martes, 28 de noviembre de 2017

Lanzarote, Arrecife, castillo de San José.

Nombre:   Castillo de San José.

Localidad: Arrecife

Municipio: Arrecife

Isla:       Lanzarote

Provincia: Las Palmas (Islas Canarias)

Tipología: Fuerte costero.

Época de construcción: entre 1776 y 1779. Reformado, ampliado y adaptado para su uso actual, en 1976.


Llegamos y lo primero que vemos son banderitas reivindicativas.

Situación:

Este fuerte está en el Puerto de Naos, al noreste de Arrecife, sobre un pequeño acantilado que domina el puerto, y apuntando directamente a su bocana. Aunque no sé si cuando se construyó la bocana estaba en el mismo lugar; imagino que sí.

Llegué a él pensando que iba a rematar el día con la visita a la segunda fortaleza arrecifeña, y así completar una maravillosa jornada castellológica. Pero he aquí que una vez posicionados delante del monumento me encontré, nos encontramos, el edificio cerrado a causa de no sé qué reivindicación laboral por parte de los trabajadores del Cabildo. La medida de presión estrella era el cierre de todos los edificios, lugares y espacios, cuya atención estuviera al cargo de dicha administración. Y además el cierre era indefinido, con lo que fuimos privados de visitar lo más granado y significativo que la isla puede ofrecer al turista. Vamos, las joyas de la corona lanzaroteña.


Datos históricos: 
Como todas estas fortificaciones, fue levantada para proporcionar defensa a la isla contra los ataques de piratas —Lanzarote fue la isla más castigada por esta gente durante más de doscientos años— y, curiosamente, también para paliar la hambruna que en esa época se estaba viviendo en la isla: la erupciones entre 1730 y 1736 del volcán Timanfaya, y un largo período de sequía, estaban desolando las tierras de cultivo, lo que trajo un prolongado tiempo de pobreza y escasez de recursos. Fue por ello que a este castillo se le conoció como la Fortaleza del Hambre.
El castillo de San José es mucho más joven que su vecino el de San Gabriel: justo doscientos años. Fue construido entre 1776 y 1779 y la orden partió directamente de Carlos III, que según cuentan estaba más preocupado por la miseria de los habitantes de la isla que por la seguridad:
“son estas calamidades más atroces que todos los enemigos de la Corona”, dicen que dijo.
La realidad debió ser que ante el aumento de población de Arrecife, a la par que el de la actividad marítima, era imprescindible la construcción de otra fortificación en la ciudad.
El encargado del proyecto fue el ingeniero José Ruiz Cermeño, aunque erróneamente se le atribuye a Don Claudio de Liste, el mismo que diseñó la torre del Águila en Las Coloradas.
Cuando dejó de tener interés militar fue abandonado, quedando relegado al olvido durante más de cien años, y con el consiguiente deterioro que de todo ello resulta. A partir de 1975 es objeto de un plan de remodelación que terminó el 8 de diciembre 1976 con la inauguración del Museo de Arte Contemporáneo, que se complementa con un reconocido restaurante.

Descripción, arquitectura y construcción:
La planta del fuerte, de unos 700 metros cuadrados, tiene forma de D, de d mayúscula, cuyo lado curvo, que mira al mar, se alarga en líneas rectas hacia la fachada orientada a tierra. En su parapeto se abren siete cañoneras, cinco en el lado curvo y dos en el recto. En el parapeto, y hacia el mar, se adosan dos garitas cuadradas.
La fachada que mira a tierra, donde se ubica la puerta, dispone de foso de cuatro metros y puente levadizo, dos cañoneras en el parapeto de la azotea y dos garitas flanqueando la fachada. En la vertical de la puerta, una espadaña.
Sus muros son de mampuestos de piedra volcánica; su interior, dividido en dos plantas, está cubierto con bóvedas de cañón también de piedra. Todo el edificio está cubierto por una azotea que, en este tipo de castillos, hacía las veces de plaza de armas.
Una escultura, moderna, en la explanada de la fachada principal.


 
El castillo desde la orilla del mar.


 
Puerta de entrada

Una de las garitas que flanquean la fachada principal

Caballos bebiendo en el mar, junto al castillo.







Materiales: Mampuestos y sillares de piedra volcánica.
Estado: En muy buen estado. Es lo que tiene cuando los viejos edificios se reutilizan, a pesar de los críticos. También ayuda a ello que se trata de un edificio de líneas bellas a pesar de su planta simple y la escasez de elementos defensivos.

Propiedad actual: Pública (Cabildo Insular de Lanzarote).
Uso: Turístico. Contiene el Museo de Arte contemporáneo y un restaurante. Todo ello fruto del ingenio y las aportaciones del artista lanzaroteño César Manrique (con obras de Picasso, Tàpies, Miró, Mompó, Millares y del mismo Manrique), que encontró en estas actividades la mejor manera de salvar la fortificación.
Visitas: he de suponer que el acceso es libre, previo pago de algo de dinero para el museo, y posterior pago después de comer en el restaurante, quien en él coma.
Hube de conformarme, hubimos de conformarnos con una visión exterior, una vueltecita al perímetro del fuerte, cuatro o cinco fotografías —ni una más, que del malestar que me entró no quise malgastar el último carrete de fotos que me quedaba— y unas irrefrenables ganas de ciscarme en todos los sindicatos del mundo. Que a saber cuándo vuelvo a Lanzarote.
Protección: Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.

Calificación subjetiva3, es decir, se incluirá obligatoriamente en ruta de viaje. Y no sólo por el edificio, sino por lo que contiene.
Otras cuestiones de interés: En Arrecife también el castillo de San Gabriel, no perdérselo. Y también el de Santa Bárbara, en Teguise; mejor aún.
Cómo llegar: sin problemas llegar hasta él, al noreste de la ciudad.
Accesos: cómodamente a pie.
Coordenadas:
28.97097 N -13.5333 O


sábado, 25 de noviembre de 2017

Algarrobo, Málaga

 Población: ALGARROBO COSTA

Municipio: ALGARROBO
Provincia: MÁLAGA

Escudo:


Descripción:
Escudo español, cuadrilongo.
En campo de azur, un algarrobo y un castillo de plata mazonado y aclarado de sable.
Al timbre, corona real cerrada.

Según acuerdo municipal de fecha 30/noviembre/2004; publicado en el BOJA nº 246 de fecha 20/diciembre/2004


Recurrencia:
El castillo, o mejor la torre, alude a una de las dos que se levantan en el municipio, concretamente a la Ladeada o del Portichuelo.

Localización:
La torre se encuentra a pocos metros de la costa, en la actual Algarrobo-Costa, y a pocos metros de otra torre, la Torre Derecha o Nueva.

Historia:
Se construyó hacia 1574-1575 en el mismo lugar en donde es probable hubiese otra de época nazarí. Fue obra del arquitecto Luis y la ejecutó un albañil de la zona llamado Diego Pérez Carballo, por la que recibió 75.000 maravedíes.
Apenas 175 años después, ya debió inclinarse, pues existe un informe presentado por Agustín Ibáñez y fechado en 1752, que dice "...está fuera de plomo, por haber descarnado las aguas sus cimientos y no podía repararse, siendo precisa hacerla de nueva planta." y es por entonces cuando se la empezó a denominar con el apodo. No se encontró otro remedio mejor para solventar la situación que construir otra torre nueva.


Descripción:
Tuvo casi 9 metros de altura. Es de forma troncocónica, su circunferencia mayor, en la base, llega a los 22’00 metros, presentando por ello un escarpe de unos 60 centímetros.
Dispuso de un vano de acceso orientado al norte, y situado a unos 6 metros de altura, ejecutado, arco y jambas, de ladrillo; hacia el sur también tiene otro hueco de dimensiones 0’50 de ancho por 1’50 de alto. Sobre el hueco de entrada quedan los restos de lo que fue un matacán.
Tuvo una única cámara —su mitad inferior, aproximadamente, es maciza— cubierta con una bóveda esférica de ladrillo. En esa estancia residían los torreros durante su tiempo de vigilancia.
De la cámara parte una escalera que comunica con la azotea. La salida al exterior estuvo cubierta por una pequeña garita. El pretil de la terraza desaparecido; tuvo cuatro matacanes, quedando sólo restos del que estuvo sobre el acceso.
Su actual situación, una inclinación de unos 18º, puede deberse al efecto del mar sobre una cimentación inadecuada por escasa, aunque también se apunta a posibles expolios de material.

Para más información, pinchar aquí: 

jueves, 23 de noviembre de 2017

Arquitectura, B

BALAUSTRADA, balaustre:
Cada una de las columnas pequeñas que con los barandales forman las barandillas o antepechos de balcones, azoteas, corredores, tribunas y escaleras, por razones de seguridad y también estéticas.. Está formada por la sucesión de pequeños pilares unidos por un pasamano.

BALAUSTRE, balaustrada:
Ver justo más arriba.
Balaustrada ( de definicion.de)

BANCO, predela:
Se denomina así a la bancada inferior de un retablo sobre la que éste descansa. Suele estar adornada con pinturas, relieves, etc., a las que también se les denomina predelas
Si el banco estaba formado por dos pisos, el inferior se llama sotabanco.

BASA
Pieza inferior de la columna que sirve de apoyo al resto.

Basa de columna nazarí (de glosarioarquitectonico.com)

BASAMENTO, cimiento:
Conjunto de todas las piezas que están debajo de un edificio sobre las que éste se sustenta.
En ocasiones pueden aparecer basamentos superpuestos de forma escalonada, situados en la zona de más pendiente con el objeto de nivelar el terreno, por lo que llegan a tener un perímetro mayor que el edificio que sustentan.

BOCEL, bocelete:
Es una moldura convexa lisa y de sección semicircular, aunque a veces de forma elíptica, utilizada con fines ornamentales.
Si su sección es un cuarto de círculo, se le denomina cuarto bocel.
La zona en rojo es el bocel.
BOCELETE, bocel:
Definido justamente en la anterior.

BORJE, botarel:
Cuando el contrafuerte era cilíndrico.
Ver y leer contrafuerte que allí queda explicado y viene a ser lo mismo.

BOTAREL, borje:
Típico de la arquitectura gótica, es la parte del contrafuerte que, separada del muro, recibe el empuje del arbotante.
Normalmente se le remata con un pináculo.

Botareles de la catedral de Sevilla.

de glosarioarquitectónico.com

BÓVEDA:
Es una obra de fábrica curva, que cubre el espacio comprendido entre dos o más muros o varios pilares.
Existen numerosos tipos de bóvedas, en función del arco que las defina. Aquí quedan algunas:

Bóveda de aljibe o esquifada: la formada por la intersección de cuatro paños triangulares esféricos con aristas entrantes.
Bóveda de arista o claustral: la formada por dos bóvedas de cañón semicilíndricos al cortarse uno sobre otro.
Bóveda apuntada u ojival: aquella cuyas secciones son de arco apuntado u ojival.
Bóveda vaída: es la formada de un hemisferio cortado por cuatro planos verticales y cada dos de ellos paralelos entre sí.
Bóveda de cañón: la que ha sido generada por un arco de medio punto o semiesférico.
Bóveda de crucería: la forman, al cruzarse, dos o más arcos apuntados llamados ojivas o nervios. 
Es una bóveda propia del gótico.
Bóveda encamonada o fingida: la que se construye bajo techo existente de materiales de poco peso (madera o cañas) y se recubre de yeso para así imitar una bóveda.
Bóveda gallonada: Tiene forma de media esfera o similar, compuesta por la unión de nervaduras que dejan espacios cóncavos entre sí: gallones o gajos, lo que recuerda el aspecto de los gajos de una naranja.
Bóveda a prueba de bomba: Es un tipo de cubierta preparado para resistir los impactos de los proyectiles enemigos. 
Los espacios interiores de fuertes y baterías solían cerrarse con un tipo de bóveda que podía ser de medio cañón, de arista, etc. Sobre ésta y hasta la terraza se superponía un gran cuerpo superior de tierra batida destinada a absorber la onda expansiva del proyectil enemigo.
Bóveda tabicada: la que se hace de ladrillos puestos de plano sobre una cimbra.
Bóveda túmida: la que la forman arcos con mayor anchura en la mitad de su altura que en sus arranques.
Tipos de bóvedas


BUJARDA:
Herramienta utilizada por los canteros para tallar piedras: Es un martillo con una parte dentada para reproducir el grano de las piedras. Las caras de las piedras tratadas con la bujarda quedan abujardadas.


martes, 21 de noviembre de 2017

Lanzarote, Arrecife, castillo de San Gabriel


Este castillo de San Gabriel está en Arrecife, capital de la isla de Lanzarote, mirando al océano y custodiando el lugar desde hace más de quinientos años.
Llegamos a él después de un relajado paseo por la ciudad que termina donde comienza el mar. Y desde la orilla hasta el castillo, el famoso Puente de las Bolas, que une la tierra firme con uno de los muchos islotes que salpican la costa.
El castillo desde la ciudad de Arrecife.
Cuando se construyó, al peñasco donde se asienta lo llamaban de los Ingleses o de Afuera, y corría el año del Señor de 1572.
Por entonces Arrecife era el puerto de la isla y la Villa de Teguise su capital. Y así siguió siendo hasta 1847 en que Arrecife se convirtió en la capital de la isla, lo que unido al beneficio que obtuvo por el Decreto de Puertos Francos de 1852, hizo que se convietiera en el centro económico y administrativo de Lanzarote.
Pero volvamos a mediados del siglo XVI, cuando en España reinaba Felipe II y en las Islas Canarias andaban muy preocupados por los ataques de los piratas —en 1571 la isla fue atacada por Dogalí, pirata argelino—. Así que Don Agustín Herrera y Rojas, siguiendo las órdenes de la Real Audiencia de Canarias, encarga al ingeniero militar Gaspar de Salcedo, la construcción en uno de los islotes frente al Puerto de Arrecife —nombre con el que se conocia entoces a la actual Arrecife— de una fortaleza artillada.
Hacia el castillo por el camino empedrado.

El nuevo edificio se construyó entre 1572 y 1576, y a partir de entoneces al islote se le llamó del Castillo.
Era una edificación pequeña, de planta cuadrada y poco más de once metros de lado, con un baluarte en punta de diamante en cada esquina.
Los muros exteriores se ejecutaron de mampostería en su mayoría, aunque también se utilizó piedra labrada. La azotea, o sea la plaza de armas de este tipo de  fuertes, se rodeó de un parapeto muy bajo y se artilló con cuatro piezas, una de bronce y tres de hierro colado.
Las dependencias interiores se construyeron de madera.
El acceso estaba, como ahora, dividido en dos tramos: un pequeño muelle que enlaza el puerto con el Islote de tierra (actual apoyo del Puente de las Bolas), y desde aquí hasta el castillo se iba a pié o en barca según el estado de la marea.

Espadaña en la azotea.
Sin embargo, demostró ser insuficiente defensa ante el ataque que sufrió en 1586 por parte del pirata otomano Murat Reis —Morato Arráez para los españoles— que invadió y arrasó la isla. En el caso de este castillo, incendió todas sus estructuras interiores que eran de madera. 
En vista de lo cual se decide aumentar las defensas de la isla, y en el caso de Arrecife se proyecta en 1591, por parte del ingeniero italiano Leonardo Torriani, una serie de mejoras, tanto en el fuerte como en sus accesos, con las que se pretendía paliar las insuficiencias defensivas de la plaza.
Cerrojo y cerradura.

Detalle del muro
Ninguna de las recomendaciones de Torriani fueron llevadas a cabo, y el castillo siguió hecho unos zorros hasta el año 1666.
En ese año la fortaleza se reconstruyó con mampostería toda la distribución interior que, como ya dije, las habían incendiado; y se cubrieron con bóvedas de piedra labrada. Se reforzaron los muros, elevándose la altura del parapeto, y la terraza se enlosó. También se construyó un aljibe y una mazmorra.
El castillo quedó armado con dos cañoneras: una apuntando hacia el mar por el este, y la otra mirando a la bahía de Arrecife.
El conjunto quedó rematado con una espadaña en la que se colocó, como era preceptivo, una campana para el toque de a rebato.
Este fuerte, que hasta entonces era conocido como el Castillo de Arrecife, pasó a ser llamado de San Gabriel, probablemente en honor a Gabriel Lasso de la Vega, por entonces capitán General de las Islas.


En 1742 le hacen unos arreglos bajo la dirección del ingeniero Antonio Riviere:
— se unen los baluartes de las esquinas mediante gruesos muros que se macizan  con escombros— y se amplia la terraza.
En 1762 es atacado por dos buques ingleses, el Lord Anson y el Hawke, que le dejan inoperativo, aunque el resultado final del combate se inclinó del bando español.
La jubilación como edificio militar le llegó el 27 de febrero de 1895, en que fue declarado inútil para esos menesteres; la evolución de la artilleria era ya tal, que su eficacia podría quedar en entredicho en futuros combates.
El Ayuntamiento de Arrecife lo compra (era propiedad del Ejército) en 1972 y procede a realizar una serie de obras a fin de ampliar sus dependencias, eliminando los rellenos que se incoropraron en 1742; se enlosó la azotea y se acondicionó el exterior para los visitantes.

El puente de las Bolas, es evidente.

Aparte cabe mencionar el Puente de las Bolas, via de acceso a pié desde Arrecife. Por ese camino nos dirigimos al castillo mientras nos fuimos informando (la información ya llega a cualquier sitio y en cualquier momento) sobre esta obra, cuya ejecución corrió paralela al propio castillo.

Leonardo Torriani proyectó un camino empedrado —protegido con murallas y armado con tres cañoneras incluyendo sus portalones de fuga—, que uniera la fortificación con el pequeño islote de Tierra y desde aquí por el muelle existente hasta la población. Ambos tramos quedarían unidos-separados por un puente levadizo que, curiosamente, se encuentra a considerable distancia de la fortaleza.
El puente es levadizo, y lo sostiene dos pilares cuadrangulares rematados con dos balas de cañón (las bolas). Desde él hasta el castillo, paseamos por un camino protegido, que quiere parecer un adarve, de unos 175 metros de longitud y que estuvo armado con tres cañones.
El puente desde el camino, ya de vuelta.
Sin embargo leo en loquelaspiedrascuentan.blogspot.com, que aquel ingeniero italiano no intervino en absoluto en el diseño y construcción del puente de las Bolas, y que se ignora quién o quienes tuvieron la idea y posteriormente la llevaron a cabo.
Al final va a resultar que Torriani no hizo nada.


Salas del museo en el interior del castillo.


Nombre:
Castillo de San Gabriel.
Localidad: Arrecife
Municipio: Arrecife
Isla: Lanzarote
Provincia: Gran Canaria (Islas Canarias)
Tipología: Fuerte
Época de construcción: entre 1572 y 1576. Reconstruido en 1666 y reformado en 1742.
Estado: En muy buen estado, tanto el castillo, como el puente y su entorno. Hace unos años fue sometido a un buen lavado de cara que, como no podía ser de otra manera, fue recibido con críticas por parte del sector más purista del público.
Propiedad: Municipal.
Uso: Turístico. Contiene el Museo de Historia de Arrecife.
Visitas: se accede previo pago de una modiquísima cantidad de dinero.
Protección: Declarado Monumento Histórico Nacional en 1972.
Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.
Está declarado Bien de Interés Cultural.

Clasificación subjetiva: 3, es decir, se incluirá obligatoriamente en ruta de viaje, que al tratarse de una isla no muy grande, es difícil de evitar la visita.
Otras cuestiones de interés: En Arrecife también el castillo de San José.
Cómo llegar: sin problemas llegar hasta él, al sur de la ciudad.

Arrecife desde el castillo.


sábado, 18 de noviembre de 2017

Defensa vende el Fuerte Santa Elena en Huesca por 200.000 euros

Defensa vende el Fuerte Santa Elena en Huesca por 200.000 euros

200.000 euros. Ese ha sido el precio que ha obtenido el Ministerio de Defensa por el Fuerte de Santa Elena en Biescas, Huesca. 

Por Elena Sanz

21/02/2014

«Este activo tan singular, catalogado por el Gobierno de Aragón como Bien de Interés Cultural (BIC) llevaba en venta cinco años. 

Un inversor privado, Corporación Aragonesa Grupo Octopus, se ha impuesto en la segunda subasta con una oferta de 201.102 euros. El precio mínimo de venta era de 230.136 euros en primera subasta y de 195.616 euros (un 15% de rebaja). El comprador no sólo adquiere la fortaleza, también los casi 37.000 metros cuadrados de terreno que la rodean. 

Se trata de una finca rústica, con calificación y clasificación del suelo como no urbanizable, situada en la carretera de Biescas a Panticosa, a 34 de Jaca y a los pies del río Gállego. El Ministerio de Defensa ofrecía el inmueble en internet, a través de la web addmeet, portal al que ha recurrido la cartera que dirige Pedro Morenés para dar a conocer losactivos inmobiliarios que tiene actualmente en venta el ministerio como solares, locales o instalaciones militares en desuso.

En el anuncio, Defensa explicaba que "se contempla la posibilidad de la realización de diversas actividades económicas de carácter compatible ya sea un camping o campamentos organizados" y destacaba la "ubicación ideal de la fortaleza para un hotel rural en un edificio histórico".

El Fuerte de Santa Elena no es el más emblemático, ni el más caro ni el mejor ubicado de los más de 8.000 activos inmobiliarios que el Ministerio de Defensa tiene previsto vender dentro del marco de la reforma de la Administración Pública del Gobierno, que afecta a unos 15.000 inmuebles. Pero sí es uno de los activos en venta más llamativos.

Fue construido en época de Felipe II al temer un inminente ataque del ejército francés y fue ampliado por Carlos III. Hasta hace tan sólo siglo y medio servía como punto de defensa para evitar incursiones desde el norte –está situado muy próximo a la frontera francesa–. De hecho, en 1808 fue destruido parcialmente durante la invasión napoleónica de la Península y fue reconstruido entre 1884 y 1889. En la actualidad se encontraba totalmente abandonado. 

La fortaleza se halla ubicada en un enclave muy visitado por senderistas ya que, además de esta construcción, en el risco donde se localiza hay otros dos reclamos turísticos como la ermita de Santa Elena, del siglo XII y un dolmen prehistórico, también catalogados como BIC. 

En 2008, el Ayuntamiento de Biescas se interesó por la oferta de Defensa y presentó una propuesta de compra por casi 130.000 euros, pero la operación no prosperó, según informa pirineodigital.com. No obstante, según este diario, el consistorio ha invertido en la zona para su adecuación y conservación, ya que, además de la fortaleza, la ermita de Santa Elena y el dolmen prehistórico, se encuentra una vía férrea. Cinco años después, el Fuerte de Santa Elena pasará a manos privadas, ya que el Ayuntamiento no ha podido participar en la subasta al carecer de fondos para ello». 

https://www.elconfidencial.com/vivienda/2014-02-21/defensa-vende-el-fuerte-santa-elena-en-huesca-por-200-000-euros_91950/ 



El Ministerio de Defensa, al igual que la Iglesia Católica, tiene muy complicada la gestión y mantenimiento de todo su patrimonio, mucho de ello abandonado, sin uso concreto. Más vale dar una salida a tanta piedra vieja, de manera honrosa y tutelada, hacia un uso digno, bien por parte de un particular o de algún organismo público.
Por lo tanto, ni me alegro ni me disgusto por el asunto, sólo desear respeto al edificio y su historia, y también al entorno.
Las autoridades competentes, ojo avizor a lo que allí se haga, que no sea ni más ni menos de lo estrictamente necesario. Que nada de lo que allí se ejecute sea un chirrido para nuestros ojos y nuestra memoria.