martes, 9 de agosto de 2016

Segura de León, Castillo de Segura de León

Cuánto lamento que aquella visita que realicé a Segura de León hace ya casi nueve años, no hubiera sido algo más profunda, un poco más alargada en el tiempo. Fue durante un viaje de trabajo al sur de la provincia de Badajoz cuando, me cargué de un extraño sentimiento de culpa por pensar en emplear un tiempo que no correspondería gastar en otros intereses que no fueran los laborales, y decidí consumir poco más de una hora en visitar su castillo.

Y es que al verlo aparecer tras una curva, casi de improviso a pesar de las indicaciones previas que la ruta va mostrando, fue imposible sustraerme de la tentación de subir al cerro, aunque sólo fueran unos minutos, y pisar sus piedras, fotografiarlo y luego, ya más adelante, si es que vuelvo a tener otra oportunidad, pasearlo con más tranquilidad. Así que decido abandonar durante un largo rato la labor que me llevaba a esas tierras, y subí al cerro.
Más tarde es cuando empezaría a lamentar que la visita no hubiera durado más tiempo, que hubiera incluido la iglesia de Nuestra Sra. de la Asunción, del siglo XIII, con su ábside almenado que tanto la emparenta con las de Monesterio y Calzadilla.
Lástima, ¿qué se le va a hacer?, habrá que volver.

EL LUGAR,
Decía que Segura de León está al sur de la provincia de Badajoz, sobre uno de los numerosos cerros de este infinito paisaje que es Sierra Morena. Pero aunque son numerosos los vestigios de pasados habitantes en la comarca —el yacimiento de la Martela, las villas romanas de los Villares y de los Regíos, restos visigodos en la Iglesia parroquial y el poblado árabe de Gigonza—, no es hasta 1275 cuando, una vez reconquistado el territorio por el rey Fernando III con la inestimable ayuda de la Orden de Santiago y su maestre Santiago Pelay Pérez Correa, se segrega su territorio del de Montemolín.
Con los caballeros de la Orden de Santiago, Segura de León adquiere fueros propios y un castillo que le construyen. Así pues, el lugar quedará unido, desde el siglo XIII al XIX, a esa Orden, ya que fue, primero Encomienda y más tarde Encomienda Mayor de León, la cual quedó abolida en 1833.
Aquí también estuvo la sede de la Vicaría de Tentudía, que en 1791fue trasladada desde Calera de León y por ello formó parte de la diócesis del Priorato de San Marcos de León hasta 1873.
Segura de León desde el castillo; al fondo la iglesia de Nuestra Sra. de la Asunción.

Llama la atención que, a pesar de este pasado santiaguista tan fuerte y alargado en el tiempo, no hubiera quedado desde antiguo reflejado en su escudo municipal. Ha tenido que ser en época reciente cuando se ha diseñado uno que, basándose en sellos municipales antiguos, añade la cruz-espada de Santiago para así destacar los elementos más identitarios del lugar:
— El castillo como principal emblema del pueblo, representándolo de manera objetiva, no como castillo heráldico.
—El león, por la singularidad de haber formado parte del Priorato de San Marcos de León.
—Bellota de oro del tesorillo de la Martela.
—Y la cruz de la Orden de Santiago, que por algo fue Encomienda Mayor de la provincia de León de esa orden.


Queda pues un escudo español cuadrilongo, de base circular.
Partido: Primero de gules, un castillo en su color natural. Segundo de plata, una cruz de la Orden de Santiago, resaltada de un león púrpura pasante. Entado en punta, de sinople, una bellota de oro,
Al timbre, corona real cerrada.

EL CASTILLO
El castillo fue construido en la parte más elevada del cerro donde se asienta la población. Y aunque siempre se pensó que los caballeros santiaguistas lo levantaron sobre los restos de otro árabe, algún reciente estudio parece afirmar que no, que desde sus cimientos el castillo es cristiano, y que entre su inicio y algunas remodelaciones, su construcción se alargó en el tiempo —entre los siglos XIII y XIV—. Sus elementos más antiguos son seguramente de este último siglo, pero los datos más precisos y lo que hoy vemos, son el resultado de las últimas reformas que en él llevo a cabo el último maestre de la Orden de Santiago, Alonso de Cárdenas (1425-1493). Durante su segundo mandato, de 1477 a 1493, construyó una nueva barrera, la torre rectangular de la puerta principal al sur y la torre noreste —dato curioso: Alonso de Cárdenas fue el bisabuelo de García López de Cárdenas, descubridor del Gran Cañón del Colorado—.
Entre 1504 y 1512, fue comendador de la Orden en Segura Garcilaso de la Vega, no el poeta, sino su padre.

A mediados del siglo XVIII se construyó el edificio que está adosado a la torre de Miramontes, junto a la puerta principal, y que dispone de una entrada propia extramuros.
Nunca sufrió asedios ni momentos bélicos destacables, lo que no le resta valor ni interés.
Desamortizado en el siglo XIX, fue adquirido por la familia Jaraquemada; y en 1973 vendido a la Diputación de Badajoz por la simbólica cantidad de un millón de pesetas —seis mil euros al cambio—.
Finalmente fue cedido al Ayuntamiento que se encargó de su restauración.
En los últimos cien años, el castillo fue colegio desde 1892 a 1923, cárcel durante la Guerra Civil, Juzgado y nuevamente colegio.
En los últimos años ha sido un establecimiento hotelero.

LOS DETALLES
De todos los castillos que la Orden de Santiago construyó por tierras que hoy son Extremadura, y que han llegado a nuestros días, posiblemente éste sea uno de los mejor conservados.
Tiene planta irregular que se adapta al terreno del cerro, sucediéndose las torres a lo largo de su perímetro en cada quiebro de la muralla.
Dispuso de una segunda cerca de la que quedan algunos restos ante sus fachadas norte y oeste; también de un foso ante la puerta principal con puente levadizo de madera.
Entrada principal y, sobre ella, el matacán.
Su entrada principal, de sillería y arco de medio punto, se orienta al sur, hacia la población, y está protegida por dos fuertes torres que tienen nombre: a su derecha la de los Alcaldes, de planta rectangular; y la de Miramontes que es circular, a la izquierda, justo en el ángulo suroeste. En la vertical de la puerta existe un matacán de ladrillo sobre canes de piedra.
Patio del castillo, torre del Homenaje y portillo de salida a la antigua liza.

Una vez en el interior se observa un patio de grandes proporciones, fruto de la desaparición de edificaciones que estuvieron adosadas a la muralla de la derecha —de ellas quedan las grandes ventanas, ahora inaccesibles, con sus cortejadores—.
Las construcciones que hoy vemos se sitúan a la izquierda, apoyadas al lienzo recto que recorre toda la fachada oeste.


Este edificio lo conforman dos cuerpos de dos alturas y perfectamente diferenciados:
— El primero se organiza en una doble arquería mudéjar: la inferior, arcos de medio punto sobre pilares de granito octogonales; y la superior reconstruida durante las obras de los años ochenta del pasado siglo, también arcos de medio punto pero arrancando desde el pretil.
En su interior se encuentra la capilla, construida en 1511 por Adán (o Adrián, los dos nombres encuentro) Piedrahita, y cubierta con una bóveda de crucería. La capilla se ilumina con dos ventanas geminadas y enmarcadas en alfiz
— El segundo cuerpo está cerrado y en él se situaron una mazmorra y otras dependencias para uso residencial, administrativo y doméstico del personal del castillo, como el llamado cuarto de Garcilaso, levantado cuando Garcilaso de la Vega padre, fue Comendador de la Orden.
Tras este segundo cuerpo está la escalera, único acceso, para subir al camino de ronda que, serpenteando sobre la muralla, va uniendo todos los cubos, pasando sobre el matacán de la entrada y llegando, al final, a la torre del Homenaje. Pasear por el adarve, protegido con un parapeto trasero, es la mejor manera de contemplar el castillo, y además el espectacular paisaje de este sur de Extremadura. 
La torre del Homenaje desde el adarve oeste.

Pero si algo destaca en el castillo, como en todo castillo que se precie, es la Torre del Homenaje. Fue levantada por el maestro cantero Hernando Contreras en 1515 —al igual que hizo con las arquerías del patio—, y se construyó en el ángulo noroeste sobre los restos de otra anterior.
La torre del Homenaje desde el adarve norte.

Arquillo de acceso a la torre.
Se accede a ella desde el camino de ronda de la muralla oriental, y a través de un arco que separa éste de una terraza que antecede a la puerta de acceso a la torre.
Tiene dos plantas más la azotea que, como todo el castillo, está almenada.
A sus pies se abre un portillo, elemento de comunicación con la liza exterior, de cuya barrera, como ya he dicho, quedan algunos fragmentos aún visibles.
Ventana geminada en la torre del Homenaje.

Nombre: Castillo de Segura de León.
Municipio: Segura de León
Provincia: Badajoz.

Tipología: Castillo.
Época de construcción: siglos XIII, y reformado durante los siglos XIV y XV
Estado: en muy buen estado de conservación después de, a mi parecer, acertadas restauraciones.
Propiedad: Municipal (por cesión de la diputación provincial)
Visitas: totalmente libre el entorno, al fin y al cabo son las calles del pueblo.
Cuando lo paseé, en 2007, el acceso al interior y a todas sus dependencias era libre; a excepción de las habitaciones del hotel.
Protección: Incluido en la Declaración Genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre Patrimonio Histórico Español.
Declarado Bien de Interés Cultural desde el 03/09/1991.

Clasificación subjetiva: 3, o sea, que se incluirá obligatoriamente en ruta de viaje, o lo que es lo mismo, se hará todo lo posible por visitarlo.
Cómo llegar: En la Vía de la Plata, A-66 o E-803, si bajamos hacia el sur desde Mérida, tomaremos en Fuente de Cantos la EX202 que nos lleva directamente a Segura de León.
Pero si subimos al Norte desde Sevilla por esa misma autovía, cogeremos en Santa Olalla de Cala la A-434 que al llegar a tierras de Badajos pasará a denominarse Ex201. También nos llevará directamente al castillo de Segura.

Otras cuestiones de interés: dejo en este apartado, no otros monumentos o paisajes merecedores de ser visitados, sino una leyenda que hace aumentar el valor de este castillo y es que no todos tienen este privilegio:
Aunque la leyenda se conoce desde el siglo XIX, su protagonista, una bella doncella mora debió quedar encantada algunos siglos antes, si que la leyenda precise el motivo del encantamiento.
La doncella, señora del castillo, estaba obligada, para así romper el encantamiento, a contar las estrellas del cielo, cosa a la que dedicaba todas y cada una de sus noches, recorriendo el adarve de la muralla. Pero cada día le pillaba el amanecer sin haber terminado su tarea, por lo que a la noche siguiente debía de comenzar su tarea.
Pues parece ser que aún sigue vagando cada noche, condenada eternamente a tan inútil quehacer.
Desde el castillo: Bodonal al fondo;y más al fondo y a la izquierda, Fregenal.







No hay comentarios:

Publicar un comentario