.

El resultado de la batalla hizo que Estepona se convirtiera en la frontera cristiana con el Reino Nazarí de Granada, hasta que en 1456 Enrique IV de Castilla toma el lugar donándoselo al Marqués de Villena, Juan Pacheco. Conquistada Marbella, pasó a estar bajo su jurisdicción; situación que duró hasta 1729 que es cuando Felipe V le concede la independencia.

Para entonces ya se habían construido el castillo de San Luis y las torres almenaras que hoy embellecen su litoral y que en aquellos tiempos intentaban evitar invasiones de piratas berberiscos.

Esquina oeste del conjunto.

EL CASTILLO:

El castillo de Estepona, conocido como de San Luis, está en el centro de la población, algo oculto, entre las calles Villa y Castillo, por lo que llegar a él es algo más que sencillo. Verlo, ya es otra cosa.

Hasta hace apenas diez años fue un perfecto desconocido pues ha permanecido oculto durante cerca de un siglo. Y es que las construcciones de viviendas en su entorno han hecho que durante mucho tiempo haya estado escondido a los ojos del mundo. Lo que no quita que se supiera de su existencia, aunque no por eso, y durante muchísimo tiempo, hubiera ánimo en redescubrirlo.

Ya hubo en ese lugar una fortaleza árabe que, al poco de ser conquistada por Enrique IV, fue destruida, pues a pesar de los intentos no se consiguió repoblarla ni aun ofreciendo privilegios a los futuros pobladores. Y ya de paso se evitaba que volviera a ser ocupada por los musulmanes.

Los actuales moradores del castillo.

Fueron los Reyes Católicos quienes ordenaron, a principios del siglo XVI, se construyera sobre las ruinas de aquella, una nueva fortificación que ofreciera a los escasos habitantes del lugar protección y seguridad. Y es que se consideró que aquel era un buen fondeadero para los barcos y, por consiguiente, un lugar estratégico digno de ser protegido.

Pero su diseño nace obsoleto y la obra ejecutada no ofrece seguridad ante las nuevas técnicas de la guerra, lo que unido a su deficiente dotación hace que hacia 1571 se la dé “...del todo por perdida y desde ella no se puede ofender al enemigo”. Por lo que se decide reconstruir el castillo dotándole de una cerca y seis torres, según veo en el plano de Juan Ambrosio Malgrá, de 1575, inserto en el estudio El castillo de San Luis (Estepona, Málaga): Origen y evolución de una fortificación abaluartada, Siglos XVI-XXI, de Ildefonso Navarro Luengo, Adrián Suárez Bedmar y Pedro Martín Parrado —del que, prácticamente he tomado toda la información, pues hace una pormenorizada relación de los hechos acontecidos en el castillo; una joya, n o lo duden—.

Según ese plano, fue un castillo de planta trapezoidal, con una torre en cada vértice y otra en el centro de cada uno de los lados este y oeste. El castillo fue terminado en 1588.

Se propuso la ampliación del castillo hacia el norte, hacia abajo en el plano, con dos baluartes en las esquinas que envolverían las nuevas viviendas de la villa, pero tal obra no llegó a realizarse. Tampoco se ejecutó la ampliación hacia el sur —hacia arriba en el plano—, la más necesaria, dada la precariedad de la muralla meridional.

El castillo siguió sin dar garantías de seguridad, tanto por su diseño y construcción como por la escasísima dotación, tanto de hombres como de artillería, que disponía. El problema compensa con la construcción de cinco torres almenaras en sus inmediaciones.

Pero la pésima situación del castillo se alarga durante todo el siglo XVII, calificándola en 1693 como de ruina, en parte atribuida al terremoto que se dejó sentir en 1680.

De 1731 data un plano de Nicolás Garrido —copia de 1805— en el que la planta del castillo corresponde a la zona más meridional de la antigua edificación. En él se define una plaza porticada rodeada de cuarteles y dos baluartes en los extremos, unidos por una muralla en ángulo de 120º. En su vértice un espacio al que denomina Plaza de Armas. Una sección de la muralla complementa la información del plano.

El plano más arriba descrito.

Pero, como no, el castillo sigue arrastrando los problemas que dificultan una eficaz defensa; no deja de ser un revellín flanqueado por dos pequeños baluartes, con multitud de carencias tanto humanas como dotacionales. Tanto era, que el 24 de septiembre de 1745 no pudo resistir el ataque de cuatro navíos ingleses.

Por fin, en 1751 se le dotó de la adecuada artillería, nada menos que doce cañones, y se hicieron obras para dotarle de una batería cañonera en el interior del castillo.

Y en esto que llegó el terremoto de Lisboa que afectó gravemente al castillo arruinando lienzos y la batería recién construida: De las murallas del Castillo cayó parte de su lienzo, y otras muchas partes de dicha fortaleza, se han reconocido algunas señales de sentimiento.”

Tras las reparaciones, el castillo siguió en uso, estando a finales del siglo XVIII totalmente operativo.

Muro oriental del baluarte.

En 1812, coincidiendo con la huida del el ejército francés, fue parcialmente destruido con barrenos que los franceses  “echaron en sus cuatro ángulos que le dejaron imposibilitados de reedificarse”; uno de los baluartes orientados al mar quedó totalmente destruido. Este hecho marcó el inicio de su decadencia a pesar de los esfuerzos que se hicieron por mantenerlo en los años siguientes.

Tal situación llevó al Ayuntamiento, en 1822,  a plantear al Gobierno su demolición para edificar viviendas en su lugar, cosa que no se llevó a cabo. Nuevamente se planteó su reconstrucción, al menos en la fachada al mar, pero sin éxito y otra vez el Ayuntamiento quiso darle otro uso, en este caso como cuartel de la Guardia Civil.

La última descripción escrita del castillo data de 1857 y en ella se le describe “de forma irregular cuadrilátera, el frente del mar es de 24 varas de longitud, formado por dos torreones rectangulares en los extremos y una cortina con ángulo saliente bastante obtuso en el medio, que hace agudos los ángulos del flanco”.

La diputación de Málaga, durante la segunda mitad del siglo XIX, intentó varios proyectos de reaprovechamiento de la fortificación, entre ellos la construcción de una cárcel y un depósito municipal, que no llegaron a ejecutarse.

Plaza, en recuerdo a la Casa Cañada, junto al castillo.

Cedida su propiedad al Ayuntamiento de Estepona, éste inició un expediente de demolición en 1882, procediéndose a la misma entre 1900 y 1907. Los solares resultantes fueron subastados. De aquel desastre sólo se salvó la batería que quedó agregada a una vivienda que se construyó junto al lienzo oeste del castillo. Esa vivienda, conocida como Casa Cañada, fue abandonada en 1984 y demolida en 1994, abriéndose una plaza en el lugar que ocupó. El resto del castillo quedó abandonado

En 2013 se descubrió la muralla que hoy podemos contemplar, eliminándose el muro que impedía conectar dos calles y con ello dejar libre uno de los lienzos, a la vez que se remodeló todo el entorno.

El castillo desde el cielo (de earth.google).


LOS DETALLES:

A pesar de lo que se ha descubierto, podemos decir que, lamentablemente, apenas si nos ha llegado un 15 por ciento de lo que fue el castillo de San Luis, el cual, ahora y felizmente, está siendo restaurado.

Los restos del castillo original son mínimos, por no decir inexistentes. Y de las sucesivas construcciones, más de lo mismo. Apenas si podemos adivinar uno de los tres baluartes y parte del lienzo suroeste. Eso es lo que conservamos de los elementos construidos durante los siglos XVI y XVII; los demás han ido desapareciendo tras un continuo y lento expolio de sus materiales.

El baluarte conservado es el que se llamó del Mediodía; tiene planta pentagonal, y unos muros de mampostería lo compartimentan en cuatro partes. En su muro norte se aprecia lo que fue una escalera que llevaba, desde el patio de armas, a un cuerpo de guardia y al paseo de ronda.

El otro elemento que se conserva, ya hemos dicho, es un lienzo de muralla que unía el anterior baluarte de Mediodía con otro desaparecido, el de Poniente. Este muro aún mantiene parte de su adarve original y su parapeto, sin almenas, pues fue acondicionado para el uso de artillería, o sea, a barbeta.

Muro orientado al sur.

En el interior se observan las coronaciones de siete pilares y un machón encastrado en el muro que sujetaban arcos de ladrillo, y que hoy permanecen ocultos por el relleno de la explanada de la batería a mediados del siglo XVIII. Como también lo están el resto de dependencias que quedaron también soterradas con la ejecución de la explanada.

Los muros conservados fueron ejecutados con una irregular mampostería de piedra caliza y arenisca, y multitud de ripios y fragmentos de ladrillos y otros elementos cerámicos, todo ello tomado con una pobre argamasa.  En la unión de los muros del ángulo sur, existen algunos sillares de arenisca, así como en los restos del bocel perimetral. El exterior, posiblemente, estuvo enfoscado.

Mi Compañía ante la ruina castillera.

  

RESUMIENDO:


Nombre: castillo de Estepona o de San Luis.
Localidad: Estepona.
Municipio: Estepona.
Provincia: Málaga.

Tipología: Castillo, fuerte abaluartado.
Época de construcción: finales del siglo XVI, en 1588.
Estado: ruina progresiva o consolidada, según el grado de optimismo con que se la mire, y deterioro total en su interior. Pero al menos se puede contemplar su decrépita muralla. Algo es algo, porque hasta hace poco, ni siquiera eso.
Propiedad: Pública, del Ayuntamiento de Estepona.
Uso: Ninguno. Se pretende su adaptación como centro cultural (¿?), para lo que se están haciendo trabajos de desescombrado y vaciado, a fin de, al menos, recuperar el pequeño espacio de unos 100 metros cuadrados, aproximadamente, que es lo que queda del castillo.
Visitas: Cerrado al público, no hay nada que ver en su interior.
Protección: Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 de 25 de junio sobre el Patrimonio Histórico Español.
La Junta de Andalucía otorgó reconocimiento especial a los castillos de la comunidad andaluza en 1993.

Clasificación subjetiva: 1, Si se puede evitar se evita, o lo que es lo mismo, sólo si el camino que recorro me lleva o me hace pasar por allí.
Otras cuestiones de interés:
Las torres almenaras del término municipal, a saber:
Torre de Arroyo Vaquero.
Torre de Salada Vieja.
Torre del Padrón.
Torre del Velerín.
Torre de Guadalmansa.
Torre del Saladillo.
Torre de Baños o de Casasola.
Cómo llegar: está en el centro de la población por lo que se puede llegar a él, a pie, desde el paseo marítimo, por ejemplo.


martes, 29 de noviembre de 2022

Casares, torre de La Sal o del Salto de la Mora

La torre de la Sal es la segunda almenara que encontramos en la costa malagueña, en el camino que nos lleva hacia poniente.

Hemos pasado Manilva, o mejor dicho, San Luis de Sabinillas que es pedanía de Manilva y dejado atrás primero la torre de La Chullera y a continuación el magnífico castillo de La Duquesa; nos encontramos en el término municipal de Casares, provincia de Málaga.

Como mi paseo me lleva casi obligatoriamente por la costa, no subiré hasta Casares, por lo que no visitaré su castillo, ni me pasearé por sus empinadas calles, ni homenajearé a su hijo más ilustre (¿el padre de la patria andaluza?).


De todas formas dejemos aquí, como es mi costumbre, unos ligeros trazos sobre la vieja historia de la población, cuyo nombre nos viene, nada más y nada menos, que de Julio César —Caesar derivó en Casares—, de quien se dice que en el año 61 a.C. anduvo por estos lares y se sirvió de los Baños de La Hedionda para intentar curarse de algún mal que padecía relacionado con su hígado. Estos baños, de aguas sulfurosas y olor ligeramente repugnante pero al que se termina acostumbrado el usuario, tienen fama desde antiguo de poseer propiedades curativas; su fama llegó hasta la ciudad de Roma gracias al uso que tuvieron por parte del mismísimo César.

Durante la dominación árabe de la Península, fue sede de la Cora al-Yazirat y a partir del siglo XIII perteneció al reino de Granada.

En 1361, Casares fue escenario del pacto entre Pedro I de Castilla y Mohamed V por el que este último recuperaría el trono del Reino Nazarí.

Conquistado el lugar, en 1485, poco antes de la toma de Granada, la población pasa al Duque de Cádiz, Rodrigo Ponce de León, creándose el señorío de Casares.


     

LA TORRE:

Se encuentra la torre sobre un promontorio rocoso junto al mar, entre el río Manilva y el arroyo Camarate. Por su ubicación y porte aparenta algo más que una torre almenara, casi se podría decir que es una pequeña fortaleza.

Se la conoce como Torre de la Sal y también del Salto de la Mora, pero no encuentro el origen cierto de estos nombres, lo que me habría gustado, sobre todo del segundo, por la sugerencia que hace imaginar alguna leyenda, de las que tanto abunda, sobre amores prohibidos entre caballeros cristianos y princesas moras. Sobre el primero, existe la posibilidad de que en algún periodo de tiempo pasado hubiera sido utilizada como depósito de sal procedente de una salina próxima, para la industria de la salazón de pescado.

Fue levantada, según los datos que se disponen,  en la primera mitad del siglo XVI con la misma finalidad que tantas y tantas torres almenaras de las costas españolas: defender el territorio de los ataques de piratas berberiscos. Pero no extrañaría que fuera obra árabe, del período nazarí, o al menos se trate de una reedificación de otra anterior —lo digo por su planta cuadrada, ya que los de la media luna no fueron muy de levantar torres cilíndricas—.

El Emperador Carlos ordenó en 1528 su construcción — ¿o su reedificación?—, y en 1567 el Duque de Arcos, que era su propietario,  pretendió poblar el lugar apoyándose en la torre como elemento de defensa. Se sabe que en 1575 aún no estaba terminada pero ya por entonces formaba parte del sistema oficial de torres costeras.

En 1739, siendo aún propiedad del duque de Arcos, se reformó su pretil para adaptarla a la defensa de las calas cercanas mediante dos cañones de a 4 libras, un  sargento, un cabo y siete soldados.

Después de sufrir daños por cañoneos ingleses hacia 1759, se creyó conveniente construir en las inmediaciones una batería para cuatro cañones y alojamiento para tropa —desconozco si se construyó, busco y no encuentro datos, pero haberlos debe haberlos—.

 

LOS DETALLES:

Es la torre, como excepción del resto de torres costeras —hay algunas más—, de planta cuadrada.

Su altura se divide en dos cuerpos perfectamente diferenciados desde el exterior, alcanzando una altura total de 10 metros. Su cuerpo inferior, cuyos lados miden 9’20 metros, es de mayores dimensiones que el superior, el cual se retranquea ligeramente como solución estructural dado su volumen.

La puerta de entrada está a la altura de la planta baja, dispuso de puente levadizo según ordenara el Emperador y era defendida además por la ventana —que, situada a 5’40 metros de altura, era probablemente la primitiva puerta—, y la ladronera a la altura del terrado, de la que quedan sus ménsulas, ambas en la vertical de la puerta.

El sol se está poniendo detrás, obsérvese la diferencia de color del mar, en uno y otro lado.


En cada planta se dispone de una cámara, de 6’50 metros de lado cada una, cubriéndose ambas con bóvedas de planta octogonal vaídas sobre trompas que recuerdan a otras bóvedas en torres claramente árabes. En la planta superior, en sus caras este y oeste, existen sendos huecos con arquillos de medio punto; en la fachada norte, como ya hemos dicho, se abre la ventana que fue el acceso original. En la pared de poniente aún se conserva la chimenea con la que se producían las ahumadas de alarma.

Las plantas quedan comunicadas mediante escaleras embebidas en el muro: la planta baja y la primera se unen mediante 22 escalones, y entre la primera y el terrado existen 19 peldaños. La salida a la azotea se hace bajo un garitón situado en su ángulo sudoeste, cuadrado, de 1’80 metros de lado y cubierto con una pequeña bóveda semiesférica de ladrillo. En sus lados se abren huecos para otear el horizonte.

La azotea mide 8 x 8 metros teniendo sus pretiles aspillerados; estos miden 1’10 metros de alto y 0’62 metros de espesor. Antiguamente debió estar almenada.


Originalmente los muros tenían un grosor de 1’35 metros, manteniéndose así en el cuerpo superior. Pero el inferior se aumentó 30 centímetros para contrarrestar el empuje de su bóveda y soportar el material —la sal— que en ella se almacenaba. Es con esta reforma cuando se construyó la puerta de planta baja que hoy conocemos.

Los materiales que se utilizaron en su construcción son la mampostería y algunos sillares en las esquinas y puerta de entrada. El resto de huecos, troneras, garita y pretiles  se ejecutaron con ladrillo. También son de ladrillo las bóvedas que cubren sus dos estancias.

Su exterior estuvo totalmente enfoscado, conservándose algunos fragmentos. Leo que en su fachada exterior quedaron grabados, en el mortero fresco, unos delfines; pero por más que observo las fotografías que tomé, no consigo localizarlos.

 


RESUMIENDO:


Nombre: Torre de la Sal
Municipio: Casares
Provincia: Málaga

Tipología: Torre almenara.
Época de construcción: siglo XVI, aunque probablemente sea una reedificación de otra anterior de construcción árabe.
Estado: Se encuentra en muy buen estado de salud, fue restaurada en 2009, y su entorno se ha adecentado y acondicionado para poder pasearla con comodidad. Quizá el espacio que precede a la puerta queda fuera de lugar.
Actualmente forma parte de un proyecto de restauración de torres costeras de la provincia de Málaga, lo que supondrá no sólo la mejora de su estado físico sino que aumentará su valor cultural y turístico.
Propiedad: Pública (¿municipal?).
Uso: Desconozco si tiene algún uso definido. Podría serlo como mirador y como sede de alguna exposición, que motivos para montar alguna siempre hay.
Visitas: libre todo su entorno, que conforma un estupendo mirador. Sin embargo la puerta de acceso permanece cerrada. No vi ninguna indicación que comunicara horario de visita a su interior.
Protección: Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.
En el año 1993 la Junta de Andalucía otorgó reconocimiento especial a los castillos de la Comunidad Autónoma de Andalucía
Está declarada Bien De Interés Cultural, y Monumento Histórico Artístico desde el 29 de junio de 1985.

Calificación subjetiva: 2, o sea, si se pasa cerca y se va con tiempo pues se acerca uno a verlo. Es decir, que se incluirá en una ruta de viaje pero no pasa nada si luego no se visita.
Pero si pasas cerca terminarás visitándola; merece la pena pasear todas las almenaras de nuestras costas, aunque no se encuentren en muy buen estado.
Otras cuestiones de interés:
Si se dispone de tiempo e interés, conviene acercarse hasta Casares, que además de ser un pueblo que merece ser visitado por su arquitectura, tiene un castillo.
Cómo llegar: desde la N-340, el acceso es muy fácil, tanto andando como en vehículo a motor.