martes, 30 de abril de 2019

Almadén de la Plata, castillo de Almadén

Camino hacia el norte, y siguiendo la senda que desde hace siglos llaman la Vía de la Plata —lo de Ruta de la Plata no me gusta nada y ya la redundancia de Ruta de la Vía de la Plata: inaguantable— llego y paseo hoy por uno de los paisajes, sino el que más, que me emocionan con mayor intensidad y que me obligan a afirmar que vivo en uno de los lugares más hermosos de mi país.
Llego, mejor dicho llegamos, a Almadén de la Plata, en la Sierra Norte de Sevilla; pueblo enclavado en pleno Parque Natural:

Bellísimo paraje que ya frecuentaron en la antigüedad gentes como los iberos y los tartessos. También los griegos y fenicios que se aventuraron a subir desde la costa. Y todo ello por los yacimientos de plata y cobre de la zona.
Después llegaron los romanos para explotar las canteras de mármol, material que fue muy empleado en la ciudad de Itálica.
Por las mismas razones también estuvieron por aquí los árabes, que llamaron al lugar Al Medin Balat, las minas de la calzada, topónimo que ha derivado en el actual, Almadén, al que sigue el material de aquellas minas, completándose en Almadén de la Plata.
Los árabes la fortificaron y la perdieron a manos de caballeros de la Orden de Santiago a la orden del rey Fernando el Santo. Éste les concede Carta de Puebla y escudo con castillo y león. Doscientos años después los Reyes Católicos proclaman su lealtad a la corona.
Por entonces, y durante la construcción de la Catedral de Sevilla, las canteras del lugar aportaron piedra para la Capilla Real.
Y el 8 de marzo de 1526, el Emperador cenó y pasó la noche en este afortunado pueblo. Iba camino de Sevilla, donde se casó con Isabel de Portugal tres días después.

Este último hecho, la cena y pernoctación de Carlos I, es razón suficiente e incluso única, para que Almadén de la Plata esté en la Historia. Pero no por ello he de olvidar su castillo —o lo poco que de él queda—. Así que vamos a por él.

De origen islámico, y antes romano, el castillo como tal conocemos fue construido a mediados del siglo XIV, para completar la Banda Gallega, y así defender las tierras del reino de Sevilla de portugueses y caballeros de órdenes religiosas con intenciones bélicas. A partir del siglo XV pasó a depender de la jurisdicción de la ciudad de Sevilla.

Antes cumplió la doble misión de vigilar la Vía de la Plata y proteger las minas existentes —se dice que hubo una en el lugar que hoy ocupa la iglesia de Santa María de Gracia—; de ahí su ubicación en una cota no muy elevada.
En el siglo XVIII se utilizaron los restos del castillo para la construcción de un pósito municipal —edificio destinado al almacenaje de cereales procedentes de las cosechas de los lugareños, desde donde más tarde los podrían retirar previo descuento de las cantidades correspondientes a los impuestos— y también cárcel. Se remodeló añadiéndose la arcada de ladrillo de la fachada.
A mediados del siglo XX se parcelaron gran parte de los terrenos ocupados por el castillo, y se vendieron dichas parcelas para la construcción de viviendas. De esta manera se perdieron muchos e importantes datos del edificio que quedaron entre los cimientos y medianeras de las viviendas que conforman la manzana que ocupó el castillo.
En 1997 se hicieron obras de recuperación de algunos elementos constructivos, incluido el pósito, para su adaptación y uso por parte del ayuntamiento como sede del Consistorio.

De pequeño tamaño, el castillo de Almadén de la Plata tuvo Torre del Homenaje, algunas torres de flanqueo y aljibe.
La primera es lo más significativo que hoy podemos contemplar, aunque reconstruida hasta la altura que se cree tuvo la original. También un lienzo de muralla en el interior del actual edificio y parte de otra torre, llamada del Cubo, que hace esquina con la calle Abades, desde donde continúa otro trozo de lienzo.
Tuvo la entrada por la torre del Homenaje, que luego fue la del pósito, donde ahora se ven tres huecos que simulan ser troneras.
  
Nombre: Castillo de Almadén de la Plata
Municipio: Almadén de la Plata.
Provincia: Sevilla

Tipología: Castillo
Época de construcción: siglo XIV —aproximadamente en 1350—.
Estado: En relativo buen estado la torre y poco más. Al fin y al cabo, su integración en el edificio consistorial ha hecho que se conserven esas pocas piedras.
Propiedad: Pública.
Visitas: totalmente libre, ya que son oficinas públicas. Excepto en domingo que es cuando fui.
Protección: Está declarado bien de Interés Cultural por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía desde el 25 de junio de 1985.
En 1993 la Junta de Andalucía otorgó reconocimiento especial a los castillos de la Comunidad Andaluza.

Clasificación subjetiva: 2, o sea, que Si se pasa cerca y se va con tiempo pues se acerca uno a verlo.
Cómo llegar: Lo más fácil, y así se tiene la posibilidad devisitar otros castillos, es que desde Santa Olalla del Cala (N-630, A-461, E-803), se tome la carretera SE-177 hacia El Real de la Jara, y desde aquí a Almadén de la Plata.


Otras cuestiones de interés: Recorrer la Sierra Norte de Sevilla y admirar el paisaje. Que ya es bastante.


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