sábado, 10 de noviembre de 2018

Glosarios: Armaduras

ALMETE:
Casco de hierro de poco espesor y sin visera, gola ni barbera, que en España sustituyó al yelmo y la celada.
Este casco tenía la ventaja de no descansar sobre la cabeza pues encajaba en la gola que le sostenía, lo que ofrecía relativa comodidad.

de throne.help
ALMILLA:
Especie de jubón, cerrado y escotado, con mangas cortas, que se ponía debajo de la armadura.

de armasyarmadurassenespaa.blogspot.com


ALMOFAR:

La parte de la armadura antigua, en forma de cofia y realizada de malla, que cubría la cabeza y sobre la cual se ponía el capacete.
El almofar se unía al casco mediante grapas llamadas vervelles.
de armasyarmadurassenespaa.blogspot.com

ALPARTAZ:
Prenda de malla de acero que se unía al yelmo mediante roblones o cordones, y servía de protección al cuello y parte superior del pecho y espalda, pudiéndose separar para su limpieza o reparación. Defendía así la unión entre yelmo y coraza.
Se usaron en los bacinetes, sustituyendo totalmente al almófar a finales del siglo XV.
de armasyarmadurassenespaa.blogspot.com

ARMADURA:
Prenda compuesta de numerosas piezas metálicas unidas con anillas y que formaban el vestido protector de los combatientes. En las zonas de articulación se utilizaba la malla metálica.


de dreamstime.com

AVAMBRAZO:
La pieza de la armadura que, formando parte del brazal, cubría y defendía el antebrazo.

BABERA:

Pieza de la armadura que, unida al yelmo, protegía la boca y la mandíbula.
Otros nombres de esta pieza eran barbera, barbete, barberol y guardapapo.

de lacasadelrecreador.com

BACINETE:
Casco utilizado en la Edad Media —desde finales del siglo XIII a mediados del XV— que pasó de ser semiesférico a puntiagudo; cubría las orejas y el cuello y en ocasiones disponía de visera.
A partir del siglo XIV, ya con forma puntiaguda, pasó a ser el casco más usado por los soldados de a pié.


BARBUTA:

Se denomina así a un tipo de yelmo, utilizado en el siglo XV, cuyo frontal —carente de visera y con apertura para ojos y boca— tenía un perfil clásico en forma de T que recordaba al casco de los Hoplitas griegos.
de forgedground.com
BORGOÑOTA:
Casco de infantería usada en los siglos XVI y XVII, ligera y elegante, con visera fija, cresta y cubrenuca, y que dejaba el rostro descubierto, a imitación de algunos cascos clásicos.
Originarios de Borgoña, de ahí su nombre, en España fueron conocidos como celadas borgoñonas.

de tiendamedieval.es

BRAFONERA:
La pieza de la armadura antiguas que cubría el brazo, y que también se denominó guardabrazo.
Sin embargo también se denominaba así a las piezas de la armadura, labradas a manera de escamas, que se calzaban y protegía los muslos hasta las rodillas.
de mortisdraco.com

BRAZAL:
Conjunto de piezas de la armadura que protegían el brazo, desde el hombro a la mano. Lo formaba el guardabrazo o brafonera, el codal y el avambrazo.
Los puntos débiles, las articulaciones entre piezas, se cubrían con mangas de malla interiores.
Los puntos débiles, las articulaciones entre piezas, se cubrían con mangas de malla interiores.

CAPACETE:
Casco abierto parecido al morrión, pero más esférico y aplanado, con forma de cáscara de almendra —con lo que minimizaba los daños producidos por golpes descendentes—, alas anchas y caídas, más ligero que la celada y carente de visera y cresta. Incorporaba un forro de cuero ajustable sujeto con remaches, y se sujetaba mediante un barboquejo con hebilla. La barbilla y el cuello se protegían mediante una pieza adicional llamada gorjal.
Se usó a finales de la Edad Media, desde mediados del siglo XV hasta finales del XVII, principalmente por la infantería y los piqueros.
Cuenta que en Calatayud era donde se fabricaban en mayor número y calidad, siendo los más demandados.

de latiendadelostercios.com

CAPELINA:

Casco medieval que im
itaba la forma de un sombrero y era utilizado por peones y ballesteros; no era frecuente entre caballeros, aunque sí en épocas del año en las que el calor hacía insoportable un yelmo.
Capelina con carrilleras, de lacasadelrecreador.com

CASCO, yelmo:
Parte de la armadura que cubría la cabeza.
En internet hay miles de fotos de cascos y de todas las épocas.

Tipos de cascos:
Almete: Casco de hierro de poco espesor y sin visera, gola o barbera.
Bacinete: Casco utilizado en la Edad Media que pasó de ser semiesférico a puntiagudo.
Barbuta: Casco sin visera y con apertura frontal de ojos y boca.
Borgoñota: Casco de infantería con visera fija, cresta y cubrenuca.
Capacete: Casco abierto parecido al morrión, pero más esférico y aplanado.
Capelina: Casco medieval que imitaba la forma de un sombrero.
Morrión: El casco, de forma esférica, presentaba una cresta casi cortante llamada cimera.
Yelmo: Casco medieval por antonomasia.

CELADA:
Era la pieza de la armadura que cubría y protegía la cabeza; solía tener una visera móvil delante de la cara.
Celada, de lacasadelrecreador.com
CIMERA:
Parte superior del yelmo que se rmataba con plumas y otros adornos. En los morriones tenía forma de cresta cortante.
En heráldica es el adorno que en los escudos se pone encima del yelmo: cabezas de animales, castillos, etc.
Cimera del yelmo de Jaime I.

CODAL:
La pieza de la armadura, que formando parte del brazal, cubría y protegía al codo.
Se articulaba con el avambrazo y el brazal propiamente dicho.


CORACINA:

Coraza de pequeño tamaño que sólo defendía la parte inferior del pecho. 
Fue usada por los piqueros.

CORAZA:
La parte de la armadura de metal que sirve para proteger el pecho y la espalda. Normalmente estaba compuesta de dos partes, una para el pecho, el peto, y otra para le espalda, el espaldar.


COSELETE:
En los ejércitos de los siglos XVI y XVII, se denominaba así a los soldados que formaban una agrupación de piqueros que se protegían con una armadura que también se llamaba así.
Con la aparición y posterior hegemonía de las armas de fuego ligeras, arcabuz y mosquete, las picas desaparecerían, a la vez que los propios coseletes.
Como ha quedado dicho, coselete es también un tipo de armadura.


COTA:
Prenda, a modo de almilla, con que se cubría el cuerpo para defenderlo, hecha en principio de cuero guarnecido con piezas de metal, y más tarde de malla de hierro entrelazadas.
También define a la vestidura de los reyes sobre la cual se bordaban los escudos reales.


ESCARCELA:
De las varias acepciones que tiene la palabra me quedo, como principal y más adecuada a este glosario, la que dice “parte de la armadura antigua que caía desde la cintura y cubría el muslo”.


ESCARPE:

La pieza de la armadura, hecha de láminas articuladas, que cubre y protege desde la garganta del pie hasta los dedos. Algunas terminaban en punta larga y afilada para así herir al caballo del enemigo.
A finales del siglo XVI fueron reemplazados por la bota.


ESPALDAR:
La parte de la armadura que cubre y protege la espalda y que con el peto componen la coraza.

ESTRIBO:
Pieza metálica en la que el jinete introduce el pie para afianzarse al cabalgar. Van fijados a la silla de montar y ofrecen comodidad y seguridad al jinete que así puede controlar mejor al caballo.


GOLA:
La pieza de armadura de forma cóncava que, dispuesta sobre el peto, cubría y defendía la garganta y el cuello, llegando hasta la barbilla y la parte posterior de la cabeza. Es decir, en esos lugares en donde no llegaba el bacinete. Empezó a usarse a finales del siglo XIII.


GORJAL:
Otra pieza más de la armadura, formada por elementos articulados. En este caso protegía al cuello y el inicio del pecho.
Apareció a mediados del siglo XV y sustituyó, evidentemente, a la gola.


GUALDRAPA:
Vestidura de tela a modo de cobertura larga que cubre el cuerpo del caballo en paradas y torneos. Solía estar decorada con las armas del caballero.
Su finalidad era la protección del caballero contra el polvo y el barro que levantara el caballo, y también contra el sudor y el pelo del animal.

GUALDRAPILLA:
Gualdrapa de menor tamaño que no descendía más allá del estribo.

GUANTELETE:
La pieza de la armadura que cubría y protegía la mano. No sólo protegían la mano sino también la muñeca y parte del antebrazo.
Los primeros guanteletes eran de piel para, pasando por los de malla metálica, llegar, en el siglo XIV, a los formados por pequeñas láminas que facilitaban el movimiento de los dedos.


LORIGA:
Conjunto de defensas corporales, distintas de la armadura, que llevaba un guerrero medieval.
También se llamaba así a la armadura del caballo para la guerra.
Primitivamente, la loriga se componía de una túnica de tejido o de cuero reforzada con pequeñas placas o anillos metálicos. Posteriormente ya se compusieron de cota de malla a la que se le añadieron mangas y calzas del mismo material, así como casco de hierro.
A partir del siglo XIV se reforzó con placas de metal hasta dar paso a las armaduras completas de hierro.


MORRIÓN:
Primera acepción: la parte del yelmo que junto a la visera cubre y defiende la cabeza.
Y segunda acepción: El casco, de forma esférica, que presentaba una cresta casi cortante llamada cimera, y un reborde a modo de ala levantada y terminada en punta por delante y por detrás.
Este tipo de casco apareció en Castilla a principios del siglo XVI.

PANOPLIA:

Se trata de una armadura completa o de una colección de armas.
Pero también, y es el significado más común, una tabla generalmente en forma de escudo, donde se colocan sables, floretes y armas de esgrima.
Por último, también se entiende por panoplia la parte de la arqueología que estudia las armas y armaduras antiguas.


PETO:
La parte de la armadura que cubre el pecho y que con el espaldar compone la coraza.


SOBREVESTE, SOBREVESTA:

La prenda de vestir, especie de túnica sin mangas, que se usaba sobre la cota de malla. Solía ser una prenda de colores vistosos, e incluso estaba adornada por los blasones del caballero.
Fue muy utilizada durante la Edad Media, cayendo en desuso en el siglo XV.
También se llamó así a otra prenda, muy parecida, utilizada por las mujeres.


TONELETE:

Parte de ciertas armaduras, a modo de falda, formada por piezas laminadas en forma de embudo largo y acampanado, que cubría el cuerpo desde la cintura hasta las rodillas.
Era característico de las armaduras utilizadas en los combates a pié.

YELMO, casco:

Parte de la armadura de guerra que cubre la cabeza y el rostro.
En la definición de casco aparecen varios tipos de yelmos.

martes, 6 de noviembre de 2018

Campo Maior, castillo de Campo Maior

Viajando hacia el norte de Portugal recalamos por unas horas en Campo Maior, a mitad de camino desde mi ciudad al lugar de destino, y muy cerca de la frontera con España, aunque con Portugal ya no tenemos fronteras, y que por aquí llaman La Raya.
Estamos en el distrito de Portalegre, en el Alentejo, a escasos 10 kilómetros de España y a unos 18 de la ciudad de Badajoz. Tan cerca que, dicen, se puede verla desde lo alto de la torre del Homenaje, cosa que no podremos comprobar hoy.
Hemos llegado muy temprano, y quizás sea por eso, me llama la atención dos cosas: un lejano pero preciso olor a café, y una sensación apacible en la luz, en las calles. Luego, paseando alrededor del castillo, ese efecto se incrementó; a lo que ayudó el hecho de que durante todo el paseo no viéramos a nadie. Más tarde, ya en las calles de la ciudad, sí había un deambular de paisanos, discreto pero suficiente como para no hacer pensar que se trataba de una ciudad fantasma. Y es que seguía siendo muy temprano.



EL LUGAR:

Campo Maior data desde los romanos —siempre digo que toda ciudad o pueblo que se precie de su historia debe proceder de los romanos—, o al menos eso cuenta algunas leyenda. Lo que sí está claro es que los árabes estuvieron aquí; porque es a ellos a quienes los cristianos arrebatan la ciudad. Y es que una vez conquistada la ciudad de Badajoz en 1230 por Alfonso IX —por cierto, último rey de León, que su sucesor e hijo, Fernando III, ya lo sería de Castilla y León—, envía sus huestes a Campo Maior a fin de conquistarla. Campo Maior quedó incorporada al concejo de Badajoz, recibiendo el título de villa en 1255 por parte de Alfonso X, y concediéndosele, años después, fueros propios. Los portugueses la recuperarían entre 1295 y 1296.
En 1297 y tras la firma del Tratado de Alcañices y la reordenación de la frontera entre Castilla y Portugal, pasó al reino vecino. Y así hasta hoy, excepto los días que duró la Guerra de las Naranjas —pero eso fue quinientos años después—.
A finales del siglo XV aumentó considerablemente su población debido a que fue refugio de numerosos judíos perseguidos por la Inquisición en Castilla.
La Plaza Vieja de Monte Maior. Detrás, el castillo.


Durante las guerras de Sucesión y Restauración hubo división de opiniones en la población en cuanto a las preferencias entre España y Portugal, que terminaron decantándose por lo que hoy todos sabemos.
Fue entre los siglos XVII y XVIII que sufrió algunos ataques y asedios por parte de tropas españolas que siempre se tradujeron en heroicas resistencias. Ya por entonces la ciudad se había transformado, convirtiéndose en una enorme fortificación abaluartada con una población eminentemente militar, que llegó a representar la cuarta parte de los habitantes.
Pero no sólo fue en enfrentamientos contra España en donde Capo Maior tuvo protagonismo; también en la Guerra de la Independencia y por su carácter fronterizo, se vio envuelta en más de un asedio —poco antes, en 1801, la plaza se rindió a las tropas españolas al mando de Manuel Godoy, retornando al dominio español; pero sólo durante dieciocho días: fue la Guerra de las Naranjas—.
Derrotado Napoleón y expulsado de la Península Ibérica, la frontera se pacifica y estabiliza, con lo que su importancia estratégica disminuye, reduciéndose sus guarniciones hasta la total desaparición al día de hoy. Y con ello el consiguiente deterioro de casi toda su arquitectura militar.


EL CASTILLO
El castillo se encuentra al sur de la población y en la zona más elevada, en un lugar conocido como el Outeiro de Santa Vitória, o sea, el montículo de Santa Victoria. Desde allí fue sólo él quien protegió la ciudad, hasta que las circunstancias y desavenencias con el vecino español obligaron a la construcción de un enorme entramado de murallas y baluartes que mejor pasear en este blog en otro momento.
Monte Maior y su castillo, según un dibujo de Duarte de Armas (1509).

Fue el rey Dionisio I quien, después del Tratado de Alcañices, mandó construir el castillo que hoy vemos —aunque con algún matiz— sobre lo que fue otro anterior de origen musulmán. Corría el año de 1310.
Posteriormente sería reformado y ampliado por los reyes Juan II y Manuel I, según los diseños de Duarte d’Armas.
Con la llegada de las nuevas técnicas bélicas, fue adaptado y nuevamente ampliado, con edificaciones anexas.
A ello hay que añadir el amurallamiento de toda la ciudad, obligado por las guerras de Sucesión y Restauración, que la convirtieron, junto a Elvas, en una de las ciudades fortificadas más importantes de Portugal, dada su posición estratégica. De esta manera formó parte de una línea defensiva en el centro-oeste de Portugal que protegería Lisboa y su entorno. Responsable máximo de aquellas construcciones fue el ingeniero militar Nicolau de Langres, que comenzó las obras en 1644, y al que sucedió en los trabajos Luis Serrao Pimentel.
Contrafuertes entre el castillo y las murallas.

En 1732, concretamente en la madrugada del 16 de septiembre, durante una tormenta, un rayo acertó en el lugar donde se almacenaba toda la pólvora, provocando una extraordinaria explosión con su posterior desmesurado incendio, que destruyó no sólo gran parte del castillo, sino también de la población, muriendo casi la mitad de sus habitantes.
Juan V ordenó la reconstrucción del castillo, que se inició en 1735, y de todas las instalaciones militares aunque, eso sí, manteniendo su aspecto medieval.
Durante el siglo XX ha sido intervenido en algunas ocasiones, si bien en 2010 sufrió algunos deterioros debidos a las inclemencias del tiempo.
Montemaior según de Luis de Jacob (1755)


LOS DETALLES:

Sobre la original planta, un polígono irregular de siete lados, aún se conservan, coincidiendo con ángulos de ese polígono, tres torres de la primitiva construcción:
Una de las dos torres orientadas al noroeste.

Portillo bajo la torre anterior.

Dos de ellas situadas a los lados del lienzo noroeste; ambas están almenadas como también lo está ese lienzo. El almenado continúa en otro lienzo que partiendo de la torre más al norte penetra hacia el interior del castillo. En esa torre, una ventana de estilo manuelino profusamente decorada, mira más al norte aún, y en el rincón que forma con el lienzo a su derecha, dispone de un matacán para proteger no sé el qué. A su vez, la torre gemela parece defender un portillo a su izquierda.
La segunda torre del noroeste.

Matacán junto a la torre anterior
Ventana de estilo manuelino

Más al sur está la tercera torre original, orientada al suroeste, también almenada y con uno de los accesos al castillo a sus pies: una puerta con arco ojival que ha perdido los escalones que debió tener: sobre ella el escudo de Portugal.
Estas tres torres presentan cámaras abovedadas a la altura del adarve.
La Compañía ante el acceso de la torre suroeste.



El resto de las torres, actualmente desmochadas como el resto de las murallas —se rebajó su altura para facilitar el tiro a barbeta de los cañones—, también coinciden con los ángulos de las murallas, más otra torre algo más pequeña situada en el centro del lienzo sureste. La más fuerte de las cuatro, y que también mira al norte, tiene en una de sus caras la otra puerta de acceso al castillo, que no es la original, sino de construcción bastante más tardía.
Acceso en la fachada norte.




Escudo de Portugal sobre la puerta.

En el interior, junto a la muralla este, se encuentra la iglesia el Señor de los Afligidos; también en el interior, pero al norte, está el Museo de Historia Militar.
Todo el conjunto fue edificado en mampostería, tomada con morteros de cal y con sillares en otros elementos, como en las esquinas de las torres.

Callejeando entre el castillo y la ciudad.

Nombre: Castillo de Monte Maior.
Localidad: Campo Maior.
Municipio:
Distrito: Portalegre.
Región: Alentejo —Alto Alentejo—.
País: Portugal.

Tipología: Castillo.
Época de construcción: siglo XIII. Posterior reconstrucción en el siglo XIX.
Estado: Se encuentra en buen estado conservación, ya que ha sido restaurado en varias ocasiones a lo largo del siglo XX.
Protección: Es Monumento Nacional desde 1911.

Propiedad:
Uso:
Clasificación subjetiva: 3, Se incluirá obligatoriamente en ruta de viaje, o lo que es lo mismo, se hará todo lo posible por visitarlo. Aunque sólo sea extramuros.
Visitas: Cuando lo visité, septiembre 2018, encontré cerradas todas sus puertas y no vi ningún cartelito que me indicara calendario ni horario de apertura. Hubo que conformarse con un paseo en derredor.
Viviendas adosadas a su muralla.

Otras cuestiones de interés: junto a la Iglesia Matriz de Campo Maior está la Capela dos Ossos —Capilla de los Huesos—, construida en el siglo XVIII, que tiene revestidas las paredes y techo con cientos de huesos humanos. La tradición dice que son los restos de las víctimas del incendio de 1732.


Cómo llegar: Desde Badajoz dirigirse hacia el norte por la carretera BA-020 que al cruzar la frontera pasa a denominarse N-371. Nos llevará recto a Campo Maior, justo a la Puerta de la Villa.
La Puerta de la Villa.