jueves, 30 de mayo de 2019

Glosarios: Castillos, torres, fuertes y demás (letras R, S)

 RÁBIDA, ribat:

Palabra derivada del árabe "ribat", que en Al-Andalus fue "rabita" y que denominaba a un edificio habitado por religiosos musulmanes llamados moravitos y que se encontraba fortificado, algo así como los monasterios fortificados cristianos, que a la vez de tener un uso religioso, hacían labores de vigilancia y defensa.
En la Península Ibérica y Marruecos encontramos algunos topónimos derivados.

RASTRILLO, órgano, peine:
Elemento defensivo colocado en las puertas, formado por una pesada reja o puerta de hierro o de madera móvil, que terminaban en puntas y que se deslizaba por ranuras laterales, para defender e impedir la entrada de la fortaleza.
Alojado en la parte superior de la puerta, en un habitáculo preparado al efecto, se subía o bajaba por medio de cadenas o cuerdas, y de forma instantánea podría interrumpir el acceso a la fortaleza al caer repentinamente, guiado por las acanaladuras en las jambas.
Algunas veces existía más de un rastrillo.

REDIENTE DEFLACTOR:
Pieza en el muro que evita que tiradores apostados en aspilleras enfrentadas, puedan dispararse entre ellos.

RESALTE:
Talud con perfil en forma de línea quebrada.
Ver también alambor.

REVELLÍN:
Es la obra de fortificación situada en el exterior del recinto amurallado que protege una entrada o una cortina.
La parte que se ofrece al enemigo es la arista de dos lienzos que se juntan en forma de flecha, mientras que la parte que da a la fortaleza puede variar en sus formas.
El revellín es exclusivo de la fortificación abaluartada y puede considerarse como una evolución de las barbacanas medievales.

RIBAT, rábida:
Palabra árabe que designaba a un edificio fortificado en el que confluían los usos religiosos y militares: fortaleza y puesto de vigilancia, que se ubicaban en lugares fronterizos o de importancia estratégica; a la vez que es un monasterio árabe consagrado a la oración y la guerra santa, por lo que implica la existencia de lugares de oración o de una mezquita, siempre dentro del recinto de la fortificación.
Fueron construidas en los primeros siglos de la conquista musulmana de la península Ibérica.
Estaba habitada por monjes guerreros, los morabitos, pero también ofrecía alojamiento a los comerciantes.

ROCA:
En algunas zonas, y en época temprana, así se denominaba genéricamente a un castillo o una torre.

ROQUERO:
No es un término musical, sino que está referido al castillo que se edifica sobre una roca o peña desde la que se domina el territorio circundante.
Generalmente las murallas y defensas de los castillos roqueros tenían su base directamente en la misma roca de la montaña, con lo que aumentaba así su inexpugnabilidad.
Es sinónima de esta palabra roca, que viene a ser a su vez sinónimo genérico de castillo o de torre refugio de las primeras épocas y en ciertas zonas, ya que se trata de un castillo edificado sobre un promontorio pétreo; en este sentido se contrapone al concepto de mota.

SAETERA, arquera, aspillera, ballestera, lancera, tronera:
Abertura de carácter defensivo en los muros de la fortificación, con abocinamiento interior pero normalmente sin derrame, usado para colocar arqueros y disparar arcos o ballestas, o sea flechas o saetas, de ahí el nombre.
Su morfología permaneció inalterable durante siglos, hasta la aparición de las armas de fuego
La saetera es la aspillera adecuada al uso de flechas.
Estos elementos los podemos encontrar en muchos lugares de los castillos: torres, murallas, almenas, e incluso en muros que daban al interior, con el fin de hostigar a los enemigos que ya se habían introducido en la plaza.
En cualquier caso, su estrechez hacía casi imposible que los atacantes acertaran en una de ellas, sin poder abatir a quien estuviera detrás de ella.
Estas aberturas también se practicaban en las almenas.
Existen diversas denominaciones, en función de las armas utilizadas.

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