martes, 14 de febrero de 2017

Alarcón , murallas

La Puerta del Campo, intramuros.

Pasada la Puerta del Campo, se accede a lo que fue el primer recinto amurallado de Alarcón, de los tres que tuvo y que aún pueden contemplarse.
Este primer recinto apenas si ocupa un gran espacio. Fue concebido, supongo, como un mero inconveniente para el potencial asaltante, pues apenas unas decenas de metros, carretera abajo, está la puerta del siguiente, la del Calabozo. No hay espacio para más, a la derecha la roca sube escarpada, y a la izquierda discurría la muralla sobre el barranco que baja al río; no queda sitio para ningún tipo de edificación, sólo es un lugar de paso.
El castillo desde la Puerta del Campo.

La Puerta del Calabozo.

Esta puerta del Calabozo, y la torre del mismo nombre que se levanta a su lado protegiéndola, también fueron mandadas construir por el Infante Juan Manuel, allá por el siglo XIV.
La puerta es de sillería, con arco escarzano, o sea, ligeramente rebajado. Su muralla es de sillarejo y perdió su almenado, aunque conserva cinco aspilleras en el parapeto. Al igual que la puerta del Campo tuvo un foso ante ella.
La puerta y torre del Calabozo.


Interior de la Torre del Calabozo.

La torre del Calabozo o de Enmedio, llamada así por la posición que ocupa en el sistema de accesos a la villa es, al igual que la del Campo, aunque de menor altura —pentagonal o tajamar, como las pilas de algunos puentes—, o sea, que tiene cinco lados y el vértice más agudo, la proa, se orienta hacia el exterior de la muralla. Pero sus dependencias interiores son de planta cuadrada, perdiéndose los cinco lados del exterior.
Curiosamente, su puerta original, en arco de medio punto, se eleva unos cinco metros sobre el terreno. Actualmente dispone de otra puerta a nivel del suelo.
Como la puerta de la muralla, también perdió el almenado pero conservó las aspilleras.
Toda ella está ejecutada en sillarejo reforzada con sillares en sus esquinas.

A partir de aquí, la muralla se desdobla en otras dos, ambas con adarve que irán rodeando el promontorio en donde se asienta el castillo: una abrazará la fortaleza por su fachada norte —Muralla Norte—, y la otra continuará por la izquierda de la carretera —Muralla Sur— separando el acceso a la villa del barranco del Júcar. La misión de ambas murallas fue impedir el acceso del enemigo por las laderas del cerro.
Esta última muralla llegará hasta la siguiente puerta, la tercera del sistema defensivo de Alarcón, llamada de la Bodega o del Bodegón, ubicada bajo el castillo, por lo que para su protección no necesitó una torre como las otras puertas; con el castillo a su lado era más que suficiente para sentirla segura.
La Puerta de la bodega, a la izquierda el castillo.

La Puerta de la Bodega desde la del Calabozo.

La Puerta de la Bodega, en arco de sillería de medio punto rebajado, se abre en un muro alto y grueso que tiene traza y tapial musulmanes, además del sillarejo y la mampostería cristiana. Restaurada recientemente, se podría decir que contiene materiales que van desde su origen hasta el pasado siglo. Sobre ella, un escudo muy desgastado y un antepecho con aspilleras. El adarve, además, conserva un parapeto hacia el interior.
Desde ese adarve, se accede a un pequeño recinto sobre la roca, amurallado, a los pies del lienzo sur del castillo. A este espacio se accede también por una puerta situada a varios metros de altura desde el segundo recinto de murallas. Y desde aquí, a través de una escalera, se asciende hasta la entrada actual del castillo.
Entre las dos puertas, la del Calabozo y la del Bodegón, el espacio quedará protegido por esas dos murallas laterales y por el propio castillo.
La Muralla Sur desde la Puerta de Chinchilla.

La Muralla Sur, que tiene adarve, continúa desde la izquierda de la Puerta del Bodegón, sobre la ladera del barranco y paralela a él. De esta manera protege desde la altura, el Puente del Picazo que se encuentra más abajo.
La Puerta de Chinchilla, intramuros.

La Puerta de Chinchilla, extramuros.

Y termina en la llamada Puerta de Chinchilla, de las Chinchillas o de las Moreras, que nos lleva al ya citado puente de Picazo. De este puente parte un camino hacia el sur que, en origen, fue una vía romana.
Esta puerta, con arco escarzano rebajado hacia el interior, y de medio punto hacia extramuros, está ejecutada en mampostería, y su parapeto ya perdió el almenado.
La muralla sigue unos metros más abajo para girar noventa grados hasta el borde de la quebrada y hacer así lo más difícil posible el acercamiento a la puerta.
La Muralla Norte, desde el castillo hasta el Puente de Cañavate.

Liza existente entre el castillo y la muralla. La Puerta de la Traición, al fondo.


Vano o puerta junto a la Puerta de la Traición.

Vista interior de la Puerta de la Traición.

Volvemos a la Puerta del Calabozo, desde donde decíamos que parte una muralla, la Norte, que rodea la fortaleza recorriéndolo de este a oeste, hasta una puerta del castillo, que llaman de la Traición, junto a un torreón defensivo, cilíndrico y macizo; poco antes, en la muralla, se abre otro vano desde el que se puede observar todo el exterior de la zona fortificada.
Tanto la puerta como el vano descrito, son arcos de medio punto, uno a cada lado de sus murallas, construidos de sillares, conservándose en muy buen estado las gorroneras o quicialeras y los huecos de las trancas.
Entre el castillo y esa porción de la Muralla Norte, se abre una estrecha liza.
De la Puerta de la Traición continua, la ladera abajo del cerro y hacia el río, la Muralla Norte, con el fin de proteger el otro puente de la villa, el de Cañavate o del Hechicero. Se cierra así por ese lado el que en principio es el tercer recinto amurallado de Alarcón.
Al llegar a su cota más baja, encontramos la Puerta del Río, la única entrada a la población desde el norte.
La Puerta del Río, extramuros.

La Puerta del Río es un arco rebajado, de sillares, sobre el que luce el escudo de los Pacheco; y sobre él el parapeto conserva sus almenas y las ya consabidas aspilleras.
De la Puerta del Río vamos al Puente del Henchidero, de Tébar o de Cañavate, y de allí a las torres exteriores, la de los Alarconcillos y la de Cañavate. Pero eso lo dejo para después.


nota:
error, he rotulado las fotos con fecha del año 2015, cuando la visita la realicé en 2016.
































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