martes, 2 de agosto de 2016

Marbella, castillo de Marbella o de La Madera

Busco en la red datos sobre el origen del castillo de Marbella y la palabra que más aparece es posiblemente: posiblemente fuera construido hacia el siglo X, o posiblemente en el IX; que posiblemente fueran los árabes o posiblemente ya existía uno anterior. Que si por entonces era califa Abderramán III (7 de enero de 891-15 de octubre del 961), y entonces habrá que situar su construcción en la segunda mitad del siglo X, más o menos.
Fuera lo que fuese, y cuando fuera, el caso es que aquellos árabes se adelantaron a los de ahora descubriendo el lugar varios siglos antes. A pesar de que los contemporáneos creen haber descubierto Marbella ahora.
El castillo se encuentra en el centro de la ciudad, lo que se viene conociendo como el casco antiguo en las ciudades que tienen casco antiguo; muy cerca de la Plaza de los Naranjos que es donde se halla el Ayuntamiento.
 Es el más importante vestigio que Marbella posee de procedencia árabe, perfectamente integrado en la trama urbana de la ciudad, herencia también de aquellos.
Callejeando entre las murallas con la Compañía.




EL CASTILLO
Decía que fueron los árabes de la época de Abderramán III, primer califa cordobés, quienes probablemente construyeran el castillo —después de que el Califa sofocara la rebelión de Omar ben Hafsun—. Y también decía que probablemente lo levantaran sobre restos de otro anterior, quizás romano, lo que estaría en semejanza con tantos otros castillos cuyos constructores aprovecharon ubicación y materiales de otros anteriores. O esos materiales fueron fruto del acarreo desde la cercana ciudad romana de Salduba.
Sea lo que sea, lo que queda claro es que, en este caso de Marbella, el tamaño de muchos de sus sillares, dicen quienes saben de ello, tienen procedencia romana.
Este castillo fue otra más de las grandes construcciones que los árabes levantaron en la costa del sur de la Península, y es que la costa mediterránea era un preciado objeto de control y vigilancia, no sólo para prevenir ataques desde el norte de África sino también para impedir nuevos levantamientos. Para ello aprovecharon una loma que se elevaba unos treinta sobre el nivel del mar, y que entonces debió tener una buena vista.  Desde aquí, la defensa de la costa se compartía con el castillo de Suhayl en Fuengirola.
En el siglo XIV fue reformado y ampliado.
Extramuros, esquina calle Arte con la Plaza del Castillo.




Fueron los Reyes Católicos quienes lo conquistaron, tras la caída de Ronda, en el año 1485 —concretamente el 11 de junio fue la capitulación—, arrastrando a Fuengirola también a la rendición. Pocos años después, cayó Granada.
Tras su conquista, fue modificado a fin de adaptarlo al uso de armas de artillería.
En algún momento del siglo XIX, el castillo dejó de tener interés militar y fue abandonado, para ser ocupado por distintos tipos de inmuebles que lo desvirtuaron, dejando sólo en pie y visibles, algunos de sus muros para evocación de su pasado.
Apenas dos torres y unos pocos lienzos han llegado a nuestros días. Actualmente, en el interior se levantan algunas construcciones, como un colegio que ocupa lo que en el pasado fue el patio de armas.


Lienzos y torres en la calle Arte.

LOS DETALLES
Cuando hablaba más arriba sobre su origen romana, me refería a algunos de los sillares de sus fachadas sur y este, e incluso se aprecian capiteles romanos incrustados en los lienzos, como si de simples piedras se tratara. Si bien se observan variados materiales, e incluso distintos tipos de morteros, que podrían fechar la construcción en otros tantos momentos de la historia.
Pero en casi todo el conjunto predomina el tapial, material cien por cien utilizado durante todo el período califal.
Lienzo de muralla en la calle Salinas


Torre en la calle Trinidad (obsérvense los capiteles jónicos entre los mampuestos).

Trasladando su perímetro a las calles actuales de la ciudad, diríamos que lo definirían: por el norte la calle Portada; por el este las calles Arte y Salinas; por el sur la calle Trinidad; y por el oeste las calles Carmen, Ortiz del Molinillo y Virgen de los Dolores; aproximadamente.

Su planta es aparentemente rectangular, de una gran superficie —unos 11.000 metros cuadrados—, tanto, que sus murallas llegaron a estar reforzadas por once torres.
Algunos de los nombres de esas torres, según las llamaron los cristianos, fueron:
Torre de la Campana o del Puente Levadizo.

Torre de Santa María o del Cubo.

La de la Campana o la del Puente Levadizo donde confluyen las las calles Portada, Solano y Escuela; la de Santa María o del Cubo en la esquina de las calles Portada y Arte —se le añadió un frontal curvo, por lo de la nueva artillería—; la torre Blanca, entre la plaza de la Iglesia esquina con la calle Carmen; la torre del Reloj, en la calle Carmen; la torre del Chorrón o torre del Homenaje, hacia la mitad de la calle Portada; y la torre de la Puerta del Hierro.
A excepción de ésta última, todas las demás, en mejor o peor estado, han llegado a nuestros días. En el caso de la del Cubo, aún muestra una oquedad que, según cuentan, aún perdura desde el asedio de los Reyes Católicos.
La torre del Reloj en la calle Carmen.

La torre del Chorrón o del Homenaje, en la calle Portada.




Del Servicio Geográfico del Ejército

El castillo estuvo dividido en dos recintos: el castillo propiamente dicho en la parte norte, y una ciudadela al sur.
No olvidar que la ciudad se encontraba rodeada de una cerca en cuya esquina norte se ubicaba el castillo, extendiéndose la población hacia el oeste y el sur.
Tuvo tres puertas: al norte la llamada de Ronda —partía el camino en dirección a esa ciudad—; la puerta de Málaga, orienta al este, frente al antiguo Puente de Málaga; y por último la puerta del Mar mirando al sur.
Hoy en día es difícil determinar con exactitud el trazado de aquella muralla, pero debió ser algo así al mapa siguiente:

Nombre: Castillo de Marbella —Castillos de España, de Editorial Everest, nombra a este castillo como de La Madera (¿?)—.
Municipio: Marbella
Provincia: Málaga.

Tipología: Castillo.
Época de construcción: Segunda mitad del siglo X, aunque hay dudas motivadas por los restos romanos encontrados.
Estado: digamos que su estado es lamentable, reflejando la desidia que hacia él se profesa por parte de las autoridades. Es de suponer que en Marbella debe haber otros intereses turísticos más importantes.
En la esquina entre las calles Portada y Arte, la torre de Santa María luce así de decrépita.

Propiedad: Pública.
Visitas: totalmente libre el entorno, ya que forma parte de la trama urbana; y del interior, todo lo que no impide el colegio existente —al menos así era en agosto de 2011, cuando lo visité—.
Protección: Bajo la protección de la Declaración Genérica del Decreto de 22 de abril de 1949 y la Ley 16/1985 sobre Patrimonio Histórico Español.
Fue declarado Bien de Interés Cultural en 1985.
En el año 1993 la Junta de Andalucía otorgó un reconocimiento especial a los castillos de la Comunidad Autónoma de Andalucía.
Clasificación subjetiva: 2, o sea, que si se pasa cerca y se va con tiempo pues se acerca uno a verla; es decir, que se incluirá en una ruta de viaje pero no pasa nada si luego no se visita —que es lo que hace la inmensa mayoría de los visitantes de Marbella—.

Cómo llegar: Dejar aquí escrito cómo se llega a Marbella me parece un gesto de ingenuidad extremo.
Otras cuestiones de interés: En los alrededores, varias torres atalayas —Málaga está plagada de ellas— y muchas playas. 








No hay comentarios:

Publicar un comentario