martes, 30 de agosto de 2016

Jarandilla de la Vera, iglesia de Santa María de la Torre

 Una mirada a través de la puerta del castillo-parador de Jarandilla para ver, a lo lejos, las torre de la iglesia de Santa María de la Torre, edificio aparentemente grande y de ostentación moderada, que fue construido en algún momento entre los siglos XII y XIII; dicen que por los templarios.

La torre de la iglesia, desde el castillo.

Aunque también dicen que, aprovechando los restos de un castro celta —de ahí posiblemente, el verraco que se encuentra empotrado en uno de los muros de la actual torre de la iglesia—, los romanos levantaron en este mismo lugar una torre, apoyándose en una pequeña mota rocosa.

Más tarde, la Orden del Temple, en sus devenires reconquistadores, construiría un pequeño castillo, pues la administración del lugar les había sido concedida por Alfonso VIII, convirtiéndose en un importante enclave perteneciente a Plasencia.

Disuelto el Temple, 1312, Jarandilla revierte a la Corona, que entonces estaba sobre la cabeza de Fernando IV, al que la historia terminó llamando El Emplazado, ya que:

un mes antes de su muerte ordenó ejecutar a dos hermanos, Juan y Pedro de Carvajal, al parecer inocentes del cargo que eran acusados, los cuales le emplazaron a comparecer ante Dios treinta días después, para dar cuentas de la injusticia que con ellos se estaba cometiendo. Un mes después, el 7 de septiembre de 1312, el rey Fernando IV moría.

A partir de 1369, el señorío de Jarandilla será concedido a la familia Álvarez de Toledo, en la persona de don García, maestre de la Orden de Santiago. Quedará dicho señorío vinculado a esa familia, y asociado al condado de Oropesa una vez los Reyes Católicos le otorgan esa dignidad.

Durante esos tiempos, siglo XIV, el edificio se ampliaría para después, en el XV, transformarlo en iglesia, sin perder el evidente carácter de fortaleza- torre-castillo-casa fuerte que le dieron los templarios:

posiblemente la actual torre campanario ya lo fuera del Homenaje, el ábside fue una torre circular y los gruesos muros de las fachadas norte y sur, las murallas.












Se orienta el edificio de oeste a este, ofreciendo su ábside a la calle-plaza donde hoy también está el Ayuntamiento, mientras que la que fuera su fachada principal, a poniente, queda cerrada a peatones y visitantes. De su primitivo carácter fuerte resta que todo su perímetro está almenado, incluida la torre.

Entrada de la fachada norte.

Tiene dos accesos, uno en la fachada norte y otro en la opuesta, los dos de idéntica fecha —siglo XV— y factura: un arco apuntado que se enmarca en un alfiz.

Interior de la iglesia, al fondo el altar mayor.

Es de una sola nave dividida en cinco crujías separadas por arcos fajones; se cubre con bóvedas de crucería de arcos apuntados. En la zona del ábside, poligonal en el interior y semicircular al exterior, esos arcos fajones se apoyan sobre capiteles volados en los muros. La luz entra a través de dos ventanas geminadas de simples arcos lobulados.

Detalles de algunos capiteles.

Más arriba, bajo el almenado, y siguiendo el perímetro del ábside, una línea de aspilleras acentúa su condición defensiva.

La pila bautismal. En el centro, muy borrosa, la esvástica.

Pero además de todo lo anterior, hay que destacar la pila bautismal que preside el baptisterio. Auténtica reliquia del arte visigodo, tiene tallada, curiosamente, una cruz gamada cuyo labrado no está fechado.

 

 

RESUMIENDO:


Nombre:      Iglesia de Santa maría de la Torre.
Municipio: Jarandilla de la Vera.
Provincia:   Cáceres.
Tipología:   Iglesia fortificada.
Época de construcción: siglo XIV - XV.

Propiedad:
de la Iglesia Católica.
Estado: En muy buen estado. Está abierta al culto.
Uso: Religioso.
Visitas: totalmente libre el interior durante las horas de culto.
Fuera de ellas, también.

Protección: Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949 y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.

Clasificación subjetiva: 2, o sea, si se pasa cerca y se va con tiempo pues se acerca uno a verlo. Es decir, que se incluirá en una ruta de viaje pero no pasa nada si luego no se visita.
Lo que ocurre es que se encuentra en un lugar único, formando parte de todo ese conjunto que es el pueblo y la comarca, incluido el castillo que es de 3. Por lo que no se debe tratar a la iglesia de manera individualizada.

Otras cuestiones de interés:   que como estamos tratando una iglesia, dejo aquí otros alicientes en lo que a edificios religiosos se refiere, como la ermita de Nuestra Señora del Sopetrán, de finales del XVIII, Patrona de la Villa; la ermita del Santo Cristo del Humilladero; y la de Nuestra Señora del Cinto.
Y en cuestión de castillos, el de los Condes de Oropesa, que ya ha sido tratado en este blog.

Cómo llegar:   Desde la E-90, A-5 (N-5) autovía que une Madrid con Mérida, tomaremos en Navalmoral de la Mata la EX-119 que nos llevará directamente a Jarandilla de la Vera.
Segunda opción: desde la E-803, A-66 (N-630), o sea la Vía de la Plata, cogeremos la EX-203 que nos llevará hasta Jarandilla, previo paso por Jaraíz y Cuacos de Yuste.

Para ver los mapas de cómo llegar, pinchar:
castillo palacio de los Condes de Oropesa

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