Iniciamos pues el paseo,
previsto mientras dejábamos que la vista se perdiera en uno de los paisajes más
espectaculares que un servidor, amante sin restricciones de castillos, torres,
murallas y piedras viejas en general, haya podido ver.
Y el paseo lo inicio por
lo primero que encuentro, que es la solitaria y esbeltísima torre de El Campo, desde
la que se domina visualmente toda la población de Alarcón, su castillo y
murallas, y las dos torres de la península del norte, la de los Alarconcillos y
la de Cañavate.
Es llamada así porque se
orienta hacia las afueras de la villa, hacia el campo, pero que también llaman
de Armas y que va a llenar, por ahora, toda mi atención y la de esta nueva
página de lacasadelatercia.

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El escudo del Infante Juan Manuel en la fachada sur. |
Fue
levantada en el siglo XIV por orden del Infante don Juan Manuel, el del Conde
Lucanor, en el siglo XIV; de ahí que en su fachada sur esté el escudo del
Infante.
No es sólo
la torre la que lleva ése nombre, pues a su lado, protegida y segura, está la puerta
que también llaman de El Campo. Se construyó la primera para defender a la
segunda que fue, según su situación, el acceso al primero de los tres recintos
amurallados que tuvo Alarcón. Defendía el estrecho paso que es el istmo natural
que constituye el único acceso a Alarcón por el sur.
Esta
torre, por su ubicación y tipología forma parte de ese grupo de fortificaciones
denominadas, de aproches, que son las
que se construyen en esas zonas desde la que el enemigo puede ejecutar todos
esos trabajos también llamados así —aproches: conjunto de trabajos que se hacían para atacar una plaza y acercarse a
batirla, como las trincheras, paralelas, baterías, minas, etc. (drae) —; su
construcción viene definida, por tanto, de la necesidad de evitar esos trabajos
por parte del enemigo atacante.
Pero
también es esta torre tiene otro nombre: fortificación
de padrastro, ya que está construida en una elevación del terreno, un
padrastro, próxima a un castillo y a una distancia óptima para hostigar a éste;
pero en nuestro caso, su construcción trata de impedir que el enemigo acose
desde ese punto. Por sus características y su buen estado, se la podría
considerar una de las mejores torres de este tipo que existen en la Península.
Hagamos
extensivo, todo lo anterior, a la otra torre situada al oeste, opuesta en el
mapa y hermana casi gemela a esta, que es la de Cañavate. Pero ya llegaremos a
ella.

Tan
necesaria fue su construcción y estratégica ésa mota del terreno frente a
Alarcón, que incluso se la dotó de plaza de armas de cerca de mil metros
cuadrados, por lo que se podría decir que es algo más que una torre, es todo un
castillo.
Y es que
ésa era la única zona accesible a la ciudad, el istmo natural que la unía con tierra firme. Por el resto de sus lados,
estaba rodeada y protegida por el río Júcar. Era por tanto el único acceso al
castillo.
Además,
desde ella se divisaba una gran extensión de terreno, incluyendo al norte el
meandro, las demás torres atalaya e incluso el interior de Alarcón, su castillo
y las murallas y puertas anteriores a él.
Construida
en planta pentagonal —curiosamente el interior es de planta cuadrada, estando
macizada toda la vertical del ángulo más agudo—, se la denomina según esa
tipología como torre tajamar, igual
que las pilas de los puentes en la cara que se opone a la corriente del río. El
espolón de su planta queda orientado, como es natural, hacia el exterior del
recinto, en este caso al este.
Igual
tipología, planta pentagonal exterior y cuadrada interior, tienen sus torres
hermanas de El Calabozo y de El Cañavate.
El acceso
a la torre se hacía, se hace, por su fachada oeste, mediante una puerta con
arco de medio punto situada a unos seis metros del suelo y una escalera de
fábrica a la que en la actualidad le falta su segundo tramo. Su interior se
divide en cuatro plantas, baja más tres, alcanzando una altura de unos 24
metros.
Todos sus
muros están ejecutados en sillarejos pero con sillares en las esquinas, y
presentan numerosos huecos repartidos en todas sus fachadas a intramuros: los
más grandes, de estilo gótico, trilobulados y con sillares; el resto, cuadrados
y aspilleras.
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Sobre la ventana el escudo del Infante don Juan Manuel.
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En la
fachada sur, bajo el escudo del infante Juan Manuel, se abre una ventana con
arco apuntado a cuyo alrededor se observan cuatro mechinales que bien pudieron
servir para soportar la estructura de madera de un cadalso.
De las
fachadas de la proa sólo una tiene huecos: una aspillera y un ventanuco
cuadrado.
Ha perdido
todo su almenado pero aún conserva las mensulillas que soportaban los
matacanes, uno por cada una de las fachadas interiores. Las dos fachadas
exteriores no tuvieron matacán.
A pesar de
estar desmochada, sus más de veinte metros de altura le dan una esbeltez casi
arrogante.
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La Puerta del Campo, al fondo el castillo. |
Decíamos
que la torre de El Campo protegía la puerta del mismo nombre, la Puerta del Campo, formada por un arco
de medio punto de sillares situado en la muralla
coracha, que parte desde la torre y, siguiendo la dirección norte-sur, se dirige
hacia el río.
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La puerta del Campo, intramuros. |
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La Puerta de El Campo, extramuros. Arriba, el escudo de don Juan Manuel.
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El foso excavado en la roca. |
Sobre ella, volvemos a ver el escudo de don Juan Manuel, algunas aspilleras para fusilería de cuando las Guerras Carlistas en el siglo XIX, y un almenado hoy ausente.
Tuvo foso, excavado en la roca, y puente levadizo.
Desde aquí te recreas
con el panorama, demasiado tiempo quizás, y al final del día te arrepentirás de
ello, porque no habrás llegado a abarcar tanto y tanto en tu paseo. Como otras
veces piensas que en otra ocasión lo completarás, que tampoco hay que abusar de
la tolerancia de la Compañía.
Lo más probable es que
esa otra ocasión no llegue jamás. No importa, existe internet.
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Torre y puerta desde el interior del primer recinto amurallado.
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Nombre: Torre del Campo.
Provincia: Cuenca.
Municipio: Alarcón.
Localidad: Alarcón.
Tipología: Torre atalaya (casi un castillo,
aunque suene poco técnico).
Época de construcción: primera mitad del siglo XIV.
Estado: En buen estado de conservación,
aunque el hecho de que su acceso sea libre, puede perjudicarla.
No le
vendrían mal alguna obra puntual de consolidación.
Propiedad: pública, del Ayuntamiento de
Alarcón.
Uso:
ningún uso
concreto.
Visitas: El acceso es libre al interior del
recinto. No lo es a la torre.
Protección: toda la población está declarada
Conjunto Histórico
Bajo la
protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la
Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.
Clasificación
subjetiva: 2, si
bien todo el conjunto de fortificación de Alarcón merecen un 3*es decir, que no
hay que perdérselo bajo ningún concepto, o lo que es lo mismo, hay que verlo
antes de morir.
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El castillo de Alcorcón desde la torre.
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Otras cuestiones de interés: Todo el pueblo de Alarcón, las murallas, las
torres y su castillo.
nota:
error, he rotulado las fotos con fecha del año 2017, cuando la visita la realicé en 2016.