Localidad: Benicasim.
Municipio: Benicasim.
Provincia: Castellón.
Tipología: torre atalaya costera.
Datación: finales del siglo XVI.
Situación: La torre de San Vicente se encuentra al sur del actual paseo marítimo de Benicasim, en el tramo denominado Avenida Ferrandis Salvador.
Es una de las 18 torres que jalonaron y protegieron la costa de la provincia de Castellón, y que hoy se limita a embellecer la que tal vez sea la zona más turística de la localidad.
Datos históricos:
La existencia de piratas en las costas españolas del Mediterráneo tiene su origen, paradójicamente, en el comercio marítimo que existía entre los territorios de la Corona de Aragón de la península Ibérica y los de Italia. Apoyados por los turcos y, cómo no, por los franceses, los piratas fueron corsarios a las órdenes de esas potencias.
Defender las costas se convirtió en una necesidad de primer orden, y para ello se llevó a cabo la construcción de numerosas torres que en Benicasim fueron dos: la de San Julián y esta que hoy paseamos de San Vicente. Ambas defendían la llamada Olla de Benicasim, una zona de la costa, resguardada y adecuada para el fondeado de embarcaciones, y por tanto para el desembarco de los piratas en la costa y el posterior saqueo del territorio.
Así que en las cortes de Monzón se decidió su construcción, que se llevó a cabo entre los años 1597 y 1599. La seguridad que dio, posibilitó la repoblación de la villa, que adquirió Carta de Población en 1603. Para ello se la dotó, en principio, de dos solados de a pie y dos de a caballo.
En 1850, y tras la creación del Cuerpo de Carabineros, estos se hicieron cargo de su uso y custodia, disponiendo de un cuartel que se construyó a su lado. Terminada la Guerra Civil, ambos, cuartel y torre pasarían a la Guardia Civil. El primero sería demolido en 2011, una vez que la torre fue adquirida por el Ayuntamiento de Benicasim en 2004.
Descripción, arquitectura y construcción:
Empecemos por sus medidas: planta cuadrada, 11’5 metros de lado y 13’5 metros de altura. Su volumen, de fuerte apariencia, se intensifica con un ligero ataluzado en su base.
En la fachada que se orienta a tierra se abre la puerta de acceso, situada a 1’80 metros sobre la cota del terreno. Es de pequeñas dimensiones, pero de desproporcionadas jambas y dintel de sillares bien labrados. Sobre la puerta, un retablo cerámico representa a San Vicente, y más arriba, a nivel del terrado, sobresale un pequeño matacán. Ante la puerta quedan los restos de cimentación de una edificación anexa que debía proteger la entrada.
La planta baja, que es la única, está dividida en cuatro estancias por dos muros en cruz, y comunicadas mediante pequeñas puertas; se cubre con una bóveda apoyada sobre arcos de medio punto, cuyo punto más elevado se sitúa a cinco metros de altura.
Originalmente sólo existía una sala, un espacio diáfano, pero los deterioros que sufrió la torre en el siglo XVIII a causa de un terremoto, obligaron a la construcción de esos muros en cruz que reforzaron la estructura. En una de las salas hay una chimenea que sirvió para cocinar y hacer las señales de humo pertinentes. De la misma sala parte una escalera, estrecha, que lleva al terrado.
El pretil de la terraza, de poca altura, tiene una abertura en cada una de las caras norte y sur, y en la orientada hacia el mar dos, además de una garita volada en cada una de sus esquinas.; en la cara que mira a tierra, vuela un matacán.
Anexada a su fachada norte tuvo unas caballerizas, construidas en el siglo XVI, sobre las que se levantó el cuartel de Carabineros.
Materiales: ejecutada con mampostería a base de piedra de rodeno, procedente del Desierto de Las Palmas; las esquinas y elementos singulares, como el matacán y los garitones, son de sillería de piedra calcárea.
Estado: En muy buen estado, fue restaurada entre 2017 y 2018. Entre los trabajos que se ejecutaron, estuvo la recuperación/transformación de huecos y aspilleras y la colocación de un ascensor interior para facilitar la accesibilidad a los visitantes.
Propiedad actual: Pública, ayuntamiento de Benicasim.
Uso: turístico y cultural. En su interior está su propio centro de interpretación, y donde estuvo el pequeño cuartel, hoy hay un jardín.
Visitas: dispone de horario para su visita, según temporada y días de la semana. El día que la visité, para mi desgracia, estaba fuera de ese horario.
Protección: Desde 2001 es Bien de Interés Cultural. Protegido por la Declaración genérica del Decreto de 22/abril/1949 sobre la protección de los castillos españoles (BOE 125, 05/mayo/1949) y por la Ley 16/1985 de 25/junio, de Patrimonio Histórico Español.
Calificación subjetiva: 2, si se pasa cerca y se va con tiempo pues se acerca uno a verlo. Es decir, que se incluirá en una ruta de viaje, pero no pasa nada si luego no se visita.
Otras cuestiones de interés: hacia el norte encontramos a lo largo del paseo marítimo, las Villas de Benicasim, un conjunto de casas de finales del siglo XIX que, tras la construcción del ferrocarril Castellón-Tarragona, convirtieron la zona en lugar de estancia veraniega a familias de la alta sociedad valenciana.
Cómo llegar:
Accesos: dispone de una rampa para llegar a la puerta, y en su interior, un ascensor facilita subir a la terraza.
Coordenadas:
40.04729 N, 0.06954 O
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