martes, 17 de noviembre de 2020

Lagos, fuerte de Ponta da Bandeira

 Leo en una página de la red, en portugués, que este fuerte es A glória das fortificações marítimas do Algarve”, que traducido a mi idioma viene a decir que el Forte de Nossa Senhora da Penha de França (Nuestra Señora de la Peña de Francia), o Forte de Ponta da Bandeira (Punta de la Bandera) y también o Forte del Registro, es la gloria de las fortificaciones marítimas del Algarve. Y la verdad, no es para menos; ni para desmerecer a otros, como es el caso del de la Punta de Sagres. Pero ya llegaremos a él.

Fachada principal.

Fue después de la Guerra de Restauración —España y Portugal, a mediados del siglo XVII, ya sabemos—, cuando en el país vecino cambian las ideas en lo que a estrategia militar se refiere, y sobre todo en lo que concernía con España, por lo que se reforzaron tanto la frontera como el litoral. Sin olvidar, claro, a los piratas berberiscos y corsarios del norte.

Poderosas razones que obligaron a plantearse el refuerzo de las fortificaciones de la ciudad de Lagos, que por entonces era la capital militar del Algarve, así como la construcción de otras nuevas. Y entre aquellas nuevas fortificaciones está la que hoy paseo, aunque sólo por el exterior, que fue mala época cuando la visité —verano de 2020— y el edificio padecía restricciones de acceso. Bueno, exactamente estaba cerrado por la pandemia del momento.


Pero volvamos al asunto: esta fortaleza, construida entre 1680 y 1690, y concebida como una de las más avanzadas de todo el Algarve, se levantó frente a la desembocadura del río Bensafrim, fuera de los muros de la ciudad, para garantizar la defensa del muelle del antiguo puerto de Lagos, Esa posición permitía proteger los flancos este y sureste de la muralla de la ciudad, cruzando fuego con el baluarte de Porta da Vila (la Puerta de la Villa) y con el del Castelo dos Governadores (Castillo de los Gobernadores).

Fue proyectada por el capitán Inácio Pereira, por orden de Luís Lopo da Silveira, 2º Conde de Sarzedas y Gobernador del Reino del Algarve. Y la ejecutó Francisco Luís Baltazar da Gama, 6º Conde de Vidigueira y 2º Marqués de Nisa. El elenco completo.

El terremoto de Lisboa, 1755, le afectó con dureza, al igual que a las demás defensas de Lagos. Inmediatamente, como debe ser, se procedió a su reconstrucción. Aunque poco después su estado presentaba nuevos signos de deterioro, en este caso por la acción de las olas del mar. No fue hasta 1826 cuando fue nuevamente restaurado pues militarmente seguía siendo necesario.

Durante la Guerra Civil (1828-1834), también conocida como Guerra de los Dos Hermanos —absolutistas de Miguel I contra liberales de Pedro IV, y victoria de éste último— o guerras Liberales, fue cárcel de presos políticos.

Su falta de uso lo llevó a un estado de casi ruina, careciendo incluso de la guarnición y artillería necesaria para su defensa. Entre 1956 y 1971 se ejecutaron algunas reformas con el fin de adaptarlo a usos variados: club náutico y sede de la Mocidade Portuguesa. Entre esas reformas, destaca la de 1960 con la reconstrucción del foso.

A finales de la década de 1970, fue adquirido por la Cámara Municipal de Lagos y actualmente es sede de un museo dedicado a los Descubrimientos Portugueses. 

El fuerte desde la playa.

LOS DETALLES:

El edificio, de reducidas dimensiones, es de planta cuadrangular y muros ciegos de altura relativamente pequeña, por lo que presenta un volumen en apariencia discreto. Característica que viene a denotar un idealizado aprovechamiento de la construcción para la guerra pirobalística, fruto del desarrollo de la arquitectura militar portuguesa que, una vez terminada la Guerra de Restauración, se inclinó por la construcción de edificaciones más pequeñas en contra de las anteriores de mayor tamaño. De esas fechas es también su primo el Forte de Meia Praia, situado a pocos kilómetros hacia occidente.


En la obra de José Sande Vasconcellos, Mapa de todas las plazas, fortalezas y baterías del reino del Algarve, encontramos una precisa descripción del edificio, que resumo:


“... es de planta rectangular con dos pisos dispuestos alrededor de un patio principal.

El piso inferior, al que se accede por el lado norte donde se encuentra la puerta de entrada, recoge la casa de mando, los cuarteles y los almacenes. El cuerpo de guardia aparece naturalmente colocado en el eje y en la entrada de la puerta principal.

El segundo piso, a que se tiene acceso por escaleras en el lado sur, era ocupado por las baterías.

En el exterior, a oeste, se abre un foso que se atraviesa por un puente levadizo que comunica con el portón de armas, en cantería."

Foso y puente levadizo.

Estuvo, y está, parcialmente rodeado por un foso, ya lo hemos dicho, que se salva mediante un puente levadizo. Sobre la puerta de acceso, realizada en espléndida sillería, admiramos un no menos magnífico doble escudo de Portugal, y una placa también de piedra, que indica que la construcción la inició Luis Lopo da Silveira y la concluyó Francisco Luís Baltazar da Gama.

Escudos sobre la puerta.

El patio es pequeño pues la mayor parte de la planta la ocupan las dependencias adosadas a los gruesos muros que, en el caso de las orientadas al mar son de mayor tamaño, siendo también ese muro de mayor espesor que los restantes.

Todas las dependencias, cuarteles, almacenes y una capilla, quedan cubiertas por una enorme terraza perimetral a la que se llega sobre un largo patín.  Las que se apoyan en el muro que mira al mar, que es el de mayor espesor, son de mayor tamaño que las de los otros tres lados; sobre su terraza, la más grande de todas, se disponía la artillería del fuerte orientada a levante.

La capilla, dedicada a Santa Bárbara, es del siglo XVIII y está completamente azulejada en su interior; es de una sola nave cubierta con bóveda de cañón, y carece de presbiterio.

Todos sus muros, que son de mampostería y estuvieron enfoscados, se apoyan sobre varias hiladas de sillería. También son de sillería las cuatro esquinas del edificio.

Como curiosidad decir que las garitas que se ven en los vértices del edificio, no son originales, sino que se introdujeron en la restauración realizada en los años sesenta del pasado siglo. Me lo creo porque aparece en numerosos textos, pero así al pronto, parecen originales, no desentonan lo más mínimo. 

Garitas en la fachada norte.

 


RESUMIENDO:

Nombre: Fuerte de Nuestra Señora de la Peña de Francia, o de Punta de la Bandera o del Registro.
Freguesía: San Gonzalo de Lagos (antigua freguesía de Santa María).
Municipio: Lagos.
Distrito: Faro.

Tipología: Fuerte costero.
Época de construcción: Siglo XVII, entre 1680 y 1690.
Estado: En buen estado de conservación, de lo mejor del sur de Portugal.
Propiedad: municipal (Cámara Municipal de Lagos).
Uso: Turístico; sede de un museo y sala de exposiciones temporales, gestionado por el Centro de Estudios Marítimos y Arqueológicos de Lagos
Visitas: Libre el exterior; acceder al interior tiene su precio. Cuando lo visité en agosto de 2020 se encontraba cerrado.

La puerta estaba cerrada.

Protección: está declarado Bien de Interés Público desde 2022 e Inmueble de Interés Público, incluido en la Zona de Especial de Proteção das Muralhas e Torreões de Lagos.

Clasificación subjetiva: 3, o sea, que se incluirá obligatoriamente en una ruta de viaje y se hará todo lo posible por visitarlo. Y es que es un magnífico elemento del paisaje; como todos los castillos, eso es así.
Otras cuestiones de interés: Muy cercano, a dos pasos, está el castillo de los Gobernadores y la ciudad de Lagos, rodeada de un cinturón de murallas y baluartes modernistas. Y a un paseo en coche, Punta Piedade, con su faro, sus acantilados y sus aterdeceres.
Punta Piedade: bajo el palio sonrosado de la luz crepuscular.

Cómo llegar: tras cruzar la frontera por Ayamonte-Villarreal de San Antonio, seguiremos la autovía A-22 hasta la salida 1-Lagos, y de aquí a la ciudad.