martes, 29 de junio de 2021

Barbate, Zahara de los Atunes, castillo de Las Almadrabas

A Zahara de los Atunes la gente va a varias cosas, principalmente a pasar horas en la playa, a comer muy bien y otras más si la edad acompaña. A lo que no se va a este pueblo, precisa y expresamente, es a ver su castillo. Porque, estoy seguro, muchísimos de los turistas que al año pasan por ahí, desconocen su existencia; caminarán por sus calles, verán y dejarán de lado unos muros decrépitos y unas puertas sin portaje que ya nada guardan ni protegen. Y lo que es peor, desconocerán lo que vean y volverán a sus orígenes sin importarles ese desconocimiento. Y es que, evidentemente hay en esta población muchas otras cosas por las que prestar atención; no está, para el gran público, el arruinado castillo entre las prioridades.
Pero a pesar del estado en que se encuentra el castillo, bastante lamentable, he de reconocer que cuando lo visité no me decepcionó, está igual a como lo había visto en multitud de fotos: decadente, abandonado, cuesta abajo y sin posibilidad de ascender ni un metro. O sea, que vi lo que me esperaba, no fui engañado.
Es este un castillo que, si bien no dispone de buena salud sí posee, sorprendentemente, una buena lista de nombres, que a saber por qué será: La Fortaleza, el Palacio o Castillo de Zahara de los Atunes son los más comunes y vulgares; pero hay otros más singulares como Palacio de la Chanca o Casa Chanca, Palacio de las Pilas y Castillo de Jadraza.
Pero el que más me gusta y que es el que conocía antes de visitarlo y leer sobre él, es el de Castillo de Las Almadrabas que, rimbombantemente leo por ahí, elevan a la categoría de Palacio Real, si bien fue construido para residencia de duques. Además es el que figura en un azulejo en la puerta que “da a tierra”.
Fachada a calle Doctores Sánchez Rodriguez, Puerta Nueva y azulejo con el nombre del castillo.



EL LUGAR:

Ya ha quedado dicho que el castillo de Las Almadrabas está en Zahara de los Atunes, término municipal de Barbate, provincia de Cádiz. Se trata pues de una entidad local autónoma, o lo que es lo mismo, una pedanía evolucionada.
Tan arábigo nombre tiene etimología clara: dicen que del árabe Sahara, sahra, que viene a significar agreste, estéril o desértico; cosa que no corresponde con la actual realidad. Lo de los atunes se deducirá por lo que de su historia contemos.
Resulta que la población que hoy conocemos nació allá por el siglo XIII y por culpa precisamente de la pesca del atún. En Zahara no solo se calaba una almadraba sino que se estaba desarrollando entorno a ella toda una industria pesquera que con el tiempo provocaría un asentamiento poblacional que, en el siglo XVI, tendría ya carácter estable. Una población que se dedicaría a todos los trabajos y oficios relacionados con el atún, su pesca y su transformación.
Todo se inicia —aunque el tema venía de antiguo, de cuando los fenicios y romanos—, con la concesión, en 1294, a Guzmán el Bueno, por parte del rey Sancho IV y en agradecimiento a su gesto en Tarifa, para que pueda pescar atunes en el estrecho, concesión que pasaría a sus sucesores, los Duques de Medina Sidonia, los cuales, a mediados del siglo XV construirían el castillo.
Alrededor del castillo-palacio-chanca fueron levantándose viviendas para acoger a almadraberos, comerciantes y militares. Estas edificaciones, en principio, se adosaron a la muralla del castillo, pero a partir del siglo XVII la población creció lo suficiente como para que las viviendas se fueran extendiendo más allá del entorno de los muros del castillo, y extendiéndose a lo que hoy es el centro de la población —se mantuvieron así hasta la segunda mitad del siglo XX—.
Los Duques de Medina Sidonia continuaron armando almadrabas pero con el tiempo encomendaron la explotación, primero a marineros que se constituyeron en gremios, y posteriormente a diversos armadores.

Durante la 2ª República las explotaciones de almadraba estuvieron a cargo del Consorcio Nacional Almadrabero, empresa de capital mixto, público y privado, que en Zahara siguió utilizando para sus labores las instalaciones del castillo. El Consorcio cerró muchas almadrabas, aunque se mantuvieron la de Barbate y esta de Zahara.
Desde 1936 hasta 1974, el castillo fue utilizado como cuartel, primero por el ejército y después por la Guardia Civil.
Y así ha permanecido Zahara de los Atunes, hasta hace apenas treinta años en que el turismo transformó totalmente el pueblo —pero no sus antiguas calles, todavía— quedando el castillo totalmente arrumbado.

Playa y chiringuito, la mejor estampa de Zahara de los Atunes.


EL CASTILLO:

Su construcción vino obligada por el desarrollo de la industria pesquera en la zona que requería no sólo edificaciones e instalaciones para ello, sino también medios para su defensa permanente —y no solo durante la campaña de pesca— ante los frecuentes ataques de piratas. Era vital dotar de esa protección a la almadraba de Zahara pues junto a la de Conil eran las más importantes de Andalucía y le reportaba al Ducado enorme beneficios.
Solventados en 1567 los inconvenientes habidos con los vecinos de Vejer que alegaban ser los propietarios de los terrenos, a pesar de que existía un fallo de la Chancillería en favor del pueblo —una cédula real firmada por Felipe II zanjó la cuestión en favor de la casa ducal—, los de Medina Sidonia continuaron con las obras pero con la condición de que en Zahara no se constituyera un concejo, que era el verdadero motivo de discordia por parte de Vejer.
El castillo se construye, tan cerca del mar, con tres funciones claras: defensa y vigilancia contra la molesta piratería berberisca; palacio residencial para los duques y su séquito durante la campaña anual de pesca; y chanca, que es como se llamó a la factoría donde se procesaba el atún. A lo que habría que añadir una cuarta función que fue su uso como almacén de embarcaciones, artes y pertrechos de pesca durante la temporada en la que no se armaba la almadraba.
Durante el siglo XIX se planteó la posibilidad de emplearlo como cuartel de infantería y caballería, e incluso ubicar allí una batería e costa.

En la primera mitad del siglo XX, hacia 1930, el Consorcio Nacional Almadrabero construyó sobre la muralla oeste y junto a la entrada desde tierra (A), una edificación con trazas de palacete de dos alturas más mirador que se diferencia perfectamente del resto. La zona donde se levantó queda identificada en el plano como Hornos y massadero (T).
Fue concebido como vivienda para el Capitán de la Almadraba, y estancias para el tesorero y el contador, además de disponer de un oratorio y una cocina. Pronto cambió su uso por el de cuartel de la Guardia Civil, junto a otras funciones más, como viviendas, taller de carpintería y panadería.
Cuando despareció el Consorcio, el castillo pasó a manos privadas y después al Ayuntamiento de Barbate.



LOS DETALLES:

El castillo de Zahara tiene planta ligeramente cuadrangular, definido por cuatro lienzos de unos 150 metros de longitud cada uno, que disponían de un estrecho adarve y un parapeto sin almenaje. Fue ejecutado a base de mampuestos y guijarros de piedra ostionera, tomados con mortero de cal y reforzando las esquinas con sillares.

Tuvo tres torres, dos en cada una de las esquinas del lienzo que se orienta tierra adentro, y una tercera en el centro del conjunto. De esta última no quedan restos, pero se sabe que era de planta semicircular, tuvo mayor altura que las otras dos y en la que se ubicó un campanario con el fin de tocar a rebato y así dar la alarma ante los ataques de piratas; en el plano se la llama Torre de vela, en que está la campana para tocar los rebatos (O).
De las otras dos torres solo se conserva íntegra la llamada de Poniente, situada en el vértice noroeste —esquina Doctores Sánchez Rodríguez con Palacio de las Pilas—; esta torre dispone de cámara interior abovedada y aún mantiene el parapeto en su terrado. En el viejo plano que se acompaña se la denomina Torre de poniente que habita el casero (B).
En el ángulo noreste se pueden observar los restos de lo que fue la Torre de Levante y que el plano la identifica como Torre de lebante que habita el atajador (C).
La llamada torre de Levante.

Estas dos torres, que se apoyan sobre un plinto alamborado, sobresalen con respecto a la muralla, tanto en planta como, evidentemente, en altura; en el caso de la primera, supera a la muralla en unos cinco metros, y la segunda en siete metros. Estuvieron armadas, disponiendo de hasta “tres piezas de bronce muy buenas y encabalgadas”.
Posiblemente hubo una cuarta torre, situada en la esquina más al sur, que se denominó, aunque ésta no figuró en los planos originales del castillo. Sin embargo se la identifica en el plano que se adjunta como Mirador y quartos arruinados en que se hospedaban los señores Duques (D). Junto a esta torre mirador estaba el Pozo de agua dulce (E).
Situación de las puertas.

Actualmente tiene cuatro puertas, dos a tierra y dos orientadas hacia el mar. La 
primera que se construyó se abre al mar y en el plano que se acompaña queda señalada como Entrada dela fortaleza y casa chanca (A). En esa misma fachada, más a levante y también orientada al mar, existe otra puerta. Se construyeron con jambas de sillería y arcos rebajados con grandes dovelas; hacia el interior, unos machones a cada lado de ambas, las refuerzan.
Una tercera puerta encontramos en el lienzo a la calle Palacio de las Pilas, de las mismas característica que las dos anteriores. 
La cuarta, que es la más reciente, está en la fachada de la calle Doctores Sánchez Rodríguez, en el lienzo noroeste; fue construida ya en el siglo XX y es conocida como la Puerta Nueva; está construida en ladrillo y trazada en arco de medio punto.
A lo largo del lienzo de la calle Palacio de las Pilas, existen otros vanos para otros usos a los que se destinó el edificio.
Puerta primitiva (A en el plano).

Mi Comañía en la misma puerta anterior pero intramuros. 


La segunda puerta que da al mar, extramuros e intramuros, respectivamente.

Puerta a calle Palacio de las Pilas, extramuros.

Puerta a calle Palacio de las Pilas, intramuros.

Tuvo dos grandes patios, de tamaño y trazado muy parecido a la actualidad. El que está adosado a la fachada norte se utilizaba a almacén de barcos y que en el plano lo llama Patio de la Cassa Chanca en que se cierran las barcas (V), y que además era el lugar donde se salaban y colgaban los atunes —Postes para la enrramada (M), Pilas en que se sala el atún (L) —, y se celebraban las subastas. Junto a él estuvo el Almacén de la Madera (F).
El otro patio, de mayor superficie, estaba delimitado por la muralla exterior con sus lienzos sur, este y oeste

Del resto, poco ha quedado en pie; en su mayoría se trata de edificaciones arruinadas o semiderruidas por culpa de la dejadez de las administraciones y los usos posteriores al primitivo: recinto de feria, mercadillos, discoteca en el antiguo almacén de la madera, cine de verano, etc. A excepción de la actual iglesia del Carmen, construida en 1906 aprovechando el antiguo saladero; se trataba de un enorme almacén para la sal, la cual se traía en barco desde el Puerto de Santa María. Su fachada principal mira al noreste. En el plano que se acompaña viene identificada como Bóveda de la sal (H).
Restos de las edificaciones interiores: Bóveda de la sal a la izquierda y almacenes a la derecha.







RESUMIENDO:

Nombre: Castillo de las Almadrabas.
Localidad: Zahara de los Atunes.
Municipio: Barbate.
Provincia: Cádiz.

Tipología: castillo, pero también factoría; así que factoría fortificada.
Época de construcción: segunda mitad del siglo XVI.
Estado: A pesar de estar totalmente integrado en el núcleo urbano, lo que podría haber determinado una mejor conservación, todas las edificaciones interiores están en estado ruinoso, debido tanto al paso del tiempo como al abandono sufrido; los lienzos de muralla aún aguantan en pie.
Propiedad: Actualmente es propiedad del Ayuntamiento, una vez desaparecido el Consorcio Nacional Almadrabero.
Uso: Sin uso definido, aparentemente. Digamos que olvidado.
Visitas: totalmente libre el interior, no existen puertas en los accesos al conjunto, por lo que incluso sirve de zona de paso entre la playa y el núcleo urbano. Las edificaciones interiores, en claro proceso de derrumbe, las vi inaccesibles.
Protección: Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.
En 2003 fue declarado por la Junta de Andalucía, Lugar de Interés Etnológico con la categoría de Monumento, denominándolo Fortaleza y Casa Chanca-Palacio de Las Pilas e incluyéndolo en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz.
Fue declarado Bien de Interés Cultural en 2004.
El Ayuntamiento de Barbate, en aplicación de su normativa de Protección y Prevención del Patrimonio Histórico de Carácter Arqueológico, le otorgó el nivel de protección integral.

Clasificación subjetiva: 2, si se pasa cerca y se va con tiempo pues se acerca uno a verlo. Es decir, que se incluirá en una ruta de viaje pero no pasa nada si luego no se visita. Pero claro, si te das una vuelta por Zahara y sus playas, no estará de más si se pasean sus ruinas durante unos minutos, pese a que el paseo resulte penoso.
Otras cuestiones de interés:
El nombre de Palacio de la Pilas proviene del nombre que se daba a los depósitos que se usaban en el proceso de salazón del pescado.
Se dice que una de las torres de este castillo es la mencionada por Miguel Cervantes en su novela La Ilustre Fregona. Pero ni puedo asegurarlo ni he leído la novela.
Cómo llegar: desde Cádiz por la E-5 (N-340), hasta Vejer de la Frontera y pasado este pueblo, en La Barca de Vejer, tomar la A-314 hasta Barbate, y desde aquí por A-2231 hasta Zahara de los Atunes.