martes, 30 de mayo de 2017

Conil de la Frontera, Muralla Urbana

La muralla que rodeó la villa de Conil está datada hacia 1502, que es cuando Juan Alonso Pérez de Guzmán y Afán de Ribera —eran uno solo, a pesar de la conjunción—, tercer duque de Medina Sidonia y algunos títulos más, encarga a su mayordomo, Hernando de los Olivos, su construcción.

Viejo grabado encontrado en la red, pero sin datos.

No debió esmerarse mucho el constructor en su ejecución, pues en 1515 ya se encontraba en regular estado, lo que facilitó a los piratas berberiscos que pudieran entrar en la villa. Hecho que no conoció su promotor, ya que había fallecido en 1507. Ni tampoco su hijo y sucesor el cuarto duque de Medina Sidonia, Enrique de Guzmán, que murió en 1513, sin haber cumplido veinte años.

Cuando ocurrieron los hechos, el desembarco y el ataque berberisco, ostentaba el título ducal el hermanastro de este último, Alonso Pérez de Guzmán.

A la vista de lo ocurrido, el quinto duque mandó rehacer la cerca de la villa de manera inmediata, pero esta vez de buena obra. De tal manera que aguantó un par de siglos más.

Llegado el XVIII, y careciendo de funcionalidad, perdió importancia, y con ello comenzó su abandono por parte de las autoridades; el deterioro aumentó con el desarrollo económico que provocó la expansión del caserío fuera de los muros, quedando estos ocultos —cuando no demolidos y reutilizadas sus piedras— en medio de las viviendas que se adosaron a ellos.

De un panel expuesto en la Torre de Guzmán.

 La muralla rodeaba el que por entonces era el caserío y se adaptaba a las irregularidades que el terreno presentaba. Poseyó la población dos puertas y dos portillos: las puertas del Arco de la Villa y la de Cádiz; El Portillo, también conocido como El Moscón y por último El Postigo. 

Interior de la Chanca (de sevilla.abc.es)

Comenzamos el paseo por este último, El Postigo, que estuvo a la derecha del castillo, orientado al sur y era la salida de la ciudad hacia el mar y el utilizado para llegar a la Chanca. Este lugar, la Chanca, era un conjunto de edificios con ligero aspecto militar que se adosaban a la muralla en su lienzo sur; era el depósito de los equipamientos y suministros de la almadraba que estaba calada enfrente a Conil.

Dado su aspecto y fuerte entidad constructiva, se ha de suponer que pudo ejercer funciones defensivas. Fue utilizada, en sus labores propias de la industria pesquera, desde el siglo XVI hasta 1934; desde entonces fue almacén, y posteriormente abandonado en 1960. A principios del presente siglo es adquirido por el Ayuntamiento.

El Arco de la Villa, extramuros.

Pasada la Chanca, la cerca giraba al noreste y poco después al norte, disponiendo torreones en las esquinas, hasta llegar a la siguiente puerta, que era, y es, la Puerta del Arco de la Villa, situada en el vértice más al norte de la muralla. Esta puerta era el lugar en el que confluían los caminos de Medina y de Vejer, así que, como en tantos otros sitios, también se la conocía por los lugares a donde llevaba el camino que de ella partía, en este caso Vejer.

Esta puerta, del siglo XVI como toda la muralla, no sólo es la única que se conserva, sino que es uno de los escasos restos que nos han llegado de la muralla. La conforman dos arcos de medio punto labrados con sillares de piedra ostionera que se unen con un forjado de vigas de madera.

Desde la Plaza de España, intramuros.

Desde la plaza del Arco de la Villa.

Bajo los arcos, y a ambos lados, sendas puertas: una era la entrada del cuerpo de guardia y la otra el acceso a la planta alta que se añadió con la remodelación del año 1767 por parte del Ayuntamiento. Desde esa planta superior se accedía al adarve de la muralla.

A la nueva edificación se la dotó de balcones a ambas fachadas, rematándola con unas extrañas almenas y se suprimió la puerta propiamente dicha, quedando el hueco libre tal y como hoy la vemos.

Fuera de la muralla quedaba el convento de la orden de Mínimos de San Francisco de Paula —Nuestra Señora de las Virtudes—.

Lo que queda del Portillo.

La muralla debió continuar a la derecha del Arco de la Villa, siguiendo las actuales calles Prieta y Extramuros, y discurriendo en medio de las viviendas que se levantan entre esta última y la calle Baluarte. Hacia la mitad de este lienzo estuvo el postigo llamado El Portillo.

De esta puerta, a la que también se conoció como del Cojo o del Moscón, se conserva un arquillo que une las fachadas de dos viviendas del callejón que une la calle Extramuros con la calle Alta. Desde este postigo partía el camino hacia Chiclana.

El Baluarte, desde la calle Extramuros (de castillosnet.org.)

 A la calle Baluarte le da nombre los restos de un pequeño bastión —un torreón, actualmente oculto entre las viviendas, pero visible desde la calle Extramuros, a la altura del nº 26— donde la muralla giraría bruscamente hacia el sur buscando la Puerta de Cádiz.

Esta puerta, que estuvo ubicada al final de lo que hoy es la calle Cádiz, era de donde partía, evidentemente, el camino que conducía a esa ciudad. De ella no queda rastro alguno, por lo que incluso su localización exacta no deja de ser una mera conjetura. Actualmente, un bar llamado como la puerta, la recuerda.

Desde ella, y en línea recta, la muralla continuaba hasta el castillo, cerrando así la cerca de la villa.

La Compañía bajo el Arco de la Villa.



RESUMIENDO:


Nombre:      Muralla de Conil de la Frontera
Municipio: Conil de la Frontera.
Provincia:   Cádiz.

Tipología: Muralla urbanao.
Época de construcción: principios del siglo XVI.
Estado:  Sólo se conserva el Arco de la Villa y algunos fragmentos ocultos entre las edificaciones actuales, como el Baluarte ya descrito, u otros muy degradados en varios puntos del pueblo —calles Castillo, Goya y herrerías—.

Propiedad:  El Arco de la Villa es de propiedad pública; los elementos ocultos son de propiedad privada.
Uso: Actualmente separa —o une, según se mire— dos plazas de la ciudad: la Plaza de España y la Plaza del Arco de la Villa.
Visitas: libre, no hay problema.
Protección: Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 de 25 de Junio sobre el Patrimonio Histórico Español.
Fue declarado Bien de Interés Cultural, con la categoría de Monumento, el 29 de junio de 1985.

Clasificación subjetiva: 1, o sea, que si se puede evitar se evita, o lo que es lo mismo, sólo se visita si el camino que recorro te lleva o te hace pasar por allí. Pero como dije en otra entrada, al tratarse de Conil, que está lleno de encantos, habrá que hacer obligatoria la visita.
Otras cuestiones de interés: Pues qué si no, el castillo o torre de Guzmán, y un paseo por el pueblo.
Después, las torres almenaras de su término, la de Castilnovo y la torre-faro de Roche; también las de pueblos limítrofes, Chiclana y Vejer.
Y para terminar, al atardecer, la playa.

Cómo llegar:









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