martes, 27 de junio de 2023

Almuñécar, torre de Taramay, de la Punta de Galera o fortín de Velilla

Hoy vamos a pasear, y nunca mejor dicho lo de paseo porque esta torre está en un paseo, que es el que discurre paralelo a la costa y playa del casco urbano más a poniente del municipio de Almuñécar. Y me lleva a ella un corto caminata desde el lugar donde de manera provisional-vacacional resido.
Sabía que la torre andaba por aquí cerca, la busqué en el Maps de Google y éste me orientó enseguida: estaba en el campo de visión que la terraza de la habitación que ocupaba en el hotel me proporcionaba. Así que, mañana temprano, me dije, después de desayunar, pues eso, paseo y a por la torre.
La torre de Taramay, en la Punta de Jesús.




LA TORRE:
Esta torre, llamada de Taramay, o torreón de Taramay, también es llamado el Fortín de Velilla, torre de la Punta de Galera o torre del Conde de Guadiana. Se levanta sobre un pequeño promontorio en la Punta de Jesús, que separa las playas de Calabajio al este y del Tesorillo al oeste. No confundirla con la cercana torre del Granizo o del Tesorillo—a la que vino a sustituir—, de factura musulmana, situada hacia el oeste y oculta entre las edificaciones existentes.
Su diseño se repitió en muchos lugares de la costa —como la de Cristal en Villaricos, Almería; y en Málaga las del Lance de las Cañas en Marbella y la de la Cala del Moral en Mijas, que ya han sido paseadas por un servidor—, por lo que hemos de suponer, ante la falta de datos exactos, que la fecha de su construcción estuvo entre 1764 y 1767. Contemporánea de su vecina la del Diablo, tiene con ella enlace visual por levante; y por poniente con la de Velilla, bueno, tenía, que hoy con la gran cantidad de edificaciones existentes es imposible ver una desde la otra.
Fue obra, como otras, del ingeniero José Crame, según diseño llegado de Italia, muy repetido en nuestras costas, tanto en dimensiones como en características constructivas.
Estuvo artillada con dos cañones y por su ubicación topográfica, ligeramente elevada sobre el nivel del mar, podía defender mediante fuego rasante las playas adyacentes, evitando así el desembarco en las mismas de piratas de cualquier calaña. Leo que nunca tuvo artilleros, sino que era la guarnición de torreros, un cabo y tres soldados, los encargados de su defensa. Los cañones, terminada la Guerra de la Independencia, fueron sustraídos por los ingleses que, por entonces, eran aliados del Ejército español.
Desde 1839 fue ocupada por el Cuerpo de Carabineros.
En la actualidad es una propiedad privada, utilizada como vivienda.
Desde la playa del Tesorillo.


LOS DETALLES:

La torre de Taramay es de las denominadas de pezuña o de herradura, dada su planta y la forma aparente de su volumen.
Sus características constructivas y estructurales son, como ya dije más arriba, prácticamente idénticas a otras ya descritas en este blog, y que vienen a ser las siguientes:

Su planta es un semicírculo de radio 7’75 metros, en planta baja, reduciéndose hasta los 5’75 metros en la terraza; la zona curva es, evidentemente, la que mira al mar. En su parte trasera la semicircunferencia se prolonga formando dos pequeños semibaluartes, en las esquinas noreste y noroeste, que se unen configurando una figura que recuerda a un pequeño hornabeque de 15’10 metros de longitud. De suelo a alféizar del pretil del terrado, la altura es de 11’80 metros.
Fachada norte, el hornabeque.

El acceso se realizaba por una puerta (nº 1) situada en la pared interna de la primera planta del semibaluarte de la derecha, a unos 5’50 metros de altura, por lo que era imprescindible el uso de una escalera de cuerda. A su derecha se abren dos saeteras (nº 5) que protegen la fachada norte. Desde esta puerta se pasa a un pequeño espacio (nº 6) dispuesto para un vigilante, y junto a ella, una corta escalera nos baja a la estancia principal, que es realmente la planta primera. Se compone de una planta semicircular de 8’72 metros de diámetro, que se prolonga a los lados, este y oeste, para que se abran dos huecos laterales (nº 9) al este y al oeste, para iluminación, ventilación y, por supuesto, vigilancia, con unos nichos (nº 10) para protección de los torreros. En el muro norte se ubicaban unos armarios (nº 11) y la chimenea (nº 12). En total ocupa una superficie de unos 33’00 metros cuadrados. Se cubre con una bóveda rebajada de ladrillo.
Acceso original y aspilleras de defensa.

La planta inferior sólo era accesible desde la primera mediante una escalera (nº 7); siempre estuvo totalmente cerrada, aunque hoy dispone de una entrada en la misma fachada que la entrada original. En esta planta baja se situaba la Santa Bárbara y otros almacenes. Su altura interior es de 3’30 metros y se cubre también con bóveda de ladrillo. La munición se subía a través de un hueco en el centro de las bóvedas (nº 13).

A la azotea se llega mediante una escalera (nº 4) ubicada en el semibaluarte de la izquierda; a mitad de la subida, se abre un hueco (nº 3) para el uso de una doble aspillera (nº 2) orientada a la puerta de entrada. Una garita cubre la salida al terrado, que es amplio, con capacidad para dos cañones de 24 libras, y rodeado por un antepecho corrido (barbeta), sin almenas, que queda marcado desde el exterior mediante una moldura semicircular o bocel, de cantería, que recorre todo el perímetro de la torre. Este antepecho es de 1’00 metro de espesor y queda rematado con ladrillo en su alféizar.

Sus gruesos y ataluzados muros están construidos en mampostería de mediano tamaño, reforzándose las esquinas de los medios baluartes, y las jambas y dinteles de los huecos y aspilleras, con ladrillos. El espesor de esos muros es variable pasando de los 3’00 metros en el semicírculo a 1’35 en el hornabeque
Posiblemente estuvo enfoscada, aunque no se conserva ningún resto que lo pudiera atestiguar.
Mi Compañía en la fachada norte de la torre.

Las dos ventanas de reciente apertura, en la fachada al mar.

Actualmente, al ser una propiedad privada, ha sido adaptada al uso de vivienda, no habiéndose respetado en su integridad las fachadas originales, pues se han abierto, no sólo la puerta de acceso en planta baja —quedando por encima la entrada primitiva con el uso de ventana—, sino además dos ventanas orientadas al mar, una en planta baja y otra en la primera.


RESUMIENDO:


Nombre: Torre de Taramay, torreón de Taramay, fortín de Velilla, del Conde de Guadiana o torre de Galera.
Municipio: Almuñécar
Provincia: Granada

Tipología: torre costera, fuerte abaluartado
Época de construcción: siglo XVIII (hacia 1764-1767)
Estado: Tiene un buen aspecto.
Propiedad: Privada.
Uso: Vivienda.
Visitas: Totalmente libre el exterior, siempre que se supere —lo cual es fácil— la barrera que corta el camino. No se puede acceder al interior, ya que es una vivienda, a no ser que te autoricen, claro.
Protección: Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.
En 1993 la Junta de Andalucía otorgó reconocimiento especial a los castillos de la Comunidad Andaluza.
Está declarado Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento desde 1985.
La torre desde la entrada a la Punta de Jesús.

Clasificación subjetiva: 2, es decir, que si pasas cerca y vas con tiempo, se visita.
Otras cuestiones de interés: Como digo en otras entradas, para quienes amamos estos edificios, el interés primordial debe estar en visitar las torres vecinas y también el castillo de Almuñécar. Después un baño en cualquier playa.
Cómo llegar: la torre se encuentra al este del núcleo urbano de Almuñécar. Desde la A-7, E-15, se tomará la salida 910 hacia la N-34º sentido Almería y a unos 10 minutos, 4’5 kilómetros, en la calle Tesorillo, paralela al mar, está la torre.




martes, 13 de junio de 2023

Almuñécar, torre del Diablo

Paseo hoy otra torre más de las muchas que otean las costas españolas, y en particular las del sur de la Península. Aquellas torres que, por temor a piratas y a otros tipos de enemigos, mandara construir Felipe II, y cuya ejecución se alargó en el tiempo llegando, como es el caso de la que hoy me ocupa, a ser levantada durante el reinado de Carlos III.
La torre del Diablo desde el oeste, a golpe de zoom.

Ésta se encuentra en Granada, en el término municipal de Almuñécar y, como otras, curiosamente es conocida por varios nombres; a saber: del Diablo, de los Diablos, de Cabria y por último de la Golondrina. Éste último nombre, bastante más agraciado que los primeros, vienen derivado del paraje en que se encuentra, que se llama de Las Golondrinas. El nombre de Cabria deriva del que recibe la playa que desde el acantilado se domina. Y por último de los Diablos, porque parece ser que en ella se escondían tres bandidos que asaltaban a los viajeros disfrazados de diablos.
Al fin del camino está la torre.

LA TORRE:

Esta torre es una más de las construidas en la segunda mitad del siglo XVIII —en alguna página de la red incluso se concreta el año, 1766/1767—, y se levantó para sustituir a la cercana torre de Enmedio —a unos 70 metros de distancia, ladera abajo—, de origen árabe y que se encontraba en muy mal estado. Ésta última, a día de hoy está prácticamente arruinada y es casi imperceptible en el paisaje.
La construyó, a su costa, Fernando Ugarte y Barrientos que recibió a cambio el nombramiento de alférez de caballería.
Desde ella se tiene comunicación visual hacia poniente con la torre de Taramay, en la playa del Tesorillo; también con la del Granizo, muy cercana a la de Taramay pero algo más escondida por las actuales construcciones, e incluso con la de Velilla, en la Punta del mismo nombre. Hacia levante, la más próxima es la torre de Cambrón, sobre la cala del mismo nombre, ya en el término de Salobreña.
Tuvo una dotación de un cabo y dos soldados, hasta que en 1839 fue ocupada por el cuerpo de Carabineros, encargados de la vigilancia de las costas. Nunca dispuso de artillería pues, seguramente, no se concibió para ello.




LOS DETALLES:

Está situada a unos 70 metros sobre el nivel del mar
La torre es troncocónica, de planta circular, y fue construida con tosca mampostería de piedra caliza, colocada en hiladas, de tamaño mediano y mortero de cal; originariamente estuvo totalmente enfoscada. Su base tiene un diámetro de 8’45 metros, y se apoya en una plataforma de mayor tamaño. Su altura es de 10’50 metros.
Su interior está dividido en tres partes: la primera es maciza, y sobre ella dos plantas más el terrado, manteniendo éste último parte del parapeto.
El hueco de acceso, a la planta más baja, está orientado al norte y se encontraba a unos siete metros de altura cuando fue construida —hoy, esa distancia es algo menor—. Está formado por un arco adintelado con sus jambas de ladrillo; sobre él, otro hueco del mismo tamaño, también de ladrillo pero formando un arco muy deprimido. Éste es el único hueco, de ventilación e iluminación que tiene la segunda cámara.
Ambas cámaras están cubiertas con bóvedas de ladrillo. Sólo la primera tiene troneras, concretamente cuatro.
La comunicación entre la segunda planta y el terrado se hacía mediante un hueco en la bóveda. La terraza tiene un parapeto apoyado sobre un bocel de ladrillo, que no presenta un buen estado.
Así está el parapeto del terrado y el bocel.

Al fondo derecha, la playa del Tesorillo.



RESUMIENDO:


Nombre: Torre del Diablo, de los Diablos, de Cabria o de la Golondrina.
Municipio: Almuñécar
Provincia: Granada

Tipología: torre almenara.
Época de construcción: siglos XVIII (1766-1767)
Estado: Seamos amables y consideremos que la torre se encuentra en un discreto estado de ruina a la espera de su reconstrucción o, al menos, de su consolidación.
Propiedad: pública (¿?)
Uso: Ninguno, si acaso para adornar el paisaje.
Visitas: Totalmente libre el exterior. No se puede acceder al interior, ni se recomienda.
Protección: Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.
En 1993 la Junta de Andalucía otorgó reconocimiento especial a los castillos de la Comunidad Andaluza.
Está declarado Bien de Interés Cultural desde el 29-06-1985.
Ya de vuelta, adiós.

Clasificación subjetiva: 2, es decir, que si pasas cerca y vas con tiempo, se visita.
Otras cuestiones de interés: Para quienes amamos estos edificios, sin lugar a dudas, el visitar las torres vecinas debe de ser nuestro interés primordial, y el castillo de Almuñécar, claro; por último, un baño en cualquier playa.
Cómo llegar: la torre se encuentra alejada del núcleo urbano de Almuñécar. Tomar la N-430 en sentido a Almería y desviarse en el km 320; un camino nos llevará hacia una urbanización de calles estrechas, desde la que podremos llegar andando hasta la torre. El navegador de nuestro teléfono sabrá llevarnos, conmigo lo hizo.