jueves, 28 de marzo de 2019

Glosarios: Castillos, torres, fuertes y demás (letra D)

DECRESTAR:
Inutilizar el adarve de una fortaleza asediada por medio de la artillería.

DESMANTELAR:
Efectuar las suficientes y escogidas demoliciones de una fortaleza para que, sin destruirla, se convierta en indefendible sin antes proceder a lentas y costosas reparaciones, quedando por tanto inservible.

DESMOCHAR:
Casi sinónimo de desmantelar, pero referido solamente a las almenas, lo que daba lugar a las denominadas torres mochas.
Esta acción era realizada por los reyes como signo de poder hacia los nobles.
Una de las muchas torres desmochadas, la torre de Loreto, en Espartinas, Sevilla.
DONJON:
Término francés que se utiliza para referirse a la torre mayor de las construcciones residenciales medievales, o sea a nuestra Torre del Homenaje, pero careciendo de la sobriedad militar que caracterizó a estas últimas.
Se trata de la torre más poderosa de una fortaleza, por lo que está dotada de elementos defensivos. 
Cuando una torre se independiza y alcanza dimensiones notables se convierte en un donjón.
Típico donjon francés, éste en Pons.

jueves, 21 de marzo de 2019

Glosarios: Castillos, torres, fuertes y demás (letra C)

CABALLERA, torre caballera:
Es la que se situaba en la zona superior de una torre, destacando sobre esa torre
Suele ser, evidentemente, de menor tamaño que el cuerpo principal de la torre sobre la que se asienta.
Torre caballera del castillo de Arguijuelas de Abajo, Cáceres.

CABALLERIZA:

Es el sitio o lugar cubierto destinado para estancia de los caballos y bestias de carga.
Caballerizas del castillo de Mora de Rubielos, Teruel.

CADALSO, cadahalso:
Plataforma y cobertizo temporales de madera, generalmente cubiertos, con aspilleras en el suelo y también en el frente, que se instalaban sobre vigas ménsulas, canes o modillones, salediza en el exterior o en la parte alta de las murallas y torres, para facilitar el tiro vertical y aumentar la defensa.
Aún cuando se podían cubrir con algún material ligero incombustible, eran muy vulnerables al fuego, por lo que pronto dieron paso al matacán del que fue precursor.
Cadalso en el castillo de Argüeso, Santander.

CALABOZO, celda, mazmorra:
Palabra derivada del latín calafodium, que a su vez procede de calare —herir— y de fodere —cavar—. 
La RAE opina que viene del árabe hispánico matmurah —silo— y la define como prisión subterránea.
O sea, lugar seguro, normalmente en castillos y fortalezas, que servía para encerrar a los presos.
Un moderno calabozo.

CALAHORRA:
Término árabe que designa a una torre o fortaleza amurallada que destaca de las demás por sus grandes proporciones.
También voz genérica para designar a los castillos o fortalezas.
Torre de la Calahorra en Córdoba.

CÁMARA DE TIRO:
Habitáculo concebido especialmente para disparar desde él contra el enemigo. Aquellas que contenían armas de fuego y poca ventilación podían tener en el techo una abertura a modo de chimenea para evacuar los gases procedentes de la combustión de la pólvora.
Cámara de tiro de la torre de Belem, Lisboa.

CAMINO CUBIERTO:
En las antiguas obras de fortificación permanente, terraplén de tránsito y vigilancia que rodeaba y defendía el foso y tenía a lo largo una banqueta, desde la cual, en una primera defensa de la fortificación, podía hacer fuego la guarnición por encima del glacis, que le servía de parapeto.



CAMINO DE RONDA, adarve, paseo de ronda:
Es el pasadizo o pasillo que permite el paso de los defensores de la fortificación para su vigilancia y defensa. Se sitúa en lo alto de un muro sobre el que se levanta al exterior el parapeto, con o sin almenas.
A veces se encaja entre dos parapetos, sirviendo el segundo para proteger a los defensores también hacia el interior de la fortificación, bien para evitar caídas o para defenderse del enemigo si ya ha accedido al recinto.
El camino de ronda comunica los diferentes elementos de defensa vertical, como puestos de vigilancia u otros. En lugares fríos solía cubrirse.
En principio quise que fuera éste el título de mi blog, pero aparece en tantas entradas de internet, que me fue imposible nombrarlo así.
Que conste que esas palabras, Camino de ronda, han resumido siempre mi gusto por los castillos. De vez en cuando firmo así alguna foto.
Camino de ronda del castillo de Silves, Portugal.

CAMISA:
Refuerzo o muro que rodea la parte inferior de una torre, generalmente la del homenaje u otro edificio de una fortificación, a modo de peculiar falsgraba, dejando muy poco espacio entre uno y otro.
Camisa rodeando el polvorín del castillo de Castro Marim, Portugal.

CAÑONERA, tronera:
Abertura en un muro para disparar con armas de fuego de mediano o gran calibre. Su inmediato precedente es la tronera en sus diferentes formas, de la que no deja de ser una evolución. Presenta un abocinamiento hacia el exterior y generalmente un arco escarzano muy rebajado cuando están cubiertas. Empiezan a construirse a comienzos del siglo XVI.

Una cañonera en el castillo de Viana do Alentejo, Portugal.

CAPILLA:
Edificio contiguo a una iglesia, o parte integrante de ella, con altar y una advocación particular.
Este tipo de edificación se prodigó en el interior de los castillos, en principio para uso exclusivo de los habitantes del mismo. Con el tiempo los servicios religiosos se ampliaron a la población.
En muchos castillos se observa la existencia de ventanas o espacios privados desde donde los señores seguían los actos litúrgicos sin mezclarse con sus vasallos.
Recreación de una capilla en el castillo de Cortegana, Huelva.

CAPONERA:
La RAE, en su cuarta y quinta acepción nos dice:
"Obra de fortificación que primitivamente consistió en una estacada con aspilleras y troneras para defender el foso".
"galería o casamata colocada en sitios diversos para el flanqueo de un foso o varios, del cuerpo de la plaza".
Caponera en el fuerte de Guadalupe, Guipuzcoa.

CAPONERA DOBLE:
Es la comunicación desde el interior de la plaza a las obras exteriores, a través del foso y defendida con parapetos a ambos lados, provistos de troneras o aspilleras.

CASA FUERTE:
Residencia señorial situada generalmente en el campo, aunque también las encontramos en ciudades, y dotada de elementos defensivos, normalmente almenas, saeteras y, a veces, torres no saledizas, pero sin llegar a considerarla castillo.
Casa de la Cervera, Aldea del Cano, Cáceres.


Casa del Sol, ciudad de Cáceres.

CASAMATA:
Elemento de fortificación aislado que sirve como refugio de una posición defensiva y permite defender el foso con fuego de flanco.
Durante los siglos XII y XIII este término designaba una especie de caseta que sobre rodillos, permitía el acercamiento a una fortaleza permaneciendo a cubierto el atacante.
Derivando derivando, lo qaue viene a ser un búnquer.

CASTILLEJO:
Sinónimo de Castillo, aunque no figura actualmente en el DRAE.
Sin embargo, el Diccionario histórico de la lengua española (1933/1936) sí la incluye, pero escuetamente como Castillo, y también como castillo pequeño.
Como parte de un topónimo es recurrente.

CASTILLO:

Edificación fortificada con muchos elementos defensivos como murallas, torres, fosos, etc., destinada a la protección y defensa de un territorio, de una población o de un lugar estratégico.
Inicialmente su uso fue exclusivamente militar, por lo que en la ejecución de las obras predominó por encima de todo la inexpugnabilidad del edificio ante cualquier otra cualidad. Por lo tanto se procuró dotarlos con los elementos defensivos y disuasorios propios de cada época. Con el paso del tiempo adquirió otros fines, como el de servir de residencia para el alcaide o el señor.
Situado en posición estratégica, aseguraba la resistencia y podía servir de refugio a los habitantes vecinos ante la presencia del enemigo.
Los castillos dejan de ser tales en la segunda mitad del siglo XVI cuando la artillería obliga a evolucionar sus formas y elementos hacia los postulados de la fortificación abaluartada, que perdurará hasta el siglo XIX cuando otra vez, a causa de la evolución de la artillería y nuevas formas de hacer la guerra, entre otras razones, y por definirlo de una manera muy simplista, se abandona la idea, por imposible, de construir fortalezas.
Si el castillo es pequeño, se le llamaba castillejo.
Motivo principal de este glosario, de este blog y de algunos sueños.

CASTILLO PALACIO:
Su nombre nos habla de un tipo mixto de edificio que nace al cambiar las circunstancias que motivaron el nacimiento de las fortalezas militares, por alejamiento del puesto fronterizo al avanzar la Reconquista.
Durante los siglos XIV y XV son frecuentes los castillos adaptados a palacios, donde la zona militar conserva su identidad pero dejando de tener su utilidad defensiva; y se adecua una parte de la edificación como residencia palaciega, procurándose muchas más comodidades y permitiendo habitarlo todo el año (es el caso de la ilustración de más abajo).
A finales del XV y durante el XVI es cuando se construye el verdadero castillo-palacio, enclavado generalmente en terreno llano y con un plano y un alzado más regular.

Castillo palaciego, algo deteriorado, en Belvís de Monroy, Cáceres.

CASTRO:
Término derivado del vocablo latino "castrum", que designa literalmente a un campamento militar defendido por fosos y vallas.
Su origen data de los primeros poblados de la edad del hierro, los cuales, aproximadamente a partir del siglo VI a.C. se empiezan a fortificar. Lo encontramos con frecuencia en topónimos, como es el caso de Castro del Río, en la provincia de Córdoba, que, por cierto, tiene castillo.
Básicamente estaba compuesto por una muralla de piedra en seco (sin argamasa ni barro) que circundaba el poblado, construido generalmente en una elevación del terreno. En ocasiones la muralla era completada con otros elementos defensivos como torres, fosos, barreras de piedras en el exterior, etc.
Su original acepción de fortificación no permanente va evolucionando en la Edad Media hispana, en cuyos textos es utilizado para designar un emplazamiento militar fijo. En este sentido se utiliza frecuentemente en la documentación medieval como sinónimo de "castellum".
Castro de Baroña, Porto do Son, La Coruña.
CAVA, foso:
Excavación profunda que rodea un castillo o fortaleza, utilizada para demoler los muros era una labor costosa y larga sólo apta durante largos asedios y siempre que el terreno sobre el que se asentaba el castillo permitiera tal tipo de túnel.
El cava que se bebe es otro cava.


CELDA, calabozo, mazmorra:
Lugar seguro, normalmente en castillos y fortalezas, que servía para encerrar a los presos.

CELOQUIA:
Reducto del castillo situado normalmente en la parte más alta del recinto, en donde estaban las dependencias más típicas de él como son: los aljibes, la zona de viviendas y la Torre del Homenaje.
Es por lo que algunas torres de Homenaje reciben el nombre de torre de Celoquia.


CERCA, muralla urbana:
Es el muro de piedra, ladrillo o tapial que rodea una población defendiéndola externamente. Su altura ha de ser tal que impida la escalada fácil de los hostigadores.
Una de las murallas urbanas más famosas de España es la de la fotografía que acompaño, pero por la razón que desconozco, tiene el género cambiado.
Es un sinónimo antiguo del término muralla urbana.

Cerco de Artajona, Navarra.

CISTERNA, aljibe:
Construcción abovedada de muros impermeables, que tenía por finalidad recoger y conservar el agua de lluvia o la canalizada desde un río o manantial, para suministro y abastecimiento de las necesidades del castillo y para reserva en situaciones de asedio prolongado.
La capacidad de la cisterna iba en función del número de hombres que iba a guarnecer la fortificación, por lo que en castillos pequeños veremos aljibes acordes a su tamaño, y en alcazabas, cisternas de enormes proporciones.

Cisterna del castillo de San Miguel, Almuñécar.

CIUDADELA:
Recinto defensivo, fortificado y abaluartado, construido en el interior de una ciudad o de una plaza fuerte, a la que domina y custodia, sirviendo como último refugio de su población. Disponía de elementos de defensa, foso y baluartes, además de estar situada en lugar apropiado para la defensa propia y la de la ciudad.
Su interior servía de forma exclusiva como cuartel de su guarnición militar.
Su antecesor en España bien pudo ser el alcázar.

Restos de la ciudadela de Mértola, Portugal.

CONTRAESCARPA:
Cara externa de un foso, normalmente en forma de talud, pero ejecutadas tan vertical como fuera posible para que así resultara eficaz, encargada de contener las tierras del lado opuesto a la fortificación.
Ver también escarpa y alambor para entenderlo bien.


CONTRAFUERTE, borje, botarel, espolón, estribo, machón:
Dice el DRAE que es el refuerzo vertical en el paramento de un muro para aumentar su estabilidad, y que generalmente se encuentra adosado a las esquinas o al lienzo de la muralla principal.
Este elemento se coloca normalmente hacia el exterior del muro y resisten los empujes de éste —y de los arcos y las bóvedas— trasmitiéndolos a la cimentación. Nace en la base del muro al que defiende y fortalece, ascendiendo hasta el parapeto al que sobrepasa en ocasiones.
Los cubos y torres en lienzos largos de murallas tienen, además de la defensiva, una función estabilizadora y actúan como enormes contrafuertes.
En otras construcciones se trata de un refuerzo saliente en el muro, pilares o arcos adosados, preparado para soportar cargas perpendiculares al mismo, con lo que lo reforzaban y contrarrestaban su empuje hacia fuera.
Y por último, en aquellos casos en que sobre los muros no sólo se ejercen fuerzas en sentido vertical hacia abajo sino que también actúan cargas laterales producidas por el empuje de bóvedas, arcos, acumulación de tierras o aguas, apuntalamiento por fallo de cimentación, colapso del muro, etc.
Cuando el contrafuerte era cilíndrico se le denominaba borje.

Iglesia de San Pedro, Monesterio, Badajoz.

CONTRAMINA:
Pasadizo realizado desde el interior de una fortaleza para interceptar las minas ofensivas, a su nivel para salirles al encuentro, o debajo para volarlas.

CONTRAMURALLA:
Sinónimo de contramuro, ahí más abajo.
Murallas de la Macarena, Sevilla.

CONTRAMURO, acitara, antemuro, barrera, contramuralla, falsabraga:
Muro o recinto exterior bajo, que se levanta delante del muro principal de una población o fortaleza, rodeándola y protegiéndola.
También se denomina así, a mi parecer erróneamente, a la barbacana.
El espacio entre el contramuro y la muralla principal se llama liza.

CORACHA:
Muralla que surge de la muralla principal, normalmente perpendicular a ella y se dirige a un sitio que quiere visitarse con seguridad (procurar el abastecimiento de agua, controlar un punto particularmente peligroso, atisbar al enemigo, etc.). Suele acabar en torre, por lo que a esta última se la puede considerar una torre albarrana hipertrofiada.
Es muy vulnerable por el hecho de poder ser atacada por ambas caras, por lo que su adarve tendrá doble antepecho para su mayor protección.
Normalmente la coracha queda más destruida al paso del tiempo que otras partes mejor defendidas.
Algunas veces se la confunde con cualquier resto de muro.
Es un elemento arquitectónico típicamente español, no habiéndose construido en fortalezas europeas.
Junto al puente de San Martín, Toledo.

CORTEJADOR, festejador:
Conjunto constructivo ubicado en los huecos de las ventanas compuestos por un mirador con antepecho y dos bancos de obra enfrentados, adosados a cada una de las jambas del hueco en el muro.
En la Casa de Pilatos, Sevilla.

CORTINA, lienzo, paño:
Porción recta de una línea de muralla que unía dos elementos defensivos: dos baluartes, dos torres, o entre torre y esquina, y solía estar provisto de almenas y de camino de ronda.
Por lo general estaba construida en línea recta, y su longitud dependía de las armas que se utilizaran en su defensa, no teniendo, en época pleno-medieval más de 40 metros, ya que a partir de esa medida se consideraba la existencia de una zona muerta entre dos torres.


CUBILLO, garita, garitón, escaragüita, torrecilla:
Palabra sinónima de garita pero menos utilizada. Dejo aquí la definición que tengo en garita:
Pequeña torre externa, cilíndrica o prismática, y generalmente cubierta para resguardo del centinela, que protege la parte alta de un muro sobrepasándolo en altura.
Se solían construir de reducidas dimensiones, para un solo ocupante y se colocaba en los puntos salientes y estratégicos de las fortificaciones, desde los que se tenía un gran dominio visual del terreno circundante
Con el tiempo adquirió predominantemente un valor decorativo asociado a la construcción de casas palaciegas.
Fue un elemento arquitectónico muy utilizado en la fortificación abaluartada

Cubillo o garita en el fuerte de San Juan da Barra, Cabanas de Tavira, Portugal.

CUBO:
Torre de planta semicircular o cuadrada, adosada a la muralla, que sobresale de ella para flanquear y favorecer su defensa; o incluso hacer las veces de contrafuerte.
En el caso de cubos en las esquinas la planta, obviamente es de tres cuartos del círculo.
Pueden ser, al igual que las torres de planta cuadrada, macizos o huecos y en este último caso abiertos o cerrados al interior.
Generalmente no estaba acondicionada para vivienda, aunque sí podían existir almacenes en su planta baja.

Cubos del castillo de Cortegana, Huelva.

CUEVA FORTIFICADA:
Fortificación realizada al amparo de una cueva aprovechando su interior como dependencias y el hecho de necesitar muy poca obra para cerrar y fortificar el único frente que presenta al enemigo.
Son escasísimos los ejemplares que han llegado hasta nuestros días y posiblemente no fueron nunca muy abundantes.
Castillo cueva de la Encarnación, Caravaca de la Cruz, Murcia.

martes, 19 de marzo de 2019

El Puerto de Santa María, torre de Dª Blanca.

Varias son las torres de Doña Blanca que se levantan a lo largo y ancho de España. Así de pronto recuerdo, aunque no he visitado: la de la muralla de Medina Sidonia; otra en Albarracín; también en Jorquera, provincia de Albacete; y en Taravilla, Guadalajara; una de las torres del castillo de Molina de Aragón lleva este nombre; y por último, si la lista no me falla, en la localidad castellonense de Torreblanca. Seguramente alguna más tuvo que haber, pero no las encuentro en mis navegueos por la red.
La torre de Dª Blanca frente a lo que antes fue el mar. Al fondo, Cádiz.

La única que hasta ahora he paseado es la del Puerto de Santa María, en Cádiz, que aunque ocupa una posición dominante sobre un cerro al sur de la sierra de San Cristóbal, queda ensombrecida por los restos de lo que fue un importante enclave arqueológico que, por cierto, es actualmente conocido como Castillo de Doña Blanca.  Desde él se divisa una inmensa llanura, marismas y salinas, formadas por la constancia secular del rio Guadalete; llanura que fue una parte más de la actual bahía de Cádiz, por lo que en un ligero alarde de imaginación, es fácil ver en la base del cerro el mar, y más lejos el océano.

El lugar donde se levanta la torre y todo el yacimiento, tiene forma de colina amesetada de planta casi rectangular, mide 6,5 hectáreas de extensión y se eleva 31 metros sobre el nivel del mar. Su relieve es totalmente artificial, o sea un tell, y se ha formado por la superposición de depósitos y construcciones que se han ido acumulando a lo largo del tiempo, alcanzando en algunos puntos hasta 9 metros de estratos arqueológicos. Pero sobre esto me he extendido algo más cuando traté las murallas del poblado.

Poblado del que no está claro si su origen es fenicio o fue conjunto con indígenas, y del que leo que está datado en el siglo VIII a.C., y ocupado hasta la llegada de los romanos en el siglo III a.C., y posteriormente quedó abandonado hasta que en la Edad Media los almohades construyeron una alquería.


Fue allá hacia finales del siglo XIII, o principios del XIV, cuando se erigió una ermita, de planta de cruz griega, que es el origen de la torre que hoy me ocupa. Aunque otros estudiosos del tema la identifican directamente como torre militar con funciones de atalaya, dada su destacada posición sobre el paisaje y el dominio visual hacia el sur y hacia el mar.



Como edificación militar, se sitúa en ella la que probablemente fuera prisión de doña Blanca de Borbón, esposa de Pedro I —el Justiciero para los amigos, el Cruel para el resto —, previa a su muerte en 1361 a manos del ballestero Juan Pérez de Rebolledo, ya que el alcaide de la torre, Íñigo Ortiz de Zúñiga se negara a cumplir la orden del rey. «Dime Castilla, ¿qué te he hecho yo» dicen que dijo la reina instantes antes de morir.
Tal hecho dio nombre a la torre, aunque por algún sitio está escrito que también se la conoce como de Sidueña, y por extensión al yacimiento arqueológico que la rodea.

La que hoy veo es una reconstrucción que se realizó a mediados del siglo XIX, por encontrarse muy deteriorada tras la Guerra de la Independencia.
La cubierta de las excavaciones para restar importancia a la torre. Lástima.




La puerta condenada al ostracismo.

Esta es la puerta.

Nombre: torre de doña Blanca.
Municipio: El Puerto de Santa María.
Provincia: Cádiz.
Tipología: Torre.
Época de construcción: finales del siglo XIII, principios del XIV.

Estado: En muy buen estado de conservación, pues fue restaurada en el siglo XIX.
Propiedad:
Uso:
Visitas: el exterior es libre; desconozco si el interior es visitable, pues durante mi paseo no encontré a nadie a quien preguntar.

Protección: Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.
Clasificación subjetiva: 2, pero esta clasificación está condicionada por la existencia en la misma colina del yacimiento fenicio.

Otras cuestiones de interés: A esta torre también se la conoce como torre de Sidueña, por estar situada en el pago del mismo nombre, y por su posterior vinculación con el marquesado del Castillo del Valle de Sidueña, que fue creado por Carlos II en 1694.
Cómo llegar:






jueves, 14 de marzo de 2019

Glosarios: Castillos, torres, fuertes y demás (letra B)

BALCÓN AMACATANADO:
Ladronera o matacán descubierto que también podía estar almenada.
Torre de Sande, Cáceres.

BALLESTERA, arquera, aspillera, lancera, saetera, tronera:
Se denomina así a la abertura vertical efectuada en los muros de murallas y torres, estrecha y profunda, que permitía disparar flechas con arcos o con ballestas.
Estas aberturas también se practicaban en las almenas.
Existen diversas denominaciones, en función de las armas utilizadas.
Ballestera a ras del suelo en Viana do Alentejo, Portugal.

BALUARTE, bastión:
En las fortificaciones abaluartadas —de ahí les viene el calificativo—, las construcciones generalmente pentagonales, situadas en las esquinas y que vinieron a sustituir a las torres cuadradas o redondas.
Esta palabra, en principio, designaba un reducto fortificado, integrado en todo el sistema defensivo del castillo.
Es una evolución del cubo en las esquinas de las murallas, que buscaba el no presentar ángulos muertos de tiro en la defensa de una fortaleza, cubriéndose todos los puntos de ataque del enemigo.
Constaban de gruesos muros, poca altura relativa de su fábrica y paredes en talud, que en el encuentro de dos lienzos de muralla sobresalían al exterior en forma poligonal, generalmente pentagonal (dos caras forman un ángulo saliente y los dos flancos las unen al muro), reduciendo así y al máximo, los puntos muertos, a la vez que se anulan los ángulos sin visibilidad en la defensa de la fortaleza.
El elemento que lo une a la fortaleza se denomina gola.
Su uso se generaliza a partir del siglo XVI y es esencial en la fortificación de los siglos XVII y XVIII, que por eso se suele llamar abaluartada.
Baluarte en el fuerte de San Salvador de Bonanza, Sanlúcar de Barrameda.



BANQUETA:
En las fortificaciones abaluartadas, se trata de una obra de tierra o mampostería, a modo de banco corrido, situado tras un parapeto y con una amplitud suficiente para que desde él puedan disparar varias filas de soldados.
En el castillo de San Sebastián, Castro Marim, Algarve, Portugal.

BARBACANA:
Palabra derivada del árabe, aunque no empiece por a, “báb-albaqqára”, puerta de las vacas, y se trata de una fortificación avanzada en forma de muralla baja, cerca del foso que está delante del muro, realizada en un punto flaco de la fortificación, para proteger una puerta, cabezas de puente o cualquier parte débil de una fortificación, controlando así su acceso.
Puede formar un pequeño recinto junto a la muralla principal, a modo de primera defensa, denominada también barrera, pero en general está aislada. No confundir este elemento con camisa.
En las grandes fortalezas del siglo XV, la barbacana tiende a convertirse en una segunda muralla, situada por delante de la principal, por lo que a los antemuros se les puede denominar también así. Es el caso de la muralla de la Macarena en Sevilla, donde a dicho antemuro se le llama barbacana.
También se denominan así unas aberturas similares a las aspilleras, con las que no se deben confundir, que tienen por objeto dar salida a las aguas pluviales en un muro de contención de tierras.
El DRAE dice que puede ser una saetera o una tronera, lo cual me parece algo confuso.
Barbacana de la muralla de la Macarena, Sevilla.

BARBETA, antepecho, parapeto, pretil:
El parapeto destinado a que la artillería dispare al descubierto, por lo que en ese lugar los artilleros también estarán descubiertos. Normalmente estas zonas se ubicaban en los ángulos de los bastiones.
Este muro es recto y no almenado como en las edificaciones medievales, para facilitar el uso de las piezas artilleras.
Como sinónimo de las demás, también se trata de un murete, pero de poca altura.
En el castillo de San Sebastián, Castro Marim, Algarve, Portugal.

BARRERA, acitara, antemuro, contramuro, contramuralla, falsabraga:
Muro o recinto exterior bajo, que se levanta delante del muro principal de una población o fortaleza, rodeándola y protegiéndola, quedando dominado por esta y separado por un espacio de terreno denominado liza, y ya definido en acitara.
Barrera de la muralla de la Macarena, Sevilla.

BÁSCULA:
Esta báscula no es la máquina de pesar, sino la que servía para levantar el puente levadizo de las fortificaciones.


BASTIÓN, baluarte:
Es palabra sinónima a baluarte; se trata, normalmente de una torre de forma semicircular o trapezoidal, adosada al lienzo de la muralla, que refuerza la construcción, protegiéndola y haciendo más difícil el asalto.


BATERÍA:
En arquitectura militar, obra de fortificación destinada a contener algún número de piezas de artillería reunidas y a cubierto.


BESTORRE

Torre abierta por la gola, de carácter defensivo, que apenas sobresale en el exterior.
En el DRAE no viene, así que no buscarla ahí.
Bestorres en el castillo de Loarre, Huesca.

BUHARDA, ladronera, matacán:
Ver y leer matacán, donde está bien explicado.
Buaharda en una preciosa torre señorial navarra.

BUHEDERA, buhera:
Es una abertura para la defensa vertical mediante hueco practicado en la bóveda de los accesos, zaguán de una puerta, delante o detrás de los portones (combinada con los rastrillos), así como en pasadizos interiores.
Ver también tronera y sus sinónimos, por el parecido que tienen estos elementos. 


La puerta califal de Gormaz contiene una buhedera.

BURCHE, torre Burche:
Del árabe bury, torre; pero aplicado a una torre concreta, de carácter defensivo, cuadrada y fuerte, de grandes dimensiones y habitable. A diferencia de la atalaya que solía ser circular y pequeña.
Como tantas que encontramos en España.
Torre de los Guzmanes, Caleruega, Burgos.
BUZÓN:
Este es un tipo de tronera, que en función de su tamaño se destinaba al tiro de piezas de artillería o de arcabuces.
Eran de forma rectangular y, prácticamente siempre, tenían el abocinamiento muy amplio y hacia el exterior, que permitía disponer de más ángulo de visión y así batir zonas por debajo de la boca de fuego. La mayoría de ellos se ubicaban en los fosos y casi a ras de suelo para así batir la zona en caso de ser invadida.
Los de Correos son otros buzones.

Troneras de buzón en el castillo de Grajal de Campos, León.