martes, 19 de diciembre de 2017

Alcalá de Guadaira, castillo de La Marchenilla

Muy cerca de Sevilla, en el término municipal de Alcalá de Guadaira, se levanta el castillo de La Marchenilla. Desde la autovía A-92 se le ve, pegado a la carretera que llega hasta Morón, apenas elevado sobre el horizonte; siempre me ha parecido que tenía una silueta relajada, horizontal, apenas rota por la torre. A ello le ayuda la edificación adosada que corresponde a la casa de labor, y que alarga exageradamente su  perfil. Pero si conseguimos abstraernos y olvidar la parte que pertenece al cortijo, veremos un edificio bello y proporcionado en sus formas, fruto de las sucesivas construcciones que parecen haber ido evolucionando en el tiempo.
Hasta tal punto, que se le podría considerar peculiar, muy diferente al resto de los castillos más inmediatos en la distancia.

No encuentro datos concretos sobre sus inicios, aunque todo parece apuntar que la torre del homenaje es árabe. Y antes de los árabes debieron andar los romanos, pues han aparecido por el entorno restos de su presencia.
Más tarde, hacia la mitad del siglo XV, los cristianos construyeron el resto del castillo. De entonces sabemos que  pertenecía al Duque de Medina Sidonia, y que en 1474 fue lugar de reunión entre Rodrigo Ponce de León y Enrique de Guzmán, los cuales pusieron allí fin a sus enfrentamientos, gracias a la mediación del Marqués de Villena.
El castillo visto desde el oeste.

Para su descripción creo que debe ser, no sólo necesario sino imprescindible, evitar el añadido de las instalaciones de la casa de labor y el patio intermedio que sirve de conexión entre las dos edificaciones. Así que lo dicho, mucha abstracción y vayamos al concepto:


El conjunto, ya lo he dicho, es fruto de construcciones de varias épocas que fueron creciendo a partir de la torre del homenaje. Tiene planta casi pentagonal, con una ligera irregularidad en la fachada suroeste, debido a la adaptación del edificio al terreno a causa del leve desnivel.
Actualmente, el visitante accede por una puerta situada en su fachada sur a un patio
Acceso a la explanada frente a su fachada del sur.
Fachada sur: a la derecha la actual entrada; a la izquierda la capilla.
La torre es de planta rectangular (8’60 x 7,10 metros) con una altura de veintisiete metros, y ejecutada de tapial, con refuerzos en sus aristas de algunos sillares y ladrillos. Se accede a ella por una pequeña puerta situada en su fachada sur. Tiene dos alturas más la azotea, pero llegar más allá de la primera estancia es misión imposible, ya que el guía y dueño no lo permite. Así que  permanezco unos minutos en esa planta baja, en la que se acumulan multitud de enseres en lo que pretende ser un museo y que queda en muestrario de objetos que denotan más ánimo y polvo que utilidad.
El cuarto, que está cubierto por una bóveda vaída, dispone de un asiento corrido adosado a una de sus paredes y una gran hornacina en la del fondo formada por un arco con moldura de yeso en su trasdós; a la izquierda de ésta, está la escalera que sube a la planta superior.
El primitivo acceso a la torre debió estar en su fachada oeste, a tenor de lo que se deduce del matacán de esa fachada. 
Muralla de la fachada norte, al fondo la torre del homenaje.

Junto a la torre, y orientada al norte, la que fue la primera puerta del castillo, el cual creció, en una primera instancia, hacia el sur formando un patio trapezoidal rodeado de edificaciones, entre ellas la actual vivienda de sus propietarios y la capilla. Este patio es amplio, con un pozo en su centro y un acceso al adarve, del que sólo subsiste el de la fachada sur.
Patio del castillo, la única foto del interior que pude hacer.
La fachada suroeste la ocupa la capilla, dedicada a San Isidro pero presidida por una pintura de la Virgen de Guadalupe (la mejicana, no la extremeña). Tiene dos accesos, uno desde el exterior del castillo por la fachada sur, junto a la actual puerta de entrada; y otro desde el patio a través de la sacristía. Bueno, también tiene otro acceso, desde el patio y en altura, hacia el pequeño coro.
Se encuentra aún sacralizada, y de sus paredes cuelgan numerosos  cuadros y recuerdos que, en la mayoría de ellos, tratan de cumplir la misma finalidad que los de la torre. Perfectamente ordenados, unos cuantos reclinatorios nos recuerdan cual es el uso de la estancia.
Fachada oeste.
Fruto de la ampliación que realizaron los Velasco, es el recinto rectangular adosado al lado norte y construido todo ello con mampuestos y sillería. Su lado más largo está formado por una muralla en cuyo centro vuela un balcón (posiblemente fue un garitón que ha perdido su parte superior); la muralla está flanqueada por dos torreones que son lo más llamativo del castillo, y que contrastan sobremanera con la sobriedad de la torre del homenaje. Los torreones se rematan con matacanes que están soportados por arcos góticos trilobulados; sobre ellos, las almenas que han sobrevivido al tiempo, algunas de las cuales disponen de aspilleras. En el orientado hacia el oeste, campea el escudo de los Velasco.
Detalle del torreón oeste.
El recinto se cierra hacia el oeste con un lienzo corto que, debido al desnivel del terreno, fue reforzado mediante dos contrafuertes. Desde el torreón del este y hacia la torre del homenaje, el recinto queda perimetrado con otro lienzo almenado en el que se dispuso la que fue penúltima puerta del castillo.
La última, he de suponer, es por la que entré al castillo y por la que me fui.

El castillo desde el sur


Nombre: Castillo de la Marchenilla
Municipio: Alcalá de Guadaira
Provincia: Sevilla
Ubicación:.
Tipología: Castillo.
Época de construcción: hacia 1252
Estado: En general está buen estado, aunque la torre del homenaje necesita una profunda restauración. La edificación de la casa de labor, situada en su fachada sur, altera considerablemente su aspecto.
Propiedad: Privada.
Uso: Residencial y casa de labor (cortijo)
Protección: Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.
Fue declarada monumento histórico artístico mediante decreto de 03-06-1931
En 1993 la Junta de Andalucía otorgó reconocimiento especial a los castillos de la Comunidad Andaluza.
Visitas: Los sábados, por la mañana, están abiertas al público algunas zonas y dependencias del castillo. Todo ello de gratis; pero las fotos en el interior están prohibidas, prohibidísimas. Ni siquiera la larga y, a veces tediosa, conversación con el dueño-guía ayudó a que se me permitiera fotografiar algo.
Otras cuestiones de interés: La proximidad de El Gandul obliga a darse una vuelta por sus ruinas. Y cómo no pasear por la alcazaba de Alcalá de Guadaira, y si hay tiempo por el río y sus molinos: algo impagable. 

Cómo llegar: muy fácil. Desde Sevilla dirección Málaga por la A-92, y al poco de dejar a la derecha Alcalá de Guadaira, tomar la A-360 a Morón de la Frontera. Justo a la derecha y a apenas unos metros, está el castillo.

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