martes, 7 de mayo de 2024

Barrancos, castillo de Noudar

 

El castillo de Nodar, Noudar en portugués, ocupa un lugar de privilegio. Justo sobre la frontera que se tuerce y retuerce siguiendo el cauce del río Ardila al norte, y el discurrir al sur del Múrtigas, o Murtega, el que, después de nacer allá en Fuenteheridos, en la fuente de los Doce Caños, tributará sus aguas al Ardila al pie del castillo que hoy paseo, y a poco más de dos kilómetros de distancia.

La fortaleza de Noudar está en un elevado y escarpado cerro, pero de fácil acceso, en el municipio de Barrancos —distrito de Beja, Comunidad Intermunicipal del Bajo Alentejo—, en la región del Alentejo portugués, muy cerca del parque natural de la Sierra de Aracena y los Picos de Aroche.


Los musulmanes se asentaron en el lugar, ocupando con una torre, o poco más, un espacio al norte del cerro, y cuya función era el control del camino hacia Beja. En 1167 fue conquistado por Gonçalo Mendes da Maia.

En diciembre de 1253, Alfonso X de Castilla, concede fueros a Aroche, Moura, Serpa y también a Nodar, después de que Sancho II de Portugal se las hubiera cedido, junto con otros territorios al sur de Lisboa, en pago por la ayuda prestada por aquel en sus disputas con su hermano Alfonso III. A su vez, Alfonso de Castilla se los donaría a su hija Beatriz, que terminaría casándose con Alfonso III. De esta manera las tierras “volverían” a la corona portuguesa, pues Beatriz las aportó a la dote matrimonial.

Sin embargo, esto no sucedió hasta 1295, en que Fernando IV de Castilla, nieto de Alfonso X el Sabio, pactó en 1295 con Dionisio I —hijo de Beatriz— la pasa entre ambos mediante el Tratado de A Guarda, por el que se devolvían estas tierras a Portugal, que dinásticamente le pertenecían. Así que Noudar volvía a manos portuguesas.

Don Dinis concede en diciembre de 1295 nuevos fueros a Noudar, para posteriormente entregarlo a Lourenço Afonso, maestre de la Orden de Avis en noviembre de 1307, con la condición de que construyeran un nuevo castillo y promovieran el asentamiento de población en la comarca.

El río Ardila

El lugar elegido para su construcción contaba con la protección natural que la orografía del terreno asegura y, sobre todo, con la existencia de una fuente de agua que, situada a apenas 250 metros al este del castillo, aportaba la tranquilidad de un suministro constante. La proximidad de los dos ríos hacía aumentar esa garantía, a la vez que se convertían en fosos naturales para su defensa.

El rey don Dinis decide, para ayudar a repoblar el territorio, crear el denominado Couto de Homiziados, demarcación en la que podrían vivir exiliadas, pero en paz, personas perseguidas por la justicia, sea cual fuere el motivo, con la prohibición de salir del territorio.

Entre 1307 y 1311 se realizan, siendo don Aires Afonso el Comendador de la Orden, las obras del castillo, que pronto se convertiría en un centinela más de la Raya, y sobre todo en un importante hito defensivo de la frontera con Castilla, y sus fortificaciones de la Banda Gallega.

En 1339 el castillo es conquistado por Diego Fernández, noble castellano, con tropas de la Orden de Santiago; volvería a manos portuguesas en 1372, y nuevamente a Castilla en 1385. Un año después, con la firma del Tratado de Monçao, este castillo y otros —entre ellos el de Mértola— sería intercambiado por los de Olivenza y Tuy.

Ya en el siglo XV, la población comienza a asentarse fuera de Noudar, extendiéndose por las tierras donde trabajan la agricultura y la ganadería. Y desde entonces, y hasta el siglo XVIII, el castillo fue la sede del municipio.

En 1513, recibió nuevos fueros, esta vez por parte del rey don Manuel, que los firmó el 17 de octubre, a raíz de la terminación de nuevas obras que en el castillo realizaron.

En 1644, en plena Guerra de Restauración, el castillo vuelve a poder de España, tras haber sufrido cuantiosos daños; para ser definitivamente devuelto a Portugal, al final de la Guerra de Sucesión española (Tratado de Utrech, 1715)

En 1755, se redactó un plan de rediseño de la plaza militar de Nodar, realizado por Miguel Luís Jacob, en el que se incluía un baluarte en forma de estrella en el muro del sudeste, cortinas a lo largo del sureste y noreste del cerro, y otro baluarte más pequeño en el oeste. También se rehabilitarían una torre que se usaba para almacén de pólvora y unos cuarteles que estaban en ruinas. Pero nada de esto se llevó a cabo, ni tampoco lo reflejado en otros diseños de años posteriores.

Es por ello que el castillo se sumiría en un abandono progresivo, que culminaría en 1825 que es cuando se abandonaría definitivamente la población de Nudar, para asentarse los pobladores en Barrancos, a unos 14 kilómetros del castillo. En 1836 quedó abolido el condado de Noudar.

En 1879 el castillo, prácticamente en ruinas, pasó a propiedad del Ministerio de Hacienda, como paso previo a su venta mediante subasta pública, lo que sucedió en 1893, siendo adquirido por João Barroso Domingues. Posteriormente fue revendido y siguió en manos privadas, herederos y nuevos compradores, hasta que el 25 de junio de 1997 se firmó en la Câmara Municipal de Barrancos el contrato de compraventa del castillo a la empresa EDIA (Empresa Desenvolvimento e Infraestuturas de Alqueva), quedando en manos públicas e incluido en el marco de disposiciones que recoge el proyecto del Parque Natural de Noudar.

El río Murtega buscado al Ardila, hacia el oeste.



LOS DETALLES:

Situado en la extensa cima de una colina a 275 metros sobre el nivel del mar, ocupa, como no podía ser de otra manera, una posición estratégica inmejorable: su cercanía a la vía que unía Beja y Moura con Jerez de los Caballeros y la Vía de la Plata; y, por supuesto, los dos ríos que lo rodean que actúan de fosos naturales, uno de ellos, además, de frontera.

La fortaleza está ejecutada con mampostería, en piezas pequeñas y numerosas lajas, presentando muy poca sillería y prácticamente ningún ladrillo.

La planta del castillo es muy irregular, orientándose aparentemente de noroeste a sureste. Dividido claramente en dos partes, distinguimos el alcázar al sur, de tamaño más reducido que la ciudadela que se extiende por el resto de la meseta del cerro, hacia el norte.

Camino de acceso al castillo, hacia la izquierda.

Puerta de entrada.
Puerta de acceso, desde el interior.

En la unión al norte, entre el alcázar y la cerca de la ciudadela, se encuentra la puerta principal de la fortaleza, la Porta da Vila, protegida por un potente cubo del alcázar. Nueve son las torres que refuerzan perimetralmente la muralla. Todas las torres de la cerca son macizas, a excepción de la situada más al norte, que dispone de una cámara cubierta con bóveda de medio cañón ejecutada con lajas de piedra. Una de las torres, la más septentrional, conserva una garita de datación mucho más reciente que la propia torre. Bajo esta misma torre, podemos observar la existencia de un portillo.

El portillo bajo la torre de la garita.

Detalle de la garita.

En el extremo sur está el alcázar, de planta trapezoidal irregular y separado del resto por una muralla, en cuyo centro se encuentra la torre del Homenaje, de planta cuadrada y unos 18 metros de altura. En sus esquinas se levantan otras tres torres, y del muro oriental sobresalen tímidamente dos cubos.

La torre del Homenaje tiene tres plantas, teniendo la baja cerrado su acceso, que está a nivel del suelo; frente a esta puerta vemos los brocales de la cisterna, dentro de un espacio que bien podría ser el patio de Armas. En esa planta baja también existe otro aljibe.

A la primera planta se llega a través de una larga y llamativa escalera exterior situada en su fachada noreste, y desde esta planta, mediante una angosta escalera, accedemos al terrado de la torre, el cual está a un nivel inferior con respecto al adarve almenado de la torre; no se aprecian mechinales en los muros, por lo que es de suponer que no hubo otra planta y sí fue ésta la construcción original. En el nivel inferior se abren saeteras en tres de sus caras.

Terrado de la torre del Homenaje.

En el gran espacio en el que se levantaron los distintos edificios de la ciudadela, aún se conserva la Iglesia de Nuestra Señora del Destierro, que fue reconstruida en la década de los 80 del pasado siglo; también los restos de la casa del gobernador (¿?).

Interior de la iglesia.


Del Libro das Fortalezas, de Duarte d'Armas (1509)

Del dibujo correspondiente a este castillo, en el Libro de las Fortalezas de Duarte d’Armas, parece deducirse según leo, como no, en la enciclopedia de las enciclopedias, que

«el castillo incluye una barbacana irregular, adosada y parcialmente integrada en el sureste a la muralla del pueblo, estaba parcialmente arruinada e incluía torres rectangulares con merlones igualmente dañados y parcialmente arruinados. La barbacana tenía una doble línea de muros en el noreste y dos torres rectangulares en el suroeste, cubiertas de azulejos e integradas simultáneamente al castillo formando un trapezoide, dos ménsulas semicilíndricas en el sureste, una torre cuadrada en la esquina este y otra en el norte, también en ruinas».

Al sur, la torre del Homenaje. A la izquierda la iglesia y otras edificaciones.

Mi Compañía, en el columpio, mirando hacia España.

 

RESUMIENDO:

 

Nombre: Castillo de Noudar

Localidad: Barrancos.

Municipio: Barrancos

Distrito: Beja.

Región: Alentejo —Bajo Alentejo—.

País: Portugal.

 

Tipología: Castillo.

Época de construcción: de 1307 a 1311, más algunas obras posteriores.

Estado: Se encuentra en buen estado conservación, lo que se conserva.

Protección: Es Monumento Nacional desde 1910

Propiedad: Pública, municipal, desde 1997.

Uso: turístico.

Visitas: Cuando lo visité, marzo 2024, el acceso era libre. La puerta estaba abierta.

Panel informativo en las proximidades del castillo.

 

Clasificación subjetiva: 4, No perdérselo bajo ningún concepto, o lo que es lo mismo, hay que verlo antes de morir.

Otras cuestiones de interés: Como curiosidad apuntar que la iglesia parroquial del castillo tuvo la advocación de Nossa Senhora de Entre Ambas as Águas, Nuestra Señora de Entre Aguas, evocando la posición que ocupaba entre el rio Ardila y el arroyo Murtega. Pero a principios del siglo XVIII, la iglesia fue dedicada a Nossa Senhora do Desterro, Nuestra Señora del Exilio (¿?).

Cómo llegar:

Coordenadas:

38.17819047205848, -7.0630999337291325

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