En la página web del
Ayuntamiento de Zafra leo sobre lo que bien pudo ser el origen de esta
ciudad. Y si la dedicación que en aquel
principio asigna esa suposición a sus primeros habitantes es cierta, se podría
decir que los actuales son fieles a sus antecesores. Dice aquella creencia que
los orígenes de la ciudad están en el Medievo, en un puñado de casas apiñadas
en lo que hoy es la Plaza Chica y que era un cruce de caminos — norte-sur, la
vía de la Plata; este-oeste, el Camino Mozárabe, tal vez—. Seguramente fuera
lugar de albergue y pernocta, y también de intercambio de mercancías; más o menos como lo
sigue siendo hoy.
EL
LUGAR,
Fuera como fuese su principio, es muy probable que los romanos tuvieran
algo que ver en ello, aunque se tratase sólo de algunas villas dispersas y un
castro en las proximidades.
En ese mismo lugar, El Castellar, los musulmanes construyeron a principios
del siglo XI una pequeña fortificación, un hisn
que se denominó Saira abi Hassan —se presume que de ahí deriva el actual
topónimo—, a fin de controlar la frontera entre las taifas de Sevilla y
Badajoz. Más tarde la nombrarían como Safra,
y de ahí a Zafra.
Reconquistada la comarca en 1229 por Alfonso IX, se construyó en aquel
cruce de caminos una iglesia y la casa del Concejo. Curiosamente también un
cementerio.
Pero volvió a ser conquistada por los árabes; y tuvo que ser en 1241 con el
Rey Santo, cuando definitivamente quedara en manos cristianas, concretamente en
las de la orden de Santiago.
En 1460, el rey Enrique IV concede a los Suárez de Figueroa un condado, que
será el de Feria.
El patio del castillo, obra del primer duque de Feria. |
En 1567, Felipe II eleva la categoría de condado a ducado, siendo el primer
Duque de Feria otro Gomes (III) Suárez de Figueroa. Y además de Duque, grande
de España.
Con Gomes III la población se moderniza y se convierte en una villa
mercantil y manufacturera que llega a ser el centro de la comarca. Las ferias
que se celebraban desde finales del siglo XIV, se consolidan —llegando la de
San Miguel, a finales de septiembre, hasta nuestros días—.
El condado de Feria fue absorbido por el Marquesado de Priego y éste, en el
siglo XVIII, quedó incorporado en el Ducado de Medinaceli.
Desde 1882 tiene el título de ciudad, por obra y gracia de Alfonso XII, y
desde 1965, su casco histórico es conjunto Histórico Artístico.
EL CASTILLO
El castillo de Zafra no fue edificado para defender territorios
ni fue testigo de ninguna batalla. Probablemente esté levantado en el mismo
lugar que ocupara otro de origen árabe del que no quedan restos —aunque bien podría
tomar como vestigios de aquella fortaleza su apariencia exterior—.
Fachada norte del castillo. |
El castillo de Zafra, o el palacio de los Duques de Feria, lo manda
construir el segundo señor de Zafra, Lorenzo Suárez de Figueroa, a la sazón
primer Conde de Feria, en 1437 —una piedra con esa fecha inscrita en su fachada
principal así lo recuerda; otra, en la torre del Homenaje, indica la de su
terminación, 1443—. Su pretensión era establecerse en la ciudad en una
residencia acorde a su condición, pero sin renunciar al carácter defensivo del
edificio. Seis años tardaron en su construcción, primero en la cerca de la
villa y después en el castillo. La autorización real, firmada por el rey Juan
II de Castilla, llegó cuando las obras estaban casi concluidas.
Uno de sus descendientes, el tercero de los Gomes, efectúa obras en el
castillo para adaptarlo a sus nuevas necesidades, acordes a los gustos que los Austrias imponen, y siguiendo las maneras propias del Renacimiento, pero
dejando algunos elementos que evidenciaran de forma clara su abolengo:
construye la Sala dorada y reforma y decora la capilla, añadiendo hermosos
artesonados; levanta dos galería a ambos lados de la torre que se orienta hacia
el sureste; y a la fachada principal le añade, lamentablemente, dos cuerpos
flanqueando la entrada. Pero la obra más significativa es la sustitución del originario
patio por otro de líneas netamente renacentistas, que se ejecuta en mármol y a
dos alturas, y que más que el patio de un castillo, recuerda al claustro de un
monasterio. Sin menospreciar ni una piedra de todo el edificio, no cabe duda
que son, las del patio, el primer atractivo del palacio.
Durante la guerra de la Independencia estuvo, como no, ocupado por tropas
francesa. Esta vez fueron respetuosos con el edificio.
LOS DETALLES
Construido casi totalmente en mampostería sobre una planta cuadrangular, el
castillo de Zafra estuvo rodeado de una muralla a modo de barbacana que, hacia
el este y el sur, coincidía con la muralla de la ciudad. Una de las puertas de
esta última, la llamada de Palacio, era la más próxima al castillo; frente a
ella, de la que sólo queda un arquillo, daba acceso a la barbacana.
La Puerta de Palacio intramuros. |
De ese baluarte apenas si se conservan algunos restos.
El castillo y la barbacana se comunicaban con el interior de la ciudad a
través de la llamada Puerta del Acebuche,
situada al suroeste de la plaza que se abre frente a la fachada principal.
Las cuatro esquinas de su planta están reforzadas con altas torres —de 24
metros— cilíndricas; en el centro de sus lados norte y sur, se adosan sendos
torreones, también circulares y de la misma altura pero de menor diámetro.
La puerta del palacio se abre en la fachada oeste, y está flanqueada por
otros dos torreones de iguales características a los centrados en las fachadas
norte y sur. Sobre la puerta, figuran los escudos de sus primeros dueños: cinco
hojas de higuera de Lorenzo Suárez de Figueroa, os leones rampantes y brazos
alados con espadas de doña María, su esposa.
Más arriba, una ventana geminada con arcos de herradura; y sobre ella
sobresale un matacán, con aspilleras, sostenido por cuatro ménsulas.
Fachada oeste del castillo. Torre del Homenaje. |
En la fachada este, opuesta a la puerta, está la torre del homenaje,
también cilíndrica, algo más alta que las demás torres —29 metros de altura—, y
más gruesa y rotunda, simbolizando así, como en general todo el edificio, el
poder de la familia.
Tiene cuatro niveles, siendo macizo el primero; desde la primera planta del
palacio se accede al segundo nivel, abovedado; desde aquí al siguiente, ya a la
altura del adarve, que conserva pinturas en su zócalo. Una escalera empotrada
en el interior del muro lleva hasta la terraza de la torre que, como todo el
conjunto, está almenado. Sobre el acceso a la torre desde el adarve, vuela un
pequeño matacán.
Toda sus fábricas exteriores son de mampostería, utilizándose muy poco la
sillería, si acaso en algunos elementos como ventanas y matacanes. Bajo las
almenas de murallas y torres, corre una doble hilada de ladrillo.
Nombre:
Castillo-palacio de los Duques de Feria
Municipio: Zafra
Provincia:
Badajoz.
Tipología:
Castillo-palacio.
Época de construcción: comenzó
su construcción en 1437. A mediados del siglo XVI fue transformado en palacio.
También sufrió alguna transformación a mediados del siglo XVII y en los años
sesenta del pasado siglo.
A pesar de tantas
modificaciones y añadidos, el edificio no ha perdido, al menos exteriormente,
su excelente condición militar.
Estado: El castillo se encuentra en un extraordinario
estado, debido claro está, a haber sido rehabilitado y acondicionado como
Parador de Turismo en 1968, que es la ocupación a la que en la actualidad está
destinado.
Propiedad:
Pública; fue adquirido por el Ministerio de Información y Turismo en
1965 para convertirlo en Parador de Turismo.
Visitas:
totalmente libre el entorno y las zonas comunes del establecimiento
hotelero. El resto queda reservado para los huéspedes.
Fuente en el patio del castillo-palacio-parador. |
Protección: Declarado Monumento desde el 3 de junio de 1931, es
Bien de Interés Cultural.
Se encuentra bajo la
protección de la Declaración genérica del Decreto de 22-abril-1994 y la Ley
16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.
Clasificación
subjetiva: 3, o sea, que se incluirá
obligatoriamente en una ruta de viaje, o lo que es lo mismo, se hará todo lo
posible por visitarlo.
Cómo llegar: En el kilómetro 684 aproximadamente de la A-66
(E-803), donde cruza la N-432 que viene desde Córdoba, hay indicaciones que nos
dicen que Zafra está a unos minutos.
Otras cuestiones de
interés: Toda la ciudad de Zafra, declarada
Conjunto de Interés Histórico Artístico, es digna de ser paseada. Sólo sus
Plaza Chica y Plaza Grande ya merecen la visita; el resto son los bises que da
la ciudad.
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