martes, 16 de abril de 2019

Monesterio, castillo de Las Torres.

Traigo hoy a mi Casa de la Tercia un castillo que descubrí por sorpresa cuando, desde una de las torres del de El Real de la Jara, disfrutaba del paisaje adehesado que hermana la Sierra Norte de Sevilla y el sur de Extremadura. Me sorprendió su existencia pues, además de desconocerlo, no comprendí en ese primer momento el por qué fue levantado, tan próximo al de El Real de la Jara, y no tan alejado del de Santa Olalla.
El castillo de las Torres desde el de El Real de la Jara.

Está el castillo en un lugar singular, un paraje conocido como el Baldío de Calilla, a apenas un kilómetro de El Real de la Jara pero ya en el término municipal de Monesterio que se encuentra a más de veinte. Casi mojándole los cimientos discurre el arroyo del Víbora y junto a su puerta asa el camino que une esas dos poblaciones y que forma parte de la Vía de la Plata, la auténtica.
La Vía de la Plata —el Camino de Santiago— cruzando el arroyo.


EL CASTILLO: 
Se desconoce totalmente cuando se levantó, quien lo hizo o mandó hacer y para qué. Pero se podría especular un poco y exponer que sus características nos llevan hacia el siglo XIII o el XIV, y que su ubicación —en pleno llano y a apenas cincuenta metros de la Vía— sugiere que fue levantado para ser lugar de albergue y amparo a los ganaderos trashumantes y otros viajeros que transitaban por la cercana vía. Pensar que la función de su construcción fuera la defensa de la frontera sur de Castilla chocaría con la propia existencia del muy próximo de El Real de la Jara, mejor posicionado en el entorno.

El castillo desde el sur.


LOS DETALLES: 
El castillo se edificó sobre una leve loma rocosa que le sirve de cimentación casi superficial. Es de planta ligeramente trapezoidal, quedando sus vértices orientados a los puntos cardinales. De su primitiva estructura apenas se sostienen los cuatro torreones cilíndricos en sus esquinas y unos muros de tosca mampostería. Todas las torres están desmochadas habiendo perdido gran parte de su volumen. De las cuatro, la más alta es la que se orienta hacia el sur, la cual aún conserva la escalera de acceso a la azotea. Todas son macizas hasta la altura del adarve.

El castillo visto desde el noroeste.

La puerta se sitúa en el muro suroeste, enfrentada al camino; este muro presenta un desmesurado espesor, por lo que se puede suponer que se trata del arranque de una torre. De ella se observa el ladrillo de sus elementos y la bóveda ojival que la cubre. En su interior, un patio de apenas quinientos metros cuadrados y los restos de lo que fue un aljibe cerca de la puerta.




RESUMIENDO: 
Nombre: Castillo de las Torres.
Municipio: Monesterio.
Provincia: Badajoz.

Tipología: Castillo-casa fuerte.
Época de construcción: siglos XIV-XV, o tal vez posterior (origen oscuro).
Estado: En ruina progresiva. Y sin atisbo alguno de recuperación.
Propiedad: Privada
Visitas: totalmente libre el entorno, pero la finca está vallada por lo que es accesible siempre y cuando se salte la valla, cosa que no hice en ninguna de las dos ocasiones que he paseado por esos caminos —mayo de 2006 y abril de 2019—.
Protección: Incluido en la Declaración Genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre Patrimonio Histórico Español.

Clasificación subjetiva: 2, o sea, que Si se pasa cerca y se va con tiempo pues se acerca uno a verlo, por ejemplo si estás en Santa Olalla de Cala o en El Real de la Jara. Si se hace el camino de Santiago por la Vía de la Plata, es inevitable verlo.
Cómo llegar: Desde la N-630, o la A-66 (E-803) a la altura de Santa Olalla de Cala, tomaremos la A-5301 (SE-177) en dirección a El Real de la Jara. Una vez allí buscaremos, hacia el Norte, la salida del pueblo que coincide con la Vía de la Plata —señalizado el Camino de Santiago— y en pocos minutos se cruzará el arroyo del Víbora y el castillo estará a la vista.


Miliario moderno.

Otras cuestiones de interés: me llama la atención que un edificio como este se encuentre en tal estado de ruina y abandono. Y me parece lamentable que sea así sobre todo por el lugar que ocupa en el paisaje: junto a tan importante camino, la antigua Vía de la Plata y que hoy es un frecuentado camino de Santiago. Más le valdría a quien le corresponda poner en valor tan singular monumento y su entorno, o al menos consolidar la presente ruina.

































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