martes, 28 de julio de 2020

Trigueros, Iglesia parroquial de San Antonio Abad.

 Alguna vez he escrito, y si no lo hago ahora, que cuando a un lugar se le quiere dar lustre, se debe dejar claro que ése es un lugar con antiguos orígenes, lo más antiguo que se pueda: como mínimo debe irse a los romanos y, si es posible, aún más allá.
Pues bien, en Triguero se da el caso de que sí, que se puede ir a más antiguo aún. A ver:
Y es que leo que Trigueros fue asentamiento antiguo, o al menos así lo contaba a finales del siglo XVIII un tal Pérez Quintero: “...sede de la vetusta y notable Conistorsis o Cunistorgis, ciudad íbera que perteneció a los cúneos…”, de los cuales jamás he oído hablar pero que, a poco que une navegue por la red, se entera que hay más lugares que se disputan tal honor —el ser la antigua Cunistorgis—, como Beja en Portugal o, nada más y nada menos, que Medellín en Badajoz, muy cerca de mi pueblo natal.
Además, para recalcar aún más mi teoría he de mencionar la existencia en su término municipal de un dolmen —el Dolmen de Soto— que permite fijar la presencia humana por estos parajes en casi 3000 años aC. Que son muchos años.
Pero lo que ya le da la pátina necesaria que hace brillar a Trigueros —que ya quisieran muchos lugares—, es la posibilidad de que la iglesia fortaleza que hoy traigo a mi blog, tenga fundamentos templarios. Eso sí que son palabras mayores.
Es por ello que en algunos textos se denomine a este templo como Iglesia de los Templarios o de San Antón de los Templarios.
Fachada principal de la Iglesia de Trigueros.
EL LUGAR:
Trigueros, para quien no lo sepa, está en la provincia de Huelva y muy cerca de la ciudad de Huelva. Así que ya estamos situados.
Donde no sitúo bien a este pueblo, la verdad y ahora algo más en serio, es en la historia. Y es que casi no encuentro referencia a él antes de la Reconquista, apenas algunos vestigios almohades—el origen y buena parte de los elementos constructivos de la iglesia de San Antón—.
Lo conquistó a los musulmanes, de rebote, el rey Alfonso X al conquistar el reino de Niebla —corría el año 1262—, al que pertenecía la población de Trigueros, y con ella el castillo.
Con el tiempo, y por esos avatares de los casamientos, la población pasó a los Condes de Niebla y después a la Casa de Medina Sidonia, cuando el rey Juan II de Castilla otorgó al tercer Conde de Niebla, Juan Alonso Pérez de Guzmán, el que sería el ducado más antiguo de España, el ya mencionado de Medina Sidonia.
 

LA IGLESIA:
El edificio es de origen almohade —sobre ello parece ser que hay unanimidad entre los especialistas— con toda seguridad un castillo construido en el siglo XII, y apoyándose en sus restos, cimientos, torres y muros, se levantó la iglesia que hoy vemos. Esto último debió ser hacia 1300, a la vez que en Sevilla se construía la iglesia de Santa Ana —algunas cuestiones hacen afines ambos edificios—. También hay autores que atribuyen su construcción al segundo Conde de Niebla —1396-1436—.
Ante las dudas que hay sobre su origen se levanta la leyenda de que fueron los templarios quienes la construyeron, para así dar prestigio al edificio, y de paso al pueblo. Si fuera así podríamos datarla, como muy tarde, a finales del siglo XIII, ya que fue en 1310 cuando esa Orden desapareció por imperativo papal. Algunos autores han alimentado esas dudas, como Amador de los Ríos, que escribió a finales del siglo XIX:
“No falta quien afirme que su iglesia parroquial, dedicada a San Antonio Abad, es el templo que en forma de casa fuerte edificaron los Templarios, a cuya Orden Militar dicen que por tradición consta haber pertenecido esta villa. Nada hay que justifique al presente esta aseveración, pues aunque la iglesia parroquial es reputada obra del siglo XIII, habiéndose hundido en el terremoto de 1755 ha sido completamente reformada, y no se conserva rasgos ostensibles que permitan el supuesto”.
Pero antes, en 1634, Rodrigo Caro escribió:
“La iglesia que sirve de parroquia en la villa de Trigueros es un castillo y plaza fuerte con todos los pertrechos necesarios dentro y fuera para hacerse fuertes y defenderse de los enemigos, porque sus muros son muy gruesos y tienen por la parte de afuera almenas y por dentro sus troneras y andenes para desde ellos ofender y defenderse. Dicen que fue casa de los Caballeros Templarios y que por eso se edificó así”.
La siguiente noticia que se tiene sobre la iglesia, está relacionada con la decoración del templo con pinturas murales, datadas a finales del siglo XV. Por entonces, también, el cuarto Conde de Niebla lleva a cabo obras en el edificio.
El 1 de noviembre de 1755, cómo no, sufre graves daños a consecuencia del terremoto de Lisboa. Las obras de reparación no se limitaron a restaurar los deterioros producidos por el terremoto, sino que incluyeron la ampliación de su planta hacia la que hoy es la plaza de España, ejecutándose una nueva portada de estilo neoclásico. Lo mismo ocurrió con la torre y con algunas capillas.
En la segunda mitad del siglo XX volvieron a acometerse obras de restauración, en dos fases, que afectaron a dos capillas y a dependencias parroquiales.
Fachada trasera, ábside y torre.

LOS DETALLES:
Se trata de un edificio exento, de planta rectangular y orientado hacia el oeste, punto cardinal a donde se orienta su fachada principal. Hacia el este se prolonga el edificio con un ábside de cinco caras exteriores.
Del edificio primitivo nos quedan los muros laterales de la iglesia y dos de las cuatro torres que tuvo, todo ello ejecutado en ladrillo que hoy está visto.  Sobre la torre de la esquina suroeste se levantó en el siglo XVIII el campanario, de estilo barroco, con un remate en chapitel del cuerpo de campanas. También es barroca la fachada principal.
Pocos o casi ninguno son los datos, escritos o gráficos, que pueden consultarse a fin de describir, aunque sea brevemente, como fue aquel castillo. Casi todo lo que encuentro y leo está referido al edificio tal y como hoy lo contemplamos. Por otra parte, describir el interior de la iglesia se aleja del fin de este blog, ya que lo allí existente no es cuestión relacional con la castellología.
Sin embargo encuentro en Castillos de España, de la Editorial Everest, una breve descripción de lo que debió ser:
“La traza se muestra sencilla, organizada en doble muralla concéntrica en torno a una superficie cuadrangular a cielo abierto, con cubos esquineros y barrera exterior con acceso preservado por puente levadizo y posible foso.
Merece la pena señalar la evidente adaptación a la artillería de pólvora con que fue dotado; se registra, al respecto, la existencia de casamatas y bóvedas a prueba de bomba…”
Recurro a esta foto porque subir a la azotea es imposible.
Me fijo pues en el exterior, donde se aprecia un almenado perimetral —que más bien parece un recuerdo de lo que debió ser— que se apoya en una sencilla y doble línea de imposta; los merlones se rematan piramidalmente. Todo el almenado oculta la cubierta del edificio, una azotea transitable.

Curiosa la ventana: enmarcada descentrada en el arco.
El conjunto ofrece unos volúmenes rotundos con muy poca decoración y algunos huecos de reducido tamaño.
La torre que más destaca del conjunto es la situada en su fachada norte, que corresponde a la nave del evangelio, con pequeñas saeteras; las inferiores se enmarcan en arcos de herradura.
El ábside, poligonal de cinco lados, lo forman arcos apuntados en cuyo interior se abren, en tres de ellos y de manera alternativa, ventanales geminados dentro de arcos ojivales. Al igual que en las fachadas laterales, aquí también, el remate superior se resuelve con el mismo almenado.
En la fachada sur ha casi desparecido la torre que sería pareja a la única existente. Sobre ella se levantó una de las capillas que se adosaron a la iglesia en las obras del siglo XVIIII.
 
Nombre:   Iglesia Parroquial de San Antonio Abad o de San Antón.
Localidad: Trigueros
Municipio: El Real de la Jara
Provincia: Huelva
Tipología: Iglesia fortificada.
Época de construcción: siglo XII. Su transformación en iglesia, en el siglo XIII; obras posteriores en los siglos XVIII y XX,

Estado: En buen estado conservación, estando abierta al culto católico.
Protección: Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.
Propiedad: privada, Iglesia Católica.
Uso: religioso, es la iglesia parroquial.
Clasificación subjetiva: 2, o sea, que si se pasa cerca y se va con tiempo pues se acerca uno a verla. Es decir, que se incluirá en una ruta de viaje pero no pasa nada si luego no se visita.
Visitas: Es de acceso libre, en horas de culto. Cuando la visité, Julio de 2020, y a pesar de encontrarla abierta, dos señoras que estaban limpiando me impidieron el acceso. Lo normal en estos casos.

Otras cuestiones de interés: muy cerca del pueblo está el dolmen de Soto, 3.000 años de antigüedad, llamado así por ser el apellido de su descubridor. Está en muy buen estado a pesar de ser tan viejo.
Más moderno es el Puente de Alcolea, un viaducto ferroviario de hormigón armado que forma parte de la línea Zafra-Huelva y salva el río Odiel. Sus trescientos metros de longitud y setenta de altura bien merecen ser admirados. Sustituyó a otro de celosías de hierro.
Cómo llegar: Desde Sevilla hacia Huelva, tomar la autovía A-49, y hacia el kilómetro 75, a la derecha, coger la N-435. En breve se llegará a Trigueros.