martes, 16 de agosto de 2016

Castillo de Valverde de la Vera o de don Nuño

Valverde de la Vera está en la Vera, comarca y mancomunidad de municipios de la provincia de Cáceres, donde el paisaje confundiría a cualquier toscano que por él paseara; o incluso haría que le recorriera el cuerpo un ligero escalofrío de envidias inocuas. Pero lo mismo le puede ocurrir a cualquier humano, porque la Vera, que simplemente y nada menos, es hermoso panorama, siempre producirá ligeros celos incluso a aquél que piense que lo suyo es único y mejor.
Pues de nuestro último paseo por la Vera, traslado a mi Casa de la Tercia el rato que estuvimos en el parque que hoy contiene los restos de lo que fue el castillo de los Condes de Nieva. 
La iglesia de la virgen de Fuentes Claras.
EL LUGAR:
Valverde de la Vera no es pueblo cuyo origen se remonte a los romanos, ni siquiera a los tiempos de la invasión de los árabes, sino un poco más acá.
Parece ser que su fundación como aldea, pudo correr paralela con la de Plasencia, a cargo del rey castellano Alfonso VIII, el de Las Navas (1212), y antes el de Alarcos (1195). La reconquista de tierras llevaba aparejada la repoblación de las mismas y éste quizás fuera el motivo de su creación.
A finales del siglo XIII, 1284, el rey Sancho IV el Bravo, le concede a Nuño Pérez de Monroy el señorío de este lugar y de alguno más por la comarca. Era este tipo un personaje cargado de cargos: Notario Mayor de Castilla, Arcediano de Campoo, Abad de Santander y confesor y canciller de la Reina María de Molina. Poco más tarde, en 1309 y concretamente el 21 de abril, confirmó aquella donación y ya en calidad de Villa, Fernando IV de Castilla. De esa época, y como símbolo de poder, procede la picota de la Plaza del Rollo, pues en él figura su escudo; más adelante, los Zúñiga añadirían también su escudo.
Muerto Nuño Pérez en 1326, es su hermano Fernán, conocido como el Viejo, quien hereda el señorío y construye el castillo. Su hijo, también llamado Nuño, fue se heredero, lo cual confirmó el rey Alfonso XI a finales de 1344.
En primer plano, la torre del campanario; al fondo la torre del ábside.

Y así van pasando los años y los siglos; y el señorío de heredero en heredero. A saber:
— Al segundo Nuño le siguió su hija Catalina y a continuación su hijo Fernán Pérez de Monroy, ratificado como quinto señor de Valverde por el rey Juan I en 1379. Mal se las tuvo éste con sus vecinos de Almaraz, concretamente con Juan Gómez de Almaraz, que en una de sus muchas disputas, le sitió el castillo de Valverde aunque murió en el intento. Pero cuando el de Monroy contaba con más de setenta años fue asesinado por Diego Gómez de Almaraz, hijo de Juan Gómez, saciando así su sed de venganza.
— A finales del siglo XIV, cuando reinaba Enrique III el Doliente, era señor de Valverde por derecho de consorte Garci González de Herrera, a la sazón Mariscal de Castilla. Éste muere sin descendencia por lo que el rey le cede el señorío a su hijo, el infante don Fernando, en 1404, que a su vez se lo cede, cuatro años después, a su prima Beatriz de Portugal, séptima en el orden de señores y señoras.
—Del matrimonio de Beatriz con un tal Pero Niño, nació Leonor Niño de Portugal que se convirtió en señora de Valverde; y van ocho. Esta señora se casó con Diego López de Zúñiga, conde de Nieva por la gracia concedida por el rey Enrique IV en 1473, con lo que Valverde quedó sometido a los Zúñiga, familia poderosa del momento, que conservó el señorío hasta la definitiva abolición de los mismos en 1837.
Torre de la iglesia, posiblemente la del Homenaje del viejo castillo.

Valverde de la Vera llegó a tener, a mediados del siglo XVI, una numerosa población de origen judío; hasta tal punto que era la comunidad judía, de la comarca, que más impuestos aportaba a las arcas reales, superando a núcleos como Oropesa, Arenas o Jarandilla. De entonces aún perdura, entre la trama urbana, un grupo de calles y casas que pertenecieron a aquellos judíos, en lo que hoy se conoce, como no podía ser de otra manera, como Barrio Judío.
Y cómo no, durante la Guerra de la Independencia, también soportó los efectos de la invasión francesa, cuyas tropas utilizaron la iglesia parroquial como cárcel.
Poco antes, en 1834, Valverde ya se había constituido en municipio con el nombre de Valverde de la Vera.
Fachada lateral de la iglesia; a la derecha la torre que contiene el ábside.

EL CASTILLO:
Se dice que en el lugar donde se levantó el castillo de Valverde, ya hubo otro que edificaron los templarios sobre un ribat musulmán, y en cuyo poder estuvo hasta la disolución de la Orden. El edificio pasó a la de Santiago que lo abandonó a principios del siglo XIV.
Fernán Pérez, segundo señor de Valverde desde 1326, y hermano de don Nuño Pérez de Monroy, fue quien mandó construir el primitivo castillo, del que hoy podemos ver parte de él en la iglesia.
El edificio fue sometido a remodelaciones a lo largo de los dos siguientes siglos, siendo la más importante la que se llevó a cabo bajo el primer Conde de Nieva —finales del siglo XV—, con la construcción de la iglesia de Nuestra Señora de Fuentes Claras, que se ejecuta adosada a él, aprovechándose para ello elementos del castillo.
En el interior de la iglesia se encuentran las tumbas de los Condes de Nieva, Diego López de Zúñiga y Leonor Niño de Portugal.
Los Condes de Nieva ampliaron el castillo hacia el norte, añadiendo edificaciones más propias del siglo XV.
Fachada norte de la torre del Homenaje.
LOS DETALLES:
Del viejo castillo nos han llegado, prácticamente, las tres torres que componen la iglesia de Nuestra Señora de Fuentes Claras: la actual del campanario, cuadrada y rebajada; la que posiblemente fue la del Homenaje, adosada al ábside, de planta rectangular, almenada, con saeteras y cubierta con tejado a cuatro aguas; y la tercera, de planta hexagonal, que ocupa el ábside.
Esta última, evidentemente también cubierta, conserva restos del almenaje y saeteras bajo los aleros; aunque por su altura actual es posible que también fuera desmochada.

Restos de la muralla del castillo nuevo.

El castillo nuevo tuvo, y tiene, planta rectangular; y sus esquinas se reforzaron con cubos que actualmente están muy deteriorados.
En el centro se levantó la torre del Homenaje, alta y fuerte, de sillarejo sus muros y sillares las esquinas. Era de planta rectangular, siendo sus lados mayores los orientados al norte y al sur. En cada una de sus esquinas tuvo un garitón volado, conservándose uno de ellos y restos de otro. Y en el centro de cada muro, a la altura del almenado, otro garitón más reducido que los anteriores, de los cuales nos han llegado restos de dos.
La Torre del Homenaje, vista desde el este.
De la torre del Homenaje, o mejor su media torre, sólo quedan en pié dos muros, los que miran al oeste y al norte. Tuvo cuatro plantas hoy inexistentes, aunque una intervención, relativamente invasiva, la ha dotado de una escalera metálica adosada a un rincón que la hace accesible a una pasarela que la recorre a media altura, y a una terraza cubierta. Además de una plataforma a nivel del suelo y la protección con fábrica de ladrillo consolidando los muros seccionados.
Fachada oeste de la torre.
En el muro oeste de la torre, aún destaca una ventana con arco de medio punto y restos de los asientos de un cortejador. Entre esta ventana y el pequeño garitón superior, se labraron dos escudos de los Zúñiga. En el muro oeste, y a la misma altura, existen otros dos escudos iguales, lo que hace suponer que en los dos muros desaparecidos también los hubiera.
Algo sobre esos escudos se puede leer en el siguiente enlace:

Nombre: Castillo de Valverde de la Vera, de don Nuño, de los Zúñiga, o de los Condes de Nieva.
Municipio: Valverde de la Vera.
Provincia: Cáceres.
Tipología: Castillo.
Época de construcción: primera mitad del siglo XIV, con remodelaciones posteriores.
Estado: de semirruina bien consolidada. Las reformas ejecutadas, a mi juicio, no distorsionan el edificio, ni siquiera la escalera y la pasarela. La iglesia, como parte del conjunto, se encuentra en buen estado, gracias.
Propiedad: Pública.
Uso: Turístico y como ornamentación.
Visitas: libre, forma parte de un parque público. Al interior de la iglesia no pude acceder, no era horario de culto.
Los restos del castillo son libremente accesibles.

Protección: Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.
Clasificación subjetiva: 3, es decir, se incluirá obligatoriamente en ruta de viaje, o lo que es lo mismo, se hará todo lo posible por visitarlo. El conjunto, el pueblo y la comarca dan para esa nota y tal vez más.
Otras cuestiones de interés: Todo el pueblo, en conjunto, tiene un alto interés (está declarado Conjunto Histórico Artístico desde diciembre de 1970): originales calles con pequeños canales centrales para la recogida y reparto de las aguas de la sierra; la Iglesia de Ntra. Sra. de Fuente Claras, de finales del siglo XVI, que comparte ubicación y algunos elementos constructivos con el castillo; la plaza del Rollo, o sea la Picota; y el museo del Empalao.
No irse sin descansar un rato, cerveceando, en la pequeña y porticada plaza de España.
Cómo llegar: desde la A-5, E-90, autovía que une Mérida con Madrid, dos alternativas:
— desde Navalmoral de la Mata, la EX119 nos lleva por Talayuela a Jarandilla, y desde aquí, a la derecha, por la EX203 hasta Valverde de la Vera.
— desde Oropesa, la CM-5102 nos llevará hasta Madrigal de la Vera, y desde este pueblo, a la izquierda por la EX203 hasta Valverde de la Vera.
























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