martes, 6 de agosto de 2024

Roquetas de Mar, castillo de Santa Ana

Nombre:     Castillo de Santa Ana, de Las Roquetas o La Batería.
Localidad:  Roquetas de Mar.
Municipio:  Roquetas de Mar.
Provincia:   Almería.
Tipología:   Castillo, fuerte abaluartado.
Datación:    Siglo XVI.
Fachada principal.

Situación: 
El castillo de Roquetas está en Roquetas de Mar, sobre su playa de la Bajadilla, junto al puerto. Se trata de un lugar privilegiado, junto al faro y un auditorio al aire libre, conformando un triángulo de marcado carácter cultural.
Desde sus torres se tienen unas inmejorables vistas del Mediterráneo que incluso llegan hasta el Cabo de Gata, si la luz del día lo permite.

Estado actual del patio de Armas.

Desde el baluarte, torre sur y el faro al fondo.

Puerto de Roquetas, desde el baluarte.

Datos históricos:
Situado en el lugar en que estuvo una torre almenara de origen musulmán, mandada levantar, probablemente, por Yusuf I y de la que no quedan restos.
No fue hasta el siglo XVI cuando se construye, en 1526, por iniciativa de la ciudad de Almería, una torre para vigilar esa parte de la costa de las racias de piratas turcos y del norte de África, que no sólo se dedicaban a raptar a habitantes de la costa, sino también robar cargamentos de sal; a la vez que defender el cercano embarcadero. Poco después, esta fortificación se amplió con un pequeño reducto y torreones esquineros.
En vista del gran valor estratégico que la torre tenía, y dado que era necesario reparar y ampliar el edificio, fueron llevadas a cabo obras en 1592, ejecutadas por Francisco Gutiérrez de Almarcha y por un valor de 187.500 maravedíes.
En 1658 sufriría numerosos daños debido a un terremoto, lo que, añadido a los producidos por los derivados de ataques de piratas turcos a lo largo de ese siglo, obligaba a plantearse la reedificación del castillo. Pero las dificultades económicas de la corona impedían realizar esos necesarios trabajos de reconstrucción. Es por ello que hubo que privatizar la fortaleza, siendo adjudicada en 1666 a Luis Castro Inestrosa, que reedificó la muralla y sustituyó una de las cuatro torres originales, por un baluarte para artillería. Luis de Castro también se comprometió a reconstruir las torres de Alhamilla, Cerrillos, Entinas, Guardia Vieja y Rambla Honda.
La familia Castro fue dueña del castillo hasta la primera mitad del siglo XVIII, en que fue liberada de su propiedad por Felipe V, tras el fallecimiento de Andrés Antonio de Castro y a petición de su hijo Joaquín de Castro; eso sí, a cambio del título de marqués de Campohermoso que, seguramente, le sería mucho más rentable que la propiedad de un edificio que se estaba en permanente ruina.
La corona siguió considerando relevante la posición del castillo, por lo que llevó a cabo algún proyecto de refuerzo de la artillería, y también en sus estructuras, como las llevadas a cabo por Jerónimo Amicis entre 1753/1756 y 1777/1784; esta última para reparar los destrozos que había provocado una explosión en el polvorín, originada por la caída de un rayo durante una tormenta en el verano de 1783.
El castillo quedó incluido en el Reglamento de 1764, asignándole una guarnición de 40 militares, entre artilleros e infantes.
A causa de otro terremoto, este en 1804, el castillo quedó casi arruinado, permaneciendo en pie las torres esquineras y el baluarte. Terminada la Guerra de la Independencia, ya a principios del siglo XIX, se aumentó en dos el número de cañones, pero al no llevarse a término ninguna reparación, fue poco a poco abandonado hasta quedar en pie solo la batería.
Quedó en ese estado hasta la última restauración —entiéndase reedificación— a finales del siglo pasado (entre 1998 y 2003). Se había salvado de su total demolición en 1910, cuando el Ayuntamiento, en un gesto que lo deshonra, pidió al Ministerio de la Guerra su enajenación y derribo, negándose éste a ello. Nunca estuvo ocupado por el Cuerpo de Carabineros ni por la Guardia Civil.
A principios de este siglo se convirtió en museo, tras unas obras de reconstrucción total que comenzaron en 1997 y que siguieron, con la mayor fidelidad posible, los planos originales.
Baluarte del castillo, 1960 (de torresenverde.blogspot.com)

Descripción, arquitectura y construcción:
Tras las obras llevadas a cabo por Luis de Castro Inestrosa, el edificio quedaría tal como hoy lo vemos: de planta cuadrada, con un patio central también cuadrado y dos plantas de altura, con galerías abiertas al patio. En sus esquinas tres torreones cilíndricos —el situado en la esquina suroeste es de mayor tamaño, considerándose como torre del Homenaje— y un baluarte en el vértice orientado a levante. Esta batería se armaría con cuatro cañones de pequeño calibre.
Plano fechado en 1783

Siguiendo el plano del castillo realizado por Joaquín de Villanova en 1783, vemos que a él se accede por una puerta situada en el lienzo noroeste, y que estuvo protegido por un antemuro en forma de revellín que cerraba una pequeña liza (B); el antemuro tenía una doble banqueta corrida para su defensa y rastrillo en su puerta. La puerta principal dispuso de un pequeño foso (C) y puente levadizo (D).
La puerta daba paso al patio de Armas, justo a la derecha un pozo (E) y un pilón para abrevar los caballos (F); siguen la capilla (H) y la estancia del capellán (I), un almacén y cuarto del guarda (J); al fondo las dependencias del alcaide (X) que se distribuían en dos plantas, y a la izquierda el cuerpo de guardia, el calabozo, un horno y otras habitaciones; también a la izquierda, y en planta alta, se situaban los cuarteles de Artilleros e Inválidos (R) —cuerpo éste último creado en 1717 y extinguido en 1991— a los que se accedía por una escalera (G).
Todo el perímetro de la muralla lo recorría un adarve (L) no almenado, al que se accedía por varias escaleras, una de ellas (K) llevaba al Macho (M), la torre del Homenaje, de forma troncocónica, situada en la esquina de poniente. El adarve, como dice la leyenda del plano, tenía una “banqueta que corre al rededor del castillo, y sus parapetos están atronerados para la defensa del fusil”.
En los vértices norte y sur, sendos torreones cilíndricos (P y V).
Desde el adarve, en la planta alta (S) se llega al baluarte (T), único elemento original del castillo.

Torreón sur.

Torre del Homenaje
Baluarte, en la esquina oriental.

Mi Compañía en el baluarte.

Materiales: como material principal, la mampostería.
Estado: En magnífico estado, gracias a la profunda restauración, o mejor dicho, reedificación realizada. Prácticamente el único elemento original, pero restaurado, es el baluarte.
Propiedad actual: pública, Ayuntamiento de Roquetas de Mar.
Uso: actualmente es un museo, que alberga exposiciones permanentes y temporales. Además, es lugar de conciertos, actos culturales y conferencias.
En la planta baja está el Centro de Interpretación y salas de exposiciones temporales; en el patio (actualmente cubierto por una estructura móvil) se celebran conciertos y actos institucionales.
En la primera planta, una exposición fotográfica permanente y otra de obras donadas por numerosos artistas más una colección de 82 aguafuertes de Goya sobre Los Desastres de la Guerra.
En la torre del Homenaje se presenta una exposición permanente de maquetas de barcos.
Por último, la terraza y el baluarte son paseables.
Visitas: el acceso es libre y gratuito.
Protección: Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949 y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.
está reconocido como Bien de Interés Cultural desde 1985; Decreto: 22/04/1949.
En 1993 la Junta de Andalucía otorgó reconocimiento especial a los castillos de la Comunidad Andaluza.
Una de las salas expositivas.
Exposición en la torre del Homenaje.
Maqueta en proceso de construcción.

Clasificación subjetiva: 2, si se pasa cerca y se va con tiempo pues se acerca uno a verlo. Es decir, que se incluirá en una ruta de viaje, pero no pasa nada si luego no se visita.
Y me atrevo a calificar tan bajo este castillo, que aparentemente se presenta magnífico, por la enemistad que siento hacia las restauraciones que van más allá de la mera recuperación y puesta en valor de las piedras viejas. Siempre he sido partidario de la consolidación y restauración, pero nunca, como es este caso, de la reedificación total, a la que se añade una profunda musealización del edificio que incluso oculta y anula el espíritu del edificio.
Otras cuestiones de interés: Muy cerca del castillo se encuentra el faro, hoy inutilizado como tal, pero habilitado como sala de exposiciones.
Fue inaugurado el 31/diciembre/1863 y tuvo una lámpara fija alimentada con aceite de oliva; su alcance era de 9 millas.
El último día que alumbró fue el 10/mayo/1945.
Y además, no olvidar que en su escudo municipal está representado el castillo (para más información pinchar aquí: escudo de Roquetas del Mar).

Cómo llegar: Desde Almería, tomar la A-7 sentido Málaga y hacia el Kmo 800 desviarse hacia la A-391, Parador de las Hortichuelas; desde allí, casi en línea recta hasta Roquetas y allí, por la avenida del mismo nombre, hasta el puerto, que es donde está el castillo.
Accesos: Se aparca el coche en las inmediaciones y se camina tranquilamente hasta el castillo.
Coordenadas: 
36.7541970780596, -2.6058816436053123


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