En el término municipal
de Los Molares, comarca de La Campiña, en la provincia de Sevilla, muy cerca de
Morón de la Frontera, agazapada en el paisaje y como vigilando desde el oeste
la base aérea hispano americana, se encuentra, rota y abandonada, la torre del
Barro, o del Bao, como ustedes gusten.
Para llegar hasta ella
tomen la A-92, y pasada Alcalá de Guadaira, desvio a la derecha por la A-360; a
escasos metros dejamos al lado el castillo de la Marchenilla a pesar de las
irrefrenables ganas de parar (ya lo haremos en otra ocasión). A continuación
una larga recta, algún cruce, una curva, un puentecito sobre el arroyo de la
Guadairilla y, atento que hacia el kilometro 25, a la diestra y sobre un campo
de cultivo,coronando una inapreciable loma que desciende suavemente hacia el
este, está la Torre del Barro. O lo que queda de ella, poco, apenas la planta
baja.
Estamos en lo que fue la
vía que unía Hispalis (Sevilla) con Morón de la Frontera, pasando por
Lugurgentum (Alcalá). Aquí debió levantarse un núcleo rural de considerable
dimensiones entre los siglos I aC y IV dC. Después llegaron los árabes y a
continuación los cristianos. De estos últimos moradores sólo perdura esta torre
que, a la vista está, se encuentra en estado de ruina avanzado y posiblemente
imparable.
Decía que se encuentra
en el término municipal de Los Molares, población que desde antiguo posee una
fortaleza y, desde más antiguo aún, otros elementos que la hacen merecedora de
un artículo de más enjundia y extensión. Dejaré para otro momento detalles de su
historia y demás.
Hoy toca sólo la torre del Barro, de la cual escasos datos
encuentro, casi ninguno, perolos poco que tengo quedan relatados a
continuación:
Aquí hubo
un poblamiento desde el siglo XIV, pues hacia 1336 el rey Alfonso IX concedió
al por entonces alcalde mayor de Algeciras, Alvar García de Yllas, unas tierras
cerca de Los Molares con la finalidad de repoblarlas a la vez que protegerlas;
donación que se vio incrementada en años posteriores, seguramente como premio a
la buena labor que estaría haciendo el bueno de Don Alvar. Y como uno de los
fines de la donación era la defensa del territorio, el donatario levantó una
atorre de grandes dimensiones y fuerte apariencia, que sirviera de atalaya y
refugio a los pobladores en caso de algarada enemiga.
Sin
embargo, y aún sin finalizar el siglo XIV, estas tierras fueron abandonadas por
los colonos y también la torre que, a pesar de sus buenas características y
mejor ubicación con respecto a otras fortificaciones próximas, nunca volvió a
ser utilizada. Es natural que, abandonada desde hace tanto, la contemplemos hoy
en ese estado tan lamentable.
Decíamos
que es de grandes dimensiones; planta cuadrada de aproximadamente 12 metros de
lado. Decíamos también que sólo se conserva la planta baja, y de ella los muros
que la delimitan; ha desaparecido la bóveda que cubría esta planta, aunque
quedan las cuatro pechinas que la sustentaban, y la escalera de acceso a
plantas superiores. Como mínimo debió tener otra planta más y azotea con
pretiles almenados.
La fábrica
de sus muros es de sillares en el zócalo y en las esquinas, y sillarejo en el
resto, presentando relleno interior con mortero de cal y mampuestos, todo ellos
sobre unos cimientos de cantería, a falta de rocas en el terreno. Los
mampuestos de los muros se regularizan con verdugadas de ladrillo, cubriéndose
todo el paramento con varias capas de mortero de cal.
Como
curiosidad decir que en los restos de enfoscados de sus muros se pueden
apreciar esgrafiados que simulan las juntas de supuestos sillares, a modo de
engaño o ilusión óptica.
A pesar de los
magníficos materiales utilizados en su construcción, la torre no ha podido
sobrevivir al tiempo, ni al cronológico ni al meteorológico; ni tampoco a la
expoliación a laque ha estado sometida, que aunque ha sido severa, por suerte
no ha sido total. A ver si alguna autoridad con influencia, la que sea, pasa a
su lado, se le enciende alguna lucecita y decide que algo habrá que hacer para
no perderla del todo. Venga, anímense.
Nombre: torre del Barro o del
Bao.
Municipio: Los Molares.
Provincia: Sevilla
Tipología: Torre atalaya.
Época de construcción: siglo XIV
Estado: restos en estado de
ruina progresiva, integrados en un campo de cultivo.
Propiedad: privada.
Uso: ninguno, pero queda
bonita en el paisaje.
Protección: Bajo la protección de la
Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la ley 16/1985 sobre
Patrimonio Histórico Español.
BIC, inscrito en el BOE de 29-06-1985
Visitas: Libre acceso
Otras cuestiones de
interés (pero
en Los Molares):
El castillo, de origen medieval, de principios
del siglo XIV y del que ya hablaremos otro día.
Iglesia de Santa Marta, de estilo mudéjar,
reformada en los siglos XVIII y XX; destaca una escultura de Santa Clara de
mediados del siglo XVII.
El mercado medieval, conocido como la Feria de
la Seda, recordando la antigua feria de paños; se celebra, desde el año 2005 en
los primeros días de octubre.
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