martes, 14 de marzo de 2017

Zafra, muralla urbana y puertas.


Continuo en Zafra que, como edificaciones de carácter militar, conserva algunas más que su castillo-palacio, y que son las puertas de su murallas —tres de las cinco importantes que tuvo—. De las restantes, el tiempo, la desidia y la ignorancia, se han encargado de su desaparición. Dejo aquí lo que sobre algunas de ellas, y sobre la muralla, he encontrado; que no me parece mucho.

La muralla de la villa, ya ha quedado dicho cuando se paseaba el castillo, fue mandada construir por el primero de los Gomes Suárez de Figueroa, con autorización de Enrique III y en reconocimiento a los servicios que esa familia había venido prestando a la Corona. Sin embargo es su hijo, Lorenzo Suárez de Figueroa, quien la construye entre 1437 y 1449. Si bien contó con la colaboración de los vecinos a los que se eximió de la obligación de realizar las hasta entonces habituales rondas de guardia.

 Llegó a tener ocho accesos entre puertas y postigos. En un principio se construyeron cuatro, orientándose a cada punto cardinal, la de Sevilla al sur, la de Jerez al oeste, la de Badajoz al norte y la de Los Santos al este; añadiéndose poco después la de Palacio y con el tiempo tres más.
De todas ellas sólo se conservan tres, a saber:
La de El Palacio, junto al castillo y ya nombrada más arriba, la de Jerez, orientada hacia el camino de Jerez de los Caballeros; y la de El Cubo o de Badajoz —de aquí partía el camino hacia esa ciudad, y lo del cubo, obviamente, por la torre que la protege—.

Las desaparecidas fueron: una orientada hacia el camino de Sevilla y así se la conoció; dos situadas entre la de Jerez y la de El Cubo, llamadas de El Niño y Puerta Nueva; y otras dos orientadas hacia el este, la de La Maestranza y la de Los Santos —ésta última por iniciarse aquí e el camino que llevaba a Los Santos de Maimona—.

Cartel informativo junto a la Puerta de Palacio, indicando la ubicación de las puertas.

 La cerca encerraba en su interior una planta que recuerda a una elipse, aunque achatada —un eje, de la puerta de Sevilla a la del Cubo, unos 630; otro eje, de la puerta de Jerez a la de Los Santos, otros 560 metros—, de unos 1.200 metros de perímetro. Estuvo almenada y dispuso de adarve en su totalidad.
Estuvo ejecutada casi en su totalidad en mampostería y relleno de tierra, materiales que provocaron su pronto deterioro.
A finales del siglo XIX se permitió su demolición.

La Puerta de El Cubo o de Badajoz se sitúa hacia el norte, y en origen contenía el acceso al interior de la ciudad, siendo el arco contiguo de ejecución posterior.
Presenta la curiosidad de que apenas dispone de trabazón con la muralla por lo que hace pensar que o bien se construyó con posterioridad, o se hizo así premeditadamente para evitar que daños en una, durante un ataque, no afectaran a la otra, y viceversa.
Construida en mampostería menuda y muy irregular, tiene planta semicircular y proporciones un tanto desmesuradas, tal vez para ofrecer aspecto de excesiva fortaleza.
El interior de la torre, además de ser el paso a la ciudad, tuvo las dependencias propias de control y recaudación propias de las puertas de las ciudades medievales. La puerta cambió su fisonomía en el siglo XVII, cuando se cegó la misma y se abrió un acceso más grande en el lienzo de muralla contiguo —el actual arco del Cubo—. Hoy en día, y después de obras de restauración, se ha recuperado la puerta original y un lienzo de la vieja muralla.

Cuando visité la ciudad, a finales de 2007, en la Puerta del Cubo se estaban realizando obras en su entorno; es de suponer que su estado actual debe ser algo más agradable.


En el exterior, y dentro de una hornacina sobre la primitiva puerta, se exhibe una pequeña estatua de Santiago en su representación de Matamoros, imagen muy relacionada con el Señorío de Feria y, cómo no, con la Orden de Santiago. No obstante, la ausencia de figuras de infieles bajo el caballo puede hacer pensar que no se trata del Santiago de la batalla de Clavijo, sino la representación de alguno de los Suárez de Figueroa.

La Puerta de Jerez, o Arco de Jerez, se orienta al oeste, al camino de Jerez de los Caballeros, y de ella parte la calle que unía el arrabal con el centro de la ciudad, la Plaza Chica.
La puerta consta de un doble arco ojival de sillería que conforma un corto túnel. Sobre ella existe una capilla —del Cristo de la Humildad y Paciencia y de Ntra. Sra. de la Caridad—.
En el exterior, y encima de la puerta, existe un balcón flanqueado por dos hornacinas que contienen una imagen cada una —me dicen que son los patronos del gremio de zapateros, o sea, San Crispín y San Crispiano, mártires en Roma—,
 El conjunto se remata con una espadaña y un nido de cigüeñas.
Bajo el cuerpo de campanas, aún permanece la talla en bajorrelieve del símbolo de la ciudad, un jarrón con azucenas —aunque algo deteriorado por culpa de los franceses; eso dicen—. Aquí también lució el escudo de los Duques de Feria, ya desaparecido.


Con algo más de cien años de diferencia, dos imágenes de la puerta de Jerez

A lo largo del tiempo ha sufrido diversas modificaciones: en el siglo XVII perdió las dos torres que la flanqueaban, y se le añadió la capilla superior; posteriormente fue el añadido de la espadaña y, más recientemente el balcón en voladizo.


La puerta de Jerez, intramuros.

La Puerta de Palacio recibió este nombre por su proximidad al castillo-palacio, y su ubicación se debe, parece obvio, a la necesidad de contar con un acceso próximo desde el exterior.
Realmente fue una doble puerta: la primera, exterior, era la entrada al interior de la ciudad; y la segunda —de la que se conserva un arquillo— fue el acceso a la barbacana que contenía el castillo. Desde esta barbacana se pasaba a la ciudad a través de la Puerta del Acebuche (ver su foto en la entrada correspondiente al castillo). Pero a ésta última no se la puede considerar una puerta de la muralla.
Desde esta puerta partía el camino hacia la Puebla de Sancho Pérez.

La puerta de Palacio desde el interior de las murallas; a la derecha el castillo.

La Puerta de Los Santos, ubicada al este de la ciudad, iniciaba el camino hacia Los Santos de Maimona —de ahí su nombre— y curiosamente, ese camino moría donde comenzaba la calle Zafra en el vecino pueblo.
Estuvo flanqueada por dos torreones y a la igual que la de Jerez y la de Sevilla, tuvo una capilla sobre su arco, en este caso dedicada a la Virgen de la Concepción y Amparo.
Contiguos a esta puerta existieron dos pilares: uno intramuros, el Pilar Redondo para calmar la sed de las personas; y otro extramuros, el de San Benito, para los animales. Ninguno de los dos pilares ha llegado a nuestros días, tampoco la puerta.
 
Así estaba la puerta de Palacio a principios del siglo XX; al fondo la puerta que daba acceso a la barbacana del castillo

Orientada hacia el sur estaba la Puerta de Sevilla —desde aquí arrancaba el camino hacia la ciudad andaluza, por lo que fue nombrada así siguiendo el mismo criterio que las demás— y era la que tenía más tránsito de todas. En ella desembocaba la actual calle Sevilla, a la vez que se abría al sitio que llamaban Campo de Sevilla.
Al igual que la de Jerez y la de Los Santos, tuvo sobre su arco una capilla que estuvo dedicada a la Virgen de la Aurora.
Era una construcción de tamaño considerable, ejecutada en piedra berroqueña, con columnas a sus lados decoradas con elementos clásicos. El elemento central era un torreón cubierto y el hueco de acceso un arco rebajado.
Fue demolida, previa autorización real, en 1878.

Imagen de la desaparecida puerta de Sevilla.


Nombre: Muralla urbana de Zafra
Municipio: Zafra
Provincia: Badajoz.

Tipología: Muralla urbana.
Época de construcción: comenzó su construcción, al igual que el castillo, en 1437.
Estado: Las puertas que han llegado a nuestros días se encuentran en un más que aceptable estado.

Propiedad: Pública.
Visitas: totalmente libre el entorno, forman parte del paisaje urbano.
Protección:

Clasificación subjetiva: 2, o sea, que si se pasa cerca y se va con tiempo pues se acerca uno a verla; es decir, que se incluirá en una ruta de viaje pero no pasa nada si luego no se visita.
En este caso esa clasificación no es válida, ya que el 3 del castillo obliga a visitar la ciudad.
Cómo llegar: En el kilómetro 684 aproximadamente de la A-66 (E-803), donde cruza la N-432 que viene desde Córdoba, hay indicaciones que nos dicen que Zafra está a unos minutos.
Otras cuestiones de interés: Como curiosidad, dejar dicho que sobre un bloque del arco de la puerta de Jerez, está grabada la huella de un zapato que mide un pié castellano, medida que se usó hasta el siglo XIX y que equivalía a 27’86 cm del Sistema Métrico Decimal, implantado oficialmente en España en 1849.
Otra curiosidad más sobre lo de las medidas, que se ha dicho lo del pié en la puerta de Jerez; pues en la Plaza Chica, grabada sobre una columna está la Vara, otra unidad de medida que equivalía, por estos lares, a 83’59 cms.





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