martes, 5 de abril de 2022

Aznalcázar, Muralla urbana, Arco de Pescadería

En el Aljarafe, esa pequeña comarca sevillana lindante con la capital de Andalucía, sólo separada por el río Guadalquivir, se encuentra una pequeña localidad de apenas 4.500 habitantes que responde al sonoro y arábigo topónimo de Aznalcázar.

Se sitúa en una cota más alta que poblaciones vecinas, y en lo más alto tuvo una pequeña fortaleza de la que apenas quedan restos en un espacio reconvertido en parque público.

Esa fortaleza fue árabe, pero bien pudo estar cimentada sobre restos  romanos e incluso anteriores —la Lontigi u Olontigi celtíbera—. Algunos, incluso se aventuran a situar aquí Tartessos, pero bueno, allá cada uno.

Los árabes la llamaron Hisn al Qasar, o sea, la fortaleza del alcázar, y fue centro administrativo y jurídico de diversas poblaciones aljarafeñas pertenecientes a la cora de Isbilya.

Azanalcázar fue reconquistado por los cristianos en 1252, junto con el resto de las poblaciones del Aljarafe y una vez controlada la ciudad de Sevilla. En el repartimento que se hizo de las nuevas conquistas, la población fue adjudicada a Sevilla, por lo que compartió con ella fueros y derechos.


El Arco de Pescadería, extramuros. 

 












El arco, antes de su restauración.


Lo que queda de la muralla.



LA MURALLA:


Junto con un pequeñísimo resto de un lienzo de la muralla que se conserva en la calle Miguel de Cervantes esquina con Ramón y Cajal, lo único visible de lo que fue la muralla de Aznalcázar es el llamado Arco de Pescadería, o el Arquillo, que fue puerta de acceso a la villa.

Sus sucesivas reformas y adaptaciones para otros usos, han borrado totalmente su origen, que fue almohade y está datado, al igual que la muralla que rodeó la población, a mediados del siglo XII. Por lo que hemos de suponer que fue una puerta en recodo y seguramente bajo una torre, con acceso de doble quiebro. En su interior se conservan los arcos de herradura que conformaban el quiebro del acceso.




El aspecto actual, con entrada y salida directa, se debe a la reforma que supuso la construcción del pósito municipal, hacia el siglo XVIII, sobre la puerta.

A finales del siglo XIX, principios del XX, se acondicionó como puesto de la Guardia Civil, anexando otras edificaciones.

Actualmente la puerta está totalmente recuperada como pequeño espacio cultural y expositivo, habiéndose recuperado las fábricas de ladrillo de sus muros y los arcos de herradura almohades.

Mi Compañía bajo el arco.

No olvidar que aquella muralla queda representada en el escudo municipal de la villa, que sostiene una torre de oro.






RESUMIENDO:

Nombre:     Muralla de Aznalcázar, Arco de la Pescadería
Localidad: Aznalcázar
Municipio: Aznalcázar
Provincia:   Sevilla

Tipología: Recinto fortificado, puerta.
Época de construcción: mediados del siglo XII.
Estado: En buen estado. Ha sido restaurado recientemente, entre los años 2008 y 2011.

Propiedad: Pública, ayuntamiento de Aznalcázar.
Uso: Recoge un espacio cultural.
Visitas: libre, forma parte de una calle de la villa.
Protección: Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 de 25 de junio sobre el Patrimonio Histórico Español.
Está declarado Bien de Interés Cultural desde 1985.

Clasificación subjetiva: 2, o sea, que si se pasa cerca y se va con tiempo pues se acerca uno a verlo. Es decir, que se incluirá en una ruta de viaje pero no pasa nada si luego no se visita.
Cómo llegar:  Desde Sevilla por la A-49 dirección Huelva, naturalmente. Salida nº 16 Benacazón, y desde aquí por la A-473 dirección Aznalcázar.

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