martes, 30 de abril de 2019

Almadén de la Plata, castillo de Almadén

Camino hacia el norte, y siguiendo la senda que desde hace siglos llaman la Vía de la Plata —lo de Ruta de la Plata no me gusta nada y ya la redundancia de Ruta de la Vía de la Plata: inaguantable— llego y paseo hoy por uno de los paisajes, sino el que más, que me emocionan con mayor intensidad y que me obligan a afirmar que vivo en uno de los lugares más hermosos de mi país.
Llego, mejor dicho llegamos, a Almadén de la Plata, en la Sierra Norte de Sevilla; pueblo enclavado en pleno Parque Natural:

Bellísimo paraje que ya frecuentaron en la antigüedad gentes como los iberos y los tartessos. También los griegos y fenicios que se aventuraron a subir desde la costa. Y todo ello por los yacimientos de plata y cobre de la zona.
Después llegaron los romanos para explotar las canteras de mármol, material que fue muy empleado en la ciudad de Itálica.
Por las mismas razones también estuvieron por aquí los árabes, que llamaron al lugar Al Medin Balat, las minas de la calzada, topónimo que ha derivado en el actual, Almadén, al que sigue el material de aquellas minas, completándose en Almadén de la Plata.
Los árabes la fortificaron y la perdieron a manos de caballeros de la Orden de Santiago a la orden del rey Fernando el Santo. Éste les concede Carta de Puebla y escudo con castillo y león. Doscientos años después los Reyes Católicos proclaman su lealtad a la corona.
Por entonces, y durante la construcción de la Catedral de Sevilla, las canteras del lugar aportaron piedra para la Capilla Real.
Y el 8 de marzo de 1526, el Emperador cenó y pasó la noche en este afortunado pueblo. Iba camino de Sevilla, donde se casó con Isabel de Portugal tres días después.

Este último hecho, la cena y pernoctación de Carlos I, es razón suficiente e incluso única, para que Almadén de la Plata esté en la Historia. Pero no por ello he de olvidar su castillo —o lo poco que de él queda—. Así que vamos a por él.

De origen islámico, y antes romano, el castillo como tal conocemos fue construido a mediados del siglo XIV, para completar la Banda Gallega, y así defender las tierras del reino de Sevilla de portugueses y caballeros de órdenes religiosas con intenciones bélicas. A partir del siglo XV pasó a depender de la jurisdicción de la ciudad de Sevilla.

Antes cumplió la doble misión de vigilar la Vía de la Plata y proteger las minas existentes —se dice que hubo una en el lugar que hoy ocupa la iglesia de Santa María de Gracia—; de ahí su ubicación en una cota no muy elevada.
En el siglo XVIII se utilizaron los restos del castillo para la construcción de un pósito municipal —edificio destinado al almacenaje de cereales procedentes de las cosechas de los lugareños, desde donde más tarde los podrían retirar previo descuento de las cantidades correspondientes a los impuestos— y también cárcel. Se remodeló añadiéndose la arcada de ladrillo de la fachada.
A mediados del siglo XX se parcelaron gran parte de los terrenos ocupados por el castillo, y se vendieron dichas parcelas para la construcción de viviendas. De esta manera se perdieron muchos e importantes datos del edificio que quedaron entre los cimientos y medianeras de las viviendas que conforman la manzana que ocupó el castillo.
En 1997 se hicieron obras de recuperación de algunos elementos constructivos, incluido el pósito, para su adaptación y uso por parte del ayuntamiento como sede del Consistorio.

De pequeño tamaño, el castillo de Almadén de la Plata tuvo Torre del Homenaje, algunas torres de flanqueo y aljibe.
La primera es lo más significativo que hoy podemos contemplar, aunque reconstruida hasta la altura que se cree tuvo la original. También un lienzo de muralla en el interior del actual edificio y parte de otra torre, llamada del Cubo, que hace esquina con la calle Abades, desde donde continúa otro trozo de lienzo.
Tuvo la entrada por la torre del Homenaje, que luego fue la del pósito, donde ahora se ven tres huecos que simulan ser troneras.
  
Nombre: Castillo de Almadén de la Plata
Municipio: Almadén de la Plata.
Provincia: Sevilla

Tipología: Castillo
Época de construcción: siglo XIV —aproximadamente en 1350—.
Estado: En relativo buen estado la torre y poco más. Al fin y al cabo, su integración en el edificio consistorial ha hecho que se conserven esas pocas piedras.
Propiedad: Pública.
Visitas: totalmente libre, ya que son oficinas públicas. Excepto en domingo que es cuando fui.
Protección: Está declarado bien de Interés Cultural por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía desde el 25 de junio de 1985.
En 1993 la Junta de Andalucía otorgó reconocimiento especial a los castillos de la Comunidad Andaluza.

Clasificación subjetiva: 2, o sea, que Si se pasa cerca y se va con tiempo pues se acerca uno a verlo.
Cómo llegar: Lo más fácil, y así se tiene la posibilidad devisitar otros castillos, es que desde Santa Olalla del Cala (N-630, A-461, E-803), se tome la carretera SE-177 hacia El Real de la Jara, y desde aquí a Almadén de la Plata.


Otras cuestiones de interés: Recorrer la Sierra Norte de Sevilla y admirar el paisaje. Que ya es bastante.


martes, 16 de abril de 2019

Monesterio, castillo de Las Torres.

Traigo hoy a mi Casa de la Tercia un castillo que descubrí por sorpresa cuando, desde una de las torres del de El Real de la Jara, disfrutaba del paisaje adehesado que hermana la Sierra Norte de Sevilla y el sur de Extremadura. Me sorprendió su existencia pues, además de desconocerlo, no comprendí en ese primer momento el por qué fue levantado, tan próximo al de El Real de la Jara, y no tan alejado del de Santa Olalla.
El castillo de las Torres desde el de El Real de la Jara.

Está el castillo en un lugar singular, un paraje conocido como el Baldío de Calilla, a apenas un kilómetro de El Real de la Jara pero ya en el término municipal de Monesterio que se encuentra a más de veinte. Casi mojándole los cimientos discurre el arroyo del Víbora y junto a su puerta asa el camino que une esas dos poblaciones y que forma parte de la Vía de la Plata, la auténtica.
La Vía de la Plata —el Camino de Santiago— cruzando el arroyo.


EL CASTILLO: 
Se desconoce totalmente cuando se levantó, quien lo hizo o mandó hacer y para qué. Pero se podría especular un poco y exponer que sus características nos llevan hacia el siglo XIII o el XIV, y que su ubicación —en pleno llano y a apenas cincuenta metros de la Vía— sugiere que fue levantado para ser lugar de albergue y amparo a los ganaderos trashumantes y otros viajeros que transitaban por la cercana vía. Pensar que la función de su construcción fuera la defensa de la frontera sur de Castilla chocaría con la propia existencia del muy próximo de El Real de la Jara, mejor posicionado en el entorno.

El castillo desde el sur.


LOS DETALLES: 
El castillo se edificó sobre una leve loma rocosa que le sirve de cimentación casi superficial. Es de planta ligeramente trapezoidal, quedando sus vértices orientados a los puntos cardinales. De su primitiva estructura apenas se sostienen los cuatro torreones cilíndricos en sus esquinas y unos muros de tosca mampostería. Todas las torres están desmochadas habiendo perdido gran parte de su volumen. De las cuatro, la más alta es la que se orienta hacia el sur, la cual aún conserva la escalera de acceso a la azotea. Todas son macizas hasta la altura del adarve.

El castillo visto desde el noroeste.

La puerta se sitúa en el muro suroeste, enfrentada al camino; este muro presenta un desmesurado espesor, por lo que se puede suponer que se trata del arranque de una torre. De ella se observa el ladrillo de sus elementos y la bóveda ojival que la cubre. En su interior, un patio de apenas quinientos metros cuadrados y los restos de lo que fue un aljibe cerca de la puerta.




RESUMIENDO: 
Nombre: Castillo de las Torres.
Municipio: Monesterio.
Provincia: Badajoz.

Tipología: Castillo-casa fuerte.
Época de construcción: siglos XIV-XV, o tal vez posterior (origen oscuro).
Estado: En ruina progresiva. Y sin atisbo alguno de recuperación.
Propiedad: Privada
Visitas: totalmente libre el entorno, pero la finca está vallada por lo que es accesible siempre y cuando se salte la valla, cosa que no hice en ninguna de las dos ocasiones que he paseado por esos caminos —mayo de 2006 y abril de 2019—.
Protección: Incluido en la Declaración Genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre Patrimonio Histórico Español.

Clasificación subjetiva: 2, o sea, que Si se pasa cerca y se va con tiempo pues se acerca uno a verlo, por ejemplo si estás en Santa Olalla de Cala o en El Real de la Jara. Si se hace el camino de Santiago por la Vía de la Plata, es inevitable verlo.
Cómo llegar: Desde la N-630, o la A-66 (E-803) a la altura de Santa Olalla de Cala, tomaremos la A-5301 (SE-177) en dirección a El Real de la Jara. Una vez allí buscaremos, hacia el Norte, la salida del pueblo que coincide con la Vía de la Plata —señalizado el Camino de Santiago— y en pocos minutos se cruzará el arroyo del Víbora y el castillo estará a la vista.


Miliario moderno.

Otras cuestiones de interés: me llama la atención que un edificio como este se encuentre en tal estado de ruina y abandono. Y me parece lamentable que sea así sobre todo por el lugar que ocupa en el paisaje: junto a tan importante camino, la antigua Vía de la Plata y que hoy es un frecuentado camino de Santiago. Más le valdría a quien le corresponda poner en valor tan singular monumento y su entorno, o al menos consolidar la presente ruina.

































sábado, 13 de abril de 2019

Glosarios: Iglesias, Catedrales y demás

ABADÍA:
El monasterio que era regido por un abad o abadesa.

ÁBSIDE:
Es una palabra derivada del latín “absis, absidis”, que viene a significar arco o bóveda, y que en arquitectura es la zona abovedada de un templo que sobresale al exterior en la fachada que corresponde en el interior con la cabecera, es decir, la fachada posterior.
Su planta es semicircular, en el románico, y poligonal en el gótico. Siempre estaba cubierto por una bóveda.
No confundir nunca la cabecera de una iglesia con la entrada, que en las de planta de cruz latina, ésta está en los pies y la cabecera en el lado opuesto.
En definitiva, que normalmente se denomina ábside a toda la cabecera de una iglesia, y es el lugar donde se instalaban el altar y el presbiterio.
Planta de una iglesia, la parte sombreada corresponde al ábside.

ABSIDIOLO:
Es una capilla absidial, es decir un ábside más pequeño que el principal y que generalmente está anejo al principal y comunicado con él.
Estas capillas suelen ser siempre en número impar (esto lo he leído, porque nunca se me ha ocurrido contarlos).
Planta de una iglesia, la parte sombreada corresponde a los absidiolos.

ALJAMA:
Se denominaba así a la mezquita mayor de la población. En ella se realiza la oración ritual del viernes, a la que estaban obligados a asistir los musulmanes varones, ya que tenía un importante significado político, puesto que era cuando se hacía la adhesión al califa gobernante en cuyo nombre se pronunciaba ese día la oración.
Pero no sólo era la mezquita principal de una población, sino que se denominó también de esta manera a los edificios dedicados al culto judío, las sinagogas.
Por extensión, se llamó así a las comunidades tanto musulmanas como judías y a los barrios donde residían.




ALMINAR:
Es la torre de las mezquitas, generalmente elevada y estrecha, desde la cual el almuédano convoca a los fieles a la oración.
También palabra árabe, “al-manar”, el faro. Evidentemente, muy relacionada con la anterior.


ARBOTANTE:
Es un arco exterior que describe un cuarto de circunferencia y cuya misión es la de contrarrestar los empujes de las bóvedas de las naves de un edificio.
En su extremo inferior se apoya en un botarel y por su extremo superior contrarresta el empuje de algún arco del edificio o de una bóveda.

ARCOSOLIO: Arco que, a manera de nicho, alberga un sepulcro generalmente incrustado en la pared. Su uso aparece en la época imperial romana.

ARQUIVOLTA:
Cada no de los arcos con que está decorada una portada.
En las iglesias, debido al espesor de sus muros, las arquivoltas se escalonan formando un abocinamiento de la puerta.

ATRIO:
El espacio, cubierto o descubierto, normalmente rodeado de un pórtico, situado a la entrada de algunos edificios, generalmente iglesias o palacios.
En las antiguas casas romanas era la sala principal de la vivienda, desde la que se accedía al resto de dependencias.

BANCO, predela:
La parte inferior de los retablos de las iglesias, donde se apoya el mismo.
Si el banco estaba formado por dos pisos, el inferior se llama sotabanco.


BAPTISTERIO:
Es el edificio próximo al templo, anexo o exento, de pequeño tamaño, donde se administraba el sacramento del bautismo.
También la pila bautismal.


BASÍLICA:
Iglesia, pero el edificio, que por su antigüedad o grandeza tiene importancia dentro de la comunidad cristiana.
Durante las épocas griega y romana, se llamaba así a algunos edificios públicos situados en el foro. Con el auge del cristianismo, estos edificios se utilizaron para actos litúrgicos.
Posteriormente, el término basílica catalogó a las iglesias que gozaban de privilegios y cierto reconocimiento dentro de la comunidad cristiana, llegando a ser un referente arquitectónico y religioso.

BORJE, botarel:
Cuando el contrafuerte era cilíndrico.
Ver y leer contrafuerte que allí queda explicado y viene a ser lo mismo.

BOTAREL, borje:
Típico de la arquitectura gótica, es la parte del contrafuerte que, separada del muro, recibe el empuje del arbotante. Normalmente se le remata con un pináculo.

BÓVEDA:
Es una obra de fábrica curva, que cubre el espacio comprendido entre dos o más muros o varios pilares.

CABECERA:
El testero de la iglesia o parte en que se halla el altar principal.


CAN, ménsula, modillón:
Cabeza de una viga que, que sobresaliendo por la parte exterior del muro, sostiene la cornisa.
Pero con más frecuencia, se denomina así a las piezas largas de piedra labrada con molduras que, insertas perpendicularmente en el muro, sobresalen en uno de los paramentos para sujetar aleros, matacanes, vigas, etc. Solían esculpirse con molduras.

CANECILLO, can, modillón:
Generalmente se denominan así los canes que soportan el alero en algunas iglesias y que presentan en muchos casos esculturas sobre temas muy variados y no necesariamente religioso.
O sea, un can pequeño; así que leer lo de más arriba.

CAPILLA:

Edificio contiguo a una iglesia, o parte integrante de ella, con altar y una advocación particular.
Este tipo de edificación se prodigó en el interior de los castillos, en principio para uso exclusivo de los habitantes del mismo. Con el tiempo los servicios religiosos se ampliaron a la población.
En muchos castillos se observa la existencia de ventanas o espacios privados desde donde los señores seguían los actos litúrgicos sin mezclarse con sus vasallos.


CATEDRAL:
Es un templo cristiano en la que tiene su sede o cátedra episcopal el obispo —cátedra episcopal es desde donde el obispo dirige a la comunidad cristiana—.
Posee el carácter de iglesia principal de la diócesis y en ella también está la sede del cabildo.

CELDA:

Según el DRAE, en su tercera acepción, "aposento destinado al religioso o reliosa en su convento". 
Es decir, las estancias de los frailes y monjas en los conventos y monasterios.

CENOBIO, monasterio:
La casa o el lugar donde viven en comunidad los monjes. Generalmente se encontraban alejados de los núcleos de población.
El DRAE no es muy explícito y dice sólo monasterio.


CIMBORRIO:
Torre de planta poligonal, aunque también cilíndrica, elevada sobre el crucero de las iglesias, que sirve de base a la cúpula y descansa inmediatamente sobre los arcos torales.

CLAUSTRO:
Galería cubierta que rodea el patio interior principal de un convento o de una iglesia, formando generalmente un cuadrilátero con un jardín. Suele estar adyacente a la iglesia y formando parte de un complejo mayor.
Al ser el espacio común entre las distintas dependencias de un monasterio, es el lugar de meditación y paseo.

COLEGIATA:
También denominada iglesia colegial, es el templo católico que posee cabildo —capítulo con canónigos y sus liturgias— sin ser catedral.
Su máxima autoridad es el deán, aunque también pueda llamársele abad o prior.


COLUMNA:
Elemento vertical, de sección generalmente circular, cuya misión es transmitir cargas de una planta a la inmediata inferior.
Consta de basa, fuste (que puede ser monolítico o no) y capitel.
Aparte de la función técnica, su empleo es eminentemente ornamental.

CORO:
Es el sitio de la iglesia donde los monjes, sacerdotes u otros, se sitúan para cantar durante los oficios.
A lo largo de la historia de la arquitectura, su ubicación dentro del templo ha sufrido diversas variaciones; cuando se situaba en la nave central quedaba aislado mediante un cerramiento.


CRIPTA:
La parte subterránea de una iglesia, generalmente utilizada para enterramientos.


CRUCERO, transepto:
Espacio en que se cruzan la nave central de una iglesia y la que se atraviesa.


DEAMBULATORIO, girola:
Pasillo que rodea por detrás el presbiterio o capilla mayor, prolongando las naves laterales. Es un elemento propio de la arquitectura románica y gótica, y por extensión a los templos de cualquier estilo.
Este espacio fue concebido para que los peregrinos pudieran acceder a todas las capillas del ábside sin interrumpir los actos litúrgicos que se estuvieran celebrando en el altar mayor del templo.

ERMITA:
Capilla o santuario, generalmente pequeño y situado por lo común en zonas despobladas. No suele tener culto permanente.
Son muy numerosas, tanto que, se podría decir, no hay pueblo en nuestro país que no tenga alguna.
Muchas de ellas se fortificaron con la ejecución de algunos elementos defensivos, por lo que pueden aparecer en cualquier catálogo de castillos.

ESPADAÑA:
Pared elevada sobre la fachada de una iglesia y que sirve de campanario. Suele poseer uno o más vanos donde se sitúan las campanas.

ESPIGA:
Se denomina así a la calle central de un retablo que, generalmente, es más ancha que las demás.

FRONTISPICIO:
La fachada delantera o principal de un edificio.
También, el frontón o remate triangular de una fachada.

GABLETE:
En las portadas de edificios góticos, el remate a modo frontón triangular con el vértice muy cerrado. A diferencia del frontón, no se corresponde con las vertientes de la cubierta.
Es un elemento muy característico del gótico, no teniendo otra misión que la meramente ornamental.


GÁRGOLA:
Caño o canal para desagüe del agua de lluvia de los tejados que en ocasiones se decora con figuras zoomórficas, generalmente de carácter fantástico.
Es un elemento que comienza a usarse a partir del siglo XII y es típico de la arquitectura gótica.

GEMINADO:
Se denomina así a los vanos, ventanas, columnas o arcadas, agrupados y dispuestos de dos en dos.
Ver también ajimez.

GIROLA, deambulatorio:
Sinónimo de deambulatorio, pero girola es una palabra más bonita.
Nave o conjunto de naves dque en la arquitectura románica o gótica circundan el altar mayor, rodeadas por el ábside, y, por extensión, las mismas naves en iglesias de otros estilos.


IGLESIA:
Término procedente del vocablo griego ecclesia, que significa asamblea y que tiene varias acepciones.
Aquí procede su definición desde el punto de vista de la arquitectura. Se trata pues, de la edificación —templo cristiano, a secas, lo define el DRAE— donde se desarrollan cultos y servicios religiosos cristianos. En su interior se conservan imágenes y reliquias que son adoradas por los fieles.
Según su importancia institucional, una iglesia puede recibir numerosos nombres —El DRAE los enumera todos, y también Wikipedia—.


IGLESIA FORTIFICADA:
Iglesia a la que se ha dotado de elementos defensivos y que, sin llegar a ser castillo, puede servir en caso de emergencia como lugar de defensa.


LAUDA, laude:
Piedra a modo de lápida que se pone en la sepultura, por lo común con inscripción o escudo de armas.


LESENA:
Pilar decorativo adosado al muro, parecido al contrafuerte.
Muy propio del arte románico.
Se conocen también como "bandas lombardas".

LINTERNA:
Torre pequeña, más alta que ancha, y con ventanas, que se construye sobre algunas cubiertas, generalmente sobre las cúpulas de las iglesias, como remate y como medio de iluminar el interior.

LIPSANOTECA;
Caja cerrada que durante la Alta Edad Media se introducía normalmente debajo del altar mayor conteniendo objetos de culto, reliquias o manuscritos, con la fecha de consagración de la iglesia (rebuscado, ¿eh?).

Lipsanoteca de la Iglesia de Bagüés (Huesca). Museo Diocesano de Barbastro. Siglo XI. 
(de glosarioarquitectonico.com)
LUCILLO:
Sarcófago de piedra, adosado al muro y colocado en un nicho cobijado por un arcosolio.



LUNETO:
Pequeña bóveda en forma de media luna abierta en la bóveda principal que sirve para dar luz al interior de ésta.

MACOLLA:
La cruz que, en el arte gótico, se solía colocar en la parte suprior de los arcos apuntados. Solía ser de una decoración de tipo vegetal.
Otro significado relacionado con nuestro tema es el relativo a los adornos de hierro fundido en barandillas y rejas.


MEZQUITA:
Edificio destinado al culto de la religión mahometana, y que estructuralmente se divide en dos partes: un patio con fuente para las abluciones, y una sala hipóstila (con columnas) cubierta, para la oración, donde los fieles se postran.
El muro del fondo de esta última sala es la Quibla, teóricamente orientado a La Meca, dirección señalada por el Mihrab.
Los otros lados del patio podían estar provistos por galerías cubiertas.
El alminar, situado generalmente en el muro de acceso al recinto, es la torre desde la que el muecín o almuédano llama a la oración.

MEZQUITA ALJAMA:
Suele ser la mayor de la población. En ella se realiza la oración ritual del viernes, a la que estaban obligados a asistir los musulmanes varones, ya que tenía un importante significado político, puesto que era cuando se hacía la adhesión al califa gobernante en cuyo nombre se pronunciaba ese día la oración.


MIHRAB:
Voz árabe con que se designa el nicho u hornacina (a veces, como en la Mezquita de Córdoba, una pequeña habitación) que marca en las mezquitas el sitio adonde han de mirar los que oran y también alberga el Corán.
El mihrab está en el muro de la Quibla, el cual está orientado normalmente hacia La Meca.

MONASTERIO, cenobio:
Casa o convento, ordinariamente fuera de poblado, donde viven en comunidad los monjes.
A muchos de ellos se les dotó de elementos constructivos de carácter defensivo, por lo que en las relaciones de castillos y fortalezas suelen aparecer como monasterio fortificado.


MONASTERIO FORTIFICADO:
Casa o convento, ordinariamente fuera de poblado, donde viven en comunidad los monjes, a los que se les dotó de elementos constructivos de carácter defensivo, por lo que en las relaciones de castillos y fortalezas suelen aparecer con esa denominación.

NAVE:
Cada uno de los espacios del interior de una iglesia en su sentido longitudinal, y donde se disponen los fieles para la oración.
Un templo puede ser de una o de varias naves. La del medio se llama nave central.


NECRÓPOLIS:
Cementerio, lugar en el que se practican los ritos funerarios.

Necrópolis romana de Carmona, Sevilla

NERVIO:
Arco que, cruzándose con otros, sirve para formar una bóveda de crucería.
Es un elemento característico del arte gótico.


NICHO:
Hueco grueso en un muro para colocar una estatua u otro objeto. Tapiándolo se protege en caso de posible saqueo.
Pero es más reconocida esta palabra cuando se trata de un hueco realizado para acoger un ataúd o una urna funeraria. Así que poner una foto aquí es innecesario.


ÓCULO:
Vano de forma circular u ovalada, o sea, una ventana, que sirve para proporcionar iluminación o simplemente como decoración.
En algunas cúpulas, como abertura central, se utilizó no sólo para iluminar sino también para aligerar peso de la obra.


PINÁCULO:
Es la parte más alta de un edificio monumental o la más sublime e importante de algo inmaterial.
Pero como estamos en los que estamos, diremos que es el elemento constructivo, de forma cónica o piramidal, con el que se remataba y decoraba el edificio, sobre todo en los góticos. Destacan, sobre todo en los botareles de los arbotantes.

PINJANTE:
Adorno que cuelga de la dovela central de un arco o de la intersección de los nervios de una bóveda
También se llama así al adorno que cuelga entre dos columnas que tienen apoyos alternos (arco pinjante).

PLANTA:
Es el plano de la sección horizontal de una edificación.
Cuando se trata de una iglesia, que encaja bien en este glosario, encontramos distintos tipos de plantas.

PLANTA, de cruz latina: la planta de los templos que tiene forma de cruz, con un brazo longitudinal más largo y otro trasversal más corto. En el cruce de ambos brazos se sitúa el altar.

PLANTA, de cruz griega: Ídem anterior pero con ambos brazos de la misma dimensión. Muy habitual en la arquitectura bizantina.

PLANTA, Basilical: formada por una nave central, con sin naves laterales, y separadas de estas por una arquería. El acceso se sitúa a los pies de la iglesia, a través de un atrio y pórtico, y en la cabecera está el presbiterio con el altar mayor.

PLANTA, Octogonal: planta de ocho lados, normal en edificios singulares como los baptisterios.

PLANTA, Ovalada y elíptica: algo habituales en la arquitectura barroca.

PLANTA, Románica-renana: de doble ábside, en las que la cabecera y los pies son similares, o sea, que se repite en ambos lados la misma estructura.

PLANTA, de salón: basilical de planta rectangular en la que las naves laterales tienen la misma altura que la nave central.

PÓRTICO:
Galería o espacio cubierto, previo a la entrada de un edificio y adosado a él, sostenido por columnas y arcos. Se construye delante de templos y otros edificios suntuosos.
Casi lo mismo o igual que el porche.


PREDELA, banco:
Se denomina así a la bancada inferior de un retablo sobre la que éste descansa. Suele estar adornada con pinturas, relieves, etc., a las que también se les denomina predelas
Si el banco estaba formado por dos pisos, el inferior se llama sotabanco.


PRESBITERIO:
El espacio que rodea el altar mayor de las iglesias hasta el pie de las gradas que le dan acceso. Suele estar cercado por una reja o cancela.
No confundir con “presbítero”, que es un sacerdote o un clérigo ordenado para decir misa; a la reunión de presbíteros con el obispo, se le llama presbiterio.


PÚLPITO:
Tribuna pequeña y elevada que suele haber en las iglesias, desde donde se predica, se reza, se canta o se realizan otros oficios religiosos.

QUIBLA, qibla, kibla, alqibla:
En las mezquitas, el muro que cierra la sala de oración o haram, que normalmente está orientado hacia la Meca. En casi todas las mezquitas de la península Ibérica, como en la de Córdoba, está orientado al sur.


RÁBIDA, ribat:
Palabra derivada del árabe "ribat", que en Al-Andalus fue "rabita" y que denominaba a un edificio habitado por religiosos musulmanes llamados moravitos y que se encontraba fortificado, algo así como los monasterios fortificados cristianos, que a la vez de tener un uso religioso, hacían labores de vigilancia y defensa.
En la Península Ibérica y Marruecos encontramos algunos topónimos derivados.


REFECTORIO:
Estancia de conventos y monasterios destinada a comedor de toda la comunidad.


RETABLO:
Obra formada por un conjunto de tablas de escultura o pintura religiosa para ser colocada detrás de un altar.
Se divide verticalmente en calles, la central más ancha se llama espiga, y horizontalmente en pisos, el inferior se llama predela o banco. El retablo está protegido por el guardapolvo o polsera.
La palabra procede del latín "retaulus" y este a su vez de retro (detrás) y tabula (tabla).


RIBAT, rábida:
Palabra árabe que designaba a un edificio fortificado en el que confluían los usos religiosos y militares: fortaleza y puesto de vigilancia, que se ubicaban en lugares fronterizos o de importancia estratégica; a la vez que es un monasterio árabe consagrado a la oración y la guerra santa, por lo que implica la existencia de lugares de oración o de una mezquita, siempre dentro del recinto de la fortificación.
Fueron construidas en los primeros siglos de la conquista musulmana de la península Ibérica.
Estaba habitada por monjes guerreros, los morabitos, pero también ofrecía alojamiento a los comerciantes.


SACRISTÍA:
Anejo de la iglesia donde están guardados los vasos, ornamentos sagrados y otros objetos pertenecientes al culto, y se destina asimismo al revestimiento de los oficiantes.


SALA CAPITULAR:
Era el lugar, en catedrales y monasterios, destinado a las reuniones que, de manera asamblearia, tenían los caballeros de una orden o los miembros de una comunidad monástica (el capítulo o el cabildo), y se trataban los asuntos de interés general y las elecciones de abad, según la regla de cada Orden.
Se utilizaba también como panteón de abades y personajes ilustres.


SAHN:
En la arquitectura árabe, patio porticado anexo a un edificio religioso.
Casi todas la mezquitas tienen un sahn, porticado y con una fuente para las abluciones.


SOTABANCO:
Cuando la parte inferior de los retablos de las iglesias, o sea el banco o predela, está compuesto por dos pisos, el inferior recibe el nombre de sotabanco.

TEMPLETE:
Armazón pequeña, en forma de templo, que sirve para cobijar una imagen, o forma parte de un mueble o alhaja.
En arquitectura, pequeño pabellón formado por columnas que sostienen una cúpula.

TESTERO:
Pared de un edificio que se encuentra frente a la entrada principal.
También se le relaciona con el muro de la cabecera de la iglesia.

TETRAMORFOS:
Conjunto de los símbolos de los cuatro evangelistas según el Apocalipsis: hombre, San Mateo; buey, San Lucas; león, San Marcos y águila, San Juan.

TÍMPANO:
Superficie plana que se sitúa sobre la puerta de una iglesia a modo de frontón, que es donde se sitúa el tetramorfo de la foto de más arriba.

TRACERÍA:
Adorno arquitectónico con dibujos geométricos combinados,
Bien en piedra o madera, muy utilizado en el gótico, coronando ventanas y arcos y también decorando bóvedas, rosetones, gabletes y pináculos.

TRANSEPTO, crucero:
Espacio transversal que aísla el ábside y el coro del espacio de la nave. Sobre él se eleva generalmente el centro arquitectónico o eje vertical mayor del conjunto, cubierto con bóveda y flanqueado de vanos.


TRIBUNA:
En las iglesias, es un pasillo cuya anchura coincide con la de la nave lateral sobre la que está construida. Cuando coinciden tribuna y triforio, la primera constituye el segundo piso, siendo el triforio el tercero.
En las catedrales situadas en rutas de peregrinaje como el Camino de Santiago, las tribunas solían tener la función de albergar a los peregrinos, además de proporcionar espacio para un mayor número de asistentes a las celebraciones religiosas.
Las tribunas daban a la nave central y solían tener la misma longitud y anchura que la nave lateral sobre la que “reposaban”.
No todas las iglesias de peregrinación disponían de tribunas, solían reservarse a los templos de mayor envergadura, como las Catedrales y, no todas las iglesias que tienen triforio tienen tribunas.

TRIFORIO:
Es un elemento arquitectónico característico de las iglesias góticas y hace referencia a una serie de ventanas ornamentales, divididas por medio de maineles o parteluz, que están ubicadas justo encima de las arcadas que separan la nace central de las naves laterales. Suelen tener ventanas de tres huecos.

TRIUNFAL, arco triunfal:
Es el que separa la nave de la cabecera del templo.

VITRAL:
O vidriera de colores, pintados o recubiertos con esmaltes, que se ensamblan y sujetan con varillas de plomo.

martes, 2 de abril de 2019

Gibraleón, castillo de Gibraleón

Al sur de la provincia de Huelva, en la margen izquierda del río Odiel y a cuatro pasos de su desembocadura, está Gibraleón.
De este pueblo se tienen datos desde casi el principio de la dominación musulmana, pero a saber si antes ya hubo aquí algún asentamiento humano. Siempre digo que todo lugar que se precie debe de tener un pasado, como mínimo, romano; por lo que no me extrañaría que Gibraleón también lo tuviera. Porque motivos hay, pues el río fue navegable y eso le sirvió como lugar de paso y encrucijada entre el norte y el sur de esta comarca, con lo que de prosperidad conllevan estas circunstancias. Aunque también de conflictos, pues por aquí igualmente debieron subir gentes cuyos propósitos no debían ser muy pacíficos.
Pero lo mejor de todo debe estar en la posibilidad de un pasado tartésico, que eso ya sería de matrícula de honor. Motivos por su ubicación no le faltan, que estos lugares —la confluencia de los ríos Odiel y Tinto— están muy vinculados al mar y las gentes que lo navegaron, como los fenicios. Y, cómo no, a Tartessos. Pero tan atrás en el tiempo yo no llego.


Así que me adelanto en el tiempo y llego hasta la dominación musulmana, período califal, cuando a esta población se la conocía como Yabal al Uyum, y ya tenía una pequeña fortaleza que adquirió más importancia con la caída del Califato a principios del siglo XI.
Estas tierras, pertenecieron a la taifa de Niebla, y son reconquistadas en 1262 por Alfonso X, que crea un Concejo de Realengo, por lo que el lugar dependía directamente del rey. Los privilegios que esto reportó fomentaron la ganadería y el comercio; aumentó la población y con ello el número de habitantes. Gibraleón pasó a ser un Señorío, siendo uno de sus señores un tal Alfonso de la Cerda, que lo perdió por falta de pago.
Pero si en principio fue una edificación netamente defensiva, una vez resueltos los conflictos entre nobles (los Medinacelli y los Guzmán anduvieron un tiempo a la gresca), el castillo fue habilitado como lugar de residencia, perdiendo en parte su primitivo carácter bélico. De por entonces está documentado que el castillo estaba formado por torres, lienzos de muralla con adarve, torre mayor, barrera y barbacana.


En catorce años poco ha cambiado.
Durante los dos siglos siguientes, Gibraleón fue un Señorío dependiente de Sevilla, hasta que en 1530, el Emperador Carlos a petición de la familia Zúñiga, eleva el título a Marquesado. El primer Marqués de Gibraleón fue Alonso de Zúñiga, primogénito del duque de Béjar, y bajo su jurisdicción estaban Cartaya, San Miguel de la arca de Buey, San Bartolomé de la torre, Sanlúcar del Guadiana, Villanueva de los Castillejos, El Granado y Gibraleón, obviamente.
De ésta época datan las reformas que lo convirtieron en la residencia palaciega de los duques de Béjar y Marqueses de Gibraleón.
En 1667, finalizando la Guerra de Restauración entre España y Portugal, se proyectó la reconstrucción del castillo, que había caído en el abandono y presentaba un pésimo estado, a fin de proteger ese flanco del Condado de Niebla. Sin embargo, las obras no se llevaron a cabo y el deterioro progresivo se convirtió en crónico.
Escudo de la casa de Béjar.
Durante el gobierno de la Reina regente María Cristina (1833-1840), se promulgó un decreto por el que se abolía el régimen señorial en toda la nación. Así que el duque de Béjar dejó de tener dominio sobre Gibraleón, pero dejó su recuerdo en el escudo municipal, pues al pueblo se le concedió el blasón de la casa de Béjar — en campo de plata una banda de sable, una cadena de oro por orla y al timbre corona de marqués— 
Perdidas pues sus funciones militares y residenciales, y con ello su abandono, comenzó un periodo de degradación y ruina sin remisión. Así hasta hoy.

Catorce años de diferencia.
El castillo se ve, se pasea, en un santiamén. Apenas hay algo que ver porque apenas si queda algo en pie: un lienzo de muralla y restos de una torre apuntalada en la calle El Puente —fachadas norte y oeste—; el arranque de lo que fue otra torre, probablemente la que protegía su entrada, se atisba desde la calle La Fuente. El resto está oculto por casas que se apoyan en sus arruinados muros.
El único lugar por el que acceder al solar en el que se ha convertido el castillo, está cerrado, por lo que he de contentarme con mirar, leer mis notas e imaginar lo que fue.
Y fue un edificio cuya planta se adaptó a la orografía de la pequeña loma sobre la que se asentó, y que ocupa una superficie de aproximadamente 3.400 m2. En él se emplearon gran variedad de materiales, propios cada uno de los diversos momentos por los que pasó: desde sillares romanos hasta tapial almohade, para terminar con sillarejos de épocas cristianas.
Restos de una torre en su fachada noreste.

A la izquierda torre que protegía el acceso al castillo.
De unas someras excavaciones realizadas se ha deducido que la fortaleza estaba compuesta por tres zonas perfectamente diferenciadas:
— La Muralla exterior, de la que aún queda algo en su fachada norte junto con dos torres cuadradas muy deterioradas. A pesar de ello, podríamos decir que es la parte mejor conservada.
— en la Zona Oeste se han encontrado restos de estructuras que pertenecieron a edificaciones islámicas, pero que no son visibles desde el exterior.
— y el Palacio del duque de Béjar, que ocupaba la parte más alta del recinto en el centro de la fortaleza, y dispuso de un gran patio central porticado. El lado norte del palacio coincidía con la muralla que hoy se ve desde la calle.
La torre noroeste.

Del resto poco que decir, o ha desaparecido —expolio de materiales— o al tratarse de tapial ha ido degradándose y perdiendo su espesor. En sus lados sur y este, si es que queda algo está integrado en las viviendas que lo rodean, habiendo perdido todo interés. Como prácticamente el resto del castillo.

Nombre: Castillo de Gibraleón
Municipio: Gibraleón
Provincia: Huelva
Tipología: Castillo palacio
Época de construcción: siglo XI, reformado en los siglos XIII y XVI.

Estado: En dos palabras, lamen table.
Propiedad:
Uso:
Visitas: Imposible, una cerca rodea todo su perímetro, y donde no hay vallado hay viviendas medianeras. Así que conformarse con el exterior.
Protección: Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.

Clasificación subjetiva: 1, o sea, que si se puede evitar se evita, o lo que es lo mismo, sólo si el camino que recorro me lleva o me hace pasar por allí. Lo que es mi caso, pues como resulta que está muy cerca del camino que une mis dos viviendas, en más de una ocasión he hecho parada allí para contemplar como sigue su cuesta abajo.
Otras cuestiones de interés: Una curiosidad, la primera parte de El Quijote está dedicada al Marqués de Gibraleón, por haber sido éste mecenas de Cervantes.
Otra curiosidad: en momentos de su historia, a Gibraleón llegó población procedente de África y América. De África vinieron esclavos negros que a lo largo del tiempo terminaron integrados con los pobladores del lugar. Y hasta hoy.
Y una última curiosidad: en 1902 se instaló la que sería la primera fábrica de cerveza Mahou fuera de Madrid, pero que tuvo que cerrar en 1914.
Portada de el Quijote, dedicatoria incluida.
Cómo llegar: desde Sevilla, autovía A-49 dirección Huelva-Portugal. Salida en, aproximadamente kilómetro 87, Gibraleón, y seguir por la N-431. Justo antes de cruzar el rio Odiel, entrar en el pueblo. A la derecha a poca distancia están las ruinas del castillo.