Hoy paseo por
otra más de las denominadas, en el Aljarafe sevillano, como torres Mochas (las
otras están en Albaida del Aljarafe, Benacazón y Espartinas). Fueron
construidas para vigilar y proteger esas tierras, como una cadena que rodeara y
salvaguardara Sevilla por el oeste, convirtiéndose así en el primer recinto defensivo
de la ciudad. Pero una vez terminada la Reconquista, y desaparecida la amenaza
de ataques musulmanes, fueron demolidas sus almenas como una medida más de
control de los poderes locales por parte de los reyes, que en este caso eran
los Católicos.
Esta torre se
levanta junto al camino que unía Albaida con Gerena (actualmente es la
carretera SE-527) y por su ubicación hace suponer que controlaría ese camino,
pues desde aquí se enlaza visualmente con la torre de D. Fadrique en Albaida,
población cuyo origen es anterior al de Olivares; también controlaría el curso
del arroyo de la Torre que, muy cerca, desemboca en el río Guadiamar. Su
posición, ya vemos, era muy acertada ante las posible incursiones cristianas,
dominando hacia el norte toda la vega, y quedando protegida al sur por la
ligera elevación del Aljarafe.
En más de una ocasión he dicho que todo lugar que se precie debe tener un
pasado romano, y Olivares no va a ser menos; así que digo ahora que en éste
lugar hubo, al menos, una villa romana y cerca, en el Cerro de la Cabeza, una
pequeña población de tiempos de César Augusto.
Con la reconquista de la comarca (siempre Fernando III, mediados del siglo
XIII), estas tierras las reciben los infantes Manuel y Fadrique; en 1356 y con el nombre de Estercolinas, ya son
propiedad de Álvaro Pérez de Guzmán, así como el vecino pueblo de Heliche, ya
desparecido.
Sigamos con los guzmanes: en 1484 el Guzmán de turno ya era Duque de
Medina-Sidonia; pues bien, su cuarto hijo, Pedro de Guzmán, es reconocido por
el Emperador con el título de Conde de Olivares, fundando su mayorazgo en este
lugar y cambiando el nombre de Estercolinas a Olivares. El primer conde de
Olivares construyó en el pueblo un palacio, de estilo renacentista.
Un último apunte: el tercer Conde de Olivares fue también primer Duque de
Sanlúcar, aunque ha pasado por la historia como Conde-Duque de Olivares, sólo.
Se llamaba Gaspar de Guzmán y Pimentel, fue valido de Felipe IV y en su momento
el hombre, tal vez, más poderoso de la Tierra; de Olivares, de ahí al lado.
Ahora salgamos
del pueblo y vayamos a la torre siguiendo el mapa de más arriba:
La torre es almohade, probablemente
del siglo XII. Se emplazaba junto a un pequeño poblado, una alquería islámica,
que dejó de tener entidad una vez la pierden ante los cristianos.
En 1248 pasa a la propiedad de D.
Alfonso de Molina, hermano del rey Fernando III, cuando éste conquista la
ciudad de Sevilla y sus alrededores. A la torre la llamaban por entonces Torre
del Alpechín.
De D. Alfonso pasa a la Orden de Alcántara
en 1261, y de ésta, en 1277, al cabildo de Sevilla mediante privilegio que
otorgó Alfonso X.
Decía que la
torre es mocha, que no tiene almenas, que se las mutilaron como signo de poder
de los reyes sobre los nobles, y de sumisión de éstos hacia aquellos. Así que
actualmente no la podemos contemplar en toda su integridad; en su reciente
reconstrucción no se han ocupado de las almenas, lo cual, desde aquí,
agradezco.
Como tampoco podemos ver las bóvedas de
arista de cada una de sus plantas, aunque sí los arranques de ellas. También ha
desparecido la escalera que las unía, aunque probablemente y al no apreciarse
ningún resto de apoyo, hace suponer que dicha escalera fuera de madera.
La torre es de planta cuadrada y,
actualmente, sus muros son de tapial y ladrillos. Fue construida completamente en tapial, pero
la reconstrucción que antes mencionaba nos la dejó como la vemos. Originalmente
sólo tuvo ladrillos enmarcando las ventanas de la última planta, las únicas de
que dispone, y la puerta de acceso, adintelada bajo un arco de descarga.
En la segunda planta se abren
saeteras en todas sus caras, al igual que numerosos mechinales que hoy son
nidos de la colonia de pájaros que allí reside, fuera y dentro de la torre.
Las ventanas de la última planta y los ladrillos de la reconstrucción |
A pesar de
ello, su reconstrucción y los pájaros, la torre sigue siendo un excelente
ejemplar de la arquitectura militar almohade
La torre de San Antonio en el paisaje |
Nombre: torre de San Antonio.
Municipio: Olivares.
Provincia: Sevilla
Tipología: Torre atalaya.
Época de construcción: siglo XII
Estado: bueno, reconstruida y consolidada a principios del siglo XX
Propiedad: pública.
Uso: colonia de pájaros, y queda
bonita en el paisaje.
Protección: Bajo la protección de la
Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la ley 16/1985 sobre
Patrimonio Histórico Español.
En
el año 1993, la Junta
de Andalucía otorgó reconocimiento especial a los castillos de la Comunidad Autónoma
de Andalucía.
Visitas: Libre acceso, sólo el
exterior.
Otras cuestiones de interés:
A
finales de Septiembre se celebra en el entorno de la torre la Romería del
Verdeo.
Y
en Olivares, el palacio del Conde-Duque de Olivares.
No
olvidar que desde el año 2002 se celebra en Olivares una feria dedicada al
barroco y ambientada en el siglo XVII.
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