![]() |
de catedralalmeria.com |
Este obispo, que se encargaría no sólo de impulsar el
patrimonio religioso de la ciudad, acomete la obra del nuevo templo con la
pretensión de dotarla de un carácter de fortaleza que sirviera, además de su
naturaleza espiritual, como defensa efectiva ante los ataques de piratas
berberiscos que asolaban las costas mediterráneas. Se erige así la segunda
fortaleza de la ciudad, complementado a la Alcazaba en sus labores defensivas,
y además sirviendo de refugio a los habitantes en caso de ataques externos, e incluso
ante posibles revueltas de la población morisca.
La nueva catedral comienza su construcción en 1534, y casi en
su totalidad es el obispo el principal, junto con aportaciones del pueblo —la
nobleza se negaba a aportar sus correspondientes diezmos—, valedor económico de
las obras, las cuales se prolongarán durante los treinta y cinco años
siguientes.
El obispo Fernández de Villalán encarga, probablemente a Diego
de Siloé el diseño de la obra, el cual adoptará para ella un estilo gótico
tardío. El nuevo edificio se irá extendiendo sobre más de cinco mil metros
cuadrados para terminar configurándose como un gran castillo con torres,
contrafuertes, adarves, troneras, aspilleras, murallas y todos los elementos
constructivos necesarios para poder repeler cualquier tipo de asalto desde el
mar y la tierra, incluida la artillería, lo que se aprecia en el grosor y la,
relativamente, escasa altura de sus muros. Además, se la dotó de cubiertas
planas para que pudieran alojar cañones.
![]() |
de almeriacosta.com |
En 1555 es contratado Juan de Orea que, aunque siguió
los diseños del proyectista, terminó introduciendo algunos elementos
renacentistas propios del siglo XVI, siguiendo las nuevas tendencias
constructivas italianas. Es por ello que en el interior contrastarán
notablemente los arcos ojivales, las bóvedas góticas y sus nervaduras con los
arcos de medio punto clásicos, los frontones y las columnas renacentistas que
dan al conjunto el verdadero aire artístico del siglo XVI.
De aquel arquitecto son obras tales como: la capilla de San
Indalecio, la de la Piedad, la Sacristía, el coro y su sillería, el sepulcro
del obispo Villarán y las dos puertas, la de los Perdones y la puerta Norte,
que es la principal.
Con el paso de los años las obras fueron ampliándose, sobre
todo bajo el obispado de fray Juan del Castillo y Portocarrero en el primer
tercio del siglo XVII, que, entre otras, promovió y pagó la construcción
de la Capilla del Sagrario, anexa a la Catedral, y la terminación de la torre
campanario a la que en 1613 le añadió el cuerpo de campanas.
También durante esta época, y ante el incremento de los
ataques de piratas argelinos, se dotó al templo de nuevo y numeroso armamento,
que se iría renovando a lo largo de todo el siglo XVII. A pesar de la
tensa situación, no dejaron de construirse capillas, como las del Carmen, San
Lorenzo y San Ildefonso.
En el siglo XVIII José Sánchez remodeló la Capilla
Mayor, uniéndola al deambulatorio; Ventura Rodríguez diseñó y ejecutó el
trascoro; Eugenio Valdés y Juan de Salazar y Palomino el tabernáculo, y Juan
Antonio Munar el claustro.
Las remodelaciones siguieron durante los primeros años del siglo
XX, destacando la restauración del claustro y la torre en 1913, pues
se habían visto dañados por el terremoto de 1910.
![]() |
de catedralalmeria.com |
Lástima que gran parte del rico patrimonio con el que se fue
dotando a la catedral a lo largo de los siglos, fuera destruido, incendiado o
expoliado durante la Guerra Civil. En aquella contienda, la catedral fue utilizada como
almacén y refugio de la población civil, lo que en parte ayudó a preservarla.
Poco que comentar, mejor nada, pero sí lamentarlo hasta el
infinito. Mucho de aquello, al día de hoy, ha sido reconstruido e incluso
aumentado, por fortuna, gracias a gobernantes y estamentos con distintos gustos y mejores talantes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario