Datos históricos:
Como todas estas fortificaciones, fue levantada para proporcionar defensa a la isla contra los ataques de piratas —Lanzarote fue la isla más castigada por esta gente durante más de doscientos años— y, curiosamente, también para paliar la hambruna que en esa época se estaba viviendo en la isla: la erupciones entre 1730 y 1736 del volcán Timanfaya, y un largo período de sequía, estaban desolando las tierras de cultivo, lo que trajo un prolongado tiempo de pobreza y escasez de recursos. Fue por ello que a este castillo se le conoció como la Fortaleza del Hambre.
El castillo de San José es mucho más joven que su vecino el de San Gabriel: justo doscientos años. Fue construido entre 1776 y 1779 y la orden partió directamente de Carlos III, que según cuentan estaba más preocupado por la miseria de los habitantes de la isla que por la seguridad:
“son estas calamidades más atroces que todos los enemigos de la Corona”, dicen que dijo.
La realidad debió ser que ante el aumento de población de Arrecife, a la par que el de la actividad marítima, era imprescindible la construcción de otra fortificación en la ciudad.
El encargado del proyecto fue el ingeniero José Ruiz Cermeño, aunque erróneamente se le atribuye a Don Claudio de Liste, el mismo que diseñó la torre del Águila en Las Coloradas.
Cuando dejó de tener interés militar fue abandonado, quedando relegado al olvido durante más de cien años, y con el consiguiente deterioro que de todo ello resulta. A partir de 1975 es objeto de un plan de remodelación que terminó el 8 de diciembre 1976 con la inauguración del Museo de Arte Contemporáneo, que se complementa con un reconocido restaurante.
Descripción, arquitectura y construcción:
La planta del fuerte, de unos 700 metros cuadrados, tiene forma de D, de d mayúscula, cuyo lado curvo, que mira al mar, se alarga en líneas rectas hacia la fachada orientada a tierra. En su parapeto se abren siete cañoneras, cinco en el lado curvo y dos en el recto. En el parapeto, y hacia el mar, se adosan dos garitas cuadradas.
La fachada que mira a tierra, donde se ubica la puerta, dispone de foso de cuatro metros y puente levadizo, dos cañoneras en el parapeto de la azotea y dos garitas flanqueando la fachada. En la vertical de la puerta, una espadaña.
Sus muros son de mampuestos de piedra volcánica; su interior, dividido en dos plantas, está cubierto con bóvedas de cañón también de piedra. Todo el edificio está cubierto por una azotea que, en este tipo de castillos, hacía las veces de plaza de armas.
Una escultura, moderna, en la explanada de la fachada principal. |
El castillo desde la orilla del mar. |
Puerta de entrada |
Una de las garitas que flanquean la fachada principal |
Caballos bebiendo en el mar, junto al castillo. |
Materiales: Mampuestos y sillares de piedra volcánica.
Estado: En muy buen estado. Es lo que tiene cuando los viejos edificios se reutilizan, a pesar de los críticos. También ayuda a ello que se trata de un edificio de líneas bellas a pesar de su planta simple y la escasez de elementos defensivos.
Propiedad actual: Pública (Cabildo Insular de Lanzarote).
Uso: Turístico. Contiene el Museo de Arte contemporáneo y un restaurante. Todo ello fruto del ingenio y las aportaciones del artista lanzaroteño César Manrique (con obras de Picasso, Tàpies, Miró, Mompó, Millares y del mismo Manrique), que encontró en estas actividades la mejor manera de salvar la fortificación.
Visitas: he de suponer que el acceso es libre, previo pago de algo de dinero para el museo, y posterior pago después de comer en el restaurante, quien en él coma.
Hube de conformarme, hubimos de conformarnos con una visión exterior, una vueltecita al perímetro del fuerte, cuatro o cinco fotografías —ni una más, que del malestar que me entró no quise malgastar el último carrete de fotos que me quedaba— y unas irrefrenables ganas de ciscarme en todos los sindicatos del mundo. Que a saber cuándo vuelvo a Lanzarote.
Protección: Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.
Calificación subjetiva: 3, es decir, se incluirá obligatoriamente en ruta de viaje. Y no sólo por el edificio, sino por lo que contiene.
Otras cuestiones de interés: En Arrecife también el castillo de San Gabriel, no perdérselo. Y también el de Santa Bárbara, en Teguise; mejor aún.
Cómo llegar: sin problemas llegar hasta él, al noreste de la ciudad.Accesos: cómodamente a pie.
Coordenadas:
28.97097 N -13.5333 O