OPPIDUM:
Este término latino se utiliza para designar a ciertos poblados fortificados construidos en lugares que de por sí ya poseen defensas naturales, como eran meandros de ríos, acantilados, etc. Por tanto, estos lugares se refuerzan aún más con la intervención del hombre.
Estas intervenciones se hacían para dominar tierras aptas para el cultivo a la vez que se fortificaban zonas habitables. De esa manera se entiende que haya algunos recintos de este tipo que abarcarán hasta 350 Ha, como el Manching en Baviera.
ÓRGANO:
Elemento defensivo en puertas de acceso a las fortalezas que supone un perfeccionamiento del rastrillo. Si se introduce bajo el umbral un objeto estrecho y suficientemente consistente que soporte el golpe cuando cae el rastrillo, se impide el cierre total por la parte inferior, al tener el rastrillo una estructura única y rígida.
El órgano, sin embargo, está formado por maderos reforzados independientes entre sí. Caso de introducir un objeto bajo el umbral, no afecta más que a los pivotes inmediatamente superiores. El resto, al ir independientes, llegan perfectamente hasta el suelo y así el acceso queda interrumpido.
El órgano es un elemento defensivo muy escaso.
OUBLIETTE:
Palabra francesa que significa mazmorra, y más concretamente la que tiene su entrada situada en el techo, y cerrada mediante una trampilla. Se utilizaba para presos a los que, como bien insinúa el nombre (oublier, que en castellano es olvidar), se deseaban ignorar.
PADRASTRO:
Cualquier elevación del terreno que se encuentre cerca de un castillo y que, fortificado o no, pueda caer en poder del enemigo, haciéndose fuerte en él y comprometer la seguridad de la fortaleza.
PALACIO:
Se denominó así, antiguamente, a las casas grandes que se destinaban a residencia de los reyes.
Posteriormente este concepto fue ampliándose a cualquier otra edificación, también lujosa, en la que habitaran grandes personajes de la nobleza, del clero o burgueses enriquecidos. Igualmente se utilizó este término a grandes y suntuosos edificios que albergaron las sedes de corporaciones civiles, militares o religiosas.
La inclusión en estos edificios de elementos constructivos de carácter defensivo, hace que se les pueda calificar como palacios fortificados.
PALACIO FORTIFICADO:
El palacio al que se le han incluido elementos constructivos de carácter defensivo.
PALENQUE, palestra:
De las varias definiciones que encuentro para esta palabra me quedo con que es una valla de madera, o sea una estacada, con la que se delimita y cierra un terreno para defenderlo o con cualquier otro fin, por ejemplo para celebrar algún acto solemne o una fiesta pública.
PALESTRA, palenque:
Lo mismo, lo mismo.
PAÑO, lienzo:
Parte continua de una pared, delimitada por medio de pilastras, columnas, etc., o sea, lo mismo que en las telas: lienzo de pared.
PARADÓS:
Es el pequeño pretil del adarve, situado hacia intramuros, que evitaba la caída de los defensores hacia el interior, y servía de defensa, si el castillo era tomado.
Los que aún se conservan son de escasa altura, lo que se interpreta como que se trata de la base para instalar una barandilla de madera que, obviamente, nunca ha llegado a nosotros por ser la madera un material perecedero.
PARAMENTO:
Cualquiera de las dos caras de una pared, muro o muralla.
También cualquiera de las seis caras de un sillar labrado.
Y por extensión, cualquier superficie a la vista que presente una obra.
PARAPETO, antepecho, barbeta, pretil:
La barrera ejecutada con piedras, sacos de arena u otros materiales, y levantada para protegerse detrás en un combate.
Como sinónimo de las demás: es el murete de poca altura que protege el borde de un balcón, terraza, etc.
PASEO DE RONDA, camino de ronda, adarve:
Es el pasadizo o pasillo que permite el paso de los defensores de la fortificación, situado en lo alto de un muro sobre el que se levanta al exterior el parapeto con o sin almenas. Desde él se vigilaba y defendía la fortaleza.
PATÍN:
Escalera o rampa de obra, exenta o adosada al muro, para acceder a una zona elevada.
PATIO DE ARMAS, plaza de armas:
Espacio descubierto, amplio y despejado de una fortaleza que suele formar el centro de una fortificación. Las dependencias principales y las comunes, viviendas, almacenes, fragua, cuadras, cuerpo de guardia, etc., se concentran a su alrededor y por ese motivo era el lugar donde se reunían los pobladores del castillo. A veces se adorna con columnatas y galerías suntuarias.
A un nivel inferior del patio de armas podía existir la albacara que también ejercía esa función.
PAZO:
Casa fuerte y señorial, pero en Galicia, y especialmente en el campo.
PEINE:
Aparte del utensilio de madera, marfil, concha u otra materia, provisto de dientes muy juntos, con el que se desenreda y compone el pelo, es también sinónimo de rastrillo y órgano.
PLAZA DE ARMAS:
Aunque sinónimo de patio de armas, también puede referirse a la zona que se elige cerca de una fortaleza, a fin de poner en ella las armas y demás pertrechos militares para el tiempo de la campaña o del sitio.
PORTILLO:
Cualquiera de las puertas no principales de una ciudad, villa o fortaleza, generalmente de dimensiones reducidas. En Sevilla a este tipo de puertas se las denominó postigos.
Puerta estrecha para el ingreso de personas o caballerías, que solía estar junto a la puerta fortificada para mantener ésta cerrada.
POSTIGO:
Puerta pequeña, generalmente inscrita en otra mayor, para el acceso de personas.
En Sevilla se denominó con este término a los portillos.
POTERNA, puerta falsa, puerta secreta:
Puerta pequeña y secreta para salir al exterior del castillo sin ser visto, es decir, puertas de escape, situada generalmente en lugar oculto o disimulada, a veces elevada sobre el suelo, por lo que también se la denominaba puerta falsa.
Solía tener difícil acceso, disponiendo a veces de una galería que la alejaba de la fortificación
Pero también podían tener otros usos, como por ejemplo acceder al foso, a la liza, a una muralla coracha o como puerta menor de una cerca urbana, lo que facilitaba la entrada o salida a la villa sin desplazarse a una puerta principal que estuviera alejada.
En ese último caso no era necesario disimularlas, pero en sucesos de asedio se solían tapiar, eliminando el riesgo de entrada de enemigos y el tener que dedicar soldados a su vigilancia.
POZO:
Excavación profunda, relativamente estrecha y generalmente circular que se efectúa con objeto de obtener agua de las capas inferiores del terreno.
Su existencia en las fortificaciones es compatible con la presencia de un aljibe.
PRETIL, parapeto, antepecho, barbeta:
Es el murete o baranda que se instala sobre un muro, un puente o en una escalera, para evitar caídas.
También el terraplén o defensa formada con tierra, sacos de arena, piedra, etc., para guarecerse tras ella en la lucha.
PUENTE:
Es una construcción ejecutada sobre un río, un foso o cualquier depresión del terreno, ejecutada con piedra, madera, ladrillos, hierro, etc., permitiendo pasar de un lado (orilla) a otro.
Y como variantes del término, allá en el Medievo, dos: fortificado y levadizo.
PUENTE FORTIFICADO:
El que está provisto de defensas destinadas a cortar o controlar el paso.
A este tipo de puentes se les dotaba de una o varias torres con diversos elementos defensivos para controlar o impedir el tránsito por él.
Y ello era debido a que en la Edad Media el puente tenía una finalidad claramente estratégica, y como tal se le consideraba, a diferencia de hoy en día en que los puentes son elementos de utilidad pública.
Por lo tanto es obvio que se fortificaran, aunque no han llegado mucho a nuestros días, pues por la dificultad que representaban los elementos defensivos para el tránsito de vehículos, “obligó” a su sistemática demolición.
A pesar de que no son fortificaciones en el estricto sentido de la palabra, sus particulares características hacen que se les considere en un apartado especial dentro de la arquitectura militar.
PUENTE LEVADIZO:
Es el acceso clásico a las fortalezas, y consistía básicamente en una pasarela abatible de madera, de indudable fortaleza pues debía soportar el peso de carruajes, que se usaba para salvar el foso, tendiéndose sobre él frente a la puerta, y pudiéndose retirar a voluntad de los defensores, eliminando fácilmente el acceso al castillo, y neutralizando el paso hacia el interior.
Si el foso era muy ancho, es decir, si la puerta estaba muy alejada de la contraescarpa, se construía un puente de madera o de obra que a cierta distancia de la puerta se interrumpe bruscamente.
El puente levadizo giraba sobre unos goznes y se alzaba mediante un sistema mecánico complejo: gruesas cadenas que se recogían a través de poleas. Su elevación llegaba hasta colocarlo en vertical con el doble fin de impedir la entrada de los hostigadores a la vez que protegía la puerta reforzándola.
PUERTA:
Es el vano que se abre en una pared o una cerca, desde el suelo y hasta una altura conveniente para que pueda pasarse por él. Y al tablero de madero, hierro o del material que sea que se coloca en ese vano y que sirve para cerrarlo, también se le llama puerta.
En este glosario queda muy bien la definición de la RAE: “entrada a una población, que antiguamente era una abertura en la muralla y ahora es lugar de acceso normal a dicha población”.
PUERTA FORTIFICADA:
Aquella que para su mejor defensa era provista de todo tipo de defensas activas y pasivas.
Las puertas, al ser puntos débiles de la muralla, se solía reforzar con dos torres que la franquearan o por una sola, en la que se abre la puerta de frente o costado.
Este tipo de puertas solían tener un carácter monumental.
PUERTA EN RECODO:
La que a poco de penetrar en la fortificación efectúa un giro de 90º, impidiendo la entrada del enemigo en tropel. Este sistema dificulta el asalto a la fortaleza, aún cuando se haya podido derribar la puerta exterior.
En ocasiones, el sistema de puerta en codo consta de dos puertas contiguas, de tal modo que al derribar una, el enemigo se encuentra dentro de un recinto muy reducido, con otra puerta cerrada y con unos defensores que desde cotas más altas, o desde el techo por medio de aberturas preparadas al efecto, les hostigan de forma contundente.
Ya dije algo en la A de acceso en recodo.
QASR:
Es la palabra árabe de la que deriva la castellana Alcázar (al-Qasr) que significa “castillo o palacio” –construido para residencia de los reyes-, mientras que la árabe, que posiblemente derive de la palabra latina “castrum”, está referida al “campamento de un ejército”, que puede también ser una “fortaleza”.
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