martes, 18 de octubre de 2016

Tavira, el castillo.

A ver cómo resumo todo lo que tengo sobre Tavira para hacer esta entrada amena y llevadera, y no pasarme de mil doscientas o mil trescientas palabras, qué ya son palabras. Porque Tavira tiene más historia de la que puedas imaginar mientras tomas café sentado en la plaza de la República, a orillas del río Gilao que, con evidente tranquilidad, la divide en dos.

En unos momentos subirás al castillo, y mientras lees los folletos que has cogido de la cercana Oficina de Información, más lo que encuentraste en la red. No podías imaginar tanta historia y tan remota:

Tan remota que sus principios se fechan en el Neolítico, e incluso se ha llegado a atribuir algún resto de muralla a los fenicios que por aquí comerciaron antes de Cristo.
Siguieron los asentamientos humanos con los romanos y sus industrias de salazón de pescado a lo largo de toda la costa sur peninsular. De entonces queda Ossonoba (Faro) o Baesuris (Castro Marim).

Entre los siglos VIII y XIII se pasa de la Talagriba romana a la at-Tabira mora.
En 1168 Almunine, emir de Sevilla,  sometió los almorávides sublevados en la ciudad, que durante dieciséis años habían estado independizados bajo el caudillaje de  Abdalá ibne Ubaide.
 A partir de entonces, Tavira se convierte en un lugar con gran valor estratégico: su puerto bien resguardado y su castillo. Junto con al-Harum (Faro) y Silb (Sives) fueron las ciudades más importantes del al-Gharb (Algarve).

En 1242, los Caballeros de la Orden de Santiago, en nombre del rey Alfonso II, reconquistan la ciudad al mando de Paio Peres Correia, maestre de la Orden.
La tradición asocia la conquista de la ciudad más a una represalia que al ansia reconquistadora de los cristianos: durante un periodo de tregua, siete caballeros de la orden fueron emboscados y muertos por parte de los moros, lo que bien pudo ser la excusa para que se restauraran las hostilidades.
Toda la región fue donada a la orden por Sancho II y confirmada por el Papa Inocencio IV en 1245.

En1252, y con el pretexto de que la ciudad había sido conquistada por una orden militar castellana, como era la Orden de Santiago, Alfonso X de Castilla reclama la posesión de Tavira poniéndola cerco y conquistándola. Pero al año siguiente los dos Alfonsos, el X de Castilla y el III de Portugal firman un tratado mediante el cual se casa éste último con la hija del primero. Y además, si de esa unión naciera un hijo, al cumplir éste los siete años la ciudad de Tavira volvería a Portugal. Se cumplió la condición y Alfonso X devolvió Tavira el 20 de septiembre de 1264.
En 1266, Alfonso III concede le otorga Carta de población, y seis años después el título de Villa (casi 250 años después se le concedió el título de ciudad).

La ciudad comenzó a crecer extramuros, creándose barrios a ambos lados del río. Tavira se transforma en una rica e influyente urbe, llegando a ser la más poblada de El Algarve. Buena prueba de ello son las numerosas iglesias y conventos que  nos han llegado. Era por entonces un puerto de apoyo en la expansión de Portugal hacia África. Y eso se dejó notar.

Una epidemia de peste a mediados del siglo XVII fue el inicio de su declive económico, que continuó con la progresiva colmatación de la ría y su consiguiente pérdida de tráfico marítimo; y que se consolidó con los estragos que produjo el terremoto de 1755 que la dejó asolada. A finales del siglo, Tavira había perdido casi toda su importancia económica.
La pesca del atún fue prácticamente el único medio de vida de sus pobladores hasta mediados del siglo XX.
Por último se redescubrieron sus playas y sus paisajes para deleite del viajero. Y en eso andamos ahora.

Pero como no sólo de playas vive el hombre, heme aquí dispuesto a subir a su castillo:

Que es de origen árabe, seguramente de finales del siglo XI o de la primera mitad del siglo XII y durante el último período de dominio de los almorávides, o sea bastante más tarde que otras del entorno, como Cacela, que tuvo una mayor importancia militar durante el período de dominación musulmana. Al menos de esa época se han datado los restos de muralla que se suponen más antiguos.
Llegar al castillo a través de la calle de los Siete Caballeros.
De aquel momento se cree que la fortificación estaría formada por una pequeña alcazaba en el ángulo sudeste y un recinto amurallado que iba de norte a sur.
Los almohades amplían esas defensas siendo sus restos los que nos han llegado: murallas de tapial, una torre en alcazaba y vestigios de una puerta en el entorno de la actual Plaza de la República.
Puerta del castillo en su fachada norte .

Y como todo castillo de la Península Ibérica que se precie, fue conquistado por los cristianos. En este caso fue Paio Peres Correia hacia
1240, que como ya dije era el Maestre de la Orden de Santiago.
La torre albarrana.

La misma torre desde la muralla oeste.
El rey Don Dinis mandó reforzar sus defensas en 1292, construyéndose la torre del homenaje y ampliando la muralla de la ciudad que llegó a tener cinco hectáreas. De esa época data la situación de la llamada puerta de Don Manuel, un arco quebrado de estilo gótico, que luego en la Edad Moderna sería el paso principal entre el castillo y la zona extramuros de la ciudad, por lo que sobre él se colocó el escudo de armas del soberano.
Puerta de Don Manuel desde el exterior.

La misma puerta pero ahora intramuros. 
Tuvo una importancia muy significativa durante toda la época de los descubrimientos, manteniéndose así hasta la Guerra de la Restauración. Durante ese período fue restaurado por Juan IV, reforzándose sus estructuras y adaptándolo a la moderna artillería.
La defensa de Tavira se vería complementada con la construcción, frente a la ría, del fuerte de San Antonio o de Rato, y el de San Juan de la Barra en Cabanas.

En 1755 —otra vez el terremoto— sufrió considerables daños, de los que ya no se recuperó. De ese desastre quedaron en pié el Arco de la Misericordia, parte de la Alcazaba y algunos restos de la Muralla de la ciudad. Y lo que se arruinó fue desmantelado.
La muralla este, desde el interior.

Torre de la muralla oeste, al fondo la iglesia de Santiago

Nombre: Castillo de Tavira
Municipio: Tavira
Provincia (distrito): Faro, El Algarve.
País: Portugal

Tipología: Castillo
Época de construcción: siglos XI-XII
Reformas posteriores: finales del siglo XIII, mediados del XVII
Estado: En buen estado de conservación. Los elementos que aún resisten al tiempo se encuentran consolidados.
Propiedad:
Uso: El interior está ajardinado, siendo un lugar dedicado al paseo y la contemplación.
Visitas: totalmente libre.
Protección: Está declarado Monumento Nacional desde el 16 de mayo de 1939.

Clasificación subjetiva: 2, o lo que es lo mismo, se incluirá en una ruta de viaje pero no pasa nada si luego no se visita.
Lo que ocurre es que Tavira merece ser visitada y resultaría imperdonable no subir al castillo.
Otras cuestiones de interés: Toda la ciudad tiene gran interés, sobre todo los barrios a orillas del río. En la iglesia de Santa María del Castillo están (¿?) las tumbas de los siete caballeros.
Además las playas: la Isla de Tavira, Santa Lucía (la playa del Barril), Luz de Tavira, Fuseta, etc. etc. etc.
Ah, y ver la ciudad desde la cámara oscura situada en un antiguo depósito de agua. Muy interesante.





Cómo llegar: Tavira se encuentra en El Algarve, administrativamente es un municipio del distrito de Faro. 
Desde la frontera con España en Ayamonte seguir la A-22. O bien desde Vila Real de Santo Antonio por la N-125. Vayas por donde vaya, no tiene pérdida.


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