Localidad: Alcalá de Chivert.
Municipio: Alcalá de Chivert.
Provincia: Castellón.
Tipología: Castillo.
Datación: Siglos X y XI, ampliada en el XIII.
Situación:
Encontramos el castillo de Chivert sobre la cima de una de las montañas de la Sierra de Irta, en el término municipal de Alcalá de Chivert, y a unos cinco kilómetros de esta población.
Situado a 380 metros sobre el nivel del mar, su posición es privilegiada, pues aun siendo fácil verlo desde la lejanía, es cualidad que favorecía su defensa. Mientras se transita por la autovía AP-7 / E-15 se observa cómo aún permanece atento y vigilante junto a su vecino de Pulpis más al norte, controlando la amplia llanura que se extiende al sudoeste. Los ojos del camino, de estos dos y de muchos otros en esta zona de España, aún siguen abiertos.
Datos históricos:
Ya hubo, desde la Edad del Bronce, un poblado en este lugar; numerosos restos cerámicos —urnas para enterramientos— así lo atestiguan, así como otros relativos a distintas ocupaciones que abarcan hasta la época íbera.
En este lugar se asentaron los musulmanes, construyendo una alcazaba —se cree que fue Abderramán III quien ordenó la construcción de esta fortaleza en el siglo X—, y un poblado fortificado en la cima de la montaña. Restos de la primera aún se observan entre las reformas y ampliaciones posteriores de los cristianos.
Curiosamente este castillo fue propiedad cristiana sin haber sido conquistado, pues Alfonso II de Aragón se lo cedió, junto al de Oropesa, a la Orden del Temple en 1169.
En 1225, Jaime I, nieto del anterior, se lo entregó al caballero Rodrigo Ximen de Llusia, para devolvérselo a los templarios en julio de 1233. Éstos tomarían la fortaleza el 28 de abril de 1234, tras tres meses de asedio, por miembros del Temple al mando de su maestre Hugo de Folcalquier.
Inmediatamente después, se firman capitulaciones entre los templarios y los habitantes, mediante las cuales se respetaron las vidas de los vencidos, permitiéndoles seguir viviendo en el lugar, pero en una aljama de nueva construcción, en la ladera occidental de la montaña, mientras que la orden militar ocuparía la fortaleza. Dentro de la aljama estaban no sólo las viviendas, también una mezquita y un aljibe. Llegó a tener una población de unos 300 habitantes, que siguieron manteniendo sus costumbres, cultos y lengua.
Los templarios remodelaron en profundidad el castillo árabe a fin de convertirla en una encomienda, rebajaron la cota y levantaron dos grandes torres —las torres gemelas— circulares en la cara oriental, una nueva muralla en el sector noroeste y la entrada principal, además de una iglesia y un aljibe.
Desparecida la Orden, el castillo y la aljama mora pasaron a manos de la Orden de Montesa en 1319. Al poco, la mayoría de la población abandonaría la aldea para trasladarse al valle, siguiendo activo el castillo.
Durante la guerra de las Germanías (1519/1522), en Valencia, sufrió un saqueo y posterior incendio que dañó considerablemente sus estructuras.
Pero no por ello perdió la fortaleza y su arrabal importancia. En 1580, el último maestre de la orden de Montesa, Pedro Luis Garcerán de Borja, le otorgó el título de villa.
Fue abandonado de manera definitiva en el siglo XVII, tras la expulsión de los moriscos ordenada por Felipe III a principios de ese siglo, a pesar de que toda la población morisca de Xivert estaba integrada en las costumbres de Alcalá; incluso habían adoptado la religión cristiana y abandonado el uso de su lengua.
El arrabal del castillo fue repoblado con cristianos, pero unas décadas después fue definitivamente abandonado. El deterioro, tanto de la aljama como de la fortaleza fue en aumento, y en la segunda mitad del siglo XVII ya se encontraba en ruinas. Actualmente es posible apreciar la trama urbana de la medina, dos viviendas restauradas y parte de su muralla consolidada.
Descripción, arquitectura y construcción:
Ocupan los elementos actuales del castillo unos 8.000 m2, prácticamente toda la cima de la montaña y parte de la ladera por la que se accede. Es por tanto una edificación de grandes dimensiones. Son los restos de la fortificación medieval que se levantó rebajando el terreno para crear una pequeña meseta donde asentar aquella. Es por ello que cualquier resto arqueológico anterior desapareció con la construcción de la alcazaba árabe y la pequeña medina anexa en el albacar.
Gran parte de aquellas construcciones y la ampliación que realizaron los almohades quedaron ocultas con las reformas que los cristianos hicieron en el siglo XIII. Pero aún se mantienen la torre Sur (F), la de Poniente (B), el muro Sur, el recinto del albacar y el aljibe (L).
De planta irregular, el castillo está claramente dividido en dos recintos no concéntricos.
El primero de los recintos, al sur, es el albacar, en donde se encontraba el aljibe árabe (L), que siguió abasteciendo de agua a la población musulmana cuando se trasladó a la aljama. La muralla que cierra este primer recinto es de época islámica, entre los siglos X y XI, y en ella estuvo la puerta de acceso (H), aunque hoy se llega a él por el camino que termina frente a las torres Gemelas (E), a través de un lienzo de muralla derruido a la derecha de las torres semicirculares (K).
La muralla del sur, que se asienta directamente en la roca, la conforman las dos torres semicirculares ya mencionadas, el muro de Alafia (J) y la torre de Levante (I).
El muro de Alafia, de 12’45 metros de longitud y casi 10 de altura. En su construcción se mezcla la mampostería irregular en cota más baja y otra más aceptable encima, junto con tapial que se decoró con imitación de sillería. En este último se aprecia una inscripción que, en árabe, viene a decir “el que concede la victoria es Dios”. Resulta curioso que los cristianos, tras su conquista, no eliminaron tal inscripción. Probablemente fuera porque los templarios también se sintieran identificados con el significado de la frase, y no tuvieron reparo en mantenerla a pesar de estar escrita en árabe.
El segundo recinto es el alcázar y su construcción es netamente cristiano, aunque de origen musulmán. Casi todo lo visible es obra del Temple.
De planta ovalada, tiene una superficie aproximada de 1.000 m2. Se accede a él por su cara oeste, a través de un itinerario en recodo (A) formado por una doble rampa que aún mantiene el empedrado original. Al final de la rampa estuvo el Cuerpo de Guardia, adosado a la torre Sur (F), y a la izquierda el aljibe construido por los templarios, de unos 11 por 5 metros, aproximadamente.
Desde la rampa llegamos directamente al interior del Patio de Armas, que está hoy prácticamente vacío de edificaciones, pero bastante bien conservado casi todo su perímetro. Destacan las dos torres gemelas (E), cilíndricas, en el lienzo de Levante, y la torre Norte de planta cuadrada. Los muros que lo rodean están en buen estado, con lienzos almenados, a excepción del Oeste que está casi desaparecido. En todo su perímetro y adosados al interior de la muralla, se encontraban dependencias tales como los establos, cocina, almacenes, etc. De aquellas sólo quedan restos junto a los frentes Este y Sur.
Siguiendo el perímetro del alcázar, dejamos a la izquierda los restos de la muralla Sur, la peor conservada, que nos lleva hasta el vértice Oeste, donde está la Torre de Poniente (B), hoy restaurada, de dos plantas, la superior destinada a la guardia y la inferior fue un almacén.
A continuación, hubo otra torre hoy desaparecida, y más al norte se levanta la Torre Norte (D), también de planta cuadrada e iguales características a las dos anteriores, pero más esbelta que aquellas.
Orientadas a levante se alzan las torres Gemelas (E), las cuales aún conservan parte de sus escaleras y las bóvedas de sus cámaras. El lienzo que las une mantiene algunas almenas. No cabe duda que estas torres dan, desde el exterior, una imagen de fuerza a la fortaleza.
Fueron construidas en dos fases: la primera, hasta unos diez metros de altura, con sillares bien labrados, y el muro a unos cinco metros. Una vez que la encomienda se trasladó a Peñíscola, las torres se elevaron dos metros más y el muro casi cinco, pero con mampostería.
Junto a las torres se levantaba la Capilla (G), una piedra nos indica el lugar que ocupó el altar. Hoy sólo vemos la planta, distinguiéndose el ábside semicircular; a su derecha se observa la puerta de la sacristía.
Hacia el sur, el óvalo de la planta se cierra con la torre Sur (F), que fue la de mayor tamaño y, por su situación, controlaba la entrada al alcázar. Su origen es árabe, aunque fue remodelada por los cristianos. De planta trapezoidal, tiene dos estancias en la planta baja separadas por un arco apuntado. Ha sido restaurada recientemente, renovándose la cubierta; su altura actual es de unos 8’5 metros.
El alcázar está perimetrado, en su cara norte, por un estrecho camino de ronda.
Se podría considerar un tercer recinto, la puebla musulmana, de unos 8.000 m2 de superficie, que se extiende en la ladera oeste hacia el valle. Sumado este último, la extensión total ocupa 1’13 Ha.
La aljama estaba rodeada por una muralla que, escalonada por la pendiente del terreno, partía de la cara oeste del primer recinto, y a la que se accedía por un portal situado junto a esa muralla.
Materiales:
Estado: Se encuentra en lo que se denomina ruina progresiva, pero con la esperanza de que no vaya a más. Dejémoslo pues en ruina consolidada, y deseemos que futuros trabajos mejoren su estado.
Propiedad actual: pública, Ayuntamiento de Alcalá de Chivert.
Uso: Sin definir. Al ser el acceso libre, seamos generosos y digamos que está dedicado al turismo cultural.
Visitas: acceso libre.
Protección: Protegido por la declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949 sobre la protección de los castillos españoles (BOE núm. 125, de 5 de mayo de 1949) y por la Ley 16/1985, de 25 de junio, de Patrimonio Histórico Español (BOE núm. 155, de 29 de junio de 1985).
Calificación subjetiva:
Otras cuestiones de interés:
Cómo llegar: En la carretera N-340, a las afueras de Alcalá de Chivert, tomaremos el camino que lleva a la ermita del Calvari, dejamos la ermita a la izquierda y continuaremos el camino transitando despacio, con precaución, que está en muy mal estado. Son, aproximadamente, unos 4 kms., que nos llevarán directamente al castillo.
También existe la posibilidad de acceder, desde la población, por un sendero que sube hasta el castillo.
Accesos: Por el camino descrito es fácil llegar en coche hasta un espacio habilitado como aparcamiento. Desde aquí se irá caminando apenas 500 metros.
Una vez en el castillo, es necesario tomar precauciones durante la visita dado su estado, a pesar de las medidas de seguridad.
Coordenadas:
40.30823 N , 0.25495 O
Accesos: Por el camino descrito es fácil llegar en coche hasta un espacio habilitado como aparcamiento. Desde aquí se irá caminando apenas 500 metros.
Una vez en el castillo, es necesario tomar precauciones durante la visita dado su estado, a pesar de las medidas de seguridad.
Coordenadas:
40.30823 N , 0.25495 O