martes, 22 de noviembre de 2016

Constantina, castillo

Paseo hoy, nuevamente, por un castillo de un pueblo de la Sierra Norte de Sevilla. Un pueblo que concentra y nos muestra vestigios de siglos y evocaciones de distintas culturas que se dejaron caer por estas tierras a lo largo y ancho de los calendarios. Hasta tal punto es atrayente el pueblo que en junio de 2004 fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) con la categoría de Conjunto de Interés Histórico-Artístico. Y es que no es para menos, porque recorriendo sus calles vemos iglesias, torres, conventos y casa señoriales. Y no sólo edificios puntuales, que este pueblo también nos muestra y seduce con barrios enteros, como el de la Morería, o las calles que allí llaman las Cuestas, en la ladera del cerro donde se levanta el castillo. Y también buena comida. Y en los alrededores bellos paisajes y aire limpio.

Pero a ver, que el motivo de mi blog son mayormente los castillos, aunque al visitarlos jamás renuncio a complementos que encuentre por los alrededores, los que los tiempos nos permita. No suelo reflejar esos temas aquí, ni siquiera de pasada, voy directo a lo que toca, que siempre es el castillo.
Bueno, primero cómo llegar hasta el lugar y después algo de historia. Vamos con ello.
Estamos en Constantina, en el Parque Natural de la Sierra Norte de Sevilla. Desde mi ciudad lo mejor es tomar la A-4 en dirección a Carmona y ahí la A-462 hacia Lora del Río. Atento a las indicaciones: en Lora coger la A-455 y 30 Km. después encontraremos Constantina. Sus calles son estrechas y la circulación está algo complicada, pero preguntando se llega a Roma, en este caso al castillo; andando es un corto paseo, y en coche más corto aún y casi hasta la puerta del castillo.
 constantina

La actual población viene de un asentamiento celta que fue llamado Laconimurgi y modificado por los romanos que lo denominaron Constancia Iulia . Los romanos vieron en este lugar un estratégico enclave en el camino que unía Lusitania con el valle del que por entonces se llamaba río Betis, además de estar interesados en la explotación de recursos naturales como la minería de la plata y el cobre.
Los árabes plantan el castillo y el pueblo se va desarrollando por la ladera del cerro, el llamado Barrio de la Morería.
En 1247 engrosa la lista de los lugares reconquistados por Fernando III, que lo incorpora a la jurisdicción de Córdoba. Pero reinando Alfonso X pasa a la de Sevilla incluyendo su castillo, que para algunos formaba parte de lo que se denominó la “banda gallega”, pero a mí me parece que queda algo lejos de lo que fueron aquellas líneas de defensa.
Terminados los conflictos de banderías entre las clases nobles de Sevilla, Constantina es donada a los Reyes Católicos por la Casa de Medina Sidonia; corría el año 1478 y su crecimiento poblacional y económico se desarrollaba de manera paulatina y constante, a lo que ayudó su proximidad a Sevilla, el descubrimiento de América y su industria de vinos y aguardientes.
Y desde entonces a la actualidad, dos guerras y demasiados muertos. Pero esa no es nuestra guerra. Así que vamos con el castillo:
que data de época árabe, manteniendo su estilo almorávide; aunque seguramente asentado sobre un castro romano.
En el siglo XV tuvo modificaciones mandadas realizar por Rodrigo Ponce de León, entre ellas la construcción de un antemuro. 
La torre del homenaje antes del desastre

 
La misma torre ya reconstruida

La primera vez que lo visité fue en el año 2006. Ya por entonces se habían consolidado los arranques de las tres torres orientada al oeste y casi toda la muralla perimetral. Sin embargo se apreciaba un evidente deterioro en su fachada este y en la torre del homenaje. El hecho de que en junio de 1985 fuera declarado Bien de Interés Cultural no estaba evitando la progresión de su ruina.

Hasta el verano de 2009 se estuvo interviniendo en el castillo en lo que parecía compatibilizarse esas intervenciones con el avance del deterioro. Pero la desidia de la Administración y, sobre todo, la meteorología pudieron más; y fueron las lluvias del invierno de 2010 las que debilitaron totalmente la base de la torre del homenaje, y la noche del 9 de marzo se desplomó.
Entrada al castillo, desde el interior
Comparar con la foto anterior
Las obras de reconstrucción de esa torre y de consolidación de las otras dos, comenzaron en febrero de 2013 para concluir trece meses después. Por entonces, todos los medios de comunicación recogieron la noticia, unos criticando la situación a la que se había llegado y la mayoría alabando su feliz conclusión; de los puristas del tema mejor no hablamos. Ni que decir tiene que la reconstruida torre fue inaugurada por todo tipo de autoridades en junio de 2014.
El patio de armas en 2006

El patio de armas actualmente
Ahora su descripción morfológica:

Es de planta poligonal teniendo su diagonal mayor unos 90 metros. En su centro un gran patio de armas con aljibe, y completando las murallas siete u ocho (¿?) torres, de las cuales se conservan dos, los arranques de tres y la recién reconstruida del homenaje. A excepción de esta última, todas son de planta circular, y las tres que aún están en pié se cubren con bóvedas vaidas.
Justo en la entrada, la torre del homenaje protegiendo el acceso en recodo que está orientado hacia la población. Es de planta irregular, con lados rectos y curvos, de unos 12 metros de altura, dos plantas en su interior  y debió estar almenada.

Resumiendo, hemos paseado una fortificación pequeña y sobria, castigada por el tiempo y un poco por el olvido, pero que desprende historia e identidad. Y para rematar la jornada, ver terminar la tarde desde arriba con el pueblo a los pies. Ha sido un buen sitio para echar el día.


Estado de conservación:
Parcialmente restaurado
Protección:
—Monumento de interés histórico artístico bajo la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.
—Bien de Interés Cultural desde junio de1985.
—Desde 1993 está incluido en el reconocimiento especial a los castillos de la comunidad por parte de la Junta de Andalucía.

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