martes, 29 de enero de 2019

Priego de Córdoba, Castillo de Priego

Visitar Priego de Córdoba, y pasearlo, es uno de los más fáciles ejercicios de enamoramiento que una persona pueda vivir. Y sin embargo, en este momento, cuando me decido a escribir algo sobre este pueblo y su castillo, siento que no sé por dónde empezar; porque es tanto lo que allí tienen, tanto donde mirar, donde consultar, que me parece muy complejo acometer la tarea.
Sigamos el orden habitual de esta casadelatercia: historia del lugar, del castillo y su descripción.
Y abreviando, que veo que hoy podría duplicar el tamaño de los textos que acostumbro, y no es mi deseo caer en el tedio —del posible lector, no del mío— por culpa del ansia de no olvidar ningún dato.
Vamos a ello, o mejor, vamos a Priego de Córdoba, que está como dice su nombre, en la provincia de Córdoba. Es necesario poner el apellido al topónimo y así evitar la confusión con el pueblo conquense de Priego, a secas —que por cierto, luce una torre en su escudo, el torreón de Despeñaperros; tal vez, solitario resto de lo que fue la fortaleza que allí se levantó—.

Fachada sureste a la calle Marqués de Priego, a la izquierda una churrería.


EL LUGAR:

Su historia, la de Priego de Córdoba, viene de antiguo. Pero los primeros datos arrancan de mediados del siglo VIII cuando, según el historiador árabe Ibn Al-Jatib, soldados de origen egipcio, que habían estado a las órdenes de Abul-Jattar, vigésimo gobernador de Al-Andalus, se establecieron aquí una vez el valí dejó de serlo.
A mediados del siglo IX ya era capital de una cora musulmana, y era nombrado como Medina Bagha o Bahiga. Fue almorávide desde 1090 y almohade cuando estos reemplazaron a los anteriores a mediados del siglo XII.
Finalizado el periodo califal, la población y su término pasó a depender de la taifa de Granada primero, y del reino nazarí de Granada después.
En 1226, y en tres días, el rey Fernando el Santo tomó la villa y se la entregó a la Orden de Calatrava, encomendándoles la defensa de tan importante y estratégico lugar. Misión que no fue llevada a cabo de manera satisfactoria, pues volvió pronto a manos musulmanas, en 1327, para ser recuperada definitivamente en 1341 por Alfonso XI, que reconstruyó sus defensas e impulsó su repoblación concediéndole ciertos privilegios y la exención de algunos impuestos —como el de portazgo—, a sus habitantes.
En 1501, los Reyes Católicos conceden la villa a Pedro Fernández de Córdoba y Pacheco, hijo del Gran Capitán, otorgándole además el título de Marqués de Priego.
Es esta la época de mayor esplendor de la villa, pues se construyen la Casa del Cabildo, el Pósito, la Cárcel y las Carnicerías, así como la edificación de edificios religiosos.
Ese esplendor decae durante el siglo XVII, reinando Felipe III, cuando son expulsados los moriscos que vivían en la ciudad. La economía se resiente con este hecho, a lo que se añade la suspensión por parte de la Corona de las exenciones tributarias que gozaban los prieguenses. Y además sufrieron dos epidemias de peste, una en 1650 y otra en 1680.
En plena Guerra de Sucesión —1701-1713— la villa pasa al ducado de Medinaceli, viviendo un resurgimiento de la economía gracias a la cría de gusanos de seda (sericicultura) y la consiguiente industria de transformación de la seda.
Es durante este tiempo cuando Priego alcanza sus más altas cotas de prosperidad: asciende la población, sus productos se venden en toda España, Europa y las Indias, y el barroco se instala en la villa en todo tipo de edificaciones, especialmente en las religiosas.
En el siglo XVIII, y ante el auge del algodón —importaciones inglesas, sobre todo, pero sin olvidar la competencia de tejidos los catalanes—, la economía sufre un receso.
En el XIX llegan los franceses y formaron la que formaron, más luego todo el resto de siglo, con sus avatares, sus guerras y sus confusiones, inestabilidades y desamortizaciones.
De lo sucedido en el siglo XX no entro, que es más de lo mismo, e incluso peor.
Me voy al castillo.



EL CASTILLO:

Situado dentro del casco urbano, remonta su origen, como mínimo, hasta el periodo de la dominación árabe de la comarca, sin renunciar a un anterior asentamiento romano.
En el siglo IX, durante el Califato, la villa y su alcazaba estuvieron en poder de Omar ibn Hafsún, para pasar a depender de Granada hasta 1226, en que Fernando III lo conquista y dona a los caballeros calatravos, que serán quienes lo reconstruyan —entre 1245 y 1327—, manteniendo la condición de fortaleza militar y nunca residencial; y es que la frontera con el reino de Granada estaba cerca y había que estar alerta. De la alcazaba anterior apenas si quedó rastro. 
En definitiva, prácticamente todo lo que hoy se conserva fue obra de la Orden de Calatrava, destacando sobre todo la torre del Homenaje.
De 1327 a 1341 volvió a ser musulmán —dicen que fruto de alguna traición—, y en ese periodo se reforzaron sus murallas y las de la villa.
Vuelve a pasar a la corona de Castilla en 1341 de la mano de Alfonso XI, y en 1370 es cedido por Enrique II de Trastámara —el Fratricida o el de las Mercedes, elijan ustedes— a Gonzalo Fernández de Córdoba y Ruiz de Biedma, que sería el primer señor de Priego.
Terminada la Guerra de Granada, el ya marqués de Priego, Gonzalo Fernández de Córdoba, lo reformará dándole un aspecto más palaciego y residencial.
El 1 de noviembre de 1755, como no podía ser de otro modo, fue afectado gravemente por el terremoto de Lisboa.

En 1946, Víctor Rubio Chávarri compró el castillo al XVI marqués de Priego, a fin de usarlo como granero; actividad que estuvo realizándose —alquilado al Servicio Nacional del Trigo— hasta 1971.
En 1997, gran parte del castillo fue donado por sus propietarios, la familia Rubio Chávarri, al Ayuntamiento de Priego de Córdoba, reservándose la posesión de una parte de él, concretamente la zona delimitada por las torre central e izquierda de la fachada sureste, y la torre central de la fachada suroeste.
Ha sido a partir de 2010 cuando se ha iniciado un proceso de obras que ha llevado a la restauración del lienzo noroeste y de la torre del Homenaje, que desde 2017 se encuentra actualmente abierta al público.

Fachada sur de la torre del Homenaje.

LOS DETALLES:

El castillo que nos ha llegado es, podemos decir, enteramente cristiano. Eso sí, situado donde estuvo el musulmán, que fue reconvertido, en lo que hoy vemos, durante los siglos XIII y XIV; a lo que hay que añadir las modificaciones realizadas en siglos posteriores, e incluso en épocas relativamente recientes.
Su planta es un polígono irregular de cinco lados y cinco torres de planta rectangular, más dos cilíndricas, que delimita un espacio interior en el que destaca la torre del Homenaje.

Su fachada principal, la orientada al sureste, presenta tres torres: una central (torre 2) y dos en las esquinas (torres 1 y 3), siendo la situada en el vértice izquierdo (torre 1) de mayor entidad que el resto. Aparentemente esta torre 1 está compuesta por dos torres unidas (torres 1 y 7), lo que es apreciable en el dibujo de planta que acompaño, pero no así en la fortaleza, al natural, dadas las edificaciones que tiene adosadas.
Entendido así, se podría decir entonces que son seis las torres de planta rectangular que tiene el castillo. Estas torres son macizas hasta el adarve, el cual las atraviesa mediante un estrecho pasillo; a esa altura se abren estancias abovedadas de ladrillo, desde las que se accede a la segunda planta o a la terraza. Todas han perdido su parapeto y almenado. Lo mismo sucede con los caminos de ronda, pero en este caso han perdido también el paradós.
La fachada oeste muestra otras dos torres rectangulares (torres 6 y 5) de desigual tamaño, más una cilíndrica (torre 8) de reducidas dimensiones en planta y muy deteriorada. Junto a la torre 5 y casi oculta, como no podía ser de otra manera, se abre una poterna.

Poterna en la fachada suroeste.

Superado su ángulo más al norte, y siguiendo en sentido horario, se levanta otra torre cilíndrica (torre 4) de mayor entidad que la anterior. Tras ella, y orientado al norte, estuvo el acceso principal al castillo, y hoy oculto por edificaciones externas adosadas..
El perímetro de la fortaleza se cierra con la torre esquinera derecha de la fachada sureste —la que llamé principal—.
De todas las torres, la más llamativa es la central de la fachada sureste que, además de alcanzar casi los veinte metros de altura, cuenta sobre su terraza con una espécula que además de su función propia, es aprovechada para ubicar la salida al exterior.

Fachada sureste, entrada a la zona privada.


La puerta desde el interior.

A la izquierda de la torre central, y protegida por ésta, se abre la entrada principal actual a la zona privada, formada por un corto corredor con dos arcos apuntados de herradura, enmarcados en un alfiz bajo un arco de descarga de ladrillo. Tuvo instalado un rastrillo, del que sólo se conservan las ranuras laterales para su deslizamiento.
Sobre la puerta un pequeño matacán a la altura del adarve, y entre ambos el escudo de la Casa de Aguilar —pero ojo, es una copia de 2005, pues el original fue trasladado en 1946 por los propietarios a otra vivienda.

Torre central de la fachada sureste, desde el patio de la zona privada.


Edificaciones en el interior de la zona privada.

Por esta puerta se accede a la zona que aún conserva la Propiedad, formada por unas edificaciones adosadas a la muralla y conformando un patio interior. Esas edificaciones corresponden a una vivienda con gran número de pequeñas dependencias sin interés castellológico.

Portalón de acceso actual al castillo, en la fachada sureste.

Entre las dos torres de la derecha de la fachada sureste, se abre otra puerta de ejecución más reciente, y cuya apertura se debió, con toda seguridad, a necesidades de uso contemporáneas.
La torre del Homenaje desde el norte.

Torre del Homenaje, desde el interior.

La edificación más importante de todo el castillo es la torre del Homenaje, actualmente restaurada. Conocida popularmente como la torre Gorda, es de planta ligeramente rectangular, tiene una altura de algo más de treinta metros, incluida parte de su planta baja que está semienterrada, y se levanta adyacente a la muralla suroeste.
Se divide en tres plantas, todas cubiertas con bóvedas de cañón de ladrillo:
— la planta baja es un aljibe —que no tuvo acceso exterior, aunque hoy sí— y que se abastecía de agua de lluvia desde la cubierta mediante atanores, o arcaduces,
—la planta primera fue un almacén, iluminado y ventilado por algunas aspilleras;
— y la tercera era la residencial, presentando ventanas ajimezadas con arquillos en herradura enmarcados en alfiz, en cada una de sus fachadas. La existencia de estas ventanas hace pensar que son obra árabe, de cuando la segunda ocupación islámica.
La comunicación entre plantas es, actualmente, una escalera de caracol de la primera a la segunda, que no corresponde con la primitiva —obra ejecutada durante las reformas de los siglos XVI o XVII—. De esta última a la terraza, se ha instalado una moderna escalera metálica.
La entrada a la torre se efectuaba por una puerta en arco de medio punto, situada en la planta media, mediante una escalera posiblemente de madera, lo que facilitaba su defensa en caso de ocupación del castillo.
Toda la torre está ejecutada en sillarejos, con sillares en las esquinas y en la formación de huecos.
Desde el interior, torre del sureste, a la izquierda el portalón y a la derecha la vivienda privada.

Lienzos del noreste, desde el interior del castillo.

Además, en el interior de la fortificación se encuentran restos de dos aljibes:
Uno rectangular y con doble bóveda de ladrillo, separadas por un arco central de descarga, que conserva su revestimiento hidráulico de almagra; está situado frente a la puerta actual de la torre del Homenaje y medianero con el recinto privado del castillo.
Y otro, próximo al anterior, de mampostería y bóveda de cañón de ladrillo.
En el recinto también se levantan otras edificaciones de uso sin determinar ni situar cronológicamente.
Durante las obras de restauración han aparecido numerosos restos, anteriores y posteriores al periodo de edificación del castillo.



Curiosidad heráldica:
Tuvo Priego un escudo municipal, que ya no tiene, de esos que suelo traer a este blog por lucir un castillo o una torre. Aquel escudo presentaba un castillo de oro en campo de sinople del que, por cierto, no encuentro reproducción alguna en toda la red.
En el actual, no figura ningún castillo, sino que alude a familias íntimamente relacionadas con el pueblo, como fueron los Figueroa (cinco hojas de higuera en sotuer en el tercer cuartel) y los Fernández de Córdoba, cuyas armas porta en el pecho el águila del Primer cuartel.


Puerta entre la zona privada y la pública.

Tecnología siglo XVI


Tecnología siglo XX.


RESUMIENDO:

Nombre: Castillo de Priego de Córdoba.
Municipio: Priego de Córdoba.
Provincia: Córdoba.

Tipología: Castillo.
Época de construcción: siglo IX y reformada durante los siglos XIII, XIV y XVI.
Estado: En buen estado de conservación, y lo positivo es que está mejorando.
Propiedad: Pública, concretamente del Ayuntamiento de Priego de Córdoba, aunque la zona de la esquina sur, sigue siendo propiedad de la familia Rubio Chábarri.
Uso: Aún sin definir, aunque al ser visitable, en parte, se podría decir que su uso es cultural y turístico. La zona privada es una vivienda.
Visitas: acceso libre, excepto en la vivienda de los propietarios.
Protección: Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 de 25 de Junio sobre el Patrimonio Histórico Español.
El castillo está declarado Bien de Interés Cultural, desde Junio de 1943.
Priego de Córdoba está declarado Conjunto Histórico Artístico desde el 7 de diciembre de 1972.

Clasificación subjetiva: 3, o sea, Se incluirá obligatoriamente en ruta de viaje, o lo que es lo mismo, se hará todo lo posible en esta vida por visitarlo. Pero como se trata de Priego de Córdoba, que está lleno de encantos, habrá que hacer obligatoria la visita.
Situación: En el interior de la población, calle Marqués de Priego.
Cómo llegar:




Nota posterior en el tiempo (diciembre 2021):
Desde la publicación de esta entrada, se han realizado obras en el castillo que, evidentemente, no recogen mis fotografías:
En el 2019 estuvieron afectadas la torre 3 y en el 2020 las torres 1 y 2.
Durante el año 2021 se ha estado actuando en la torre 4, estando previsto continúen los trabajos en la zona señalada en rojo.
Añado aquí el plano sisado a la página web del diario de Córdoba y del que copio la numeración de las torres, modificando mi texto original.





Vivienda adosada a la fachada noreste.


Torreón cilíndrico en la fachada noreste, el T4 del plano.

martes, 15 de enero de 2019

Espartinas, torre de Loreto


Hace tiempo, más de dos años, escribí en este blog sobre algunas de las torres mochas del Aljarafe sevillano, concretamente acerca de la torre Mocha de Albaida del Aljarafe y de la de torre de San Antonio en el término municipal de Olivares. Hoy llego hasta la localidad de Espartinas, donde se encuentra, dentro del monasterio franciscano de Loreto, otra de esas torres medievales que los árabes construyeron a modo de primera línea defensiva de la ciudad de Sevilla y que, una vez reconquistado este territorio, fueron demolidas sus almenas como símbolo del control que los reyes ejercerían sobre los poderes locales. Es decir, se desmocharon; de ahí lo de mocha.
Espartinas se encuentra en la comarca de El Aljarafe, al oeste de Sevilla ciudad y a corta distancia de esta. A las afueras del pueblo, también hacia el oeste, se levanta el conjunto formado por el Monasterio, la Iglesia y la Hacienda de Loreto. La iglesia está abierta, va a haber un casamiento; el convento está cerrado y al estar la torre en uno de sus patios, me temo que no podré verla.
A la derecha de todo el conjunto está la hacienda, cuyo núcleo central data de 1775. Hoy en día aún mantiene su actividad agrícola
Por ahora, y mientras se presenta la oportunidad de entrar al convento para ver la torre, me conformo con visitar la iglesia, ver entrar a los invitados a la boda y leer mis notas sobre la torre.

La torre tras los muros de la hacienda.


Que tiene un origen romano, cuando se la conoció como turris lauretana —de ahí a Loreto sólo hay un paso— y que ya por entonces tenía un carácter defensivo.
Durante la Edad Media, en época islámica, siguió teniendo las mismas funciones, en aquel tiempo sobre la explotación agrícola que se conoció como la alquería de Lorit. Reconquistada la ciudad de Sevilla en 1248 por Fernando III.
La torre es reconstruida cuando el oeste sevillano es reconquistado años más tarde, hacia 1252, y se refuerza militarmente toda la comarca ante la previsión de ataques musulmanes desde Niebla. La torre y la alquería serían asignadas a Mincer Enrique en el repartimiento que entonces se hizo de aquellas tierras, y siguió teniendo la misma función que desde hacía siglos tenía.

Patio del monasterio, a la derecha medianera con la hacienda.

Desde 1525 sirve de medianera entre la hacienda y el convento, y es que la propietaria por entonces, doña María Manuela Ortiz, donó parte de sus propiedades a la orden franciscana, y el deslinde lo hizo justo por la torre.
En 1755, como todo monumento que se precie en la mitad sur de la península Ibérica, sufrió, por culpa del terremoto de Lisboa, daños que posteriormente fueron reparados.

La torre está en el patio exterior del convento. Digo patio exterior por diferenciarlo de los dos claustros que tiene el monasterio.
Es el más grande de los tres, cuadrado y cuidadosamente ajardinado. Está rodeado por edificaciones de la hacienda y del propio convento. En su lado oeste está la torre, medianera con la hacienda.


La torre, de estilo mudéjar, es de planta cuadrada, de ocho metros de lado, y cada una de sus fachadas está orientada a los cuatro puntos cardinales.
De aspecto esbelto, su altura es de 15 metros
Su interior se divide en tres alturas más la azotea, estando las cámaras cubiertas con bóvedas —la primera y la tercera se cubren con bóvedas rebajadas y la intermedia con una de crucería—.
La escalera interior está compuesta de dos tramos que se apoyan en el muro oeste, y está cubierta de bóveda de cañón, de ladrillo; de ladrillo son también sus peldaños.

Fachada este de la torre.

La puerta de acceso se abre en la fachada este, previos unos escalones. Originalmente el acceso estuvo en la fachada opuesta, con la puerta labrada en el hueco de la escalera.
En la fachada oriental se abre una de las dos ventanas que posee, un pequeño hueco vertical con arco ojival; la otra está en su cara norte. En las otras dos fachadas se abren sendas aspilleras que dan luz a la escalera.
Sus anchos muros están ejecutados en ladrillo, tanto exterior como interiormente, rellenándose la cámara con tapial; las esquinas las forman pequeños bloques de sillería de granito. 
Aunque desmochada, tiene parapeto en su cubierta, pues debió reconstruirse en algunas de las restauraciones a las que ha sido sometida. De aquellas reparaciones quedan parches de varios tipos de ladrillo; también de enfoscados con mortero de cal.


Hoy la vemos rodeada de otro tipo de edificaciones, algunas incluso relativamente modernas, por lo que parece difícil adivinar si tuvo otro tipo de elementos defensivos en su entorno, tales como una cerca o un foso; ni siquiera de algún matacán sobre su puerta.

Entrada al monasterio.

El claustro del aljibe.

El claustro nuevo.


Nombre:
Torre de Loreto.
Localidad:  Espartinas
Municipio: Espartinas
Provincia:  Sevilla
Tipología: Torre

Época de construcción: La actual, reconstruida, está datada a finales del siglo XIII, por lo que sin duda es cristiana.
Estado: En buen estado. Y es que su ubicación, protegida entre los muros del convento, ha evitado su expolio.
Propiedad: Al tener su entrada desde uno de los patios del monasterio, he de suponer que la propiedad es de dicho monasterio.
Uso: Ninguno —«guardamos cosas dentro», me dijo el amable fraile—
Visitas: Sólo pidiendo permiso y, en mi caso, acompañado por uno de los hermanos de la congregación. 
Protección: Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.
Está declarado Bien de Interés Cultural desde junio de 1985, junto con el resto de edificios que forman el conjunto..
Clasificación subjetiva: 3, pero no sólo por la torre, sino por el resto del conjunto: iglesia y monasterio

Fachada principal de la iglesia de Loreto.

Otras cuestiones de interés: Dice la leyenda que el Sábado Santo de 1384 fue encontrada la imagen de la Virgen del Loreto, que en un principio fue llamada de Valverde y que tuvo el interior de la torre como primera ermita. Sin embargo, no tardó en cambiar la advocación a Loreto dada la inscripción «Turris Lauretana» que existió en la torre.
Dada su privilegiada posición, desde ella se divisaban todas las poblaciones vecinas.

Situación: A las afueras del pueblo de Espartinas.
Cómo llegar: Desde Sevilla por la A-49 dirección Huelva, naturalmente. Salida nº 11 Umbrete y desde aquí por la A-8059 dirección Espartinas. A poco de salir de Umbrete, a la izquierda, está el Monasterio.


sábado, 12 de enero de 2019

Glosarios: Órdenes Militares

ALCÁNTARA, orden de Alcántara:
Una vez conquistada la ciudad de Alcántara, Cáceres, ésta le fue entregada en 1214 para su custodia a la orden de Calatrava, renunciando años después por su lejanía de Calatrava.
Se encargarán de su custodia los caballeros de la orden de San Julián de Pereiro (fundada por Enrique de Borgoña en 1093 en Portugal), que establecerán aquí su sede, hasta que en 1253 su maestre pasa a denominarse maestre de la Orden de Alcántara.
A lo largo del siglo XIII y XIV adquirieron gran parte de sus posesiones, casi todas en Extremadura, en pago a su participación en la conquista. Las pocas donaciones que recibieron de otras zonas les fueron permutadas a mediados del siglo XV por otras en Extremadura, como Salvatierra y Azagala.
En 1492 se le concede a Fernando el Católico el título de Gran Maestre de la orden.
A lo largo del tiempo, la trayectoria de esta orden ha seguido los mismos derroteros que las demás.
Ver también Órdenes militares.
Cruz de Alcántara, emblema de la Orden.

AVIS, Orden de:
Su nombre completo fue Orden de San Benito de Avis, y se fundó en 1166 pero con el nombre de Orden de San Benito de Évora.
Fue a raíz de la toma de Lisboa cuando una serie de nobles se unieron con la finalidad de luchar junto a la corona portuguesa en la Reconquista.
Pero no sería hasta 1166, cuando Alfonso I, durante la defensa de Évora, acordó con aquellos caballeros la creación de una orden militar en esa ciudad. De esa manera nació la que sería conocida como Orden de Évora, que estaría regulada por la regla del Císter, por lo que a su denominación se le antepondría el nombre del fundador, San Benito.
En 1187, y en agradecimiento por el apoyo prestado durante sus primeros años por parte de la Orden de Calatrava, los caballeros de Évora, adoptaron su constitución y su emblema, pero cambiando su color al sinople (verde) sobre campo de argén (plata). En la práctica, la orden dependía de la de Calatrava.
En 1211, caballeros de la Orden conquistaron la ciudad de Avis, y allí trasladaron su sede. Es entonces cuando cambian el nombre de la orden, cosa que les confirmó en 1214 el Papa Inocencio III.
Durante el reinado de Pedro II, fue tal su poder, que se desvinculó de la orden de Calatrava, pues ya era la más poderosa de Portugal y rivalizaba con las del resto de los reinos peninsulares. Hasta tal punto que en 1385, su Gran Maestre —hijo bastardo del rey Pedro I—, se convertiría en rey de Portugal, reinando con el nombre de Juan I e inaugurando la que sería la dinastía de Avis.
En 1550 pasó a integrarse a la corona portuguesa, a la vez que la Orden de Cristo. Desde entonces pasó a estar reservada a nobles y miembros de la realeza.
En 1789 fue secularizada, al igual que otras como la de Santiago y la de Cristo, pero manteniendo la vinculación de su maestrazgo a la corona.
A lo largo de la historia ha sido abolida y restaurada en varias ocasiones, datando su última rehabilitación de 1918. Actualmente es una orden honorífica.
Ver también Órdenes militares.

Cruz emblema de la Orden de Avis.

CABALLERO:
Recibía este nombre todo jinete montado a caballo, en especial el que participaba en los torneos medievales.
Los caballeros, combatientes a caballo, fueron la base del ejercito feudal e integraron, durante la Edad Media una pequeña nobleza, en un estrato inferior a la jerarquía feudal.
Pero no es sólo el que monta a caballo, en femenino es además un tipo de torre, así que ver también Torre caballera.

CALATRAVA, Orden de:
Fue una órden militar, una agrupación de caballeros nobles creada en 1158 con el fin de combatir a los musulmanes. Fundada por monjes del Císter: Fray Raimundo abad de Fitero y Diego de Velásquez. Su objetivo inicial fue proteger la villa de Calatrava una vez tomada a los árabes, dada su importante posición estratégica.
Fue aprobada su primera regla por el Papa Alejandro III en 1164, siendo su primer Maestre Don García, siguiendo la del Císter pero adaptada a hermanos laicos. Adoptaron el hábito blanco y cruz negra; posteriormente roja “flordelisada” (cruz griega con flores de lis en las puntas).
En 1174 Alfonso VIII les concede la villa de Zorita de los Canes y todo su alfoz. Y en 1183 Abenójar y todo su término.
En 1179 es Alfonso II de Aragón quien les entrega Alcañiz.
En 1195 participan de la derrota cristiana de Alarcos, refugiándose algunos caballeros hasta 1211 en el castillo de Salvatierra (durante este período la orden se denominó de Salvatierra).
Tras la victoria en las Navas de Tolosa, 1218, la orden fijó su sede en el castillo de Dueñas, frente al de Salvatierra, que reconstruyó y amplió, pasando a llamarse de Calatrava la Nueva. La antigua sede pasó a ser una encomienda siendo conocida como Calatrava la Vieja.
Su poder económico y militar llegó a ser inmenso, no reconociendo otros superiores que no fueran su propio Maestre, el abad de Morimond (Francia) y el propio Papa.
Tras la reconquista de gran parte de Andalucía por Fernando III, pasó a tener numerosas encomiendas y por lo tanto más poder.
En 1487 fue nombrado maestre de la orden el rey Fernando el Católico, y desde entonces todos los reyes de España revalidaron el título. Finalizada la Reconquista desapareció su espíritu militar y religioso, por lo que su única razón de existir fue la explotación económica de sus dominios y la conservación de su patrimonio y reliquias.
En 1808 se le confiscaron todos sus bienes (por José I, invasor francés) y aunque le fueron restituidos por Fernando VII, la orden fue suprimida por la Primera República, aunque el papado seguiría “regulando su disciplina interna”.
Actualmente tiene un carácter honorífico y nobiliario.
Ver también Órdenes militares.

Cruz de Calatrava, emblema de la Orden.

CALATRAVO:

Monje guerrero perteneciente a la orden militar de Calatrava.


CAPÍTULO:
Era, y es, la junta o asamblea de religiosos o clérigos de una orden para tratar asuntos de la comunidad o elegir a los prelados. Estas se realizan en determinados tiempos y conforme a las reglas de la orden.
También se llamaba así a las juntas de caballeros en las órdenes militares, donde trataban sus asuntos comunes.
Por último, se utiliza el vocablo en la expresión llamar a capítulo a alguien, que es la acción de llamarle la atención, reprenderle o pedirle cuentas.


COMENDADOR:
Cargo que ocupaba la segunda autoridad de una orden militar después del "Maestre".
Dentro de una misma orden militar podían coexistir varios comendadores que tenían en "encomienda", es decir, bajo su defensa y protección, determinados territorios o castillos así como el derecho a percibir las rentas de los mismos.


CRISTO, Orden de:
La Orden de Cristo fue la heredera de la Orden del Temple en Portugal, una vez disuelta ésta por mandato del papa Clemente V en 1314.
Durante la Reconquista, los templarios habían sido servidores del rey de Portugal, por lo que habían acumulado grandes riquezas, además de poder político. Todas sus propiedades pasaron a la recién creada Orden de Cristo, por voluntad del rey Don Dinis. Para la redacción de sus estatutos se tomarían como ejemplo la Regla de San Benito y las Constituciones de la Orden de Calatrava, y fueron aprobados en 1319 por el papa Juan XXII.
La Orden de Cristo no siguió las reglas del Temple, vinculándose directamente con la corona portuguesa y comprometiéndose a ayudar en la salvaguarda del reino a cambio de administrar los enormes recursos económicos y humanos que había heredado.
A diferencia de la Orden del Temple, los caballeros de Cristo prometían fidelidad y obediencia al Rey.
Ver también Órdenes militares.

Cruz de la Orden de Cristo.

Castillo de Castro Marín, primera sede de la Orden de Cristo, desde el revellín de Santo Antonio.

CRUZADA:
Las cruzadas fueron los proyectos para la defensa de la fe cristiana promovidos por el papado, en la Edad Media, consistente en las expediciones militares de los ejércitos cristianos contra los infieles —musulmanes— cuya finalidad era la recuperación de los Santos Lugares. Los participantes en ellas gozarían de indulgencias concedidas por el Papa.
En general, es la guerra en la que se defiende la fe cristiana.

CRUZADO:
El guerrero cristiano que se alistaba y participaba en alguna de las cruzadas que se desarrollaron en la Edad Media.
En un principio fueron considerados peregrinos armados, hasta el siglo XV en que el término cruzado se generalizó. El nombre deriva de decorar sus ropas con una cruz.


ENCOMIENDA:
Como primera acepción, se denomina así a la dignidad dotada del beneficio y renta competente, obtenido por algunos caballeros de las órdenes militares.
También se trata de un derecho a percibir las rentas de un lugar, generalmente obtenido del rey.
Y así era denominado así el lugar, el territorio y las rentas que producía el mismo, bien por merced o renta vitalicia, o heredamiento.
Es fácil encontrar en España castillos así denominados por haber sido sede de encomiendas.
Como ejemplo, el que figura en la cabecera de este blog: el castillo de Castilnovo en Villanueva de la Serena, conocido como el de la Encomienda.

Castillo de Castilnovo, o de la Encomienda, en Villanueva de la Serena.

FREIRE, frey:
Caballero profeso de alguna de las órdenes militares, o sacerdote de ellas.
Los caballeros así denominados formaban parte de una hermandad que se hallaba organizada en torno a una regla, debían obediencia a la orden, vestían un hábito que los distinguiese y tenían el deber de combatir al infiel.
Algunos freires de órdenes militares habían recibido los sacramentos sagrados, otros eran religiosos legos y el resto seglares.


FREY:
El tratamiento que se usaba entre los religiosos de las órdenes militares, equivalente a fray en otras órdenes no militares.

MAESTRE:
En las órdenes de caballería, el superior.
Y también quien después del capitán de una nave era el responsable de la economía de la misma.

MALTA, Orden de:
Su nombre completo es Soberana Orden Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta, pero se la conoce como Orden de Malta.
Fue fundada, dentro del contexto de las Cruzadas, en el siglo XI —1048— por unos comerciantes de Amalfi con dos finalidades: la militar y la hospitalaria.
Su primer Gran Maestre fue el Beato Gerardo, y entre 1145 u 1153 se redactó la primera Regla, en la que se determinaba que todos los miembros serían religiosos bajo los votos de pobreza, castidad, obediencia y dedicación a la asistencia de pobres y enfermos. En los territorios del reino de Jerusalén se añadió la defensa de la fe.
Adoptaron la cruz de ocho puntas como símbolo, blanca sobre fondo rojo. Simboliza las ocho virtudes que debe poseer un caballero de la Orden: lealtad, piedad, sinceridad, valor, honor, desprecio a la muerte, respeto a la iglesia y solidaridad con los pobres y enfermos.
Sus miembros han sido conocidos como Caballeros Hospitalarios (dada su misión), de San Juan (por el patrón de la Orden), Caballeros de Rodas (desde 1310 en que conquistaron la isla) y por último Caballeros de Malta, donde se instalaron, a partir de 1530, en que Carlos V les cedió la isla de Malta.
Ver también Órdenes militares.


El Crac de los Caballeros fue ocupado por los caballeros de Malta entre 1142 y 1271


MONTESA, Orden de:
Orden religiosa y militar fundada por Jaime II de Aragón al desaparecer la Orden del Temple, que fue aprobada por el Papa Juan XXII en 1317, y en la que se invirtieron bienes de los templarios. Se fundó en Barcelona el 22 de junio de 1319 y se estableció su sede en la villa de Montesa, en Valencia, donada a la orden por el rey, y de la cual tomó su nombre.
Su divisa fue una cruz roja, y el manto blanco, siendo la cruz de color rojo cuando se le incorporó la orden de San Jorge de Alfama.
Llegaron a convertirse en la principal fuerza militar del reino de Aragón contra los musulmanes.
El último maestre de la orden fue Pedro Luis Gracerán de Borja, hermano de San Francisco de Borja, que tuvo que enfrentarse a la crisis interna que sufría la orden debida a la división interna, a lo que se unió la acusación de sodomía por parte de la Inquisición.
En diciembre de 1587 la orden se incorporó a la Corona, siguiendo su sede en Montesa, hasta 1748 en que un terremoto destruyó parte del castillo, trasladándose a la casa del Temple de Valencia.
Ver también Órdenes militares.
Cruz de la Orden de Montesa.

Castillo de Montesa, Valencia.

ORDENES MILITARES:

Fueron organizaciones compuestas por caballeros armados movidos por dos objetivos: militar y religioso.
Nacieron como consecuencia de las Cruzadas y al servicio de la fe cristiana en lucha contra los musulmanes en Oriente. Tomaron como modelo el “ribat” islámico o fortaleza monasterio, donde al igual que los musulmanes, llevaban una vida religiosa combinada con los ejercicios y prácticas guerreras.
Las grandes órdenes militares españolas fueron fundadas a partir de la segunda mitad del siglo XII y con una clara finalidad de defensa de las fronteras con Al-Andalus, al tiempo que participaron activamente en el avance y repoblación de los reinos cristianos, especialmente en Extremadura, la Mancha y Andalucía.
Al final de la Edad Media, durante el reinado de los Reyes Católicos, las órdenes militares perdieron su independencia, incorporándose sus "maestrazgos" a la Corona castellana, vinculación que no fue reconocida por la Santa Sede hasta 1532. Fue el papa Adriano VI quien concedió al Emperador Carlos los título de Gran Maestre de las tres órdenes principales españolas, con carácter hereditario.
En 1808 se confiscaron todos sus bienes (por José I, invasor francés) y se abolieron sus privilegios y jurisdicciones. Y aunque le fueron restituidos la mayoría de sus beneficios por Fernando VII, las órdenes fueron suprimidas por la primera República, aunque el papado seguiría “regulando su disciplina interna”.
Durante el siguiente período monárquico, hasta su caída en 1931, el rey ostentó el título de Gran Maestre y Administrador Perpetuo.
Quedaron totalmente disueltas el 29-abril-1931 (quince días después de proclamarse la segunda república, se ve que tenían prisa por hacer cosas importantes).
No fue hasta el 2-abril-1980 cuando fueron inscritas como asociaciones civiles con el carácter de organizaciones nobiliarias honoríficas y religiosas y como tal permanecen en la actualidad.
Las órdenes militares castellanas más importantes fueron las de ALCÁNTARA, CALATRAVA y SANTIAGO.
En la Corona de Aragón, las principales fueron la de SAN JORGE DE ALFAMA y la de SANTA MARIA DE MONTESA.
La Orden de CRISTO fue la más importante orden militar en Portugal.
Entre las órdenes europeas más importantes, destacar la del TEMPLE (Orden de los Pobres Caballeros de Cristo y del Templo de Salomón) y la de MALTA (Soberana Orden Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta).

REALENGO:
Bienes que estaban afectos a los derechos y tributos reales, a diferencia de los que eran de señorío o de las órdenes militares.

SALA CAPITULAR:
Era el lugar, en catedrales y monasterios, destinado a las reuniones que, de manera asamblearia, tenían los caballeros de una orden o los miembros de una comunidad monástica (el capítulo o el cabildo), y se trataban los asuntos de interés general y las elecciones de abad, según la regla de cada Orden.
Se utilizaba también como panteón de abades y personajes ilustres.


SAN JORGE DE ALFAMA, Orden de:
Orden fundada en 1201 por Pedro II de Aragón con la finalidad de poder recaudar fondos y poder extender sus dominios fuera de Aragón. Hasta 1373 no fue aprobada por el Papa.
Siguiendo la regla de San Agustín, sus fines eran la oración, la misericordia, la caridad, la hospitalidad, la protección al necesitado y el rechazo a los musulmanes.
El superior de la Orden, primero denominado Comendador Mayor y después Maestre, era elegido por los freires reunidos en Capítulo, para evitar la influencia del monarca.
Tuvo dos Prioratos: Alfama y Valencia.
Esta orden participó en la batalla de las Navas de Tolosa y también en la cruzada que el papado había decretado contra los cátaros en Occitania. Durante esta cruzada muere Pedro II, con lo que la Orden queda sin actividad.
Se constituyó de nuevo con Pedro IV el Ceremonioso y participó en guerras contra Castilla y en Cerdeña. Siempre tuvo como rival y a veces enemiga, a la Orden de Calatrava
Martín I unió esta orden con la de Montesa y el papa Benedicto XIII dio su aprobación, quedando totalmente absorbida en 1400. Su emblema, la roja cruz de San Jorge pasó a ser el emblema de la Orden de Montesa, que pasó a llamarse de Santa María de Montesa y de San Jorge de Alfama.
Ver también Órdenes militares.

SANTIAGO, Orden de:
Esta orden, religiosa y militar, surgió en el siglo XII en el reino de León, y debió su nombre al apóstol Santiago el Mayor. Su objetivo inicial fue proteger a los peregrinos del Camino de Santiago, a la vez que hacer retroceder a los musulmanes más alla de las fronteras del Duero.
Algunas fuentes consideran que la creación de la Orden de Santiago se produjo a raíz de la victoria de los cristianos en la supuesta batalla de Clavijo en el año 844, aunque hoy se considera a esta batalla un hecho ficticio.
Se toma como fundación de esta orden el hecho de que el rey Fernando II de León y el obispo de Salamanca encargaran la defensa de la ciudad de Cáceres a los denominados Fratres o caballeros de Cáceres.
Perdida la ciudad, estos caballeros se asociaron con los llamados canónigos regulares de San Agustín que realizaban labores de ayuda y salvaguarda a los peregrinos al sepulcro de Santiago, a semejanza de otras órdenes. Con el tiempo los freires de Cáceres cambian su nombre por freires de Santiago, organizándose ya como tal orden. Es el año 1170, y dos años después ya se ha extendido por toda Castilla. En poco tiempo ya se habían establecido en otros reinos, Portugal, Aragón, Lombardía y Antioquía, absorbiendo incluso a otras, como los Caballeros de Ávila.
Su fundación fue aprobada por bula del papa Alejandro III el 5 de Junio de 1175.

Uclés, monasterio y castillo.

Al tener posesiones tanto en Castilla como en León, ambos reyes les impusieron la obligación de tener su sede en su reino, por lo que tuvieron dos sedes: San Marcos en León y Uclés en Cuenca. En 1230, Fernando III unificó ambos reinos y Uclés quedó como única sede de la Orden. En el monasterio de Uclés residía el Maestre de la Orden.
Como otras órdenes, participaron activamente en la Reconquista, extendiéndose sus dominios por gran parte de la Mancha. Participaron en la batalla de Tentudía y también, cómo no, en la batalla de las Navas de Tolosa.
Se extendió rápidamente, entre otras razones porque su regla era menos rígida que otras (sus caballeros podían casarse), llegando a tener más posesiones que las de Calatrava y Alcántara juntas.
Como en otros casos, los Reyes Católicos incorporaron la Orden a la corona de España, y en 1523 el papa Adriano VI unió para siempre los Maestrazgos de las tres órdenes, entonces en la persona del Emperador Carlos.
A partir de aquí la historia continuó igual que en los otros casos.
Ver también Órdenes militares.

La Cruz de Santiago sobre una tarta de Santiago (de quesignificado.com)

TEMPLARIO:
Monje guerrero perteneciente a la orden militar del Temple.

TEMPLE, Orden del:
Orden del Temple, o de los Pobres Caballeros de Cristo o del Templo de Salomón, fue fundada hacia 1118 por Hugo de Panyens, con el propósito de proteger a los peregrinos cristianos en su camino hacia Jerusalén.
El Temple, que recibió una regla relativamente ascética en 1128, se enriqueció rápidamente gracias a numerosas donaciones, creando enseguida una gran organización internacional.
El Gran Maestre, asistido por el Capítulo General, dirigía, desde Jerusalén a los comendadores de Oriente latino y occidente. De hecho, cada establecimiento templario era un señorío llamado encomienda (se ha llegado a señalar unos nueve mil).
Tras la caída de las últimas posesiones cristianas en Tierra Santa, los templarios se replegaron hacia Europa donde, gracias a sus riquezas, se convirtieron en tesoreros del rey de Francia y del papa Clemente V.
En 1307, Felipe IV de Francia, acusó de corrupción a la Orden por codicia de sus bienes y presionó al Papa para que ordenara la disolución del Temple, lo cual hizo (3 de abril de 1312).
En España los templarios se convirtieron en poderosos terratenientes, cuyos bienes, al ser abolida la Orden, pasaron en Castilla a la corona, y en Aragón a la orden de Montesa.
Ver también Órdenes militares.
Sello templario, símbolo de pobreza y humildad.


Cruz del Temple


VENERA:

El nombre que recibe la insignia de una orden bordada en la indumentaria a la altura del pecho.