martes, 24 de enero de 2023

Mijas, torre de Calahonda, Calahorra o torre Lancón

De poniente a levante, ésta es la primera torre almenara que encontramos en el término municipal de Mijas, o sea, la más próxima a Marbella por lo que debe tener enlace visual con la torre de Ladrones, que es la más oriental de las torres marbellíes.

Su construcción tiene el mismo origen que las demás torres de la costa malagueña, a excepción de la de Lance de las Cañas —Marbella—, la Vieja de la Cala del Moral —Mijas— y la torre Moya —Benajarafe, Vélez-Málaga—. Además de su diseño y temporalidad, por supuesto.

La torre de Calahonda, que también fue llamada torre Lancón y Calahorra —este segundo nombre, según algunos autores, viene de la confusión con otra (¿?) de origen árabe—, se levanta  sobre un pequeño promontorio y a pocos metros del mar, adornando de manera única el jardín de una propiedad privada.

La actual fue construida en el siglo XVI, como fruto de la política llevada a cabo por los Reyes Católicos de reforzar la costa andaluza ante los ataques de turcos y piratas berberiscos. Y en especial la costa malagueña, muy diferente a otras, dada su topografía y su sinuoso relieve. Cierto es que el trabajo se prolongó en demasía, que hasta en tiempos de Carlos III se construyeron torres.

La torre ya figuraba en unas Instrucciones de 1497, pero con el nombre de la Calahorra (¿?), palabra de origen árabe que designa a la torre que en una fortaleza destaca de las demás por sus mayores proporciones; es por esa definición por lo que me hace dudar que esta torre que hoy paseo se hubiera llamado así. Seguramente aquellas Instrucciones estaban refiriéndose a otra. Pues en 1571, Antonio de Berrio y Luis Machuca escribieron que “...a pesar de la importancia de aquel paraje del partido de Málaga, no tenía torre ni estancia...” por lo que aconsejaron su construcción.

En 1574, el albañil Bartolomé Pérez recibió del Capitán General del Reino de Granada, Francisco de Córdoba, la cantidad de 88.750 maravedíes para su construcción, la cual se terminó un año después, en agosto de 1575, con un coste de 560 ducados de la época.

Imposible llegar hasta la torre.

(Paréntesis justificativo:

Me es difícil cuantificar valores de aquellas monedas, y muchos menos hallar su conversión a las posteriores y a la actual. Hemos de tener en cuenta que todas ellas tuvieron distintos valores a lo largo de los tiempos e incluso, como dice el DRAE en el caso del maravedí, fue efectiva unas veces y otras imaginaria.

En cvc.cerventes.es leo que el ducado castellano fue moneda de oro creada por los Reyes Católicos, con un valor de 375 maravedíes, por lo que si la torre se finalizó con un coste de 560 ducados (560 x 375 = 210.000 maravedíes), y si al  tal Bartolomé le entregaron 88.750 maravedíes para construirla (88.750 / 375 = 237 ducados, aproximadamente), algo no cuadra en el cierre económico de la obra.)

La torre estuvo en servicio desde su construcción hasta las primeras décadas del siglo XIX, y son numerosas, al igual que sus compañeras de atalayeo, las menciones que de esta torre se hacen en documentación —informes, reglamentos, relaciones, derroteros, etc., todo ello según Antonio Gil Albarracín en Documentos sobre la defensa de la costa del Reino de Granada (1497-1857) — de las distintas épocas que la ha tocado vivir. A saber:

1726,  “la torre Calaonda necesitaba hacerle una porción de parapeto, una ladronera, revocándola exteriormente e interiormente su bóveda y hacerle su puerta”. Se presupuestó todo en 1050 reales de vellón.

1740, se señala que la conveniencia de situar en la torre un cañón de pequeño calibre y dos pedreros, dotándola de un cabo y seis soldados.

1764, “la torre de Calaonda, la más occidental del partido de Mijas”, disponía de un cabo y tres torreros de dotación.

1759, “la torre de Calahonda, última del término de Málaga hacia Poniente”, se hallaba por entonces en buen estado, aunque se presupuestaron 60 reales de vellón para diversos reparos.

1762, Antonio María Bucarelli informó que “la Torre de Calahonda se hallaba en mediano estado y podía tener dos cañones de a 4 libras”.

1765, Esteban Aymerick informó que en “la torre de Calaonda, para instalar dos cañones de a 4 libras, era necesario reforzarle su bóveda, hacerle lugar común y otros reparos”, que fueron presupuestados en 1500 reales de vellón.

1767, el Plan General de Obras de ese año señalaba que “la torre de Calahonda, necesitaba reforzar su bóveda y rebajar el parapeto a la altura de su barbeta para admitir los dos cañones de a 4 libras de su dotación y otros reparos”. Se presupuestó la obra en 500 reales de vellón.

1773, Ramón de Nabas informó que la torre se encontraba en buen estado. Tenía instalados 2 cañones de a 4 libras.

1781, Gózar escribió que “la torre de Lancón necesitaba 700 reales de vellón para sus reparos”.

1783, Joaquín de Villanova informó que “la Torre Lancón necesitaba 8 fanegas de cal, unos ladrillos y una cerradura para su reparo”. Se presupuestó todo en 150 reales de vellón.

1787, queda anotado en un derrotero que  la torre de Cala Honda o Calahonda está próxima a una punta rasa, aunque en terreno alto”.

1821, Juan Pérez señaló que la Torre Atalaya de Calahonda necesitaba pequeños reparos que presupuestó en 400 reales de vellón.

1830, Mauricio Rodríguez de Berlanga describió la torre vigía de Calahonda “a 40 varas del mar”, sin referir nada acerca de su estado; su dotación era de un cabo, tres torreros y cuatro soldados que se cobijaban en una barraca próxima.

1849, Miguel de Santillana indicó que la Torre vigía de Calahonda, “a 60 pies del mar”, tenía figura circular y se hallaba deteriorada; sus torreros disfrutaban de 12 fanegas de tierra y en su inmediación había tres chozas que ocupaban respectivamente los carabineros, el cabo torrero y un particular.

1857, “la torre vigía de Calahonda se encontraba a 40 varas del mar, con forma cilíndrica de 26 varas de circunferencia, encontrándose en mediano estado y falta de reparos”. El proyecto de estaciones telegráficas establecido en 1857 la incluyó como una de las mismas.

Los derroteros de 1860, 1873 y 1906 señalan que la Torre Blanca de Calahonda se halla en alto, próxima a una punta rasa, mientras que el de 1945 vuelve a indicar la Torre de Cala-honda a secas.

Por último, el derrotero de 1991 anota la existencia de la Torre de Calahonda pegada a la orilla sobre una punta.

Y también, complicado fue verla.

 

LOS DETALLES:

Es de planta circular, 7’35 metros de diámetro, y forma troncocónica; su perímetro es, aproximadamente, 23’16 metros, alcanzando una altura de 10’20 metros. En el terrado el diámetro es 5’85 metros, por lo que su éntasis es muy ligero, 0’75 metros.

Su acceso es a través de una puerta que se sitúa a 6’10 metros del suelo, siendo a esa altura donde está la única cámara que dispone; hacia el sur se abre otro hueco, más pequeño que el de la entrada, para iluminación interior y oteo del horizonte. El primer cuerpo es macizo.

Desde esa estancia se sube a la terraza a través de una escalera interior. El parapeto, a barbeta, recto y no almenado, tiene cegados los huecos de los originales matacanes —uno por cada hueco—, que no fueron respetados en su restauración.

Está ejecutada en mampostería, con un aparejo poco acertado, al menos después de su restauración; no se utilizaron ladrillos. Posiblemente estuvo totalmente enfoscada, cosa común en estas edificaciones. 


Antes de su restauración (de malaga.es).


RESUMIENDO:

Nombre: torre de Calahonda
Localidad: Cala de Mijas
Municipio: Mijas
Provincia: Málaga

Tipología: Torre almenara costera.
Época de construcción: siglo XVI, en 1575; aunque hay datos, algo confusos, que la sitúan un siglo antes. A lo largo de los tiempos ha tenido restauraciones y reformas.
Estado: Ex-ruina consolidada tras su discutible restauración. Se han usado piedras y mortero de distinto tono a los originales, por lo que el contraste es excesivo.
Propiedad: Privada, se encuentra dentro del jardín de una vivienda en la Urbanización doña Lola de Mijas Costa.
Uso: aparentemente, ninguno; es un perfecto ornamento del jardín donde se levanta.
Visitas: supongo que sólo es accesible a los familiares y amigos de los dueños de la finca.
Protección: Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 de 25 de junio sobre el Patrimonio Histórico Español.
La Junta de Andalucía otorgó reconocimiento especial a los castillos de la comunidad andaluza en 1993.

Clasificación subjetiva: 2, o sea, si se pasa cerca y se va con tiempo pues se acerca uno a verlo. Es decir, que se incluirá en una ruta de viaje pero no pasa nada si luego no se visita. En este caso la observé desde la calle más cercana, no fui a la playa, que no había mucho interés por parte de la Compañía.
Cómo llegar:


martes, 10 de enero de 2023

Marbella, torre del Duque

La torre del Duque está en el municipio de Marbella, en unos jardines junto a la glorieta que da entrada a Puerto Banús y entre los ríos (¿?) Verde y Guadaiza, totalmente descontextualizada, que diría el moderno, y casi invisible para el viandante.

Es la segunda atalaya de la costa marbellí que encontraremos si viajamos de poniente hacia levante: entre las torres de Las Bóvedas y la de Ancón, y es de suponer que desde la que hoy paseamos existe conexión visual con las dos anteriores. No hace falta decir que no he tenido oportunidad de comprobarlo, ni siquiera he podido entrar en los jardines donde se haya, así que mucho menos subir  a su terrado. Y si así hubiera sido, he de suponer que, teniendo en cuenta la multitud de edificios que existen por estas latitudes, y que la torre se encuentra en llano, difícilmente se podrán divisar aquellas dos torres.

Reconozco que poco de ella he visto, apenas seis fotos desde las inmediaciones he podido hacer, pero las suficientes han sido como para dejar aquí constancia. Eso y algo de búsqueda en la red me bastarán. Voy a ello.



LA TORRE:

Su nombre le viene del Duque de Arcos, D. Rodrigo Ponce de León, militar sevillano con una larga retahíla de títulos que sirvió a las órdenes de los Reyes Católicos hasta la toma de Granada. El pobre hombre murió poco después, por lo que apenas si pudo gozar de las mieles de esa última victoria. Eso sí, murió podrido de tierras y fortuna.

Esta torre es una herencia del sistema nazarí de defensa costera de entre los siglos XIII al XV. El duque, seguramente, la remozó una vez conquistada Marbella —en 1485— pues “era caballero al que placía mucho la geometría de labrar y reparar castillos, casas, cercas y fortalezas”, según leo que dijo un tal Andrés Bernáldez. 

En 1565 volvió a ser restaurada, concretamente la azotea y su pretil, añadiéndosele una garita. Y así, restauración va restauración viene, durante más de doscientos años la torre estuvo en uso, apareciendo en todos los informes, derroteros, relaciones, planes  y reglamentos que sobre las fortificaciones costeras se realizaron.

Los últimos derroteros en los que se la mencionan dicen de ella que “es un prisma de planta cuadrada con 4,20 metros de lado, sobre una zarpa de 0,70 y altura de 10 metros, con la puerta de acceso a 7,20 metros, conserva canecillos de los matacanes que debió tener” (1945), y también que “es de planta cuadrada, con su parte alta medio derruida, rodeada de un pinar, con un pequeño chalet situado 75 metros al Oeste” (1991).

 

LOS DETALLES:

La torre es un prisma de planta cuadrada, 4’20 metros de lado tiene en la base que se asienta sobre una zarpa —no un zócalo, que son elementos distintos— de 70 centímetros de altura. La altura total de la torre, actualmente, es de 11’30 metros desde la zarpa. Casi dos tercios de la torre son macizos, teniendo sólo una planta más el terrado.

A 6’70 metros del suelo, y en su cara norte, se encuentra la puerta de acceso, por lo que se debía utilizar una escala de cuerda o de madera que, una vez usada, se recogía en el interior de la torre; circunstancia común en casi todas las torres almenaras. Sobre la puerta se ha reconstruido la ladronera que la protegía.

A través de la puerta se llega a una única cámara que, hacia el sur, presenta otro hueco. Estuvo cubierta por una bóveda de cañón de ladrillo y tuvo chimenea y una escalera para subir al terrado.

(de miscastillos.blog)

Los materiales utilizados en su construcción fueron la mampostería y el ladrillo en esquinas y formación de los huecos. Temboury, en su libro Torres almenaras (Costa Occidental), 1975, dice:

 “La piedra —que se alterna en la construcción con el ladrillo— está colocada en hiladas horizontales; es pequeña, de entonación clara, aunque abundan los cantos rodados oscuros, tal vez procedentes de la basílica de San Pedro de Alcántara; igual procedencia cabe atribuir a un ladrillo grande conservado en el dintel del hueco de ingreso”.
Todas sus caras estuvieron enfoscadas.



RESUMIENDO:


Nombre: Torre del Duque
Municipio: Marbella.
Provincia: Málaga.

Tipología: Torre, torre almenara.
Época de construcción: siglos XIII al XV. Restaurada en 1985.
Estado: En buen estado, ha sido restaurada recientemente. Dejo aquí fotos encontradas en la red de su estado anterior.
Propiedad: Pública, del Ministerio de Obras Públicas, o de Fomento, o de Movilidad; no sé, que el nombre va cambiando constantemente.
Uso: ninguno, aparentemente. Como tantos otros monumentos, está allí para ser mirada.
Visitas: acceso libre en el entorno. He de suponer que la entrada a los jardines donde se ubica estará reservada a los clientes del hotel.
Protección: Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 de 25 de junio, sobre el Patrimonio Histórico Español.
Fue declarada Bien de Interés Cultural.

Estado de la torre antes de su restauración (de rosaverde.com)

Otras cuestiones de interés:
Puerto Banús está, literalmente, a dos pasos.
Cómo llegar: