martes, 14 de junio de 2016

El Coronil, Castillo de Las Aguzaderas

Llega hoy mi paseo hasta al sureste de la provincia de Sevilla, poco más allá del municipio de El Coronil, pero sin salir de su término municipal. Podía haberme quedado en este pueblo y ver el castillo de la Villa, pero me es más sugerente pasear el otro, al que se conoce por el de Las Aguzaderas y que pasa por ser uno de los castillos más extrañamente ubicados que conozco.
A poco más de tres kilómetros del pueblo, en dirección a la Sierra de Cádiz, y a la derecha de la carretera, se ve discreto pero nítido y a la altura de la vista, recortándose en el paisaje todo su almenado. Bien merece la pena descender ahí mismo del coche y acercarse a él caminando para dominar bien su silueta.


Mientras me acerco al castillo voy recordando las notas que sobre su historia he recogido, que tampoco son muchas, y que ahora aquí dejo:

Posiblemente su origen sea musulmán, pues ya es nombrado en el Repartimento que se hace de la comarca después de la Reconquista. El lugar queda denominado en aquellos documentos como Aznalcázar, lo que indica que al menos una torre debía existir por entonces al lado del manantial de las Aguzaderas con la misión de protegerla. Porque el origen de su construcción está en la existencia del manantial y la necesidad de ser protegido; no sólo para abastecer de agua a sus pobladores, sino también para evitar que fuerzas enemigas se hicieran con su control. De ahí su posición, ubicado en la vaguada en donde se encuentra la fuente.
El sitio pasa a la propiedad del Cabildo de la Catedral de Sevilla, que a principios del siglo XIV construirá el castillo. A mediados del siglo, entre 1348 y 1355, se realizan en él diversas obras de ampliación y refuerzo ya que al formar parte de la Banda Morisca, estaba sujeto a los ataques que desde la cora de Ronda realizaban los musulmanes hacia el valle del Guadalquivir.
El 1355, la Corona compra el castillo, que ya era llamado de Las Aguzaderas, por 6.000 maravedíes y posteriormente donado a D. Pero Afán de Ribera.
En los tiempos que siguieron pasó al Señorío de El Coronil y después a la Casa de Medinacelli.
A principio del siglo XVI pierde su importancia militar y se retira la guarnición; sin embargo este hecho  no le llevó a su ruina como cabría esperar en estos casos. 
A finales del siglo XIX, el Ayuntamiento de El Coronil se hace con su propiedad, por donación de los Medinacelli.
Olvidado y dejado a merced de los elementos, es a mediados del siglo XX cuando el Ministerio de Cultura realiza obras de consolidación y restauración, sobre todo en torres y almenas, las cuales continuará el propio Ayuntamiento, poniéndolo por fin en valor.

Y ya en el castillo: paseo, fotos y descripción:

Tiene el castillo planta prácticamente cuadrada, y en tres de sus vértices una torre cuadrada fortaleciendo las esquinas. En el centro de los muros este y oeste una torre semicircular.
Su aspecto es el de un edificio fuerte, construido en piedra, muros de mampostería y refuerzos de sillares en las esquinas.
Puerta de entrada

Patio de armas y acceso al adarve

El acceso está en el muro oeste, a través de una puerta de arco apuntado; sobre ella los restos de un matacán.
Todas estas torres son macizas hasta el nivel de la muralla y presentando una sala a esa cota. El acceso desde aquí hasta sus azoteas se debió hacer mediante escaleras de madera, ya que no quedan trazas que indiquen que las hubiera de fábrica.

Adarve de la muralla este

Hueco de acceso a la terraza de una de las torres

La muralla oeste se alarga hacia el norte unos metros, hasta una torre igual que las otras tres cuadradas, que fue albarrana y que era la protección del manantial.
Y en el centro del muro que mira al sur destaca sobremanera la torre del homenaje, cuadrada y fuerte; se accede a ella mediante una puerta con un curioso dintel. Sobre la puerta, y en planta superior quedan restos de lo que fue un matacán.
 
La torre del homenaje, desde la muralla

La planta baja está cubierta por una bóveda y dispone, adosada, de una pequeña estancia. De la planta superior asoman a esta dependencia una ventana y una buhera para acosar al enemigo en caso de ser ocupada la torre. El hueco que comunica esta sala con la escalera disponía de puerta, para aislar aún más la torre. No cabe duda, por todo ello, que la torre estaba muy bien defendida.

Puerta de entrada a la torre del homenaje

Torre del homenaje, en las esquinas los restos de las escaragüitas

Para subir, una angosta escalera me lleva hasta la terraza, que conserva su almenado aunque ha perdido las cuatro escaragüitas que remataban sus esquinas. Y sobre la terraza una pequeña torre caballera de apenas tres metros de altura, denominada en este caso como specula, de reducido tamaño interior que sirvió para emitir señales a las fortificaciones más próximas. De esta manera se tenía contacto visual con el cercano castillo de la Villa de El Coronil. Su construcción fue necesaria al estar el castillo rodeado de lomas que impedían la visión de puntos lejanos. Quizá si se hubiera hecho la torre del homenaje una par de metros más alta...
Esto confirma el hecho de que el castillo no fue construido como elemento defensivo del territorio, que para eso estaban todas las torres y castillos de la Banda Morisca, sino para proteger en exclusiva el manantial.
 Posteriormente se aumentó la defensa de la zona de la fuente, rodeándose con muro sin parapeto y cegando el arco de la torre albarrana.

Muralla añadida para proteger el manantial





Arco cegado bajo la torre albarrana



Y hasta aquí mi paseo de hoy, muy recomendable a todo castellófilo que se precie, no sólo por el buen estado que presenta el edificio, sino también por la curiosidad que contiene. No hay que perdérselo. 




 RESUMIENDO:

Nombre: Castillo de Las Aguzaderas
Municipio: El Coronil
Provincia: Sevilla

Tipología: Castillo
Época de construcción: siglo XIV
Estado:  En buen estado de conservación, murallas y torres; pero el hecho de encontrarse libre de acceso debe ser objeto de preocupación por quienes corresponda.
Propiedad: Pública, Ayuntamiento del El Coronil.
Uso: Turístico, y también como auditorio de eventos culturales, entre ellos la “Noche flamenca de Las Aguzaderas”.
Visitas: totalmente libre
Protección: Declarado Monumento Nacional por Real Orden de 12-febrero-1923.
Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.
En 1993 la Junta de Andalucía otorgó reconocimiento especial a los castillos de la Comunidad Andaluza.
Clasificación subjetiva: 3, o sea, que se incluirá obligatoriamente en una ruta de viaje y se hará todo lo posible por visitarlo.

Otras cuestiones de interés: Su nombre parece derivar del lugar donde se sitúa, una superficie de la que afloran abundantemente rocas en la que parece que se afilaban (aguzaban) los colmillos los jabalíes.
En el entorno, encontramos restos de numerosos pilones donde abrevaba el ganado.
Cómo llegar: Desde Sevilla a Utrera por la carretera A-376, y después la A-375 hasta un poco más allá de El Coronil. Pasando el pueblo y a la derecha, está bien visible desde la carretera.





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