martes, 29 de octubre de 2019

Potes, casa torre de Osorio

Decía hace unos días, cuando escribía sobre la casa torre de Orejón de Lama, que además de la torre del Infantado —que parece llevarse todos los honores sobre la arquitectura militar en Potes— existen otras en este pueblo también merecedoras de estar aquí y que, para mi desgracia, no visité, ni siquiera visualicé, en la visita que hace poco he realizado. Es lo que tienen esos viajes grupales en los que el tiempo, tan tasado por parte del organizador, casi te obliga a no separarte del clan que se ha formado desde el mismo momento en que el autobús inicia su camino.

Son cuatro las casas torre a las que me refiero: la ya nombrada de Orejón de Lama —que también llaman de Bedoya—, la de San Pedro, la de Calseco, y la que hoy toca, con la que cierro el círculo, la torre de los Osorio.

de laliebana.com


Nota confusión antes de continuar:

Leo que está esta torre en la calle San Marcial, lo que no me cuadra cuando comparo el mapita turístico/informativo del Ayuntamiento de Potes con el modernísimo Google Maps. En el primero sitúa la torre (nº 4 del directorio del mapa) junto al cementerio municipal, muy lejos de la calle San Marcial que es donde emplazan todos los textos que leo en la web a la torre de los Osorio. Busco esta calle en el Maps y veo que está al sur de la población, lejos del cementerio, que se localiza al oeste. Sea donde sea, la cuestión es que no tiene remedio: no estoy en Potes ahora, no visité esa casa y tampoco es tan necesaria su ubicación. Así que tiremos por la calle de en medio y vamos al tema.

 

Se levantó esta torre allá por el siglo XVIII, por lo que no debería considerarse una torre de carácter defensivo ya que nunca se vio envuelta en peleas ni trifulcas. Pero dado su recio aspecto que bien hubiera merecido al menos una discusión entre algunos, la hacen digna de incluirla en mi casadelatercia. Y porque me da la gana, que para eso el blog es mío.

Retrato de D. José Campillo y Cossío.

La construyeron hace doscientos setenta y seis años exactamente, por orden de don José Campillo y Cossío, que fue un alto cargo de la administración estatal.

Nacido en Alles, parroquia del concejo asturiano de Peñamellera Alta en 1693. Estudió filosofía y teología, escribió varias obras sobre economía, y ocupó altos cargos de la Administración del Estado: fue superintendente de la fábrica de bajeles en Guarmizo, Cantabria; Intendente del Ejército español en Italia; mismo cargo anterior pero en Aragón; Secretario de Hacienda, después de Marina, Guerra e Indias. Cuando murió, en 1743, todos sus cargos pasaron al Marqués de la Ensenada.

Y casualidades de la vida, justo cuando se termina de construir don José su casa en Potes, muere, sin saberse la razón por la cual eligió este lugar para edificarla, pues no se conoce conexión alguna entre él y el pueblo. Años más tarde, un hermano suyo quedaría unido a Potes al ejercer como corregidor y casarse con una noble del lugar.

Escudo de la familia Campillo.

Tiene tres plantas y en su fachada principal existen dos escudos. En el centro y a la altura del segundo piso destaca el de la familia Campillo, de forma oval, en cuyo

campo se presenta una rueda radial acostada de dos luceros, en punta un puente de tres ojos sobre el que pasa un guerrero montado en su caballo entre un árbol y una cruz latina tras la que se ve la figura de un perro andante, interpoladas en el campo unas letras que dicen «AREMAS DE CAMPILLO COSSIO». Al timbre una cabeza humana metida dentro de un yelmo y acompañada de dos cabecitas de máscara, bajo éstas cuatro lambrequines y b ajo ellos dos leones haciendo de soportes.

El otro, muy borroso en la fotografía que he encontrado e igualmente, he de suponer, en la realidad, se dispone en un lateral de la fachada y a menor altura. No he encontrado su descripción.

Bajo él, una inscripción dice:

«Esta obra se hizo de orden del excelentísimo señor don Joseph del Campillo y Cossío, caballero del hábito de Santiago, vicealmirante de S.S. el Infante Don Phelipe, del Consejo de Estado, Presidente de Hacienda y Secretario del Despacho Universal de Hacienda, Guerra y Indias y Marina. Año de 1743»

de laliebana.com

 


RESUMIENDO:

Nombre: Torre de Osorio
Localidad: Potes
Municipio: Potes
Provincia: Cantabria

Tipología: Casa torre.
Época de construcción: siglo XVIII.
Estado: En muy buen estado.
Propiedad: Privada (¿?)
Uso: (¿?)
Visitas: (¿?)
Protección: (¿?)

Clasificación subjetiva: 2, o sea, que si se pasa cerca y se va con tiempo pues se acerca uno a verla. O lo que es lo mismo, que se incluirá en una ruta de viaje pero no pasa nada si luego no se visita.
Lo que ocurre es, como ya he dicho en las entradas de las otras casas fuertes de Potes, que al estar en el mismo pueblo que la torre del Infantado, pues cuando se vaya a verla, no debe olvidarse ir a ver, también, las otras cuatro.
Aunque yo no lo hice.
Consejos vendo que para mí no tengo.

martes, 22 de octubre de 2019

Potes, torre de San Pedro

Pues vaya: entre que, durante mi visita a Potes obvié, olvidé, no miré papeles ni guías y por tanto sólo disfruté la Torre del Infantado, dejando de lado a las otras cuatro —disculpadme Piedras Viejas—, y que en la red apenas si se encuentra, o yo no sé buscar, información sobre las hermanas pequeñas del símbolo de Potes, pues eso, que apenas cuatro líneas, que dirían los antiguos, van a salir hoy del teclado dedicadas a esta torre. Y después, otras cuatro destinadas a la torre que me quedaría para completar las reseñas que sobre este espectacular lugar quedarán en mi Casa de la Tercia. Las fotos, pues tomadas prestadas, gracias desde aquí; y si hay molestia, dígamelo y corregimos el error.

de laliebana.com

Es posible que sea una de las torres fuertes más antiguas de Potes, pues está datada allá por el siglo XIII.  En 1285 la habitada por el Merino Mayor de Liébana y La Pernía —comarcas de Cantabria y Palencia, respectivamente—, a la sazón Señor de Potes y de algunos pueblos más del entorno don Pedro Roiz de Lamadrid. Seguramente fue él su constructor.

Su nombre, el de la torre, se debe precisamente a don Pedro, sólo que dándole un sentido más elevado y espiritual, haciéndolo preceder con el apócope de santo. Quién sabe si aquel Merino Mayor fue, además, persona de especial virtud y ejemplo, y con ello merecedor de santidad, con lo que tal reconocimiento quedó para siempre en el nombre de su casa.

La torre de San Pedro está situada en el llamado barrio de San Pedro, en la calle Cimavilla, aunque por la orografía de la ciudad, en un plano más elevado que la propia calle. De planta trapezoidal, tiene cuatro alturas; antiguamente poseía terraza descubierta y almenas, las cuales perdió para ejecutar la cubierta y así ganar una planta más. También ha perdido los escudos de armas que tuvo en su fachada.

de laliebana.com

Decía que en ella habitó el que fue Merino Mayor, por lo que veo procedente dejar un breve apunte sobre lo que fue este cargo.

Dice la RAE que el Merino era el “Oficial de la Administración de Justicia medieval que ayuda a la Administración de Justicia..., en el sentido de realizar actividades relacionadas con temas gubernativos como fundamentalmente de orden público, policía judicial, y cuyo sentido ejecutivo originario se aprecia claramente en diversas rúbricas del Libro de los Fueros de Castiella”.

Este cargo existió en las Coronas de Castilla y Aragón, también en Navarra y Portugal. Normalmente eran nombrados por altos cargos de la nobleza, pero en el caso del Merino Mayor, su nombramiento venía directamente del rey, lo que le otorgaba una amplia jurisdicción sobre su territorio. En algunas zonas también era llamado Adelantado Mayor.

A partir del siglo XIV su poder se redujo con la aparición de un nuevo cargo, el Corregidor: representantes reales con poder para controlar varias merindades.

Por último, el espacio territorial en el que el Merino tenía competencia se llamaba merindad —división territorial creada en el reino de Castilla a final del siglo XII—, y merindad también era el oficio del merino y su dignidad. Actualmente, se conoce como Las Merindades a una comarca situada al norte de la Provincia de Burgos. 


Nota informativo/aclaratoria:

No confundir esta torre con otra del mismo nombre y también situada en Cantabria. Se trata de una casa fuerte que se levanta en Soba, de finales del siglo XV o comienzos del XVI.

Dejo aquí enlace con castillosdeespaña.es por si alguien tuviera interés en esa otra torre.

https://www.xn--castillosdeespaa-lub.es/es/content/san-pedro-torre-de

martes, 15 de octubre de 2019

Potes, Torre de Calseco

Decía, cuando hablaba de la torre de Orejón de Lama, que en Potes existen otras tres torres que para el común de los mortales, y ahí me incluyo, pasan totalmente desapercibidas, a no ser que alguien te aperciba de ellas, las descubras en un folleto turístico o te sorprenda verlas al pasear por el pueblo.

Bueno, pues ninguna de las tres circunstancias se me han presentado con alguna de las cuatro torres; así que, como hice con la de Orejón de Lama, finjo con esta de Calseco un nuevo paseo, sustraigo fotos de la red para ilustrar mi entrada, y aquí paz y después gloria.

La torre casi oculta en el caserío (de laliebana.com)

 La torre Calseco está en la plazuela del Llano y su origen se remonta al siglo XVII, concretamente a 1741. Por lo que leo, ahora a toro pasado, es fácil de encontrar —Potes es pequeño—, pues está cerca de la ermita de San Cayetano y del puente de igual nombre sobre el río Quiviesa. Pero yo no la vi.

Parece ser que alrededor de esta torre se formaron los barrios de El Llano y La Solana y, en cierta manera, los defendió dado su carácter militar.

Es un edificio de cuatro pisos, adosado actualmente a otro, por lo que en cierta manera ha perdido su apariencia defensiva de casa torre, pues exento destacaría más su carácter. Además, la adecuación a vivienda y posteriormente a hotel, con la apertura de numerosos huecos, desvirtúa considerablemente el edificio.

Fachada principal (de ayuntamientodepotes.es)

Como elemento más sobresaliente aún permanece una ventana geminada de arcos rebajados en la última planta, bajo la cual vemos —según la web ayuntamientodepotes.es, y así lo escribo el escudo de armas de los Salceda y Otero, acompañado de una descripción que no corresponde con el escudo. A la derecha del escudo, izquierda de la fotografía, una placa dice —traducida al castellano actual— «HIZO ESTO D. FRANCISCO DE SALCEDA. AÑO 1741»,

Dejo aquí la descripción que leo en la web y también la fotografía como testimonio, a mi juicio, del lapsus:

Escudo timbrado por yelmo, con adorno de lambrequines y tres cabecitas bajo la punta. Campo partido y mantelado:

— Árbol superado de una lis y tres lobos atados al tronco (armas de los Salceda).

—En jefe, león pasante, debajo, dos lises al palo siniestradas de dos calderas (armas de los Otero).

— En punta, cruz hueca y floreteada ocupando el mantel.

— En el jefe del escudo una inscripción que dice «SALCEDA-OTERO»

Lo dicho. Como un huevo a una castaña.

El escudo partido (¿?), (de ayuntamientodepotes.es)

En la misma página también habla de la existencia  en la casa de un escudo de la Inquisición que, casualidad, correspondería con el campo superior del escudo partido que sí aparece en la fotografía. El escudo armas de la Inquisición Española constaba de tres muebles:

En el centro una cruz, siniestrada con una espada —símbolo del trato a los herejes— y adiestrada con una rama de olivo —que significa la reconciliación con los arrepentidos—. Rodea el escudo la leyenda «EXURGE DOMINE ET JUDICA CAUSAM TUAM, PSALM 73», que traducido a nuestro idioma: Álzate, oh Dios, a defender tu causa, salmo 73.

 

Escudo de la Inquisición Española


RESUMIENDO:

Nombre: Torre de Calseco
Municipio: Potes
Provincia: Cantabria

Tipología: Casa fuerte.
Época de construcción: siglo XVIII.
Estado: En buen estado, ha sido rehabilitada.
Propiedad: Privada (¿?)
Uso: Es un hotel que, según la descripción de su página web, debe de estar muy bien.
Visitas: Totalmente visitable, ya he dicho que es un hotel. Cosa que no hice en agosto de 2019, cuando estuve en Potes.
Protección: Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949 y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.

Clasificación subjetiva: 2, o sea, que si se pasa cerca y se va con tiempo pues se acerca uno a verla. O lo que es lo mismo, que se incluirá en una ruta de viaje pero no pasa nada si luego no se visita.
Lo que ocurre es que al estar en el mismo pueblo que la torre del Infantado, pues se acerca uno allí, que está muy próxima. Aunque yo no lo hice.
Consejos vendo que para mí no tengo.

martes, 8 de octubre de 2019

Potes, torre de Orejón de Lama o de Bedoya

En Potes, además de la torre del Infantado, que se lleva todos los honores, se levantan también otras de menor entidad histórica y arquitectónica, pero no por ello indignas de figurar aquí.
He de confesar, de entrada, que en mi visita a tan bello lugar las obvié: «mea culpa» por mi culpa, «mea máxima culpa» por mi gran culpa. Así que redacto a continuación uno más de mis paseos fingidos —con apropiación de fotos de la red incluidas, claro—.
Son cuatro; y ahora toca la llamada de Orejón de Lama, que por su ubicación en la villa es más reconocida que las demás, que son: las torres de Osorio, de San Pedro y la de Calseco.
La torre de Orejón de Lama, también llamada —y más correctamente— torre de Bedoya, es una casa fuerte que se levanta en el casco antiguo de Potes, en el conocido barrio del Sol, al suroeste de la del Infantado y al otro lado del puente Nuevo. Y como Potes son puentes, diremos que está muy cerca del de San Cayetano, y al otro lado de éste, la ermita del mismo nombre. 
La torre de Bedoya a la izquierda, al fondo la del Infantado

La Historia nos dice que fue mandada construir por Juan Gómez de Bedoya en algún momento de entre los siglos XV y XVI —sin precisión en el dato, cosas de la Historia—. Es por tanto un edificio bajomedieval, robusto y gallardo, que ha tenido cambios en el tiempo, terminando por ser una casa fuerte con aspiraciones de palacio —gótico— fortificado.
Es de planta cuadrada, tres plantas de altura y cubierta de grandes aleros de tejas a dos aguas. Sus esquinas y los extremos de la cumbrera del tejado, se rematan con unos pináculos con bolas que pretenden dar esbeltez a la torre.
Está construida en piedra, mampuestos y sillarejos levemente trabajados; en esquinas, vanos y cortafuegos, sillares labrados.
Destaca su austera fachada principal, de marcado carácter defensivo, que mira al sureste, hacia el río Quiviesa que casi lame sus cimientos.
En sus medianeras, y a partir de la última planta, cuenta con unos cortafuegos apoyados sobre modillones que la separan de las casas vecinas. Este detalle hace pensar que esa tercera planta bien pudiera ser de factura posterior al resto de la torre, aunque el arco conopial del vano de la izquierda data con seguridad el siglo XVI.


A la altura de la primera planta, tres vanos, dos de ellos ajimezados con arcos sutilmente apuntados, y el tercero adintelado. En segunda planta, dos huecos, el de la derecha con arco muy rebajado y el de la izquierda, referido más arriba, con arco conopial. En medianeras también se abren huecos.

La puerta principal —tiene otra adintelada a su derecha, seguramente muy posterior— la forma un arco escarzano de sillares flaqueado por aspilleras, denotando solidez a la parte más vulnerable del edificio.

Justo sobre la puerta, dos escudos: el de la familia Bedoya y el de la de los Celis, ambos rodeados de coronas de laurel, y protegidos bajo sendas cornisillas a modo de guardapolvos.

Esta casa fue la casa solar del linaje Bedoya, y por eso luce su escudo en la fachada. Que también esté el de los Celis, es porque Juan Gómez de Bedoya, el constructor de la casa, casó con María Teresa de Rábago y Celis.

El escudo de la familia Bedoya (de ayuntamientodepotes.es)

El escudo de los Celis (de ayuntamientodepotes.es)

El escudo de los Bedoya está a la derecha de la fachada —a la izquierda de quien mira—. Es cuartelado y presenta en el primer y cuarto cuartel una caldera sobre llamas, de la que sale un pendón; en el segundo cuartel, un león pasante y linguado; y en el tercer cuartel cinco flores de lis en souterAl timbre una torre con una mujer que asoma por la puerta y sobre las almenas un hombre que toca una cuerna de caza.
El escudo de los Celis es de un solo campo y en él un castillo donjonado acostado de dos luceros de ocho puntas; brochante al castillo un árbol frutado, siniestrado de un león pasante y linguado, y siniestrado de una gran flor de lis, en punta ondas de agua.

Duda final al margen:
No entiendo por qué a esta casa se la llama de Orejón de Lama —no encuentro dato que lo aclare, y debe de haberlo— si la construyeron los Bedoya y fue el solar de la familia.
Por otro lado, leo que el solar de los Orejón de Lama fue la anterior a la del Infantado, sobre la que esta familia levantó la torre que fue para don Tello, el hijo de Alfonso XI y hermano de Enrique II.
Lo dicho, algo no entiendo.



RESUMIENDO:

Nombre:
     Torre de Orejón de Lama
Municipio: Potes
Provincia:  Cantabria

Tipología:  Casa fuerte.
Época de construcción:  siglo XV — XVI.
Estado:   En buen estado, ha sido rehabilitada, siendo un centro para eventos culturales.
Propiedad:  Privada (¿?)
Uso:   Sala de exposiciones y Centro de actos culturales.
Visitas:   Totalmente visitable. Cosa que no hice en agosto de 2019, cuando estuve en Potes.
Protección:   Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949 y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.

Clasificación subjetiva: 2, o sea, que si se pasa cerca y se va con tiempo pues se acerca uno a verla. O lo que es lo mismo, que se incluirá en una ruta de viaje pero no pasa nada si luego no se visita.
Lo que ocurre es que al estar en el mismo pueblo que la del Infantado, pues se acerca uno allí, que está muy próxima. Aunque yo no lo hice. 
Consejos vendo que para mí no tengo. Todo esto, me parece que lo voy a repetir en las tres torres siguientes.



martes, 1 de octubre de 2019

Potes, torre del Infantado

Potes fue al principio, muy al principio, la Pontes romana; y como en castellano esa palabra viene a significar puentes, hemos de pensar que la etimología de su topónimo está en la existencia de unos puentes. Puentes que no son los actuales, puesto que éstos datan de tiempos más recientes, la Edad Media.
Como Potes es más antiguo, también lo serían los puentes que le dieron nombre cuando los romanos anduvieron por aquí. Puentes romanos que ya no están sobre las dos heridas que trocean la población y que son sus ríos: el Quiviesa que entra por el sur para entregarse al Deva entre las calles del lugar, y este último que abraza la población por el norte
Pero Potes no sólo es puentes, también es torres. Y las torres son el motivo por lo que traigo tan bello pueblo a lacasadelatercia.



EL LUGAR:

Nada claro su origen; dejemos lo de los romanos a un lado y pensemos simplemente que es probable que anduvieran por aquí.
Con toda seguridad, los primeros datos están en la época de Alfonso I de Asturias, cuando el territorio es repoblado, apareciendo su nombre, Pautes, por primera vez en el 847 —reinaba en Asturias Ramiro I— en un pergamino la frase “estrata publica que discurrit ad Pautes”, el camino público que conduce a Potes.

A mediados del siglo XIV, Potes es propiedad de Don Tello, hijo natural de Alfonso XI de Castilla, pues así queda dicho en el Becerro de Behetrías:

Catastro general redactado en tiempos de Pedro I de Castilla, que consiste en un inventario de las behetrías existentes en lo que por entonces era el reino de Castilla. Registra detalladamente la naturaleza y origen de la nobleza en el último tercio de la Edad Media.
Se llamó así por estar escrito sobre pergamino obtenido de piel de becerro.

En 1444, terminados los enfrentamientos entre los Manrique-Castañeda y los Mendoza —cuestión que es resuelta por Juan II en favor de los Mendoza, en la persona del Marqués de Santillana—, Potes es designada capital de Liébana, por lo que el de Santillana manda construir una torre que se conocerá como del Infantado.
Por esa época se levantan otras, tales como la de Orejón de Lama y la de Osorio. También se levantaron los puentes que hoy conocemos. Incluso se redactan ordenanzas propias en 1468.
En 1475 los Reyes Católicos crean el ducado del Infantado, que conceden a Diego Hurtado de Mendoza y de la Vega, por entonces II marqués de Santillana, en pago, es de suponer, por los servicios de armas prestados a la corona.
Pero aunque los conflictos familiares habían terminado allá por 1444, los pleitos siguieron hasta 1576 en que definitivamente la comarca de Liébana queda en poder de los Santillana. Por medio, la torre también fue testigo de los enfrentamientos entre comuneros y partidarios de Carlos I y V. Vamos, un sin parar.

Indicativos para saber dónde se encuentra la torre.

Y en 1822, Potes tenía su propio ayuntamiento y era cabeza del partido judicial que abarcaba todo el valle de Liébana. Treinta años después perdió esa categoría para pasar a pertenecer al de San Vicente de la Barquera.

Durante la Guerra Civil, la villa fue incendiada el 31 de agosto de 1937 por tropas republicanas, destruyéndose su casco histórico. El argumento para tan lamentable acción fue que se trataba de “un vil baluarte carlista”. Toda una razón de peso.
Al finalizar la guerra, la villa fue incluida en el Plan de Regiones Devastadas, reconstruyéndose en su totalidad.
   

LA TORRE:

Fue construida en el siglo XIV por mandato del marqués de Santillana, ejecutada por la familia Lama y quedando en propiedad de don Tello, el hijo de Alfonso XI y hermano de Enrique II. Posiblemente fuera erigida sobre los restos de otra torre propiedad de los Lama.
A partir del siglo XVI, y resueltos definitivamente los conflictos por la posesión del señorío, la torre fue la casa-solar del marquesado de Santillana y del posterior ducado del Infantado.

Durante la Guerra de la Independencia, fue cuartel y refugio de guerrilleros que lograron hasta en dieciséis ocasiones, impedir que soldados franceses entraran en la villa.
En 1823 fue escenario de combates entre realistas —partidarios de Fernando VII— y constitucionalistas. Refugiados en ella estos últimos, capitularon en veinticuatro horas.
En 1868, el XV duque del Infantado, Mariano Téllez Girón, vendió la torre a unos particulares que la convirtieron en centro de usos múltiples, pues fue panadería, destilería y taller de zapatería. En 1922 se anunció su puesta en venta —desconozco si fue comprada—.


Incluida, junto a toda la villa, en el Plan de Regiones Devastadas, fue reconstruida en su totalidad, aunque con criterios algo discutibles. Se convirtió en la sede del Ayuntamiento —inaugurado el 5 de marzo de 1949—, y también de los Juzgados.
Actualmente, y después de una profunda y moderna remodelación, es un edificio dedicado a exposiciones, archivo municipal y biblioteca. A pesar de ello, sigue conservando el aspecto de recia fortaleza, al menos en el exterior.

La Compañía se dispone a subir la escalinata de la fachada principal.


LOS DETALLES:

Es el edificio más representativo y notable de toda la villa de Potes. Al reconstruirlo al finalizar la Guerra Civil, y adaptarlo a nuevos usos, su fisonomía cambió puntualmente:
Se cambió su estructura interior, construyéndose forjados de hormigón y piedra; al exterior se abrieron nuevos huecos y se cerraron otros; se modificó el entorno y su acceso más inmediato.

En su fachada principal, orientada al sureste, se abre una puerta con arco apuntado a la que se llega ascendiendo por una escalinata, que hace aumentar el porte que del que ya, en demasía, dispone la torre. Sobre la entrada, un gran balcón con dos vanos enmarcados en un amplio alfiz. Estos tres últimos elementos, puerta, huecos con balcón y escalinata, son producto de las obras realizadas después de la Guerra Civil.
Sobre el balcón, y centradas en la fachada, dos ventanas ajimezadas con arquillos escarzanos, una por planta —elementos que se repiten en las demás fachadas—. Estos parecen ser los únicos huecos que tuviera originariamente la torre: pequeños y a cierta altura, reforzando así el carácter bélico de la torre.
En distintos puntos de las demás fachadas se abren huecos adintelados.

Detalle de una de las torrecillas del terrado.

De planta cuadrangular, es de grandes proporciones, disponiendo incluso de patio interior, lo cual es impropio de este tipo de edificios defensivos, cerrados y compactos. Seguramente, el patio es producto de la reforma llevada a cabo en el siglo XVI, con la pretensión de dar un carácter palaciego al edificio iluminando las dependencias interiores.
Tiene cuatro alturas y la cubre una terraza con un matacán perimetral, apoyado sobre modillones. Actualmente carece de almenado.
Las esquinas se refuerzan con cuatro garitones descubiertos, almenados, que arrancan a la altura del tercer cuerpo.
Esta construida en sillarejos y mampuestos, y reforzada en las esquinas y vanos con sillares.

Patio interior de la torre.


Iluminación, que no una antorcha.




Cortejadores de la torre.


RESUMIENDO:

Nombre:     Torre del Infantado
Municipio:   Potes
Provincia:  Cantabria

Tipología:   Casa torre.
Época de construcción:   siglo XIV.
Estado:    Es muy buen estado, pues ha sido rehabilitado, convirtiéndolo en un centro expositivo.
Cuestionar levemente el uso del vidrio, la madera y el metal en todos los elementos añadidos en la reforma interior, así como el propio diseño. Pero eso es cuestión que queda fuera de este blog. Hasta que me dé por ello.

Ascensor y lucernario del patio central.

Propiedad:   Pública (municipal).
Uso:    Sala de exposiciones y Centro museístico sobre el Beato de Liébana..
Visitas:    Previo pago permiten la entrada, claro. Al menos así lo era en agosto de 2019, que es cuando la visité.
Protección:     
Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949 y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.
Está declarado bien de Interés Cultural desde 1985. La población, en su conjunto, lo es desde 1983.

Clasificación subjetiva: 3,     o sea, que se incluirá obligatoriamente en una ruta de viaje, o lo que es lo mismo, se hará todo lo posible por visitarlo, pero no sólo por la torre, sino por todo el conjunto urbano, el paisaje, la comida, etc. etc.
Otras cuestiones de interés:    Pues lo dicho, el pueblo, el Paisaje, la comida, y el monasterio de Santo Toribio de Liébana, a escaso tres kilómetros.
Su situación: