martes, 5 de noviembre de 2024

La Calahorra, castillo de La Calahorra

Nombre:      Castillo de La Calahorra.
Localidad:   La Calahorra.
Municipio:  La Calahorra.
Provincia:   Granada.
Tipología:   Castillo palacio
Datación:    Siglo XVI, 1509-1512

Situación:
El castillo de La Calahorra se levanta sobre la pequeña meseta de una rocosa colina, al norte de la población del mismo nombre. Hacia el sur se contemplan los picos de Sierra Nevada, de casi 3000 metros de altura, y por el norte la vista se pierde sobre una vasta llanura. Desde su posición dominaría gran parte de las tierras del marquesado de Zenete, y el camino entre Granada y Almería que hoy es una rápida y moderna carretera, inimaginable hace 500 años.
Es posible que en las proximidades de este cerro hubiera asentamientos del Neolítico y de la Edad del Bronce; y que también se establecieran fenicios y después romanos. De lo que sí se está seguro, pues así lo cuenta Diego Hurtado de Mendoza, es que el Conde don Julián, gobernador de Ceuta y que ayudó a los musulmanes a entrar en la Península, tuvo varios castillos en la comarca, uno de ellos aquí, los cuales pasaron a manos de los invasores al poco de su llegada.
Estas tierras, las que más tarde formaron parte del marquesado, fueron donadas por los Reyes Católicos al Cardenal Mendoza —Pedro González de Mendoza, que por entonces se le consideraba el tercer Rey, dado su poder— en 1490, que las constituiría en mayorazgo y las cederá a su hijo Rodrigo.

Datos históricos:
El castillo de La Calahorra, el actual, no el que existió y del que se tienen pocas referencias —en el exterior: parte de la muralla, restos de un bastión y dos pequeñas albercas—, fue construido entre los años 1509 y 1512, es decir, ya terminada la Reconquista y cuando su valor y alcance militar eran escasos.
Su construcción raya con lo absurdo dado que en esa época los Reyes Católicos ordenaban demoler castillos y torres para mostrar y consolidar su autoridad, a la vez que, de esa manera, terminaban con las relaciones de poder entre el pueblo y los nobles. Hemos de suponer que para que se construyera, dadas las condiciones del momento, tuvo que primar sobremanera el gran poder de la familia Mendoza, lo que terminó convirtiendo a este castillo en una rara excepción.
Fue encargada su construcción por el Marqués de Cenete, don Rodrigo de Mendoza (*), que, tras un viaje por Italia entre 1506 y 1508, regresó muy influenciado por las nuevas construcciones renacentistas y con el deseo de construirse un palacio siguiendo ese estilo. Se piensa que de allí ya vino con los primeros diseños, principalmente en lo relativo a la decoración del interior.
Realmente, las obras habían comenzado unos años antes, en 1491, recién instituido el mayorazgo, pero con un diseño eminentemente militar. La construcción fue encargada a Lorenzo Vázquez de Segovia, al que se le atribuye también el diseño y construcción del castillo de Pioz en Guadalajara.
Pero no fue hasta la vuelta de aquel viaje cuando las obras toman, en el interior, el estilo altamente palaciego y residencial con el que fueron ejecutadas. Toda la decoración fue realizada por Michele Carlone, entre los años 1509 y 1512; así como por otros escultores, todos traídos de Italia, como los mármoles de Carrara con los que se hizo gran parte de la obra, destacando la escalera que lleva a la galería superior.
En el castillo residió don Rodrigo con su segunda esposa María de Fonseca durante ocho años, hasta que fue nombrado gobernador de Valencia, ciudad a la que se trasladó y donde residió hasta su muerte en 1523.
Durante la rebelión de los moriscos —1568-1571— el castillo fue refugio de los pobladores de La Calahorra y cuartel de las tropas reales al mando del marqués de Mondéjar.
La ausencia de conflictos y las malas comunicaciones hacen quedar en el abandono a este castillo que, ni siquiera, es mencionado en las crónicas de viajeros del siglo XIX. Es en 1895 cuando en sus proximidades se construye una estación del ferrocarril Linares-Guadix-Almería, que, añadido a la mejora de caminos, hicieron que no cayera la población en el olvido.
A principios del siglo XX estuvo a punto de correr el mismo destino que el de Vélez-Blanco, cosa que no ocurrió
Descripción, arquitectura y construcción:
La visión del castillo puede tender al equívoco pues su imagen exterior, totalmente militar, se contradice con la elegante y soberbia del interior.
Su aspecto es el de una imponente fortaleza que no hace imaginar el espléndido palacio que encierra.
Planta baja

Planta alta, de rinconesdegranada.com

De planta rectangular y unas dimensiones aproximadas de 46’50 x 32 metros, se orientan sus lados mayores en sentido norte sur. Sus vértices los ocupan potentes torres cilíndricas, siendo las que flanquean el lado norte las de mayor altura y diámetro: 13 metros las del norte y 10 las del sur. Estas torres se cubren con cúpulas semiesféricas.


Una única puerta de pequeñas dimensiones se abre al exterior. Se sitúa en el muro de levante, justo en el rincón que forma el muro con la torre noreste. Sobre su arco de medio punto se encuentra el escudo de María de Fonseca, la segunda esposa de don Rodrigo. La puerta aún conserva todos sus materiales originales: madera, blindaje metálico y herrajes. En la torre, y a la altura de la puerta, una saetera se encarga de su protección.
Patio, de porsolea.com

Patio del castillo, al fondo, la torre noroeste, de porsolea.com

Pasada la puerta se accede a un pequeño zaguán en el que se situaba el cuerpo de guardia, y de aquí al patio que, aunque desplazado hacia el oeste con respecto al volumen del edificio, centra la distribución de todas las dependencias. Este patio, cuadrado de 20x20 metros, está rodeado de una doble galería de cinco arcos de medio punto sostenidos por columnas de capitel compuesto, apoyados sobre collarines, en la planta baja y corintio en la superior.
La arcada inferior está realizada con piedra caliza del lugar; el intradós de los arcos se adorna con flores y guirnaldas, las roscas presentan molduras variadas y en las enjutas se alternan los escudos de los Mendoza y los Fonseca.
La arcada superior, de mármol de Carrara, se apoya sobre pedestales que quedan unidos por una balaustrada del mismo mármol que las columnas. El intradós de sus arcos se decora con casetones de piedra negra, y en las enjutas vuelven a repetirse los escudos de la familia.
El entablamento contiene inscripciones en latín de salmos bíblicos, y en otros lugares del patio y en las estancias, proliferan referencias mitológicas griegas y romanas.
Las galerías se cubren con bóvedas de arista que, en el muro, se apoyan sobre capiteles/ménsulas de piedra negra. Las bóvedas se refuerzan con tirantes de hierro fundido. Se dice que aquí fue la primera vez que esa técnica se utilizó en España.
En el centro del patio hubo una fuente de mármol italiano, hoy desaparecida; en su lugar sólo queda el brocal, a ras del suelo, del aljibe.
Escalera, de www2.ual.es

Escalera y galería en planta alta, de www2.ual.es

Ambas plantas quedan unidas por una sorprendente escalera abierta de tres tramos perpendiculares que se sitúa en el lado oeste del patio, y que hace que el edificio pierda su simetría y amplíe su planta por ese lado. Fue realizada también con mármol de Carrara.
Destacan sobremanera, aunque todo destaca en este castillo, las portadas a cada una de las dependencias de la planta alta, decoradas con motivos vegetales, florales, animales y seres fantásticos.
Las estancias del palacio se cubren con artesonados, siendo los más ricos los de la cámara de la marquesa, el tocador y del oratorio. Ambos presentan un gran número de motivos ornamentales de inspiración italiana. Todos los pavimentos son losas de barro, intercalándose olambrillas cerámicas.
Una de las cañoneras en la casamata.

El cubete adosado al edificio de la fachada oeste.


Excediendo el límite de la fachada oeste, se construyó un cuerpo sobresaliente entre las dos torres, de planta rectangular y medidas 26x15 metros, del que sobresale un cubete artillero.
El diseño de ese elemento, que altera la geométrica disposición del edificio, puede que viniera obligado por la necesaria ubicación de la soberbia escalera, pero que se termina justificando por la imposibilidad de ampliar la planta situando las torres cerca del borde de la colina. Además, se aprovechó este volumen para ubicar en él una casamata en el nivel inferior, a la que se dotó de y en el superior el Salón de Occidente y el despacho del marqués.
Esquina noreste del castillo.

Apréciese el alambor en la base de la muralla y las torres.

Sus murallas se recorren por un adarve semicubierto que protegía a la guardia de los rigores del clima. En el lienzo del norte, un adarve descubierto se superpone a otro inferior, ampliando así la defensa de esa zona de la meseta de la colina que es la de mayor superficie y por lo tanto la más descubierta.
En las torres, que al igual que que sus murallas presentan un ligero alamborado en sus bases, destaca la sucesión de ménsulas perimetrales que forman matacanes y que, junto a las ventanas y saeteras que se abren, rompen la sobria geometría cilíndrica. Se coronan con torres caballeras cubiertas con cúpulas de ladrillo, alrededor de las cuales corre un adarve circular que refuerza la defensa desde la altura.
Puntualizar sobre la inexistencia de torre del Homenaje, el que siempre fuera último reducto del señor del castillo en los asedios, ausencia que aquí se justifica, cuando la artillería ya es el arma común en las guerras.

Resumiendo, al castillo de La Calahorra se le puede considerar como la primera obra netamente renacentista de la arquitectura civil de nuestro país, y en la que se documenta el trabajo de artistas italianos en España. Además, es todo un compendio de la poliorcética moderna y su adecuación a las exigencias que las nuevas armas de fuego imponían en el siglo XV.

Materiales: en su construcción se aprovechó la cantería del antiguo castillo árabe para la ejecución de muros y elementos estructurales, labrándose fábricas de sillarejo, además de mampostería.
El mármol predomina en elementos estructurales y decorativos del interior.
Estado: En un espléndido estado. Sin comentarios.
Letrina entre la torre noroeste y el edificio de la fachada oeste.

Propiedad actual: Privada, forma parte del patrimonio del Ducado del Infantado.
Uso: Ninguno, si acaso turístico una vez a la semana.
Visitas: Los miércoles está abierto al público. Para mi desgracia, el día que lo visité no era miércoles.
Protección: Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22/abril/1949 y la Ley 16/1985 sobre Patrimonio Histórico Español.
Declarado Bien de Interés Cultural, categoría Monumento, según Decreto 357/2011 de 29 de noviembre.

Clasificación subjetiva: 4, No perdérselo bajo ningún concepto, o lo que es lo mismo, hay que verlo antes de morir.
Otras cuestiones de interés: Don Rodrigo de Mendoza fue uno de los dos hijos que el Cardenal Mendoza —“uno de los lindos pecados del Cardenal” en palabras de Isabel I— tuvo con Mencía de Lemos y que, a pesar de las circunstancias, fueron declarados legítimos en 1476 por la reina Isabel, y refrendada tal legitimación por el papa Inocencio VIII diez años después.
Rodrigo de Mendoza se proclamó sucesor del mismísimo Cid, llegando a adoptar sus apellidos —Rodrigo Díaz de Vivar y Mendoza—.
Como dato de interés cultural y reciente, decir que fue utilizado tanto su exterior como el interior para el rodaje de algunos capítulos de la serie La casa del dragón, precuela —origen— de la gran producción Juego de tronos.
Sin embargo, no debo olvidar a El Raisuni, o sea Sean Connery, en “El viento y el león”, tomando La Calahorra como su residencia en el desierto de Marruecos.

Cómo llegar: Desde Granada, tomar la A-92 sentido Almería, hasta la salida 312. Allí coger la A-337 y en pocos minutos llegaremos a La Calahorra.
Accesos: De La Calahorra seguiremos por un camino que se encuentra en un estado poco aceptable para un vehículo normal. En unos quince minutos estaremos aparcando junto al castillo.
Coordenadas: 37.1835 N - 3.0654 O



martes, 8 de octubre de 2024

Algarrobo, torre Derecha o torre Nueva

Nombre:    Torre Derecha o Torre Nueva.
Localidad:  Algarrobo-Costa.
Municipio: Algarrobo.
Provincia:   Málaga.
Tipología:   Torre costera artillada.
Datación:    Siglo XVIII.
Situación:
En un parque público, muy cerca de la torre Ladeada, al otro lado de la carretera N-340, y algo más alejada del mar que aquella. Desde donde está ya no se ve el mar.

Datos históricos:
Esta torre es de las mismas características tipológicas que las almerienses del Cabo de Gata y de Balerma poner enlace; y también de la misma época. Su diferencia radica en que tuvo un autor distinto a aquellas. Mientras que las de Almería fueron obra de Tomás Warluzel Dhostel, que trabajó en las fortificaciones de la costa almeriense entre 1734 y 1759, ésta de Algarrobo es de Juan Zahoras, un ingeniero que realizó algunos proyectos más, como el de la torre del Río de la Miel en Nerja.
Su construcción vino derivada por el pésimo estado en que se encontraba la torre Ladeada, pues así lo afirmaba Agustín Ibáñez en un informe en 1752 señalando que aquella se encontraba fuera de plomo y que sería imposible rehabilitarla; a ello había que añadir la necesidad de mantener vigilado este importante punto de la costa del Reino de Granada. Todo ello siguiendo el proyecto que pretendía llevar a cabo el por entonces ministro de la Guerra, Sebastián Eslava, consistente en reforzar esa parte de la costa mediterránea.
Así que se optó por construir otra torre unos 200 metros más hacia el interior. La obra se realizó en dos fases:
En la primera se levantó el primer cuerpo de la torre y la escalera de ingreso; esta fase se concluyó el 16 de julio de 1755.
La obra continuó un mes más tarde, quedando terminada a final de agosto del mismo año. Tampoco es que supusiera mucho la paralización.
Su diseño incluía una dotación máxima de 8 soldados de infantería, 4 de caballería y 2 artilleros, que ocuparían alguna cabaña en las inmediaciones de la torre.
En el informe de Bucarelli de 1762 se calificaba su estado como bueno y la servían dos cañones de cuatro libras. Fue incorporada al Reglamento de 1764, asignándola una dotación fija de un cabo y tres torreros.
Plano de la 1ª fase
Plano de la torre terminada.
Descripción, arquitectura y construcción:
La torre hermana de las dos ya citadas y en sus características a ellas hay que remitirse. Pero como no está de más repetir, diremos:
Que es cilíndrica, de unos 11 metros de altura, 13 de diámetro en su base y 8 en la terraza. Su interior está dividido en dos plantas, las cuales quedan también diferenciadas en el exterior, observándose perfectamente tres cuerpos, incluyendo la terraza.
El primero es troncocónico, de unos 6’00 metros de altura, presentando un ligero escarpe.
El segundo cuerpo es el principal, cilíndrico y de 5’80 metros de alto; ambos cuerpos, en su interior, están cubiertos con bóvedas esféricas.
El tercero, separado del anterior por una cornisa redondeada o gola, corresponde al pretil del terrado, de poca altura para facilitar el tiro artillero.
El acceso a la torre se sitúa en una puerta, orientada al norte, abierta en la planta primera, a la que se llega por una escalera que se unía a la torre mediante un puente levadizo de 1’50 metros, que hoy ya no existe, pero del que permanecen las dos aberturas por donde discurrían las cadenas. Hasta la década de los sesenta del siglo pasado, se conservó el sistema del puente levadizo, siendo sustituido por la unión de fábrica que hoy vemos.
La puerta la forma un arco escarzano de ladrillo que a su vez enmarca un vano coronado por un arco de medio punto. Sobre esta puerta había un matacán del que sólo quedan algunos restos de ladrillo.
La separación entre el segundo cuerpo y la terraza queda marcada por una imposta de piedra labrada que recorre todo el perímetro.
En la planta primera se encontraban la estancia para albergar a los dos torreros y el cabo que componían la dotación de guardia. Esta planta se iluminaba y ventilaba con una ventana orientada al oeste, en el lado de la escalera. En el lado opuesto está la chimenea, que además de calentar la estancia y la comida de los guardias, servía para hacer las ahumadas.
La planta baja, a la que se llegaba mediante una escalera de madera que se colocaba en el agujero central que comunicaba ambas plantas, se dedicaba a almacén de pólvora y pertrechos en general necesarios. Dos pequeñas aberturas en su cara norte proporcionaban ventilación al almacén.
A la terraza se accede a través de una escalera adosada al muro con desembarco techado junto a una garita. En la terraza podemos apreciar el hueco central por el que se elevaba el material para abastecer los cañones; este agujero coincide, evidentemente, con el de la bóveda de la planta baja, ya que era allí donde se guardaban la pólvora y las municiones. El desagüe de la terraza se hace por medio de dos gárgolas. El alféizar es continuo, a barbeta, estando un poco más rebajado en la parte orientada al mar, con lo que se facilitaba el tiro de los dos cañones con los que se armaba la torre.



Materiales: Está realizada con mampostería a base de cantos rodados procedentes del cercano río y enfoscada en toda su superficie. En puntos concretos, y en las bóvedas, vemos ladrillos.
Estado: Fue restaurada, por lo que la encontramos en un estado algo más que aceptable.
Así se encontraba en 1962 , aún sin completar la escalera.
Propiedad actual: Pública (¿Ayuntamiento de Algarrobo?).
Uso: Carezco de información.
Visitas: el exterior totalmente libre.
Protección: Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949 y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.
En el año 1993 la Junta de Andalucía otorgó reconocimiento especial a los castillos de la Comunidad Autónoma de Andalucía.
Clasificación subjetiva: 2, o sea, que si se pasa cerca y se va con tiempo pues se acerca uno a verla. Es decir, que se incluirá en una ruta de viaje, pero no pasa nada si luego no se visita.
Otras cuestiones de interés:
Cómo llegar: la carretera N-340 cruza la población costera de Algarrobo-Costa; en la intersección de ésta con las avenidas Torre Ladeá y Torre Derecha, tomar la que interese en función de la torre que se desee visitar.
Accesos: fácil aparcamiento en las inmediaciones, a apenas dos minutos de la torre.
Coordenadas: 36.74796, -4.05194




martes, 1 de octubre de 2024

Algarrobo, torre Ladeá, Daleá o del Portichuelo

Nombre:     Torre Ladeá, Daleá o del Portichuelo.
Localidad: Algarrobo-Costa.
Municipio: Algarrobo.
Provincia:   Málaga.
Tipología:   Torre almenara.
Datación:    Siglo XVI, 1574.

Situación: Esta torre del Portichuelo se encuentra en la localidad malagueña de Algarrobo —concretamente en su franja costera llamada Algarrobo-Costa—, mirando torpemente al mar dada su postura, y muy cerca de la que la vino a sustituir, apenas unas decenas de metros más al norte, separadas por la carretera N-340. Ambas se dedicaron a vigilar la costa y proteger a sus habitantes de las racias de piratas que buscaban no sólo esclavos y provisiones, sino también hacer aguada en el cercano río Algarrobo que hoy veo totalmente seco.
Vemos la torre dentro de unos jardines, rodeada de edificios de viviendas, en donde destacan más las torres modernas que ella misma, por lo que es necesario abstraerse e imaginarla sola, sobre la arena de una playa que hoy está alejada, antes de que sus escasos cimientos renunciaran a sostenerla y la llevaran a la aparente postura inestable que ha determinado su nombre más conocido. Por un momento me ha recordado al “Tapón de Matalascañas”.

Datos históricos:
Se construyó hacia 1574-1575 —no está fielmente datada, por lo que la fecha bien puede establecerse por correspondencia con otras torres de la zona—, en el mismo lugar en donde es probable hubiese otra musulmana, de época nazarí. Fue obra del arquitecto Luis Machuca —el mismo del Palacio de Carlos V de la Alhambra— que diseñó este modelo de torre, que en algunos casos fueron ejecutados tras la rebelión de los moriscos en 1568. La ejecutó un albañil de la zona llamado Diego Pérez Carballo, por la que recibió 75.000 maravedíes. En un principio, la ubicación prevista fue otra, en el cerro llamado del Carchil, pero finalmente se optó por proteger la desembocadura del río.
Apenas 175 años después, ya debió inclinarse, pues existe un informe presentado por Agustín Ibáñez y fechado en 1752, que dice "...está fuera de plomo, por haber descarnado las aguas sus cimientos y no podía repararse, siendo precisa hacerla de nueva planta." y es por entonces cuando se la empezó a denominar con el apodo. No se encontró otro remedio mejor para solventar la situación que construir otra torre nueva; pero esa será la siguiente cuestión.
Hacia 1913
En 1962, al fondo la Torre Derecha.

Descripción, arquitectura y construcción:
Tiene la torre o, mejor dicho, tuvo casi 9 metros de altura. De forma troncocónica, su circunferencia mayor, en la base, llega a los 22’00 metros, presentando por ello un escarpe de unos 60 centímetros.
Dispuso de un vano de acceso orientado al norte, hacia tierra, y situado a unos 6 metros de altura, formado por un arco de medio punto, ligeramente apuntado, ejecutado, arco y jambas, de ladrillo; hacia el sur, en dirección al mar, también tiene otro hueco, pero de menores dimensiones, 0’50 de ancho por 1’50 de alto. Sobre el hueco de entrada quedan los restos, dos ménsulas, de lo que fue un matacán.
Esos huecos corresponden a la única cámara que tiene la torre —su mitad inferior, aproximadamente, es maciza—, la cual está cubierta con una bóveda esférica de ladrillo. Un hueco en la clave de la bóveda servía de chimenea para la fogata que se hacía en su interior.
En la única estancia era donde residían los torreros durante su tiempo de vigilancia, pues en muchos lugares, aquellos disponían de alguna cabaña cercana en la que residían fuera de sus horarios laborales, junto a un pequeño huerto que cultivaban.
De la cámara parte una angosta escalera embutida en el muro que comunica con la azotea. La salida al exterior estuvo cubierta por una pequeña garita.
El pretil de la terraza está muy deteriorado, cuando no desaparecido; tuvo cuatro matacanes o ladroneras, cada uno orientado a un punto cardinal, quedando sólo restos del que estuvo sobre el acceso.
Su actual situación, una inclinación de unos 18º, puede deberse al efecto del mar sobre una cimentación inadecuada por escasa, aunque también se apunta a posibles expolios de material.

Materiales: Mampostería de cantos rodados obtenidos del cercano río Algarrobo, aparejados en hiladas tomadas con mortero de cal y arena, y regularizadas con numerosas lajas y ripios. El ladrillo sólo aparece en el hueco de entrada, la bóveda y algunos restos de una hilera a tizón que tuvo en el alféizar del terrado.
Tiene zonas de su superficie enfoscada, pero no puede afirmarse que originalmente lo estuviera en su totalidad.
Estado: en el denominado estado de ruina progresiva, pero aguantado en un equilibrio inestable que no parece correr peligro, por lo que habría que calificarla también de ruina consolidada.

Propiedad actual: Pública (¿Ayuntamiento de Algarrobo?
Uso: Ninguno, sólo adornar el jardín. Yo diría que ni siquiera turístico, para ello bien podría el Ayuntamiento situar algún panel informativo.
Visitas: Obviamente no es accesible el interior. Es totalmente libre pasear a su alrededor.
Protección: Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949 y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.
En el año 1993 la Junta de Andalucía otorgó reconocimiento especial a los castillos de la Comunidad Autónoma de Andalucía
Está declarada Bien de Interés Cultural desde 29/junio/1985.

Clasificación subjetiva: 1, o sea, si se puede evitar se evita, o lo que es lo mismo, sólo si el camino que recorro me lleva o me hace pasar por allí. Pero como está muy cerca de otra con una puntuación superior, y además se encuentra en una costa plagada de torres y otras fortificaciones, ¿por qué evitarla?
Otras cuestiones de interés: Como curiosidad, leo que hay cierto empeño en asemejarla con la de Pisa, aunque no veo en la red muchas fotos de visitantes sosteniéndola con una mano, como hacen con la italiana. Y eso que la inclinación de la de Algarrobo es cuatro veces mayor, lo que debería animar al público.
En el escudo de la población figura una torre que representa a esta torre. Para más información, pinchar aquí: Escudo municipal de Alagarrobo.-
Cómo llegar: la carretera N-340 cruza la población costera de Algarrobo-Costa; en la intersección de ésta con las avenidas Torre Ladeá y Torre Derecha, tomar la que interese en función de la torre que se desee visitar.
Accesos: fácil aparcamiento en las inmediaciones, a apenas dos minutos de la torre.
Coordenadas: 36.74612, -4.05206



martes, 24 de septiembre de 2024

Motril, Carchuna, fuerte de Carchuna

Nombre: Fuerte o castillo de Carchuna, o el Castillejo.
Localidad: Carchuna, entidad local autónoma.
Municipio: Motril.
Provincia: Granada.
Tipología: Fuerte.
Datación: entre 1766 y 1769.
Situación: en el que se conoció como el Llano de Carchuna, frente al mar, en la playa de Carchuna, rodeado de invernaderos excepto por su fachada sur.
Hacia el oeste tuvo comunicación visual con la desparecida torre del Chucho, y más a poniente, la Torre Nueva. Hacia levante se encuentra la torre del Llano, también conocida como el Farillo de Carchuna.
A escasos metros de la indicación, está el castillo.

Datos históricos:
el 18/agosto/1764 se publicó el “Reglamento que Majestad manda observar a las diferentes clases destinadas al Real servicio de la costa del Reino de Granada en 1764”, en el quedó incluida la construcción de este fuerte. Su finalidad fue proteger la costa de los frecuentes ataques y desembarcos de piratas procedentes del norte de África, y también de otras nacionalidades más al norte.
Como los otros fuertes de su misma época, éste también fue diseñado por el ingeniero José Crame, en 1765, comenzando su construcción en 1766. Las obras terminaron tres años después, en 1769. Su costo anduvo por los 200.000 reales, que fue financiado por José Arias, pòr lo que fue recompesado con ocho grados de capitán de caballería, los cuales supongo a repartir entre familiares y amigos.
Tras su puesta en servicio, los problemas con los piratas decayeron, a la vez que comenzó a instalarse una discreta población en sus inmediaciones que se dedicaron a la agricultura. A mediados del siglo pasado, la población aumentó considerablemente y hoy, Calahonda, sigue con la misma actividad económica, pero bajo plástico.
Estuvo dotado de cuatro cañones de 24 libras —al igual que los otros fuertes, aunque también leo que de 24 fueron dos además de otros dos de 16—, que batían desde el cabo Sacrafit hasta Calahonda.
Y en cuanto al personal, estuvo atendido por 1 oficial y 18 soldados de infantería, 1 cabo y 8 soldados de caballería, 1 cabo y cuatro artilleros, 1 guarda de almacén y un capellán.
Durante el resto del siglo XVIII fue remodelado y, posteriormente, en la Guerra de la Independencia, sufrió daños que lo dejaron en no muy buen estado.
Fue cuartel de Carabineros en la segunda mitad del siglo XIX y después, terminada la Guerra Civil, fue presidio y cuartel de la Guardia Civil.
En el marco de la Guerra Civil, fue cárcel para unos 300 presos republicanos que, procedentes del frente de Asturias, realizaban trabajos de construcción de carreteras y un campo de aviación. El 18 de mayo de 1938 se escaparon —con la complicidad de algunos guardias— cuatro presos que regresarían con la suficiente ayuda como para liberar al resto. Lo que sucedió en la madrugada del 23 de mayo, cuando tropas de la 55ª Brigada, procedentes de Castell de Ferro, desembarcaron en la playa y tomaron el fuerte, fusilando a la guarnición nacional. Tras la liberación, los presos se dirigieron hacia Calahonda, donde se enfrentaron al Guardia Civil. A pesar de ello, consiguieron llegar a Almería.
Terminada la Guerra Civil, aún fue durante algunos años un centro de detención para presos republicanos.
Fachada principal y puerta de acceso.

Torre sureste, en su interior estuvo la capilla.

Torre suroeste.

Semibaluarte del hornabeque.




Torre y batería desde el suroeste.


Descripción, arquitectura y construcción:
Es de similares, por no decir idénticas, características a los otros siete fuertes que se construyeron en la costa del Reino de Granada, tales como el de La Duquesa en Manilva, San Felipe en Los Escullos o el de El Marqués en Almayate, por lo que su descripción es análoga.
El edificio consta de dos partes bien diferenciadas: hacia el norte la principal, de planta aparentemente rectangular, en cuya fachada norte se encuentra la puerta de acceso, que estuvo protegida por un revellín, con adarve y fusileras, hoy desaparecido. El lienzo donde se encuentra la puerta está flanqueado por dos semibaluartes, conformándose un hornabeque; la puerta dispuso de un pequeño foso y puente levadizo. En este edificio se distribuían los distintos cuarteles y demás dependencias de servicio.
En las esquinas del lado opuesto, el orientado al sur, y en sus ángulos sureste y suroeste, se levantan dos torres de planta semicircular unidas por un muro que separa el primer edificio de la batería, también semicircular, que mira al mar. Entre el muro y la batería se dispuso de un foso que aún existe.
Desde la puerta de acceso y a través de un pasillo abovedado se llega al patio central, dejando a la izquierda una estancia que ocupaba el oficial al mando, y a la derecha la cocina y un calabozo.
El patio es rectangular —16’70 por 10’80 metros— y desde él se distribuyen todas las estancias que, en sentido horario, desde la esquina superior izquierda son:
El polvorín, dos estancias para almacenes y el guarda de almacén, el cuartel de artillería, la capilla y el dormitorio del capellán en el primer semibaluarte circular, el cuartel de caballería en el baluarte opuesto al anterior, la cuadra y pajar y el cuartele de infantería. Tanto la cocina como la oficina del Comandante, también tienen acceso desde el patio. Los almacenes y los cuarteles, también la capilla, presenta fusileras hacia el exterior.
Desde el patio central se accede a la batería mediante un patín en el centro, que facilitaba el desplazamiento de las piezas de artillería. El pretil carece de almenaje —barbeta—, y dispone de fusileras entre el alfeizar y el bocel exterior. Tuvo cabida, como ya se ha dicho, para seis cañones de 24, lo que en principio dio nombre a estas fortificaciones.
También desde el patio parte una escalera, situada a la izquierda, que nos lleva a la terraza del castillo. Esta está rodeada de un pretil de gran altura que facilita la defensa, pero con numerosas fusileras en todo su perímetro.
Dispuso de un aljibe ya desaparecido a causa de las distintas obras de reparación sufridas a lo largo del tiempo,
Puerta de entrada al castillo.


Pasillo de entrada desde el patio interior.


Vistas del patio del castillo, hoy cubierto.


Interior del patio y salida a la batería.

Materiales:
Toda la edificación está ejecutada con mampostería de piedra tomada con mortero de cal, alternándose puntualmente ladrillos en algunos elementos. Sus esquinas están realizadas con sillares bien labrados, así como los huecos y los cercos de las troneras, alfeizares y boceles.
Rampa de salida a la batería.

Terraza del castillo con la moderna cubierta del patio.

Estado: En general es bueno, aunque presenta puntos concretos que están clamando sean reparados.
Para la adaptación del edificio al museo que hoy contiene, se procedió a vaciar la base donde se apoya la terraza de la batería, a fin de crear una gran sala expositiva. Esta obra se remató con el cambio de solería de la terraza de la batería, que no acompaña al conjunto.
Entre las numerosas obras de adaptación del edificio, destaca la cubierta del patio.
Muro que separa el edificio de la batería, obsérvese su deplorable estado.

Propiedad actual: Municipal.
Uso: Turístico y docente. Algunas de sus estancias acogen un Centro de Interpretación de la Desbandá de Málaga durante la Guerra Civil (193.6-1939)
Visitas: totalmente libre.
Protección: Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.
Está declarado Bien de Interés Cultural desde 1985.
Mi Compañía entrando al patio del castillo.

Clasificación subjetiva: 3, es decir, se incluirá obligatoriamente en ruta de viaje, o lo que es lo mismo, se hará todo lo posible en esta vida por visitarlo.
Cómo llegar: desde la A-7 y hacia el kilómetro 883 tomar la salida a la E-15 a Calahonda y Carchuna, hasta la N-340. Después dirección La Chucha y seguir las indicaciones hasta el fuerte.
Accesos: todo por carretera, hasta llegar al castillo; fácil aparcamiento junto al edificio.
36.69597942295415, -3.4354876387057365