Localidad: Burgos.
Municipio: Burgos.
Provincia: Burgos.
Tipología: Castillo medieval.
Datación: siglos IX-XV.
Situación:
El castillo de Burgos se sitúa en el Cerro de San Miguel, a unos 75 metros sobre el nivel de la ciudad, y a 860 sobre el nivel del mar; en el interior de un parque-bosque que hasta mediados del siglo pasado carecía de cobertura vegetal, al tratarse de terrenos militares.
Desde este enclave, se ofrecen unas inmejorables vistas de la ciudad.
Datos históricos:
En el año 884 se levantó una pequeña fortaleza en el conocido hoy como cerro del Castillo o de San Miguel, por orden del conde Diego Rodríguez Porcelos, a quien había enviado el monarca Alfonso III —rey de Asturias, llamado el Magno, 852-910, y que es considerado como el último rey asturiano y el primero leonés—, para intentar detener el avance musulmán. Con el tiempo, aquella pequeña fortificación levantada en la margen derecha del río Arlanzón, aumentaría en importancia y se convertiría en alcázar real. A los pies del cerro iría creciendo una población que sería capital de Castilla.
Sería en tiempos de Alfonso VIII de Castilla —11/noviembre/1155-05/octubre/1214—, cuando el castillo adquiere sus primeros cambios, para terminar ya con Enrique IV —05/enero/1425-11/diciembre/1474—, hermano de la reina Isabel, convertido en un auténtico palacio. El llamado palacio de Alfonso X (¿?) fue realizado por los dos predecesores de Enrique IV: su padre Juan II y su abuelo Enrique III.
En agosto de 1474 fue asediado por Fernando el Católico durante la guerra contra Juana la Beltraneja, durando el cerco hasta enero de 1476. El castillo, y su alcaide, estuvieron apoyando a la Beltraneja, mientras que la ciudad de Burgos lo hacía a Isabel. Se cuenta que los combates fueron muy violentos, incluyéndose zapas que buscaban volar muros y torres y, sobre todo, el pozo que abastecía de agua a los sitiados. Una vez en poder de los Reyes Católicos, estos lo remodelaron adaptándolo al fuego artillero. Durante el siglo XVI fue sede de la primera escuela para formación de artilleros que ha habido en España.
Su escasa adaptación a las nuevas técnicas de la guerra, así como por la lejanía de los conflictos bélicos, le restaron importancia a lo largo de la Edad Moderna., y se llegaron a fabricar pólvora y municiones.
En 1736, bajo el reinado de Felipe V, sufrió un gran incendio que casi lo destruye por completo. Por esa época ya había perdido toda su importancia militar.
Durante la Guerra de la Independencia fue ocupado por el ejército francés que, por orden de Napoleón, lo reconstruyeron parcialmente, construyendo un hornabeque, suponiendo las obras una gran transformación del recinto.
Asedio del castillo por parte del Duque de Wellington. |
Como no podía ser de otra manera, fue parcialmente volado por los franceses cuando estos lo abandonaron en 1813, después de haber sufrido un asedio por parte del Duque de Wellington; aquella explosión fue tan fuerte, que su onda expansiva llegó a destruir las vidrieras de la catedral, y fallecieron más de doscientos soldados franceses. Pero antes, al ocuparlo, fue reconstruido por orden de Napoleón.
También fue testigo ocasional de algún enfrentamiento durante las Guerras Carlistas en el siglo XIX, y ya en el XX, en la Guerra Civil, se instaló una defensa antiaérea en su recinto.
Este castillo fue cárcel real, entre sus muros estuvieron presos García de Galicia y Alfonso VI de León, este último tras ser derrotado por su hermano Sancho II, con la ayuda de Rodrigo Díaz, en la batalla de Golpejera (1072); y en 1277 fue aquí ejecutado el infante D. Fadrique de Castilla, hijo de Fernando III el Santo y hermano de Alfonso X el Sabio, según consta en los Anales del reinado de Alfonso X.
Descripción, arquitectura y construcción:
El castillo de Burgos lo conforma un doble recinto concéntrico, de planta poligonal irregular, formado por un antemuro apenas reforzado por torres; sólo dos pequeños cubos sobresalen de la muralla en su lado oriental y una barbacana, con puerta flanqueada por dos pequeñas torres semicirculares, en su esquina sureste, de reciente excavación. Esta puerta, construida en época de Enrique IV, comunicaba más directamente con la ciudad, por lo que era muy usada por gente a pie. Quedó destruida tras la explosión de 1813.
El recinto interior está configurado por una fuerte muralla de hasta 2’30 metros de ancho que, al igual que la barrera, dispone de pocos cubos —han desparecido los de sus lados norte y oeste—, uno en el sur y tres en la fachada este; estas son las zonas del castillo aparentemente más fuertes, siendo el resto de las murallas en la actualidad continuas, sin refuerzos en sus esquinas; el resto de su perímetro tuvo un foso y puente levadizo. Todas sus murallas han perdido su almenado.
Puerta de acceso en su fachada oeste. |
La puerta principal se abre bajo un arco escarzano en la fachada oeste del antemuro y se enfrenta a la que hubo en la muralla, de la que no queda nada, sólo el sitio donde se supone que estuvo.
Una vez en el interior del castillo, a derecha e izquierda, se aprecian los arranques de las edificaciones que tuvo, destacando en el lado sur los restos de los que fue el llamado Palacio de Alfonso X.
El palacio de Alfonso X tuvo tres plantas y de él sobresalía una torre a la que se tiene por qué considerar como torre del Homenaje, pues se cree que este castillo no la tuvo. Estuvo abierto al Patio de Armas por una fachada porticada. Fue residencia real y su interior estuvo muy decorado con elementos mudéjares. Parte de su decoración se puede contemplar hoy en el Arco de Santa María, puerta principal de la muralla urbana de la ciudad.
Interior del Pozo (de guiasturisticosburgos.com) |
Además del pozo, en el castillo existe una red de pasadizos subterráneos, de más de 300 metros de longitud, que fueron construidos durante el asedio de Fernando el Católico en 1475. Estas galerías están a una profundidad de entre 6 y 10 metros y sirvieron para la colocación de minas que forzaran el fin del sitio.
Desde el pozo parte una contramina que llega hasta la liza del castillo y cuya función, se cree, era la defensa del propio pozo, ante la posibilidad del envenenamiento de sus aguas por parte del enemigo.
Una duda: leo en diversos textos de páginas web, que existe una torre albarrana en este castillo; sin embargo, no la vi cuando lo visité, ni la identifico en ninguna de las fotografías que hice desde el exterior, ni de las que veo en la red. ¿Existe o no dicha torre albarrana? La duda queda resuelta al contemplar la maqueta que del castillo encuentro y en la que se ve una torre de planta cuadrada, ligeramente separada de la muralla, junto a puerta. ¿Sería esa la torre albarrana?
Materiales:
Predomina la piedra, sillería y sillarejos.
Estado:
En 2003 finalizaron importantes obras de reconstrucción y restauración que incluyeron un centro de interpretación y el Museo Arqueológico, permitiendo de esa manera que pueda ser visitado. El resultado de aquellas es lo que hoy podemos contemplar, por lo que podemos decir que de la obra original nos ha llegado muy poco, lo que no invalida todo el trabajo realizado recientemente.
En la actualidad está nuevamente sometido a obras de consolidación, lo que determinará que se lo considere como una ruina consolidada.
Vista de la muralla oriental (de guiasturisticosburgos.com) |
Interior del castillo, restos del palacio (de guiasturisticosburgos.com) |
Propiedad actual:
Uso: Actualmente ninguno, si acaso, es protagonista de las obras a las que está sometido.
Su uso posterior será el turístico, el cual ya tuvo.
Visitas: Cuando lo visité se encontraba cerrado, con obras de reconstrucción y rehabilitación.
Protección: está declarado Bien de Interés Cultural desde 1949.
Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949 y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.
Clasificación subjetiva: 3, Se incluirá obligatoriamente en ruta de viaje, o lo que es lo mismo, se hará todo lo posible en esta vida por visitarlo.
Otras cuestiones de interés:
Fuera del recinto del castillo y frente a la puerta principal se levantaba el templo de Nuestra Señora la Blanca, que fue mandado construir por el conde Diego Rodríguez Porcelos, en el lugar donde apareció una imagen de Nuestra Señora. Aquella imagen fue encontrada por su hija, de nombre Blanca, de la que sin duda viene la advocación; terminó siendo la patrona Burgos. Durante la Edad Media fue una de las parroquias más importantes de la ciudad, permaneciendo hasta la Guerra de la Independencia, cuando, a causa de los diferentes asedios que sufrió la fortaleza y sobre todo por la voladura del castillo que afectó de manera definitiva al templo, quedando totalmente destruido.
En el castillo de Burgos se instaló una de las numerosas torres, concretamente la nº 27 de la línea que comunicaba Madrid con Irún —la línea de Castilla— que se construyeron para comunicar, mediante telégrafo óptico, el centro de la península con el norte. Fue en el siglo XIX cuando se implantó este sistema, y del quedan aún restos de muchas de aquellas torres a lo largo de nuestro país.
Cómo llegar: Situado en el centro de la ciudad, aunque aislado en el cerro, es fácil de llegar hasta la puerta, bien andando o en automóvil. Está muy bien señalizado.
Accesos:
Coordenadas: 42.34271, -3.70826