martes, 4 de abril de 2017

Villagarcía de la Torre, castillo de Villagarcía.

Subo por la Vía de la Plata, viaje de ida a mi viejo pueblo —de aquellos viajes apresurados que mentalmente denominaba de ida y vuelta—, y voy dejando a cada lado de la carretera, antes la gastada N-630 y ahora la flamante y a ratos ya deteriorada A-66, que ya hubieran querido los romanos, indicaciones de lugares que enseguida mi cabeza relaciona con algún castillo, una torre o un montón de piedras viejas.
Cansado de ello, no dejo pasar esta vez la oportunidad y al llegar a Fuente de Cantos, volantazo a aquel prestado Ford y enfilo dirección Usagre para bajar ligeramente al sur y encontrarme a muy pocos kilómetros, sobre una levísima loma que apenas se levanta del horizonte —pero eso sí, a 587 metros sobre el nivel del lejano mar—, la pequeña población de Villagarcía de la Torre. Y dibujando ese horizonte, unos tejados, una espadaña y la figura gris de su castillo.
Llegando a Villagarcía.

EL LUGAR:
A fin de ubicarme históricamente en el lugar, leo entradas en páginas webs y blogs, y concluyo que mejor arrancar desde la Edad Media, que antes todo está oscuro y bastante confuso. Así que vayamos directamente a cuando este lugar, situado entre los reinos de taifa de Sevilla y Badajoz, fue conquistado por don Rodrigo Íñiguez, maestre de la Orden de Santiago, hacia el año de 1241.
A partir de aquí, y cronológicamente hablando, datos concretos y breves:
— 1330, don Gómez González de Quijada es señor de la población.
—1332, Leonor de Guzmán recibe la propiedad del lugar de manos de Alfonso XI.
—1367, son dueños del pueblo, mitad y mitad, la Orden de Santiago y el Comendador Mayor de León, don García Fernández, quien da nombre al sitio, que no es otro que García.
1382, don García Fernández recibe permiso de Juan I para que fortifique su casa de Villargacía, “para que pueda hacer e labrar la su casa fuerte de Villagarcía y faserla alcacar e ponerle pretil e almenas, caba e barrera.”.
—1385, es nombrado Maestre de la Orden de Santiago; fue el número 36.
1387, se otorga a don García escritura de propiedad de la villa. En ese mismo año muere; deja viuda (María Ramírez de Guzmán) y un hijo que hereda el Señorío: García Fernández de Guzmán, II señor de Villagarcía.
1430, el señorío pasa a la hija del anterior, Teresa de Guzmán, III señora de Villagarcía. Esta mujer se casa con Luis Cristóbal Ponce de León, conde de Arcos y señor de Marchena.
1478, aproximadamente, el tal Luis Cristóbal recibe permiso de los Reyes Católicos para construir un castillo en Villagarcía; cosa que hace sobre la vieja casa fuerte de don García Fernández; con lo que, por fin, hemos llegado al castillo que hoy he ido a pasear.
—Entre 1463 y 1465, no está clara la fecha, muere Luis Cristóbal Ponce de León.


Y así se van sucediendo los señores y señoras de Villagarcía, que también lo fueron de Arcos y Osuna, pero estos con rango más elevado, que eran ducados. Con el tiempo, Villagarcía pasaría a ser un marquesado.
Hasta que en la segunda mitad del siglo XIX, el XII Duque de Osuna, Mariano Téllez Girón, que también lo era del Infantado y, seguramente, una de las mayores fortunas de España, muere al borde de la ruina repartiéndose entre todos sus acreedores sus propiedades, que fueron hipotecadas y enajenadas.
A finales de la primera mitad del siglo XIX, Villagarcía se constituye en municipio perteneciente al Partido Judicial de Llerena. El apellido en el topónimo queda justificado, como no podía ser de otra manera, por la torre del castillo.
Y así hasta hoy.

El escudo de don Luis Cristóbal Ponce de León en la torre del Homenaje.

EL CASTILLO: 
Más arriba decía que quien construye el castillo, sobre otra casa fuerte, fue don Luis Cristóbal Ponce de león, III Señor de Villagarcía, consorte, que quede claro. En la torre del Homenaje queda su escudo y su nombre.
Casi cuatrocientos años estuvo en pie, y en uso, el castillo. Durante la guerra de la Independencia fue usado por los franceses como hospital, y parcialmente destruido antes de su huida.
Años después, durante la Primera Guerra Carlista, el castillo fue casi destruido por tropas partidarias de la regente María Cristina. Luego, la desidia y la inconsciencia hicieron el resto






 
DETALLES: 
Actualmente se pueden observar dos cuerpos bien diferenciados: al este, la torre del Homenaje, rectangular y casi exenta; y el resto de la edificación, también sobre planta rectangular de 29’70 metros por 21’79, ocupando buena parte del solar en su zona oeste. Ambos conjuntos están separados, por lo que probablemente a dicha torre se accedía desde el adarve contiguo. La destrucción de gran parte de la fortificación en el siglo XIX, hace incompleta la interpretación del conjunto.
Fachada sur y torre del Homenaje a la derecha.


Destaca sobremanera el volumen de la edificación, de altas   y gruesas murallas —2’75 metros de espesor—, y potentes torres en sus esquinas noroeste y suroeste que sobresalen de la muralla entre 5’70 y 7’00 metros. Todo ello ejecutado en mampostería. 
La fachada suroeste está reforzada por tres estrechas torres semicirculares adosadas a la muralla, de igual tamaño; hacia la mitad del lienzo norte, otra también semicircular de unos 3’00 metros de diámetro, igual a la que también existe en el centro de su fachada sur.
 
En la esquina noroeste de la torre del Homenaje aún permanece otra torre circular a la que se podría calificar de albarrana.
El interior de la edificación está totalmente vaciado, pudiéndose observar los mechinales que indican que tuvo tres plantas, así como la disposición de las escaleras que, adosadas a los muros, subían a los adarves. Nada queda de forjados, bóvedas o cubiertas. 


En el ángulo sureste del conjunto se levanta la torre del Homenaje, de mampostería como todo el conjunto.
Todo lo anterior estuvo rodeado de otro recinto que además de muralla, sirvió para contener el terraplén existente en tres de sus lados. En el lado sur se aprecian restos de esa barrera; y en el oeste, lo que probablemente fue un foso.
La torre del Homenaje desde el este.






















RESUMIENDO:

Nombre: Castillo de Villagarcía de la Torre
Municipio: Villagarcía de la Torre
Provincia: Badajoz.

Tipología: Castillo.
Época de construcción: siglos XV
Estado: Se encuentra en un estado de, digamos, ruina consolidada —por ser optimistas—. Se observa la ejecución de unas desacertadas actuaciones de ¿reconstrucción? Que no han pasado de meros apuntalamientos.

Propiedad: Pública (¿municipal?).

Visitas: totalmente libre el entorno, ya que se encuentra dentro del núcleo urbano. Sin embargo estaba, cuando lo visité —diciembre 2008— rodeado de una valla inútil que no impedía ni el acceso ni su contemplación.
Protección: Incluido en la Declaración Genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre Patrimonio Histórico Español.
Está catalogado como Bien de Interés Cultural desde el 3 de septiembre de 1991.
Clasificación subjetiva: 2, o sea, que si se pasa cerca —recorriendo la Vía de la Plata-Camino de Santiago— y se va con tiempo pues se acerca uno a verlo.

Cómo llegar: Villagarcía de la Torre se encuentra junto a la carretera N-432 que une Badajoz con Córdoba y Granada, y muy cerca de Zafra.

Otras cuestiones de interés:




No hay comentarios:

Publicar un comentario