martes, 2 de agosto de 2022

Portimao, fuerte de Santa Catalina

Siguiendo la costa algarvía, o algarveña, e incluso algarviense, hacia poniente, llego a Portimao, junto a la desembocadura del río Arade y sobre uno de los acantilados más bonitos de esta costa.

Portimao no es población antigua, unos 560 años desde su fundación por Alfonso V (rey portugués, no castellano). Nació con el nombre de Vila Nova de Portimao y el comercio con el norte de África la hizo crecer rápidamente; desarrollo que quedó paralizado con el terremoto de 1755 y que no se vio recuperado hasta finales de ese siglo XVIII gracias a la industria conservera de pescado y de algunos productos agrícolas.

Desde la segunda mitad del siglo pasado, la industria más pujante de Portimao es el turismo, que es lo que nos lleva con frecuencia a visitar sus playas y mirar sus paisajes. Y sobre una de sus playas, está el fuerte que hoy paseo, que, precisamente desde la playa, pasa totalmente desapercibido de tan transformado como están los muros que vigilan el océano. Una pena, pero es lo que hay.

Fachada principal del fuerte.

 

EL FUERTE:


El fuerte de Santa Catalina de Ribamar, asentado sobre una roca alta y escarpada, ocupa una posición dominante sobre la hermosa playa da Rocha, una de las más bonitas del Algarve portugués.

El primitivo —probablemente una almenara— fue mandado construir por don Joao de Castro, en el siglo XVI, con la misma finalidad que se construyeron tantas torres y baluartes a lo largo de la costa sur portuguesa: alertar de la presencia cerca de la costa de piratas e invasores, en general, y en el caso de la fortaleza que hoy paseamos, impedir que esos individuos remontaran el río Arade, con las consecuencias que esa situación tendría entre las poblaciones ribereñas. Frente a él, en la orilla izquierda del río Arade, se levantó poco después el fuerte de San Juan de Arade o de San Juan Bautista —castillo de Ferragudo—, con lo que la protección de su desembocadura, quedaba garantizada.

El castillo de Ferragudo en la otra orilla del río Arade.

Leo, y traduzco del portugués, que el existente hoy se levantó  ...en el siglo XVI esta construcción durante el reinado de D. Joao III o D. Sebastiao sobre las ruinas de un pequeño castillo medieval.

Más tarde, ya en los tiempos en que Portugal formaba parte de aquella unión ibérica que Felipe II había logrado y que se prolongaría hasta 1668 con el fin de la Guerra de Restauración, fue ampliado y reforzadas sus defensas, por lo que podemos decir que la construcción actual data de cuando reinaba en España y Portugal —un rey, dos coronas— el tercero de los Felipes.

El encargado de aquello fue el ingeniero militar italiano Alexandre Massai, que estuvo encargado, entre los años 1617 y 1621, de estudiar y proyectar diversas fortificaciones a lo largo de la costa algarveña.

La terminación de las obras las llevó a cabo el gobernador del Algarve don Luis de Sousa a costa de las finanzas públicas y tambien en parte de algún noble de la villa. Era el año de 1633.

El fuerte se levanta en un pequeño acantilado sobre la playa, donde ya existía una capilla dedicada a Santa Catalina de Alejandría, de la que tomó su nombre. Su privilegiada ubicación hace que también se le conozca como el Mirador de Santa Catalina.

El 1 de noviembre de 1755, como no podía ser de otra manera, sufrió importantes daños a causa del terremoto llamado de Lisboa —diez interminables minutos de temblores— que se dejó sentir en casi toda la Península. Se destruyeron parcialmente los muros laterales, la ermita y algunas de las edificaciones de servicio. La fachada principal no sufrió daños.

Durante parte de los siglos XIX y XX se ubicaron en él los servicios de Policía Marítima y también de la Guardia Fiscal. En 1946 pasó su uso a la Comisión Municipal de Turismo. 

Escalera al baluarte izquierdo.

LOS DETALLES:

El fuerte es de planta trapezoidal, orientándose la base menor del trapecio hacia el mar. En este lado bastaba con la construcción de parapetos de poca altura (barbeta) corridos para artillería. El acantilado ya hacía de defensa natural.

La remodelada muralla, desde la playa, casi un horror.
Fachada principal del fuerte.

El lado mayor es la fachada a tierra, que la forma una sólida muralla de mampostería y sillares en sus esquinas, con dos baluartes en cada lado (un hornabeque), y desde los que también quedaban cubiertas las playas adyacentes y la entrada a la ría del Arade. Este hornabeque es lo único que queda del fuerte original del XVII.

Dispuso de foso en esa fachada y puente levadizo en la entrada, los cuales se han perdido.

Mi Compañía entrando en el fuerte.

Lo más destacable de la fachada es, sin duda, la puerta, ejecutada con jambas y dintel de sillares. A ambos lados de esta, ya en el interior, sendas rampas escalonadas dan acceso a los baluartes, los cuales y por desgracia, se encuentra en un pésimo estado.

Tras la puerta, se accede directamente al patio que está flanqueado por las edificaciones, de una sola planta y tejados a dos y cuatro aguas, que contenían los servicios del fuerte y de los posteriores usos que tuvo. En el centro aún permanece un pozo (¿?).

Patio central del fuerte, al fondo el mar.

A continuación, y separada del patio por una arcada de siete arcos de medio punto, se extiende la explanada —hoy mirador— donde se ubicaban las baterías. Esta es la zona que se remodeló a partir de los años sesenta del siglo pasado.

Dejo aquí la acuarela, correspondiente a este fuerte, dibujada hacia 1790 por José de Sande Vasconcellos incluía en su libro “Mapa de todas las plazas, fortalezas y baterías del reino del Algarve”.


Qué mal aspecto tienen las terrazas de los baluartes.


RESUMIENDO:


Nombre: Fuerte de Santa Catalina o Mirador de Santa Catalina.
Municipio: Portimao
Provincia (distrito): Faro, El Algarve.
País: Portugal
 
Tipología: Fuerte costero.
Época de construcción: siglo XVII.
Estado: En buen estado, gracias a las obras de reparación realizadas en las edificaciones originales: fachada, baluartes patio y edificaciones laterales.
Es de lamentar las intervenciones que se realizaron en la segunda mitad del siglo pasado, tendentes a hacer un uso turístico del mismo, con la ejecución de rampas y escaleras insertadas en el acantilado a fin de acceder desde él a la playa.
La lamentable remodelación de la muralla.

Propiedad: Pública, estatal.
Uso: Hoy es un excelente mirador sobre la playa de Rocha, y también camino de acceso a ella. Se puede decir que su uso es netamente turístico, por lo que ha perdido, en parte, la identidad histórica y la percepción que como monumento se pueda tener de él. Sobre todo en la zona que mira al mar que es en la que más se ha intervenido.
Visitas: Totalmente libre, ya que es lugar de paseo y paso hacia la playa y al puerto deportivo.
Protección: Está declarado Bien de Interés Público el 29 de septiembre de 1977.

Clasificación subjetiva: 2, o sea, si se pasa cerca y se va con tiempo pues se acerca uno a verlo. Es decir, que se incluirá en una ruta de viaje pero no pasa nada si luego no se visita.
Pero si se recorre el Algarve, cuestión casi imprescindible, dada su belleza y cercanía, pues uno se da una vueltecita por el fuerte y desde arriba se mira el mar. Que para eso está.
Otras cuestiones de interés: Las playas, laplayas y muchas cosas más; enfrente Ferragudo y muchos otros castillos y fuertes.
Cómo llegar: Una vez en Portimao buscar el Largo de la Fortaleza o la Avenida Tomás Cabreira.