Morón de la Frontera, pueblo
situado en el sureste de la provincia de Sevilla, es la población más
importante de la comarca de la Sierra Sur. A Morón se la llama así desde que
los romanos la nombraran Maurorum, o
sea de los moros, por creer que sus
pobladores eran originarios del norte de África. Luego los árabes la nombraron Mauor, que evolucionando llegó al Morón
actual.
Y es de la Frontera porque
formó parte de aquel conjunto de torres y castillos, que configuraron la que se
llamó Banda Morisca, dedicados a defender las tierras reconquistadas. Ese
carácter fronterizo es, al igual que a otros muchos pueblos, el que le dio el
apellido.
De aquel pasado, y sobre un
cerro que domina el pueblo y un amplio paisaje, quedan los restos —que a este
paso y como no se ponga remedio, lo que en breve veremos serán despojos— de lo que tuvo que ser un
fuerte y hermoso castillo; su tamaño y sus ruinas así lo delatan.
Morón desde el castillo; la iglesia de San Miguel en primer término. |
Los árabes edificaron las murallas existentes sobre los restos de las que
levantaron los romanos y después los visigodos.
Antes del siglo XI, Morón ya era una población consolidada y
políticamente importante, llegando a ser capital de una cora —división administrativa de Al Andalus—, convirtiéndose desde
1018 hasta 1066 en uno de los primeros reinos de Taifa que surgieron cuando se
descompuso el Califato de Córdoba. Durante todo ese período tuvo un carácter de
auténtica ciudadela musulmana y un tamaño y estructura típica de alcazaba.
La torre albarrana en su facha sur. |
Pero como no podía ser de otra manera, en 1240 Morón es reconquistada por
Fernando III, el rey Santo —exactamente el 22 de junio de 1240—, y empieza un
ir y venir de propietarios:
—Alfonso X cederá villa y castillo a la ciudad de Sevilla en1253, pero
volverá a la Corona en 1285.
—Reinando Sancho IV otorgará la ciudad a la Orden de Alcántara. El
castillo permanecerá en manos de los alcantarinos hasta 1378, siendo la única
encomienda que tuvieron fronteriza con el Reino de Granada.
—Vuelta a la Corona de Castilla durante el reinado de Enrique II.
—En 1461 pasa a manos de la familia Téllez-Girón, Duques de Ureña, que
administraron la villa hasta la abolición de los señoríos.
Durante todo ese tiempo en el castillo residieron algunos nobles, tales
como los Duques de Osuna o los mismos de Ureña, que lo ocuparían hasta el año
1651.
Para adaptarlo a ese nuevo uso se realizaron reformas y ampliaciones, levantándose
estancias palaciegas que se decoraron profusamente. En su interior también se
construyeron diversas edificaciones de servicio, incluida una iglesia, la de la
Magdalena.
—El castillo estuvo habitado
hasta 1615, en que fue abandonado. A partir de entonces se ve sumido en un
largo proceso de deterioro.
—Durante la Guerra de la Independencia estuvo ocupado por las tropas de
Napoleón que realizaron en él obras de refuerzo importante. Pero siguiendo su
tónica general lo bombardearon en su huida, destruyendo gran parte de la
muralla y algunas torres.
Acceso al castillo por lo que fue la Puerta de Poniente. |
Su actual deterioro proviene en parte del mal uso que se dio durante la
Guerra Civil en el pasado siglo, al ser utilizado como refugio de multitud de
familias que lo ocuparon. Pero sobre todo por el constante expolio y
desmantelamiento sufrido por parte de los lugareños durante largos períodos de
tiempo —siglos XVII y XVIII—. Lo normal en estos casos.
A mediados del siglo XX se demolió gran parte de la ciudadela para
construir un depósito de aguas, y se han hecho algunas construcciones que no
han tenido ningún respeto para con el edificio, destruyendo resto o tapándolos.
Torres junto a la puerta de Poniente. |
Me llama la atención que un
municipio como éste, que posee un castillo de estas proporciones y un pasado
tan significativo, no luzca en su escudo ese mueble heráldico. Lo que me lleva a conocer por qué es un caballo y
no el castillo lo que ocupa el escudo.
Y es que, cuenta la leyenda,
que el 22 de julio de 1240, día en que los cristianos toman la fortaleza, el
caballo del adalid —caudillo—del
castillo se desbocó tras ser abatido su jinete por el infanzón Rodríguez
Gallinato; el animal corrió desbocado hacia la alcazaba, cuyos guardias
abrieron para que entrara el caballo. Momento que fue aprovechado por las
tropas castellanas para acceder al interior y tomar así la fortificación.
Esquina suroeste. |
Pero continuemos con el
castillo:
El cerro sobre el que se asienta el castillo delimita su planta:
ligeramente rectangular, o más bien ovalada, de unos doscientos metros de largo
por cien de ancho. Se configura en dos espacios:
— El más elevado es donde se encuentra la torre del homenaje—conocida
como la Torre Gorda por su desmesurado tamaño comparado con el resto de torres—,
que se eleva prácticamente en el centro del cerro. Su aspecto actual, como el
del resto del castillo, es de un avanzado deterioro presentando la ausencia de dos
pisos que no llegaron a construirse. Fue edificada por los Condes de Ureña y se
sabe que los trabajos fueron paralizados en 1531 por orden del mismísimo
Emperador que, parece ser, no mantenía buenas relaciones con los Téllez-Girón.
En un principio se pensó dotarla de foso pero al igual que con su altura, esta
parte de la obra también quedó incompleta.
Como ya he dicho, su tamaño es desmedido: 23 por 21 metros en planta y un
espesor de muros de casi siete metros —realmente se enfundó la torre existente en
otra mayor—
En esa zona más elevada también
debieron estar la mayoría de las dependencias del castillo y la iglesia.
Fachada este de la Torre del Homenaje. |
Fachada oeste de la Torre del Homenaje. |
—A un nivel inferior y cercando el cerro, discurre la muralla, de la que
aún se conservan seis torres, una de ellas albarrana, y todas de planta
rectangular a excepción de dos situadas hacia el nordeste. Pertenece ese
fragmento a la zona norte; del resto se aprecian las cimentaciones y en algunos
caso los arranques.
Todas las torres de la muralla son macizas hasta la altura de la muralla,
a excepción de una situada en el extremo oeste junto a la puerta del Poniente.
Tuvo cuatro puertas, una orientada al sur, la Puerta de Poniente; otra al
este, denominada del Mediodia; la llamada de Oriente se abría al noroeste; y hacia
el oeste se orientaba la Puerta del Cordón. De todas ellas, sólo la última era
en recodo, las demás tenían el acceso directo.
A la derecha la torre que protegía la puerta del Mediodía. |
Todo el edificio está ejecutado con mampostería de piedra caliza,
presentado escasas zonas de tapial —el poco ladrillo que se colocó está en
algunas verdugadas decorativas—. En las esquinas se utilizaron sillares de
arenisca. Es gracias a estos materiales y al grosor de sus muros, que la
fortificación ha llegado a nuestros días, aunque sea en las malas condiciones
que presenta.
Torre de la fachada norte. |
Resumiendo: a pesar de su
lamentable estado, se puede afirmar que el castillo debió de ser una obra
monumental, de proporciones casi propias de una alcazaba. Una ruina digna de ser paseada.
Nombre:
Castillo de Morón de la Frontera.
Municipio: Morón
de la Frontera.
Provincia: Sevilla.
Tipología:
Castillo.
Época de construcción: siglo
VIII, reformado durante los siglos XV y XVI
Estado: En
pésimo estado de conservación, olvidado y sucio.
Ni siquiera se podría decir
de él que es una ruina consolidada.
Propiedad: Pública,
Ayuntamiento de Morón de la Frontera.
Uso: Ninguno.
Visitas: totalmente
libre, sin trabas para acceder a él.
Protección: Bajo la
protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la
Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.
Está declarado Bien de
Interés Cultural, inscrito como monumento desde el 29-06-1985
Clasificación subjetiva: 3,
o sea, que se incluirá obligatoriamente en una
ruta de viaje y se hará todo lo posible por visitarlo. Pero esto es más bien
por la pena que, generalmente,
produce contemplar unas ruinas y la imaginación que le echo yo a estos lugares.
Cómo llegar: Desde
Sevilla, y en dirección a Málaga por la A-92 desviarse a la derecha a la altura
de Arahal (A-8125). Nos llevará derechito a Morón.
Una vez allí, desde el
centro del pueblo, es fácil y cómodo llegar hasta el castillo en un breve paseo
a través de varios caminos.
Otras cuestiones de
interés: