martes, 24 de septiembre de 2024

Motril, Carchuna, fuerte de Carchuna

Nombre: Fuerte o castillo de Carchuna, o el Castillejo.
Localidad: Carchuna, entidad local autónoma.
Municipio: Motril.
Provincia: Granada.
Tipología: Fuerte.
Datación: entre 1766 y 1769.
Situación: en el que se conoció como el Llano de Carchuna, frente al mar, en la playa de Carchuna, rodeado de invernaderos excepto por su fachada sur.
Hacia el oeste tuvo comunicación visual con la desparecida torre del Chucho, y más a poniente, la Torre Nueva. Hacia levante se encuentra la torre del Llano, también conocida como el Farillo de Carchuna.
A escasos metros de la indicación, está el castillo.

Datos históricos:
el 18/agosto/1764 se publicó el “Reglamento que Majestad manda observar a las diferentes clases destinadas al Real servicio de la costa del Reino de Granada en 1764”, en el quedó incluida la construcción de este fuerte. Su finalidad fue proteger la costa de los frecuentes ataques y desembarcos de piratas procedentes del norte de África, y también de otras nacionalidades más al norte.
Como los otros fuertes de su misma época, éste también fue diseñado por el ingeniero José Crame, en 1765, comenzando su construcción en 1766. Las obras terminaron tres años después, en 1769. Su costo anduvo por los 200.000 reales, que fue financiado por José Arias, pòr lo que fue recompesado con ocho grados de capitán de caballería, los cuales supongo a repartir entre familiares y amigos.
Tras su puesta en servicio, los problemas con los piratas decayeron, a la vez que comenzó a instalarse una discreta población en sus inmediaciones que se dedicaron a la agricultura. A mediados del siglo pasado, la población aumentó considerablemente y hoy, Calahonda, sigue con la misma actividad económica, pero bajo plástico.
Estuvo dotado de cuatro cañones de 24 libras —al igual que los otros fuertes, aunque también leo que de 24 fueron dos además de otros dos de 16—, que batían desde el cabo Sacrafit hasta Calahonda.
Y en cuanto al personal, estuvo atendido por 1 oficial y 18 soldados de infantería, 1 cabo y 8 soldados de caballería, 1 cabo y cuatro artilleros, 1 guarda de almacén y un capellán.
Durante el resto del siglo XVIII fue remodelado y, posteriormente, en la Guerra de la Independencia, sufrió daños que lo dejaron en no muy buen estado.
Fue cuartel de Carabineros en la segunda mitad del siglo XIX y después, terminada la Guerra Civil, fue presidio y cuartel de la Guardia Civil.
En el marco de la Guerra Civil, fue cárcel para unos 300 presos republicanos que, procedentes del frente de Asturias, realizaban trabajos de construcción de carreteras y un campo de aviación. El 18 de mayo de 1938 se escaparon —con la complicidad de algunos guardias— cuatro presos que regresarían con la suficiente ayuda como para liberar al resto. Lo que sucedió en la madrugada del 23 de mayo, cuando tropas de la 55ª Brigada, procedentes de Castell de Ferro, desembarcaron en la playa y tomaron el fuerte, fusilando a la guarnición nacional. Tras la liberación, los presos se dirigieron hacia Calahonda, donde se enfrentaron al Guardia Civil. A pesar de ello, consiguieron llegar a Almería.
Terminada la Guerra Civil, aún fue durante algunos años un centro de detención para presos republicanos.
Fachada principal y puerta de acceso.

Torre sureste, en su interior estuvo la capilla.

Torre suroeste.

Semibaluarte del hornabeque.




Torre y batería desde el suroeste.


Descripción, arquitectura y construcción:
Es de similares, por no decir idénticas, características a los otros siete fuertes que se construyeron en la costa del Reino de Granada, tales como el de La Duquesa en Manilva, San Felipe en Los Escullos o el de El Marqués en Almayate, por lo que su descripción es análoga.
El edificio consta de dos partes bien diferenciadas: hacia el norte la principal, de planta aparentemente rectangular, en cuya fachada norte se encuentra la puerta de acceso, que estuvo protegida por un revellín, con adarve y fusileras, hoy desaparecido. El lienzo donde se encuentra la puerta está flanqueado por dos semibaluartes, conformándose un hornabeque; la puerta dispuso de un pequeño foso y puente levadizo. En este edificio se distribuían los distintos cuarteles y demás dependencias de servicio.
En las esquinas del lado opuesto, el orientado al sur, y en sus ángulos sureste y suroeste, se levantan dos torres de planta semicircular unidas por un muro que separa el primer edificio de la batería, también semicircular, que mira al mar. Entre el muro y la batería se dispuso de un foso que aún existe.
Desde la puerta de acceso y a través de un pasillo abovedado se llega al patio central, dejando a la izquierda una estancia que ocupaba el oficial al mando, y a la derecha la cocina y un calabozo.
El patio es rectangular —16’70 por 10’80 metros— y desde él se distribuyen todas las estancias que, en sentido horario, desde la esquina superior izquierda son:
El polvorín, dos estancias para almacenes y el guarda de almacén, el cuartel de artillería, la capilla y el dormitorio del capellán en el primer semibaluarte circular, el cuartel de caballería en el baluarte opuesto al anterior, la cuadra y pajar y el cuartele de infantería. Tanto la cocina como la oficina del Comandante, también tienen acceso desde el patio. Los almacenes y los cuarteles, también la capilla, presenta fusileras hacia el exterior.
Desde el patio central se accede a la batería mediante un patín en el centro, que facilitaba el desplazamiento de las piezas de artillería. El pretil carece de almenaje —barbeta—, y dispone de fusileras entre el alfeizar y el bocel exterior. Tuvo cabida, como ya se ha dicho, para seis cañones de 24, lo que en principio dio nombre a estas fortificaciones.
También desde el patio parte una escalera, situada a la izquierda, que nos lleva a la terraza del castillo. Esta está rodeada de un pretil de gran altura que facilita la defensa, pero con numerosas fusileras en todo su perímetro.
Dispuso de un aljibe ya desaparecido a causa de las distintas obras de reparación sufridas a lo largo del tiempo,
Puerta de entrada al castillo.


Pasillo de entrada desde el patio interior.


Vistas del patio del castillo, hoy cubierto.


Interior del patio y salida a la batería.

Materiales:
Toda la edificación está ejecutada con mampostería de piedra tomada con mortero de cal, alternándose puntualmente ladrillos en algunos elementos. Sus esquinas están realizadas con sillares bien labrados, así como los huecos y los cercos de las troneras, alfeizares y boceles.
Rampa de salida a la batería.

Terraza del castillo con la moderna cubierta del patio.

Estado: En general es bueno, aunque presenta puntos concretos que están clamando sean reparados.
Para la adaptación del edificio al museo que hoy contiene, se procedió a vaciar la base donde se apoya la terraza de la batería, a fin de crear una gran sala expositiva. Esta obra se remató con el cambio de solería de la terraza de la batería, que no acompaña al conjunto.
Entre las numerosas obras de adaptación del edificio, destaca la cubierta del patio.
Muro que separa el edificio de la batería, obsérvese su deplorable estado.

Propiedad actual: Municipal.
Uso: Turístico y docente. Algunas de sus estancias acogen un Centro de Interpretación de la Desbandá de Málaga durante la Guerra Civil (193.6-1939)
Visitas: totalmente libre.
Protección: Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.
Está declarado Bien de Interés Cultural desde 1985.
Mi Compañía entrando al patio del castillo.

Clasificación subjetiva: 3, es decir, se incluirá obligatoriamente en ruta de viaje, o lo que es lo mismo, se hará todo lo posible en esta vida por visitarlo.
Cómo llegar: desde la A-7 y hacia el kilómetro 883 tomar la salida a la E-15 a Calahonda y Carchuna, hasta la N-340. Después dirección La Chucha y seguir las indicaciones hasta el fuerte.
Accesos: todo por carretera, hasta llegar al castillo; fácil aparcamiento junto al edificio.
36.69597942295415, -3.4354876387057365






martes, 17 de septiembre de 2024

Níjar, Rodalquilar, castillo de San Ramón


Nombre: Castillo de San Ramón, de Rodalquilar o de Santiago.
Localidad: Rodalquilar
Municipio: Níjar
Provincia: Almería
Tipología: Castillo-fuerte
Datación: Siglo XVIII
Situación: Se levanta este fuerte en el lugar conocido como El Playazo, en Rodalquilar, que es pedanía de Níjar, y dentro del Parque Natural del Cabo de Gata-Níjar. El sitio es espectacular, y no sólo por la playa, que tiene un atardecer que enamora, sino además por el punto concreto donde se asienta el castillo, que es una duna fosilizada, muy cerca de un manantial que lo abastece.



Datos históricos:
Su origen está en el Reglamento de 18/agosto/1764 —“Reglamento que Majestad manda observar a las diferentes clases destinadas al Real servicio de la costa del Reino de Granada en 1764”—. En él se recoge el plan de fortificación de la costa del que fue denominado Reino de Granada, lo que hoy son las costas de Almería, Granada y Málaga. El reglamento fue el resultado del estudio realizado por el mariscal de campo Antonio María de Bucarelli y Ursúa sobre la situación de las defensas de aquel litoral mediterráneo,
En el caso de este fuerte, una de las razones para su construcción y ubicación concreta está en que la cercana torre de Los Alumbres, construida a principios del siglo XVI para defender las minas de plomo y oro del valle de Rodalquilar de las incursiones de piratas, carecía de utilidad al quedar algo alejada de la costa, no pudiendo así rechazar desembarcos de piratas en la playa de los Castillejos, la que hoy se conoce como el Playazo de Rodalquilar. Además, cubriría visualmente el litoral que se extiende hasta el castillo de San Pedro en la cala del mismo nombre, pudiendo cruzar ambos el fuego.
Como todos los edificios de nueva planta que se incluyeron en aquel reglamento, los proyectos fueron diseñados por José Crame (1732-1768) —Cramer, Crane, Cranne o Kramer (¿?)— en base a modelos genéricos.
Fue construido por Manuel Torres, que era el militar que ejercía de alcaide de la torre de Los Alumbres, en 1768, y el importe de su ejecución, 200.000 reales, fue financiado por un tal José Arias que, a cambio recibió varios grados de capitán, para él y para algunos allegados, como fue costumbre en estas situaciones. Otra versión dice que lo obtenido fueron dos compañías de caballería que posteriormente vendió a Luis de la Cerda y a José Requexo Suloeta.
Muy pronto presentó problemas constructivos que fueron reflejados en un informe redactado por Ventura Buzetta en 1773, apenas cinco años después de su construcción.
Fue una fortificación muy maltratada durante la Guerra de la Independencia, tras la que quedó desartillada, siendo militarmente abandonada, a pesar de haberse replanteado su demolición y reconstrucción con materiales de mejor calidad. Así que, sin obras ni reparaciones, pasó de manera alternativa por distintos cuerpos de vigilancia costera, siendo también fue utilizada como precarias viviendas y refugio de personas ambulantes.
En 1875 fue vendida a un particular llamado Miguel García Blanes por 1.500 pesetas, justo siete años después de que la peseta adquiriera uso legal, que fue el 19 de octubre de 1868.
A diferencia de otros fuertes y torres del litoral, este castillo nunca estuvo ocupado por la Guardia Civil, o al menos no hay constancia de ello.
A finales de los 70 del siglo pasado su propietario, arquitecto de profesión, lo restauró convirtiéndolo en una vivienda autosuficiente y de lujo; o en un castillo de lujo, según se mire.

Años después, este profesional, más algunos intervinientes en la construcción de un grupo de viviendas, perdió un pleito con la comunidad de vecinos, siendo condenados todos según sus responsabilidades, por los desperfectos aparecidos en el edificio. Cuando llegó el momento de ejecutar la sentencia, el arquitecto respondió con sus bienes: un castillo del siglo XVIII sobre una parcela de 3’5 hectáreas con vistas a una de las mejores playas de Almería.

A día de hoy, y desde 2017, el fuerte está en venta por algo más de tres millones de euros.
Vista aérea del castillo  (de traveler.es)

Descripción, arquitectura y construcción:
La exposición de este edificio, al ser idéntico a las otras ocho baterías para cuatro cañones que se construyeron en el sur de la Península, y de los cuales ya hemos paseado en este blog unos cuantos, resultará reiterativa, pero no por ello necesaria. Así que no lo dejemos de lado y hablemos de él como si fuera único, que lo es, pues desde hace tiempo y al ser una propiedad privada, ha sufrido modificaciones en su distribución interior para adecuarlo a los usos requeridos por sus propietarios, que lo hacen exclusivo. Describámoslo como fue si bien será obligado acompañar con fotografías actuales procedentes de páginas web, ya que el acceso al interior está vedado.
El castillo, cuyo eje longitudinal se orienta de oeste a este, se divide en dos partes muy diferenciadas: los cuarteles y la batería.
La primera es un rectángulo en cuyos vértices se levantan dos torreones semicirculares en la cara este, y dos semibaluartes en la oeste. Es en esta última, que conforma un hornabeque, donde se abre en su centro la puerta de acceso. Protegiendo esta fachada se levanta una barbacana a modo de revellín, muy perforado de saeteras para tiro de fusil.

La puerta, que tuvo un pequeño foso y puente levadizo, es adintelada, de cantería, y da paso a un vestíbulo cubierto con bóveda de ladrillo de medio cañón —como todas las dependencias de la fortificación—, que distribuía a izquierda la sala del cuerpo de guardia y estancia del jefe de puesto (E), y a derecha la cocina (E) y el calabozo (N).
El vestíbulo nos lleva al patio de armas, de planta rectangular, que estuvo pavimentado, desde el que se distribuyen todas las dependencias del castillo. Sus lados menores quedan orientados a norte y sur.
De izquierda a derecha, y siguiendo el sentido horario, las distintas estancias son:
Almacén de pólvora (H) en el semibaluarte noroeste, el almacén de pertrechos (G), la habitación para el guarda de almacén (F), y el cuartel de artillería (I) cuya guarnición era de un cabo y cuatro artilleros. En uno de los torreones, el situado en la fachada norte, está la capilla y la habitación para el capellán (D).
El siguiente cuerpo, simétrico a la capilla, o sea, ocupando la zona del torreón sur, está el cuartel de caballería (L) con capacidad para un cabo y seis soldados, además de las caballerizas para seis caballos y el pajar (M). Sin embargo no hay constancia de que llegara a estar ocupado por tropas de caballería.
Ocupando el semibaluarte del suroeste, estaba el cuartel de infantería (K), en el que estaban instalados un sargento, un cabo y doce soldados.
Todas las dependencias cuarteleras disponían de chimenea, y ventilaban y se iluminaban mediante ventanas al patio interior; al exterior se abrían aspilleras que también hacían esa función, además de la suya propia que era la defensa.
Enfrentada a la puerta de acceso, y en el lado opuesto al patio, una rampa o patín (C) llevaba a la batería (A). A la izquierda de la rampa, una escalera conduce a la terraza del fuerte, que ocupa toda la superficie del edificio. Está rodeada de un alto pretil, que supera la altura de un hombre, horadado de numerosas aspilleras para el uso de la fusilería. A la derecha de la rampa un pequeño espacio (O) servía de letrina.
La batería (A) es de planta semicircular y estuvo originalmente, pavimentada, al igual que la terraza de los cuarteles, el pasillo de entrada y el patio de armas; es decir, las zonas exteriores del edificio, no así las dependencias que estaban a cubierto, aunque hoy, tras las sucesivas reformas, sí lo estén. Se accede a ella mediante la rampa o patín (C) que facilitaba el desplazamiento de las piezas de artillería. Esta rampa debió estar cubierta en su salida a la batería mediante una caponera y un tinglado para proteger los pertrechos de la artillería. La batería disponía de cuatro cañones de 24 libras.
El pretil de la batería es pequeña altura, corrido —a barbeta— y cubierto su alfeizar con losas de piedras.
La batería está separada del muro oriental del castillo por dos pequeños fosos que se abren a cada lado de la rampa, y al que asoman huecos en los muros de la capilla y del cuartel de caballería.




En el horizonte, la torre de Mesa Roldán y el faro.










El castillo a mediados del siglo pasado, de torresenverde.blogspot.com

Materiales: fue construido a base de mampostería y sillares esquineros, abundando el uso del ladrillo en muchos elementos estructurales y de ornamento, pero en general los materiales no fueron de buena calidad, lo que puede apreciarse en sus fachadas.
Estado: A pesar de que lo dicho anteriormente, gracias a una profunda labor de restauración-transformación, presenta un aparente espléndido estado. No así el exterior, que ofrece una lastimosa imagen de sus paramentos, así como la falta de numerosos elementos que, por lo que se ve, no estuvieron en la lista de preferencias de sus dueños a la hora de rehabilitarlo.

Propiedad actual: Privada, y está en venta.
Uso: Eventos privados.
Visitas: Sólo el exterior.
Protección: Bajo la protección de la Declaración Genérica del Decreto de 22 de abril de 1949 y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.
El castillo está inscrito como Bien de Interés Cultural desde el 29 de junio de 1985.
Clasificación subjetiva: 3, o sea, se incluirá obligatoriamente en ruta de viaje, o lo que es lo mismo, se hará todo lo posible en esta vida por visitarlo.
Quizá me he pasado en la valoración, pero como he escrito en otras ocasiones, al tratarse de un fuerte, no debería utilizar el mismo baremo que para los castillos medievales. Es decir, dentro del mundo de los fuertes, no cabe duda que sí merece esta nota. Además, está el tema del parque natural y la playa, que eso ya hace elevar la nota.
de idealista.

Cómo llegar: desde Almería, coger la A-7 hasta la salida 747 hacia Campohermoso, carretera AL-3106, y seguir hasta el desvío con la AL-4200, la cual tomaremos para desviarnos a la izquierda unos pocos kilómetros más adelante. Seguir las indicaciones por un camino que ha dejado de ser carretera.
Accesos: Se puede llegar con coche hasta la playa y las proximidades del castillo. Algunas decenas de metros hay que hacerlos a pié.
Coordenadas:
36.8636, -2.00427

Puerta de entrada (de desarrollopesquerodealmeria.es)

Estado actual del patio (de almeriapostureo.net)

Patio y acceso a la batería (de almeriapostureo.net)






Estado actual de la capilla (de almeriapostureo.net)

Rampa de  subida a la batería (de desarrollopesquerodealmeria.es)

Estado actual del cuartel de caballería (de almeriapostureo.net)

martes, 10 de septiembre de 2024

Níjar, Rodalquilar, torre de Los Alumbres

Nombre:      Torre de los Alumbres, castillo de la Ermita o de Rodalquilar.
Localidad:  Rodalquilar.
Municipio:  Níjar.
Provincia:   Almería.
Tipología:   Torre fuerte.
Datación:    Siglo XVI, 1509-1510.

Situación:  Se encuentra en el camino que lleva al Playazo desde Rodalquilar, como a un kilómetro de la costa. La vemos a la derecha y aparentemente semienterrada, no apreciándose desde el camino todo su tamaño.

Datos históricos:

Fue construida en 1509, por orden de Francisco de Vargas; éste había obtenido una Cédula Real para la explotación de las recién descubiertas minas de alumbre —sulfato de aluminio y potasio, lo que se conoce como alumbre, material muy apreciado en la antigüedad para su empleo en la fabricación de tintes y la industria de la piel—, y construyó la torre para de defender el valle de Rodalquilar de las racias de los piratas berberiscos, que entre otros asuntos que les interesaban por estas tierras, estaban las referidas minas y la población que surgió en el entorno. Junto a ella se construyó otra torre, pero de tapial, que desapareció (¿?) en algún momento del siglo XVIII.
En 1520 no fue capaz de contener una de aquellas incursiones y la población de sus inmediaciones fue destruida y sus habitantes, dedicados en su mayoría a la explotación minera, tomados como prisioneros. Durante medio siglo la actividad minera se vio paralizada, reanudándose cuando ya reinaba Felipe II.
Pocos años después, en 1555 la torre fue abandonada, para volver a ser dotada de guarnición en 1590, utilizándola tanto para vigilancia y defensa de la costa como de eventual presidio. Ya por entonces, las minas habían sido cerradas.
En 1736 se pretendió instalar en ella dos cañones que hicieran aumentar su capacidad de respuesta ante ataques desde el mar, pero apenas si pudo soportar uno pequeño de 8 libras.
Más tarde, en 1755 y dado su estado ruinoso, se le hicieron obras de reparación, pero apenas si fue ocupada unos años pues la distancia a la costa dificultaba e incluso anulaba su uso. La construcción del cercano castillo de San Ramón a raíz de la publicación del Reglamento de 1764, que asumió la defensa de la costa y la entrada al valle, vino a certificar su jubilación en 1768.
Así y todo, sirvió como alojamiento de los torreros de la cercana torre de El Lobo durante el siglo XIX, no conociéndose posteriormente ningún uso. Esto la ha llevado a una falta total de mantenimiento y su consiguiente estado ruinoso.
Vista aérea, (de listaroja,hispanianostr.org)

Descripción, arquitectura y construcción:
Aunque sea conocida como torre, casi podríamos denominarla castillo. La muralla que la rodea, reforzada con cubos cilíndricos en sus esquinas, nos obligarían a elevarla de categoría.
La torre, o el castillo, tiene planta cuadrada y una altura de unos 14 metros. Su interior se divide en tres plantas más el terrado, estando comunicados los dos superiores mediante una escalera de caracol embebida en el muro. El acceso a la planta más baja, en realidad un sótano, es mediante un hueco cenital. Todas las plantas están divididas en dos estancias, cubiertas con bóvedas de medio cañón rebajadas de ladrillo.
El acceso se realiza por medio de un vano situado a una cota superior al nivel del suelo, formalizado por un dintel de una sola pieza que se apoya en dos salmeres. Sobre ese hueco, se abre otro más pequeño, quedando todo el conjunto enmarcado por pilastras, entablamento y frontispicio.
En la fachada de la puerta se abren dos huecos adintelados, y en las otras tres una estrecha ventana de dintel polilobulado. En el centro de cada fachada, quedan los restos de ladroneras.
La torre queda reforzada con una muralla perimetral y desproporcionados cubos en sus esquinas, uno de los cuales, el orientado al sureste, aún conserva su bóveda. La liza es muy estrecha, por lo que sugiere que hiciera la función de foso, con lo que la entrada a la torre se realizaría mediante un puente levadizo desde la muralla a la puerta de la torre.


Materiales: La torre está ejecutada con sillarejos tomados mortero de cal, de aceptable aparejo. El resto, murallas y cubos, con mampostería más pobre.
Estado: Es una edificación en estado de ruina progresiva, sin que hasta la fecha se hayan tomado medidas para su detener su avance, ni por parte de su propietario, ni del Ayuntamiento de Níjar di de otras administraciones.
Un ejemplo más de tantas piedras viejas que milagrosamente se mantienen en pie.


Propiedad actual: Particular; desconozco quien.
Uso: Ninguno, ni siquiera turístico.
Visitas: El exterior es libre, y el interior supongo que también, aunque yo no lo intenté, porque no hay vallado que lo impida.
Protección: Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949 y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.
Está declarada Bien de Interés Cultural desde el 29/06/1985, lo que como en tantos casos, no sirve para tener la atención que se merece.
La Junta de Andalucía otorgó reconocimiento especial a todos los castillos de la Comunidad Andaluza en 1993.
Clasificación subjetiva:  2, si se pasa cerca y se va con tiempo pues se acerca uno a verlo; es decir, que se incluirá en una ruta de viaje pero no pasa nada si luego no se visita. Pero como vas a ir al Playazo a bañarte y ver el fuerte de San Ramón, y no te queda otra que pasar justo a su lado, pues te paras, la miras y echas unas fotos.
Otras cuestiones de interés: Edward Cooper la incluye en su Castillos señoriales de la Corona de Castilla, y curiosamente la denomina como castillo de San Ramón, nombre que en el siglo XVI asignaron al del Playazo, y que está a escasos minutos en coche.


Cómo llegar: son válidas las mismas indicaciones que para el castillo de San Ramón, sólo que está unos minutos antes. Es decir: desde Almería, coger la A-7 hasta la salida 747 hacia Campohermoso, carretera AL-3106, y seguir hasta el desvío con la AL-4200, la cual tomaremos para desviarnos a la izquierda unos pocos kilómetros más adelante. Seguir las indicaciones por un camino que ha dejado de ser carretera.
Accesos: el camino discurre al lado de la torre.
Coordenadas:
36.85544, -2.015


martes, 3 de septiembre de 2024

Carboneras, torre de Mesa Roldán

Nombre:   Torre de Mesa Roldán o de La Mesa Roldán.
Localidad: Carboneras.
Municipio: Carboneras.
Provincia:  Almería.
Tipología:  Torre costera artillada.
Datación:  siglo XVIII.

Situación: se encuentra en el término municipal de Carboneras, a medio camino entre la Punta de la Media Naranja y la de Los Muertos, o sea en el Parque Natural del Cabo de Gata-Níjar, sobre un promontorio de escasa pendiente hacia el norte, que es su acceso, y muy escarpado hacia el este y sur. Se trata de uno de los puntos de mayor altitud —más de 210 metros— del litoral almeriense, a la vez que más curiosos, pues el terreno es un domo volcánico, lo que viene a ser el tapón de un volcán.
El topónimo mesa es como se denomina a la elevación del terreno, de laderas abruptas, coronadas por una plataforma.
A su izquierda está el faro del mismo nombre. Este faro, con un alcance de 23 millas y una señal de 4 destellos cada 20 segundos, entró en funcionamiento el 31 de diciembre de 1863, y fue electrificado en 1972. Es el segundo faro más alto de España, después del de la Torre de los Lobos en Realquilar.
El faro desde la torre.


Datos históricos:
Ya había noticias en 1497 de una torre de origen árabe en este lugar. Se trata de una instrucción por la que se le asignaban una guarnición de dos soldados.
Un informe de 1571 señalaba que, tras la expulsión de los judíos, la torre se encontraba en estado de abandono, por lo que se nombró a Hernando de Hurtado, en 1584, para que realizara las obras necesarias que reactivaran la actividad militar de la torre. Pero nunca llegaron a realizarse.
Hasta el siglo XVIII fue la guarnición del castillo de Carboneras la encargada de vigilar los alrededores de Mesa Roldán.
La torre que hoy vemos es otra más de las trece —se construyeron doce, de las cuales se conservan diez— que incluía el “Reglamento que Majestad manda observar a las diferentes clases destinadas al Real servicio de la costa del Reino de Granada en 1764”, y que fue publicado el 18/agosto/1764. Ese reglamento se redactó como consecuencia del informe que firmó Antonio María Bucarelli y Ursúa — antes de que marchara a América a ocupar el cargo de Gobernador y Capitán General de la isla de Cuba primero, y Virrey de Nueva España después—, que contemplaba las necesidades que tenía la costa del Reino de Granada en lo que a su defensa y prevención contra ataques de piratas berberiscos se refería, y cómo debían de ser cubiertas.
Su construcción vino a sumarse al sistema defensivo de la costa mediterránea que desde hacía tiempo se había comenzado a ejecutar: bien con nuevas torres almenaras, o con el aprovechamiento y reutilización de otras de origen árabe. Además, el Reglamento de 1764 vino a ampliar aquel sistema con la construcción, hasta bien avanzado el siglo XVIII, de torres almenaras, de casas fuertes y de baterías para dos y cuatro cañones, situadas en ensenadas y dotadas con elementos suficientes para repeler desembarcos de piratas y similares.
Torres como la de Mesa Roldán son el resultado de la evolución de la torre costera: se pasa de su utilización como punto de vigilancia y aviso, a lugar desde el que poder rechazar al enemigo con artillería; la torre deja de ser una simple almenara para pasar a convertirse en un baluarte, un bastión artillado que, en el caso de estas torres, denominadas de pezuña, era de dos cañones.

Se edificó según proyecto de José Crame, y sus obras terminaron en diciembre de 1766. Fue sufragada por Carlos de Aguado en la cantidad de 85.000 reales, que era lo presupuestado por la Corona; por ello obtuvo como recompensa el grado de Capitán de Caballería y sus correspondientes emolumentos.
A la torre se le asignó una dotación de un cabo y tres torreros que estarían abastecidos desde el castillo de Carboneras.
En 1768, durante una fuerte tormenta, fue afectada por un rayo que apenas la dañó, pero sí a los cobertizos que tenía adosados, manteniéndose operativa.
Una vez construida se observó su inutilidad pues al encontrarse tan elevada con respecto al plano del mar, a la vez que tan distante, hacía ineficaz el tiro de su artillería. A su favor hemos de decir que como atalaya era excelente,
En la segunda mitad del siglo XIX fue asignada Cuerpo de Carabineros, pero no hay constancia de que fuera ocupada.
Terminada la Guerra Civil, pasó a la Guardia Civil, como todos los edificios que habían sido ocupados por los Carabineros
La torre a mediados del siglo pasado (de torresenverde.com)

Descripción, arquitectura y construcción:
De volumen compacto y proporciones poco esbeltas, su característica más representativa es su forma, que se llamó de pezuña, al igual que las diez que quedan de las trece que se proyectaron.
Su volumen es un troncocónico, de planta semicircular en la cara que mira al mar —al sur—, prolongándose sus lados hacia tierra 7’30 metros, y presentando estos una escarpa de 0’85 metros. La fachada que mira a tierra —al norte—, de 15’10 metros de largo, está compuesta por dos semibaluartes que conforman un hornabeque.
La torre se apoya sobre un plinto de 1`50 metros de altura y que sobresale del plano de la torre unos 0’50 metros.
Otras medidas son: altura unos 11 metros, algo más de 53 de perímetro en la base, y un espesor de sus muros de 3 metros en la cara curva y 1’35 en los del hornabeque.
Es en la fachada trasera tiene el acceso, en un hueco (1) a la altura de la planta primera, situado en la cara interior del semibaluarte de la derecha, a unos 6 metros del suelo, por lo que se entiende que para acceder a la torre siempre fue necesaria una escala que se recogía hacia el interior. Enfrentada al acceso, en la cara interior del otro semibaluarte, se abre una doble aspillera (2) para protección del hueco de la entrada.
Una vez dentro, un pequeño vestíbulo distribuye a dos saeteras (5) para defensa de la fachada norte, y a continuación un pequeño espacio (6) con saeteras para un vigía, que en la actualidad están muy deterioradas. Una corta escalera (7) parte del vestíbulo y baja a la estancia principal. Es de planta semicircular, 8’72 metros de diámetro y 5’25 de altura. En ésta se encuentra la chimenea (12) y unas alacenas (11). La ventilación de este espacio se hacía mediante dos ventanas enfrentadas (9) orientadas a este y oeste, con unos nichos (10) a su lado, para protección de los torreros.
La estancia principal queda cubierta con una bóveda de ladrillo; en su centro se abre un hueco (13) que comunica con la planta baja y que servía para izar la munición.
A la planta baja se llega mediante prolongación de la escalera (7), en dos tramos. Actualmente se puede acceder a ella mediante una puerta, abierta a mediados del siglo pasado, orientada al sur.
En esa planta estuvieron los almacenes y la Santa Bárbara. Su altura interior es de 3’30 metros y se cubre también con bóveda de ladrillo.
A la azotea se llega mediante una escalera (nº 4). A mitad de la subida, se abre un hueco (nº 3) orientado a la entrada. La azotea es amplia, con capacidad para dos cañones de 24 libras, y rodeada por un antepecho en muy mal estado, corrido (barbeta) y sin almenas. Este antepecho quedaba marcado desde el exterior mediante una doble moldura, que recorre todo el perímetro de la torre.

Fachada sur de la torre.



Fachada trasera, al norte (hornabeque).

Materiales: toda la torre está construida en mampostería de piedra muy irregular, de mediano tamaño, y está guarnecida casi en su totalidad, tal como fue construida originalmente. El plinto está enteramente desguarnecido.
Los huecos de puertas y ventanas están ejecutados con ladrillos, así como como la moldura del pretil de la azotea y las esquinas de los medios baluartes. Las esquinas del hornabeque son sillares.
Estado: Aunque aparenta estar en buen estado, la realidad es que su inaceptable abandono se hace notar. Esta situación está agravada por la cantera cercana que ha deteriorado no sólo el paisaje, sino también su entorno más inmediato.
En breve tiempo se podrá decir que su estado es de ruina progresiva, por lo que urge alguna obra de restauración.


Propiedad actual: Pública (¿?).
Uso: Ninguno, sólo embellece aún más el paisaje.
Visitas: se encuentra cerrada, por lo que las visitas se limitan al exterior que, por supuesto, son libres.
Protección: Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.
Está declarada Monumento Nacional desde 29/junio/1985, y Bien de Interés Cultural desde el 22 de junio de 1993.
Clasificación subjetiva: 2, o sea, que si se pasa cerca y se va con tiempo pues se acerca uno a verlo. Es decir, que se incluirá en una ruta de viaje, pero no pasa nada si luego no se visita, lo que no es recomendable. Mejor ir a visitarla y recrearse con el paisaje, que es de lo mejor de la costa almeriense.


Carboneras desde la torre.

Cómo llegar: Carboneras y Agua Amarga están unidas por la carretera AL-5016; hacia la mitad está el acceso a la playa de Los Muertos y su parquin. Justo al lado parte una estrecha carretera que, en unos minutos, nos lleva hasta la torre y el faro.
Accesos: todo por carretera, después aparcar junto a la torre.
Coordenadas:
36.9416355809281, -1.909380139408834