Atravesar la provincia de Cáceres
por la Vía de la Plata es todo un espectáculo. Y no sólo por los paisajes, que
por fuerza entran por los ojos, sino por algunos detalles que esos paisajes
encierran y que, estoy seguro, a muchos viajeros se les escapan.
Me refiero a los castillos y torres
que salpican los suaves cerros que
escoltan el camino; camino que aconsejo no se haga sobre la autovía, mejor a
través de la carretera nacional, la N-630, para así tener la oportunidad de
parar cada vez que se divise una fortaleza, o lo que de ella quede. O salir del
camino y buscar alguna otra cercana.
Así lo hice con dos castillos que
se encuentran muy cerca de la ciudad de Cáceres y en su término municipal, y
que se ven sin dificultad desde la carretera (a la derecha si se va desde
Mérida hacia el norte), no tienen pérdida. Sabedor como ya era de su ubicación,
hice este camino por la vieja carretera sin encontrar oposición entre la
compañía de viaje. Después incluso me lo agradecieron.
Ambos castillos se llaman Arguijuelas
de nombre, o Las Arguijuelas, y cambian el apellido según el lugar que ocupan:
el de Arriba en un cerro y el de Abajo en un llano. Elemental.
Hoy paseo en esta CasadelaTercia
el castillo de Abajo, aunque el paseo real fue conjunto; prometo que en cuanto
acabe con este texto me pongo con el de Arriba.
Pues venga, nos situamos:
Se asienta el
castillo en la denominada Dehesa de La Arguijuela, que perteneció a la familia
de los Blázquez, los cuales cambiaron su apellido al matrimoniar Hernán
Blázquez Mogollón con Leonor Alfón de Ovando.
Fue construido este
castillo en algún momento del siglo XV
por Francisco Obando “el Viejo”, y desde el primer momento no tuvo funciones militares activas, sino que
estuvo destinado a proteger las tierras de labor y el ganado. Es decir, que aun
disponiendo de los elementos propios de una fortaleza, como son las torres,
murallas o almenas, fue principalmente una residencia de los propietarios de
esas tierras, que alternarían su uso con la de la ciudad.
Fallecido su primer
propietario, la hacienda pasa al heredero, su hijo Francisco de Obando “el
Rico”, al que a su vez heredaría su hijo, o sea nieto del primero, Francisco
Obando Mayoralgo.
Fachada norte |
Este último, ya en el
siglo XVI, realizó diversas mejoras
y ampliaciones, dotando al castillo de elementos que reforzaron aún más su
carácter militar. De esta manera añadió matacanes, saeteras y troneras en el
exterior; y mejoró todo el interior dándole un carácter totalmente palaciego y
residencial. Para ello mandó construir un patio interior con galerías en tres
de sus caras a semejanza de los palacios urbanos de Cáceres (una de las
galerías es gótica y las otras dos renacentistas). También de esa época es la
ampliación de la fachada sur, que corresponde al cuerpo que está adelantado a
los dos cubos de esquina. En esta parte aparecen elementos y motivos muy
cuidados, en los escudos y en la garita en voladizo.
Fachada sur |
Esquina suroeste |
A principios del siglo XVII, Francisco Antonio Obando,
reforma y adapta la torre del homenaje y el cuerpo meridional a nueva zona de
residencia, abandonando la parte norte que hasta entonces había sido la utilizada
como vivienda.
Ya en el siglo XX y durante la Guerra Civil,
concretamente a partir de octubre de
1936, el bando nacional estableció en el castillo, durante unos meses, una
academia de formación para conductores de los carros de combate Panzer que
habían sido suministrados por el gobierno alemán.
El paseo fue exterior. Accedimos a
la finca sin dificultad pero encontramos el castillo cerrado, aunque por el
aspecto que presentaban todos los espacios circundantes, estaba claro que en la
víspera se había disfrutado de una buena fiesta. Y es que actualmente el lugar está
dedicado a eventos lúdicos y jaraneros. Queda muy lejos de lo que fue su
primitivo uso: una mezcla de componentes rurales —agricultura y ganadería— con
otros residenciales, pero con una fuerte exhibición de poder y dominio que se
muestra en los elementos defensivos del edificio, que si bien no estaban
destinados a la defensa ante ataques musulmanes, sí lo eran ante los conflictos
entre nobles o la simple y necesaria protección de las propiedades. Es un
ejemplo claro del sentido que tuvieron
los últimos castillos de la Edad Media.
Recorrimos su perímetro y
observamos todos sus elementos, lo fotografié y me fotografié con él. Y lo mejor de todo es que la compañía disfrutó con el paseo.
Detalle de la esquina suroeste |
Y ahora,
al pretender describirlo, lo mejor que se me ocurre es copiar a Antonio Navareño Mateos, que decía:
CARACTERÍSTICAS
GENERALES:
— Planta aproximadamente cuadrada.
— Un cuerpo principal que se eleva a mayor altura, en el flanco
norte.
— Dependencias adosadas en los otros tres lados restantes, en
torno al patio central.
— Dos torres cilíndricas en los ángulos del sur y otra interior
adosada al cuerpo principal.
— Parece añadir un cuerpo al sur, con una torre cuadrada y una
torrecilla de escalera desde la planta principal.
— Fábrica de mampostería, con juntas gruesas; sillería en los
ángulos, recercos de vanos y canecillos volados. En algunos paramentos se
añaden amplias zonas de sillería y otras superficies aparecen revocadas.
— Todo el coronamiento almenado sobre canecillos en voladizo. En
el cuerpo principal ocupa todo su perímetro, en el resto señales evidentes de
recrecido de muros.
— Troneras en parte baja y en paramentos almenados del cuerpo
principal y de las torres.
— En el interior bóvedas de cañón en lo que parece más
primitivo, el resto bóvedas de arista y techos planos, a veces artesonado de
madera.
— Vanos cuadrados al exterior y rebajados dentro, casi todos
abocinados con derrame interior.
— Puerta de acceso de medio punto y dovelaje como en los
palacios urbanos. Las interiores de medio punto y adinteladas, con arco
rebajado en el interior del muro; las más antiguas con recercos de sillería y
ángulos achaflanados.
Edward Cooper, en su Castillos Señoriales de la Corona de Castilla, recomienda cuando habla de este castillo, hacer lo que yo he hecho, pues sólo dice: «Como no conseguí acceder a este edificio, remito al lector a la admirable descripción de uno que lo ha visto». Y a quien se remite, que es quien lo ha visto, es A. Navareño Mateos de quien he copiado lo que más arriba he escrito.
La moderna barbacana que cierra el recinto por el oeste. |
En el siglo XIX se
añadió hacia el oeste, frente a su fachada principal, un recinto en forma
rectangular que se cierra con una defensa a modo de barbacana, muy cerca de la
carretera, formada por dos torres cuadradas que enmarcan la puerta y dos cubos
a los extremos de la muralla.
RESUMIENDO:
Nombre: Castillo de Arguijuelas de Abajo
Municipio: Cáceres
Provincia: Cáceres
Tipología: Castillo palacio
Época de construcción: siglo XV, ampliado y reformado en los siglos XVI y XVII. El
recinto exterior es obra del siglo XIX
Estado: En muy buen estado de
conservación, aunque muy restaurado y adaptado al uso que hoy tiene, lo que en
cierta manera le han devuelto la juventud. Ante casos así habrá puristas que se
rasguen las vestiduras, a pesar de que esto sea solución con tal de no verlos
arruinados.
Propiedad: Privada
Uso: residencial y turístico (hostelero).
Visitas: supongo que estarán sujetas a
los eventos que allí se realizan. Cuando lo visité, accedí con total libertad
(sólo el exterior).
Protección: Bajo la protección de la
Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre
el Patrimonio Histórico Español.
Está declarado Bien de Interés Cultural
desde el 3 de septiembre de 1991.
Clasificación
subjetiva: 3,
es decir, se incluirá obligatoriamente en ruta de viaje, o lo que es lo mismo,
se hará todo lo posible por visitarlo.
Otras cuestiones de interés: ya que estamos aquí, subir al de Arriba. Andando
es un corto paseo.
En
el otro margen de la carretera y justo frente al castillo, se encuentra la
ermita de Ntra. Sra. de Gracia, construida entre los siglos XV y XVI.
Cómo llegar:
por la N-630, entre las poblaciones de Aldea del Cano y Valdesalor. Se ve desde
la carretera.
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