martes, 1 de octubre de 2019

Potes, torre del Infantado

Potes fue al principio, muy al principio, la Pontes romana; y como en castellano esa palabra viene a significar puentes, hemos de pensar que la etimología de su topónimo está en la existencia de unos puentes. Puentes que no son los actuales, puesto que éstos datan de tiempos más recientes, la Edad Media.
Como Potes es más antiguo, también lo serían los puentes que le dieron nombre cuando los romanos anduvieron por aquí. Puentes romanos que ya no están sobre las dos heridas que trocean la población y que son sus ríos: el Quiviesa que entra por el sur para entregarse al Deva entre las calles del lugar, y este último que abraza la población por el norte
Pero Potes no sólo es puentes, también es torres. Y las torres son el motivo por lo que traigo tan bello pueblo a lacasadelatercia.



EL LUGAR:

Nada claro su origen; dejemos lo de los romanos a un lado y pensemos simplemente que es probable que anduvieran por aquí.
Con toda seguridad, los primeros datos están en la época de Alfonso I de Asturias, cuando el territorio es repoblado, apareciendo su nombre, Pautes, por primera vez en el 847 —reinaba en Asturias Ramiro I— en un pergamino la frase “estrata publica que discurrit ad Pautes”, el camino público que conduce a Potes.

A mediados del siglo XIV, Potes es propiedad de Don Tello, hijo natural de Alfonso XI de Castilla, pues así queda dicho en el Becerro de Behetrías:

Catastro general redactado en tiempos de Pedro I de Castilla, que consiste en un inventario de las behetrías existentes en lo que por entonces era el reino de Castilla. Registra detalladamente la naturaleza y origen de la nobleza en el último tercio de la Edad Media.
Se llamó así por estar escrito sobre pergamino obtenido de piel de becerro.

En 1444, terminados los enfrentamientos entre los Manrique-Castañeda y los Mendoza —cuestión que es resuelta por Juan II en favor de los Mendoza, en la persona del Marqués de Santillana—, Potes es designada capital de Liébana, por lo que el de Santillana manda construir una torre que se conocerá como del Infantado.
Por esa época se levantan otras, tales como la de Orejón de Lama y la de Osorio. También se levantaron los puentes que hoy conocemos. Incluso se redactan ordenanzas propias en 1468.
En 1475 los Reyes Católicos crean el ducado del Infantado, que conceden a Diego Hurtado de Mendoza y de la Vega, por entonces II marqués de Santillana, en pago, es de suponer, por los servicios de armas prestados a la corona.
Pero aunque los conflictos familiares habían terminado allá por 1444, los pleitos siguieron hasta 1576 en que definitivamente la comarca de Liébana queda en poder de los Santillana. Por medio, la torre también fue testigo de los enfrentamientos entre comuneros y partidarios de Carlos I y V. Vamos, un sin parar.

Indicativos para saber dónde se encuentra la torre.

Y en 1822, Potes tenía su propio ayuntamiento y era cabeza del partido judicial que abarcaba todo el valle de Liébana. Treinta años después perdió esa categoría para pasar a pertenecer al de San Vicente de la Barquera.

Durante la Guerra Civil, la villa fue incendiada el 31 de agosto de 1937 por tropas republicanas, destruyéndose su casco histórico. El argumento para tan lamentable acción fue que se trataba de “un vil baluarte carlista”. Toda una razón de peso.
Al finalizar la guerra, la villa fue incluida en el Plan de Regiones Devastadas, reconstruyéndose en su totalidad.
   

LA TORRE:

Fue construida en el siglo XIV por mandato del marqués de Santillana, ejecutada por la familia Lama y quedando en propiedad de don Tello, el hijo de Alfonso XI y hermano de Enrique II. Posiblemente fuera erigida sobre los restos de otra torre propiedad de los Lama.
A partir del siglo XVI, y resueltos definitivamente los conflictos por la posesión del señorío, la torre fue la casa-solar del marquesado de Santillana y del posterior ducado del Infantado.

Durante la Guerra de la Independencia, fue cuartel y refugio de guerrilleros que lograron hasta en dieciséis ocasiones, impedir que soldados franceses entraran en la villa.
En 1823 fue escenario de combates entre realistas —partidarios de Fernando VII— y constitucionalistas. Refugiados en ella estos últimos, capitularon en veinticuatro horas.
En 1868, el XV duque del Infantado, Mariano Téllez Girón, vendió la torre a unos particulares que la convirtieron en centro de usos múltiples, pues fue panadería, destilería y taller de zapatería. En 1922 se anunció su puesta en venta —desconozco si fue comprada—.


Incluida, junto a toda la villa, en el Plan de Regiones Devastadas, fue reconstruida en su totalidad, aunque con criterios algo discutibles. Se convirtió en la sede del Ayuntamiento —inaugurado el 5 de marzo de 1949—, y también de los Juzgados.
Actualmente, y después de una profunda y moderna remodelación, es un edificio dedicado a exposiciones, archivo municipal y biblioteca. A pesar de ello, sigue conservando el aspecto de recia fortaleza, al menos en el exterior.

La Compañía se dispone a subir la escalinata de la fachada principal.


LOS DETALLES:

Es el edificio más representativo y notable de toda la villa de Potes. Al reconstruirlo al finalizar la Guerra Civil, y adaptarlo a nuevos usos, su fisonomía cambió puntualmente:
Se cambió su estructura interior, construyéndose forjados de hormigón y piedra; al exterior se abrieron nuevos huecos y se cerraron otros; se modificó el entorno y su acceso más inmediato.

En su fachada principal, orientada al sureste, se abre una puerta con arco apuntado a la que se llega ascendiendo por una escalinata, que hace aumentar el porte que del que ya, en demasía, dispone la torre. Sobre la entrada, un gran balcón con dos vanos enmarcados en un amplio alfiz. Estos tres últimos elementos, puerta, huecos con balcón y escalinata, son producto de las obras realizadas después de la Guerra Civil.
Sobre el balcón, y centradas en la fachada, dos ventanas ajimezadas con arquillos escarzanos, una por planta —elementos que se repiten en las demás fachadas—. Estos parecen ser los únicos huecos que tuviera originariamente la torre: pequeños y a cierta altura, reforzando así el carácter bélico de la torre.
En distintos puntos de las demás fachadas se abren huecos adintelados.

Detalle de una de las torrecillas del terrado.

De planta cuadrangular, es de grandes proporciones, disponiendo incluso de patio interior, lo cual es impropio de este tipo de edificios defensivos, cerrados y compactos. Seguramente, el patio es producto de la reforma llevada a cabo en el siglo XVI, con la pretensión de dar un carácter palaciego al edificio iluminando las dependencias interiores.
Tiene cuatro alturas y la cubre una terraza con un matacán perimetral, apoyado sobre modillones. Actualmente carece de almenado.
Las esquinas se refuerzan con cuatro garitones descubiertos, almenados, que arrancan a la altura del tercer cuerpo.
Esta construida en sillarejos y mampuestos, y reforzada en las esquinas y vanos con sillares.

Patio interior de la torre.


Iluminación, que no una antorcha.




Cortejadores de la torre.


RESUMIENDO:

Nombre:     Torre del Infantado
Municipio:   Potes
Provincia:  Cantabria

Tipología:   Casa torre.
Época de construcción:   siglo XIV.
Estado:    Es muy buen estado, pues ha sido rehabilitado, convirtiéndolo en un centro expositivo.
Cuestionar levemente el uso del vidrio, la madera y el metal en todos los elementos añadidos en la reforma interior, así como el propio diseño. Pero eso es cuestión que queda fuera de este blog. Hasta que me dé por ello.

Ascensor y lucernario del patio central.

Propiedad:   Pública (municipal).
Uso:    Sala de exposiciones y Centro museístico sobre el Beato de Liébana..
Visitas:    Previo pago permiten la entrada, claro. Al menos así lo era en agosto de 2019, que es cuando la visité.
Protección:     
Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949 y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.
Está declarado bien de Interés Cultural desde 1985. La población, en su conjunto, lo es desde 1983.

Clasificación subjetiva: 3,     o sea, que se incluirá obligatoriamente en una ruta de viaje, o lo que es lo mismo, se hará todo lo posible por visitarlo, pero no sólo por la torre, sino por todo el conjunto urbano, el paisaje, la comida, etc. etc.
Otras cuestiones de interés:    Pues lo dicho, el pueblo, el Paisaje, la comida, y el monasterio de Santo Toribio de Liébana, a escaso tres kilómetros.
Su situación:




No hay comentarios:

Publicar un comentario