martes, 29 de enero de 2019

Priego de Córdoba, Castillo de Priego

Visitar Priego de Córdoba, y pasearlo, es uno de los más fáciles ejercicios de enamoramiento que una persona pueda vivir. Y sin embargo, en este momento, cuando me decido a escribir algo sobre este pueblo y su castillo, siento que no sé por dónde empezar; porque es tanto lo que allí tienen, tanto donde mirar, donde consultar, que me parece muy complejo acometer la tarea.
Sigamos el orden habitual de esta casadelatercia: historia del lugar, del castillo y su descripción.
Y abreviando, que veo que hoy podría duplicar el tamaño de los textos que acostumbro, y no es mi deseo caer en el tedio —del posible lector, no del mío— por culpa del ansia de no olvidar ningún dato.
Vamos a ello, o mejor, vamos a Priego de Córdoba, que está como dice su nombre, en la provincia de Córdoba. Es necesario poner el apellido al topónimo y así evitar la confusión con el pueblo conquense de Priego, a secas —que por cierto, luce una torre en su escudo, el torreón de Despeñaperros; tal vez, solitario resto de lo que fue la fortaleza que allí se levantó—.

Fachada sureste a la calle Marqués de Priego, a la izquierda una churrería.


EL LUGAR:

Su historia, la de Priego de Córdoba, viene de antiguo. Pero los primeros datos arrancan de mediados del siglo VIII cuando, según el historiador árabe Ibn Al-Jatib, soldados de origen egipcio, que habían estado a las órdenes de Abul-Jattar, vigésimo gobernador de Al-Andalus, se establecieron aquí una vez el valí dejó de serlo.
A mediados del siglo IX ya era capital de una cora musulmana, y era nombrado como Medina Bagha o Bahiga. Fue almorávide desde 1090 y almohade cuando estos reemplazaron a los anteriores a mediados del siglo XII.
Finalizado el periodo califal, la población y su término pasó a depender de la taifa de Granada primero, y del reino nazarí de Granada después.
En 1226, y en tres días, el rey Fernando el Santo tomó la villa y se la entregó a la Orden de Calatrava, encomendándoles la defensa de tan importante y estratégico lugar. Misión que no fue llevada a cabo de manera satisfactoria, pues volvió pronto a manos musulmanas, en 1327, para ser recuperada definitivamente en 1341 por Alfonso XI, que reconstruyó sus defensas e impulsó su repoblación concediéndole ciertos privilegios y la exención de algunos impuestos —como el de portazgo—, a sus habitantes.
En 1501, los Reyes Católicos conceden la villa a Pedro Fernández de Córdoba y Pacheco, hijo del Gran Capitán, otorgándole además el título de Marqués de Priego.
Es esta la época de mayor esplendor de la villa, pues se construyen la Casa del Cabildo, el Pósito, la Cárcel y las Carnicerías, así como la edificación de edificios religiosos.
Ese esplendor decae durante el siglo XVII, reinando Felipe III, cuando son expulsados los moriscos que vivían en la ciudad. La economía se resiente con este hecho, a lo que se añade la suspensión por parte de la Corona de las exenciones tributarias que gozaban los prieguenses. Y además sufrieron dos epidemias de peste, una en 1650 y otra en 1680.
En plena Guerra de Sucesión —1701-1713— la villa pasa al ducado de Medinaceli, viviendo un resurgimiento de la economía gracias a la cría de gusanos de seda (sericicultura) y la consiguiente industria de transformación de la seda.
Es durante este tiempo cuando Priego alcanza sus más altas cotas de prosperidad: asciende la población, sus productos se venden en toda España, Europa y las Indias, y el barroco se instala en la villa en todo tipo de edificaciones, especialmente en las religiosas.
En el siglo XVIII, y ante el auge del algodón —importaciones inglesas, sobre todo, pero sin olvidar la competencia de tejidos los catalanes—, la economía sufre un receso.
En el XIX llegan los franceses y formaron la que formaron, más luego todo el resto de siglo, con sus avatares, sus guerras y sus confusiones, inestabilidades y desamortizaciones.
De lo sucedido en el siglo XX no entro, que es más de lo mismo, e incluso peor.
Me voy al castillo.



EL CASTILLO:

Situado dentro del casco urbano, remonta su origen, como mínimo, hasta el periodo de la dominación árabe de la comarca, sin renunciar a un anterior asentamiento romano.
En el siglo IX, durante el Califato, la villa y su alcazaba estuvieron en poder de Omar ibn Hafsún, para pasar a depender de Granada hasta 1226, en que Fernando III lo conquista y dona a los caballeros calatravos, que serán quienes lo reconstruyan —entre 1245 y 1327—, manteniendo la condición de fortaleza militar y nunca residencial; y es que la frontera con el reino de Granada estaba cerca y había que estar alerta. De la alcazaba anterior apenas si quedó rastro. 
En definitiva, prácticamente todo lo que hoy se conserva fue obra de la Orden de Calatrava, destacando sobre todo la torre del Homenaje.
De 1327 a 1341 volvió a ser musulmán —dicen que fruto de alguna traición—, y en ese periodo se reforzaron sus murallas y las de la villa.
Vuelve a pasar a la corona de Castilla en 1341 de la mano de Alfonso XI, y en 1370 es cedido por Enrique II de Trastámara —el Fratricida o el de las Mercedes, elijan ustedes— a Gonzalo Fernández de Córdoba y Ruiz de Biedma, que sería el primer señor de Priego.
Terminada la Guerra de Granada, el ya marqués de Priego, Gonzalo Fernández de Córdoba, lo reformará dándole un aspecto más palaciego y residencial.
El 1 de noviembre de 1755, como no podía ser de otro modo, fue afectado gravemente por el terremoto de Lisboa.

En 1946, Víctor Rubio Chávarri compró el castillo al XVI marqués de Priego, a fin de usarlo como granero; actividad que estuvo realizándose —alquilado al Servicio Nacional del Trigo— hasta 1971.
En 1997, gran parte del castillo fue donado por sus propietarios, la familia Rubio Chávarri, al Ayuntamiento de Priego de Córdoba, reservándose la posesión de una parte de él, concretamente la zona delimitada por las torre central e izquierda de la fachada sureste, y la torre central de la fachada suroeste.
Ha sido a partir de 2010 cuando se ha iniciado un proceso de obras que ha llevado a la restauración del lienzo noroeste y de la torre del Homenaje, que desde 2017 se encuentra actualmente abierta al público.

Fachada sur de la torre del Homenaje.

LOS DETALLES:

El castillo que nos ha llegado es, podemos decir, enteramente cristiano. Eso sí, situado donde estuvo el musulmán, que fue reconvertido, en lo que hoy vemos, durante los siglos XIII y XIV; a lo que hay que añadir las modificaciones realizadas en siglos posteriores, e incluso en épocas relativamente recientes.
Su planta es un polígono irregular de cinco lados y cinco torres de planta rectangular, más dos cilíndricas, que delimita un espacio interior en el que destaca la torre del Homenaje.

Su fachada principal, la orientada al sureste, presenta tres torres: una central (torre 2) y dos en las esquinas (torres 1 y 3), siendo la situada en el vértice izquierdo (torre 1) de mayor entidad que el resto. Aparentemente esta torre 1 está compuesta por dos torres unidas (torres 1 y 7), lo que es apreciable en el dibujo de planta que acompaño, pero no así en la fortaleza, al natural, dadas las edificaciones que tiene adosadas.
Entendido así, se podría decir entonces que son seis las torres de planta rectangular que tiene el castillo. Estas torres son macizas hasta el adarve, el cual las atraviesa mediante un estrecho pasillo; a esa altura se abren estancias abovedadas de ladrillo, desde las que se accede a la segunda planta o a la terraza. Todas han perdido su parapeto y almenado. Lo mismo sucede con los caminos de ronda, pero en este caso han perdido también el paradós.
La fachada oeste muestra otras dos torres rectangulares (torres 6 y 5) de desigual tamaño, más una cilíndrica (torre 8) de reducidas dimensiones en planta y muy deteriorada. Junto a la torre 5 y casi oculta, como no podía ser de otra manera, se abre una poterna.

Poterna en la fachada suroeste.

Superado su ángulo más al norte, y siguiendo en sentido horario, se levanta otra torre cilíndrica (torre 4) de mayor entidad que la anterior. Tras ella, y orientado al norte, estuvo el acceso principal al castillo, y hoy oculto por edificaciones externas adosadas..
El perímetro de la fortaleza se cierra con la torre esquinera derecha de la fachada sureste —la que llamé principal—.
De todas las torres, la más llamativa es la central de la fachada sureste que, además de alcanzar casi los veinte metros de altura, cuenta sobre su terraza con una espécula que además de su función propia, es aprovechada para ubicar la salida al exterior.

Fachada sureste, entrada a la zona privada.


La puerta desde el interior.

A la izquierda de la torre central, y protegida por ésta, se abre la entrada principal actual a la zona privada, formada por un corto corredor con dos arcos apuntados de herradura, enmarcados en un alfiz bajo un arco de descarga de ladrillo. Tuvo instalado un rastrillo, del que sólo se conservan las ranuras laterales para su deslizamiento.
Sobre la puerta un pequeño matacán a la altura del adarve, y entre ambos el escudo de la Casa de Aguilar —pero ojo, es una copia de 2005, pues el original fue trasladado en 1946 por los propietarios a otra vivienda.

Torre central de la fachada sureste, desde el patio de la zona privada.


Edificaciones en el interior de la zona privada.

Por esta puerta se accede a la zona que aún conserva la Propiedad, formada por unas edificaciones adosadas a la muralla y conformando un patio interior. Esas edificaciones corresponden a una vivienda con gran número de pequeñas dependencias sin interés castellológico.

Portalón de acceso actual al castillo, en la fachada sureste.

Entre las dos torres de la derecha de la fachada sureste, se abre otra puerta de ejecución más reciente, y cuya apertura se debió, con toda seguridad, a necesidades de uso contemporáneas.
La torre del Homenaje desde el norte.

Torre del Homenaje, desde el interior.

La edificación más importante de todo el castillo es la torre del Homenaje, actualmente restaurada. Conocida popularmente como la torre Gorda, es de planta ligeramente rectangular, tiene una altura de algo más de treinta metros, incluida parte de su planta baja que está semienterrada, y se levanta adyacente a la muralla suroeste.
Se divide en tres plantas, todas cubiertas con bóvedas de cañón de ladrillo:
— la planta baja es un aljibe —que no tuvo acceso exterior, aunque hoy sí— y que se abastecía de agua de lluvia desde la cubierta mediante atanores, o arcaduces,
—la planta primera fue un almacén, iluminado y ventilado por algunas aspilleras;
— y la tercera era la residencial, presentando ventanas ajimezadas con arquillos en herradura enmarcados en alfiz, en cada una de sus fachadas. La existencia de estas ventanas hace pensar que son obra árabe, de cuando la segunda ocupación islámica.
La comunicación entre plantas es, actualmente, una escalera de caracol de la primera a la segunda, que no corresponde con la primitiva —obra ejecutada durante las reformas de los siglos XVI o XVII—. De esta última a la terraza, se ha instalado una moderna escalera metálica.
La entrada a la torre se efectuaba por una puerta en arco de medio punto, situada en la planta media, mediante una escalera posiblemente de madera, lo que facilitaba su defensa en caso de ocupación del castillo.
Toda la torre está ejecutada en sillarejos, con sillares en las esquinas y en la formación de huecos.
Desde el interior, torre del sureste, a la izquierda el portalón y a la derecha la vivienda privada.

Lienzos del noreste, desde el interior del castillo.

Además, en el interior de la fortificación se encuentran restos de dos aljibes:
Uno rectangular y con doble bóveda de ladrillo, separadas por un arco central de descarga, que conserva su revestimiento hidráulico de almagra; está situado frente a la puerta actual de la torre del Homenaje y medianero con el recinto privado del castillo.
Y otro, próximo al anterior, de mampostería y bóveda de cañón de ladrillo.
En el recinto también se levantan otras edificaciones de uso sin determinar ni situar cronológicamente.
Durante las obras de restauración han aparecido numerosos restos, anteriores y posteriores al periodo de edificación del castillo.



Curiosidad heráldica:
Tuvo Priego un escudo municipal, que ya no tiene, de esos que suelo traer a este blog por lucir un castillo o una torre. Aquel escudo presentaba un castillo de oro en campo de sinople del que, por cierto, no encuentro reproducción alguna en toda la red.
En el actual, no figura ningún castillo, sino que alude a familias íntimamente relacionadas con el pueblo, como fueron los Figueroa (cinco hojas de higuera en sotuer en el tercer cuartel) y los Fernández de Córdoba, cuyas armas porta en el pecho el águila del Primer cuartel.


Puerta entre la zona privada y la pública.

Tecnología siglo XVI


Tecnología siglo XX.


RESUMIENDO:

Nombre: Castillo de Priego de Córdoba.
Municipio: Priego de Córdoba.
Provincia: Córdoba.

Tipología: Castillo.
Época de construcción: siglo IX y reformada durante los siglos XIII, XIV y XVI.
Estado: En buen estado de conservación, y lo positivo es que está mejorando.
Propiedad: Pública, concretamente del Ayuntamiento de Priego de Córdoba, aunque la zona de la esquina sur, sigue siendo propiedad de la familia Rubio Chábarri.
Uso: Aún sin definir, aunque al ser visitable, en parte, se podría decir que su uso es cultural y turístico. La zona privada es una vivienda.
Visitas: acceso libre, excepto en la vivienda de los propietarios.
Protección: Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 de 25 de Junio sobre el Patrimonio Histórico Español.
El castillo está declarado Bien de Interés Cultural, desde Junio de 1943.
Priego de Córdoba está declarado Conjunto Histórico Artístico desde el 7 de diciembre de 1972.

Clasificación subjetiva: 3, o sea, Se incluirá obligatoriamente en ruta de viaje, o lo que es lo mismo, se hará todo lo posible en esta vida por visitarlo. Pero como se trata de Priego de Córdoba, que está lleno de encantos, habrá que hacer obligatoria la visita.
Situación: En el interior de la población, calle Marqués de Priego.
Cómo llegar:




Nota posterior en el tiempo (diciembre 2021):
Desde la publicación de esta entrada, se han realizado obras en el castillo que, evidentemente, no recogen mis fotografías:
En el 2019 estuvieron afectadas la torre 3 y en el 2020 las torres 1 y 2.
Durante el año 2021 se ha estado actuando en la torre 4, estando previsto continúen los trabajos en la zona señalada en rojo.
Añado aquí el plano sisado a la página web del diario de Córdoba y del que copio la numeración de las torres, modificando mi texto original.





Vivienda adosada a la fachada noreste.


Torreón cilíndrico en la fachada noreste, el T4 del plano.

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